jueves, 25 de agosto de 2016

Palacios por países - Costa rica


El Castillo Azul es un edificio localizado en San JoséCosta Rica. Es una de las cuatro edificaciones que pertenecen a la Asamblea Legislativa de Costa Rica y alberga la presidencia del congreso. Se encuentra ubicado en Cuesta de Moras, entre Avenida Central y calle 17, sobre el bulevard Ricardo Jiménez Oreamuno. Es un elegante inmueble de dos plantas con arquitectura de estilo neocolonial y mediterráneo, lo que, sumado a su importancia histórica y política, lo convierte en uno de los edificios más emblemáticos de esta capital centroamericana. En el pasado sirvió de Casa Presidencial y también fue sede de la Embajada de los Estados Unidos. Fue declarado monumento nacional y patrimonio histórico-arquitectónico de la nación costarricense en 1976.

Historia

El Castillo Azul fue construido en 1911 por el grupo de ingenieros "Andreoli e Induni", por encargo de Máximo Fernández Alvarado, líder del Partido Republicano, quien aspiraba a la presidencia de la República y planeaba utilizarlo como Casa Presidencial y residencia personal, de allí su ubicación cercana al Cuartel Bellavista, el principal cuartel de armas de San José. Las elecciones de 1914, sin embargo, quedaron sin ganador y de acuerdo a la constitución vigente, fue llamado a ejercer el licenciado Alfredo González Flores, diputado y miembro del mismo partido, quien ocupó la mansión. Durante 1917, el presidente González Flores fue derrocado por su Ministro de Guerra, Federico Alberto Tinoco Granados, quien tomó el poder de facto. De este modo, la casa fue ocupada por él y su esposa doña María Le Fernández Le Cappellain. Durante el corto gobierno de los Tinoco, la casa fue testigo de los más elegantes bailes y recepciones que la primera dama ofrecía a la agradecida oligarquía capitalina, quienes habían apoyado el golpe de estado. La casa fue desmantelada en 1919 cuando los Tinoco se exilian en Francia. El siguiente gobernante, el Presidente provisional Francisco Aguilar Barquero, decidió no residier en el Castillo Azul y únicamente lo utilizó como su despacho, mientras que su sucesor, Julio Acosta García, se negó a vivir bajo el mismo techo donde residió alguna vez la familia Tinoco.
La Casa fue adquirida nuevamente por su propietario original, Máximo Fernández Alvarado, quien vendió el edificio al Departamento de Estados de los Estados Unidos para colocar allí una legación que sirviera de embajada. Los funcionarios estadounidenses decidieron modificar la construcción por razones de seguridad y colocaron doble piso de madera, un sistema contra incendios y enormes vigas antisísmicas que "amarran" todo el edificio y que todavía cumplen su cometido. También modificaron la distribución de las salas para hacer oficinas y estudios, y colocaron en las verjas de las ventanas las letras USA.
En 1932, un grupo de militares rebeldes se apoderó del Cuartel Bellavista para dar un golpe de estado. Los contingentes leales realizaron la defensa desde la Penitenciaría Central (actual Museo de los Niños) y un tiro errado derribó la torre azul de la embajada. Como anécdota, el embajador Roy Tasco Davis envió una carta a Washington D.C en la que relataba que el hecho no pasó de ser "un gran susto" y que inclusive tuvo la virtud de traerse al suelo un enorme panal que había en la torre, por lo que "pudo disponer de miel fresca por muchos meses".
No obstante, lo ocurrido motivó a los norteamericanos a poner en venta la edificación. Fue así como la propiedad pasó a manos del Dr. Carlos Manuel Gutiérrez Cañas, quien invirtió una suma importante en reacondicionarla en sus formas originales y amueblarla. En esta época se bajó el cielo raso en algunas habitaciones para tapar la viga antisísmica que pusieron los norteamericanos, se cambió el piso del vestíbulo pues no correspondía en cuanto a arquitectura con el resto de la casa, se remodelaron los baños y se cerró el balcón del frente, entre otras cosas. Una pequeña edificación en la parte posterior fue demolida.
Durante una de las administraciones del controvertido ex presidente José Figueres Ferrer, ordenó la destrucción del histórico Palacio Nacional (sede del congreso) para construir en su lugar el Banco Central. La Asamblea Legislativa se trasladó a un complejo de edificios entre ellos esta mansión. En 1989, como parte de la celebración del Centenario de la Democracia Costarricense, el Gobierno de la República adquirió el edificio para que formara parte de la Asamblea Legislativa.

Arquitectura

El Castillo Azul.
El Castillo Azul debe su nombre a la insignia política de Máximo Fernández, una bandera de color azul. Los planos y las especificaciones técnicas fueron hechos por la Casa Hennebique de ParísFrancia, por el ingeniero P. Falsimagne, y los trabajos dirigidos por el contratista Alfredo Andreoli. Es una mansión de unos mil metros cuadrados construida en concreto armado, con bases de granito criollo, madera moldurada en las puertas y ventanas, en la estructura del techo.
Su arquitectura combina el estilo neocolonial con elementos modernos, lo que la asemeja a una mansión mediterránea. Presenta elementos de estilo italianizante: arcos de medio punto, balaustradas, ménsulas y columnas. Tiene una buena jerarquía volumétrica, con predominancia de la masa sobre el vano, propio de la arquitectura románica. Posee seis salones con pisos decorados con granitoitaliano dentro y mosaicos andaluces por fuera, amueblados con finos muebles europeos. El comedor, en su momento, se dijo era el más grande de la ciudad.
La construcción original poseía una torre en el costado oeste, la cual tenía vidrios rojos, blancos y azules, sobre todo de este último color. Existen versiones de que esta torre fue destruida por un sismo. También contaba con un balcón para dar discursos.
En su interior, el Castillo Azul posee un patio de estilo español, con arcos de caracteres mudéjar y con una fuente central, obra del arquitecto catalán Luis Llach. Según una publicación del desaparecido diario La Información, en 1914 el Castillo Azul poseía una escalinata interna hecha de mármol, dos amplios salones con grandes ventanales de estilo modernista, con batientes de alto relieve de figuras doradas, y otra gran escalera de mármol cerca del comedor, la cual en el descanso se dividía en dos y ascendía a los pisos superiores que dan a los balcones que miran a la ciudad, al este y oeste del edificio.
Su última restauración data de febrero de 2013.
Castillo Azul CR 3.jpg






Cuesta de Moras es el lugar donde tiene asiento la Asamblea Legislativa de Costa Rica. La sede principal del Poder Legislativo se ubica en la ciudad de San José, hacia el Este, ocupando la cuadra entre las avenidas central y primera y las calles 15 y 17.

Origen del nombre

En el punto donde convergen la avenida primera con la calle 17 se hace una pronunciada pendiente que baja hacia el Oeste, al corazón de la ciudad, generando la llamada cuesta. El origen del nombre aparece ya en documentos coloniales de 1770. En 1835 se libra en este lugar una batalla contra las fuerzas de Cartago, en la llamada Guerra de la Liga, que fue la segunda guerra civil de la historia de Costa Rica, ocurrida entre septiembre y octubre de 1835.1
El término «Cuesta de Moras» se ha consolidado en Costa Rica como un sinónimo coloquial para referirse a la Asamblea Legislativa.2

Sede de la Asamblea Legislativa

La construcción del edificio actual se inició en 1937, con la idea original de ubicar la nueva Casa Presidencial. Los materiales de construcción se trajeron de Europa, principalmente Alemania y Checoslovaquia. Al estallar la Segunda Guerra Mundial la construcción se paralizó, reanudándose en 1957. En seis meses se terminó la construcción y en marzo de 1958 se estableció como sede de la Asamblea Legislativa. En poco tiempo, las personas identificaron la nueva sede legislativa con el nombre que tenía el sitio desde la época colonial.






El Palacio Nacional de Costa Rica (1853-1958) fue una antigua edificación ubicada en San JoséCosta Rica. Fue construido entre 1853 y 1855 por encargo del Presidente Juan Rafael Mora Porras, destinado a ser la sede de los tres Poderes de la recién nacida República. La obra fue encargada al ingeniero y arquitecto alemán Franz Kurtze. Estaba ubicado en la esquina sureste de la que fue originalmente la plaza de la Villa Nueva de San José de la Boca del Monte, en lo que hoy es la intersección entre la Avenida Central y la Calle Segunda, en pleno corazón de esta ciudad centroamericana. Históricamente se le considera una importante obra arquitectónica y cívica, de estilo neoclásico, que durante 102 años fue el centro gravitacional cívico y político de la capital costarricense, símbolo de lo republicano, liberal y ciudadano que marcó una época de la historia nacional. En 1958, durante la segunda administración de José Figueres Ferrer, fue demolido y en su lugar se levanta la sede del Banco Central de Costa Rica.

Historia

En 1850, con el ascenso de Juan Rafael Mora Porras al poder y la consolidación de una burguesía cafetalera, Costa Rica entró en un periodo de auge económico y social. El poder central se fortaleció y se suprimieron los localismos, la sociedad costarricense se volvió más compleja y diversa, y la economía del café se convirtió en el motor del progreso nacional. San José, la capital de la joven República, comenzó a cambiar su fisonomía de aldea para transformarse paulatinamente en una urbe. Contando con la asesoría y capacidad técnica de algunos ciudadanos europeos en su círculo cercano, el presidente Mora impulsó la construcción de varias edificaciones que reflejasen ese espíritu de crecimiento y adelanto.
En 1854, Mora nombró al ingeniero y arquitecto alemán Franz Kurtze como el primer director general de Obras Públicas. De la mano de Kurtze, surgieron varias obras arquitectónicas de gran relevancia para el país: el Seminario Tridentino, la Fábrica Nacional de Licores, el edificio original del Hospital San Juan de Dios y el Sagrario de la Catedral, siendo la más importante la construcción del Palacio Nacional, cuyo propósito era albergar a los tres poderes de la República.
La construcción del Palacio inició en 1853, en el mismo terreno donde estuviese ubicada la antigua Factoría de Tabacos de San José. Este sitio tenía relevancia dado que allí mismo se ubicaban el primer templo de la Iglesia de La Merced, la Casa de Gobierno, el Congreso, la Corte de Justicia y otros edificios públicos. La obra inició bajo la guía del ingeniero Ludwig von Charmier, quien luego cedió la dirección a Kurtze luego de que un informe de éste y del ingeniero Mariano Montealegre objetaran aspectos técnicos, sísmicos y económicos en el trabajo de Charmier. Luego de rescindir el contrato con Charmier, Kurtze se hizo cargo de la obra.
La inauguración del edificio se hizo el 24 de junio de 1855. A propósito de su inauguración, el Director General de Bandas, Manuel María Gutiérrez Flores (autor de la música del Himno Nacional de Costa Rica) regaló al presidente un vals titulado "El Palacio".

Arquitectura

Palacio Nacional (1870).
La arquitectura del Palacio Nacional era de franco estilo neoclásico: planta rectangular y patio central, proporciones renacentistas, anglo-palladianas e italianizantes, de corte romántico y variado, y fachadas y ornamentos alegóricas a la cultura grecorromana, en clara concordancia con el estilo arquitectónico de las naciones europeas y americanas tras la Revolución Francesa. Este estilo arquitectónico fue utilizado por los poderes emergentes para compensar la fragilidad de sus regímenes frente a una ausencia de pasado y de historia de las nuevas naciones independientes, apoyándose para ello en el carácter definitivo y eterno que provee el neoclasicismo.
En contraposición a la herencia constructiva proveniente del periodo colonial, para la construcción del Palacio Nacional, Franz Kurtze utilizó una innovadora combinación de sillería de piedra y elementos estructurales en hierro colado, que en ese momento era la técnica más avanzada en el campo de la ingeniería estructural. La mayoría de los materiales fueron importados deInglaterra: planchas acanaladas, clavos y tornillos galvanizados, balcones forjados y columnas coladas. Los vidrios y cristales fueron traídos de Bélgica.
La descripción del edificio que persiste hasta la actualidad es la del viajero y escritor irlandés Thomas Francis Meagher, quien visitó San José en 1859:
“Entrando por la ancha puerta de arco del palacio […], se llega a un espacioso vestíbulo; algunos pasos más allá hay un patio cuadrangular con piso de ladrillos colorados. Una galería de diez pies de ancho, que descansa sobre una serie de columnas y arcos, con una bonita balaustrada de hierro bronceado, corre […] por tres lados sobre el piso de ladrillos.
”La pared que está enfrente del vestíbulo es lisa. El techo del edificio sale […] de las paredes que encierran el patio, y a su vez descansa sobre otra serie de columnas y arcos, del todo semejantes a los que soportan la galería. De tal modo, hay dos hileras de arcadas pintorescas sobre el patio. Paredes, columnas, arcos: todo está pintado de blanco.
”Por fuera, el edificio imita el granito azul, y, aunque delineado por un alemán, presenta un alegre aspecto italiano que armoniza con el cielo sereno y brillante que sirve de dosel al valle de San José. En todo el conjunto domina un tono de sencillez y de modestia digna”.
Interior del Palacio Nacional (1922).
Sobre la sala del Congreso, Meagher agrega:
“Es soberbia y de imponentes proporciones […]. Las paredes son blancas como la leche. Ligeramente cóncavo, el techo está dividido en artesones por gruesas molduras doradas. Estos artesones son hondos y tienen adornos dorados de afiligranada labor.
”En las grandes ventanas, de una altura de diez y seis pies, que dan al patio, hay cortinajes de damasco de seda carmesí, y, entre estos, valiosos espejos con festones de seda azules, rojos y blancos, colores de la República.
”El sillón del presidente está sólidamente dorado y tiene cojines de terciopelo carmesí. Encima hay un dosel de raso, también carmesí, y un poco más arriba aparece el escudo de armas de Costa Rica bordado con hilo de oro y plata en terciopelo color púrpura”.
Por 102 años, el Palacio Nacional fue la sede principal del Congreso de la República y las oficinas del Poder Ejecutivo, hasta que fue demolido el 11 de enero de 1958 por orden del presidente José Figueres Ferrer, aparentemente sin mediar motivo alguno.
Palacio Nacional de Costa Rica (2).jpg

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