lunes, 5 de diciembre de 2016

Calendarios


Calendario hebreo

El calendario hebreo es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna al rodear a la Tierra (mes). La versión actual, por la que se rigen las festividades judías, fue concluida por el sabio Hilel II hacia el año 359. Este calendario se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas exactas de luna nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces.
En su concepción compleja tanto solar como lunar, el calendario hebreo se asemeja al chino, sin que se sepa de influencia alguna que haya tenido el uno sobre el otro; y también al calendario utilizado por los pueblos de la península arábiga hasta la aparición del Islam, en el siglo viiE. C. En cambio, se distingue del calendario gregoriano de amplio uso universal, basado exclusivamente en el ciclo solar anual; y también del que rige al mundo musulmán desde Mahoma hasta nuestros días, que es puramente lunar.
El calendario hebreo comienza con la Génesis del mundo, que aconteció, según la tradición judía, el domingo 7 de octubre del año 3760 a. E. C.; fecha equivalente al 1° del mes de Tishrei del año 1. De esta manera, el año gregoriano de 2015 equivale al año hebreo de 5776 (que comenzó al atardecer del 25 de septiembre de 2014 y finalizará el 13 de septiembre de 2015).
Arte judío. Marianos y Janina, Mosaico bizantino de la Sinagoga Beit Alfasiglo VI. La composición incorpora los doce motivos zodíacos por ser coincidentes con los doce meses del calendario hebreo.1 La presencia del motivo central del sol tiene aquí una justificación de orden astronómico (y no religioso).2 Las cuatro figuras de las esquinas representan los cuatro hitos del año,3 solsticios y equinoccios, nombrados en hebreo según el mes en que cada uno de ellos ocurre: Tishrei, [Tevet], Ni[san] y Tamuz. Kibutz Beit Alfa, Israel.

Los fundamentos del calendario hebreo

El día judío

El día, en el calendario hebreo, comienza con el ocaso, y culmina al próximo ocaso del siguiente día; es decir, un día que se cuenta de una puesta de sol hasta su otra puesta. En esto se diferencia del día según el calendario gregoriano, que discurre exactamente de medianoche a medianoche.
La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es antigua como la Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de cada día comenta "Y fue la tarde, y fue la mañana...", de lo que se entiende que cada uno de los días de la creación comenzaba por la tarde, más explícitamente aún al prescribir la Biblia el ayuno del Día del Perdón, el Yom Kipur"El día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación... Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso" (Levítico23:27-32)
Cabe mencionar que estudios arqueológicos han revelado que también en la antigua Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer.

El mes hebraico

El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo al planeta Tierra. Desde nuestro planeta el ojo humano puede percibir cuatro diferentes estados principales de la Luna, a saber: luna nuevacuarto crecienteluna llena o pleniluniocuarto menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio. Desde la Antigüedad, los antiguos hebreos sabían ya calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra tenía una duración de '29 días, 12 horas y otras 793/1080 de hora' (es decir, otros 44 minutos y 3,33 segundos), siendo por consiguiente su error de cálculo sólo de medio segundo. Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo emplea meses de 29 y de 30 días, intercalándolos.
Al fin del mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras y no es visible desde la Tierra. Al despuntar el cuarto creciente, apenas se alcanza a ver a la Luna como una finísima guadaña y ella desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: ello marca el inicio del mes hebreo. Con el correr de los días, al ser contemplada desde la Tierra, la parte iluminada de la Luna crece paulatinamente hasta llegar al plenilunio, que marca exactamente la mitad del mes. A partir de ahí, con el discurrir de los días, vuelve la Luna a menguar, hasta desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo.
Los nombres de los meses hebreos fueron concebidos en tiempos del cautiverio del pueblo judío en Babilonia, que abarcó setenta años (586 a.E.C. - 516 a.E.C.).4 Los nombres de origen mesopotámico siguen empleándose hasta el día de hoy. Previamente, los meses hebreos eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la primavera (boreal) por el mes primero, Nisán, y culminando con el duodécimo, Adar. En el Pentateuco se menciona a Nisán como el primer mes del año, al haber sido aquél en que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de los faraones de Egipto"Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año" (Éxodo 12:2). Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros de la Biblia, especialmente en el Libro de los Reyes, como el "mes de Ziv" (1Reyes 6:37), o "el mes de Bul, que es el mes octavo" (1Reyes 6:38), y también "el mes de Eitanim, que es el mes séptimo"(1Reyes 8:2), fueron seguramente tomados de nombres de meses fenicios, ya que son mencionados en el contexto de las relaciones comerciales entre el Rey Salomón y el Rey Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos que han llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno (Nisan = abril; Temmuz = julio; Eylül = septiembre; Şubat = febrero).
La duración de los meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente forma:
  1. Tishrei (30 días) (תשרי) - cae aproximadamente en septiembre u octubre
  2. Jeshván (29 ó 30 días) (חשוון, llamado también Marjeshván - מרחשוון) - octubre o noviembre
  3. Kislev (30 ó 29 días) (כסלו) - noviembre o diciembre
  4. Tevet (29 días) (טבת) - diciembre o enero
  5. Shevat (30 días) (שבט) - enero o febrero
  6. Adar (29 días) (אדר) - febrero o marzo
  7. Nisán (30 días) (ניסן, llamado también Abib - אביב) - marzo o abril
  8. Iyar (29 días) (אייר) - abril o mayo
  9. Siván (30 días) (סיוון) - mayo o junio
  10. Tamuz (29 días) (תמוז) - junio o julio
  11. Av (30 días) (אב) - julio o agosto
  12. Elul (29 días) (אלול) - agosto o septiembre
El año hebreo, según la cuenta bíblica, comenzaba con el mes de Nisán, llamado en la Biblia "el mes primero" (Éxodo 12:2), y concluía en el mes de Adar; mientras que más adelante primó la concepción del comienzo del año en el mes de Tishrei, con la festividad de Rosh Hashaná (ראש השנה, literalmente "cabeza de año"), culminando el año en el mes de Elul, tal como rige el calendario hebreo hasta nuestros días.
Desde el punto de vista religioso, el calendario hebreo cuenta con 4 diferentes "cabezas de año", siendo cada una de ellas el comienzo de la cuenta anual para diferentes finalidades:
  • 1 de Nisán es el principio de año de acuerdo a la cuenta bíblica, al conmemorar la salida de Egipto; y era el principio del año para los reyes: de tal modo, aun si un rey de Israel asumiera el trono el 29 del mes de Adar, ya al ser el día siguiente el primero de Nisán, se consideraba su segundo año de reinado.
  • 1 de Elul, el principio del año para realizar la cuenta del diezmo de ganado a apartar según las prescripciones religiosas.
  • 1 de Tishrei, el principio del año según el calendario hebreo moderno, conmemorando el aniversario de la Creación del mundo, y era la fecha en que comenzaba la cuenta de los años, los años sabáticos (cada séptimo año, en que las tierras quedaban incultas y en barbecho), y los jubileos (cada 50 años, en que prescribían las deudas y los esclavos quedaban libres).
  • 15 de Shevat, el año nuevo de los árboles, siendo ésta la fecha de su despertar luego del letargo invernal.

El año judío

Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año y, a su vez, debe contar con un número exacto de meses lunares. De esta manera, el año hebreo puede tener tanto 12 meses (año simple), como 13 (año bisiesto, o en hebreo שנה מעוברת, "año preñado").

El año bisiesto, embolismal o "preñado"

El año hebreo bisiesto es un año de 13 meses, denominado en hebreo "shaná me'ubéret" (שנה מעוברת, "año preñado" o embolismal), metaforizando al mes agregado cual si fuera el feto de una mujer embarazada; y de aquí que los métodos de institución de tal año se llamen "ibur" (del hebreo עיבור, "preñamiento") y en castellano, embolismo. El embolismo del calendario hebreo consiste en la duplicación del mes de Adar, de manera que se intercala un nuevo mes de 30 días, llamado Adar "A" (אדר א, "Adar álef"), antes del mes de Adar original, que pasa a ser Adar "Bis" (אדר ב, "Adar bet"). La principal razón por la que fue elegido justamente el mes de Adar para su duplicación es por ser el mes inmediato anterior a Nisán, el mes de la primavera, el de la salida de Egipto y en el que cae la Pascua judía, "Pésaj" (פסח), según indica la Biblia: "Guardarás el mes de Aviv (= primavera) y harás pascua a Yahveh tu Dios; porque en el mes de Aviv te sacó Yahveh tu Dios de Egipto" (Deuteronomio 16:1). Otro motivo radica en que Adar era antiguamente el último mes del año, e históricamente se prefería hacer el agregado a fin de año. Ello se asemeja a lo ocurrido con el 29 de febrero, agregado justamente allí porque antiguamente era febrero el último mes del año romano.
El método original de embolismo, desarrollado alrededor del siglo vi a. E. C., establecía que habría de agregarse un mes más, en tres años de cada ciclo de ocho. Ya en el siglo v a. E. C. se perfeccionó el sistema, estipulándose de ahí en adelante que el agregado habría de hacerse en siete años por cada ciclo de diecinueve. Se estima que dichas técnicas tienen sus raíces en los conocimientos de astronomía de los babilonios, muy adelantados para su época, y del astrónomo griego Metón (siglo v a. C.), y son aceptadas hasta el día de hoy. El Diccionario de la Real Academia Española define ciclo lunar, llamado también ciclo decemnovenal o decemnovenario, como el "período de 19 años, en que los novilunios y demás fases de la Luna vuelven a suceder en los mismos días del año, con diferencia de hora y media aproximadamente"; en tanto que el ciclo cuádruple de 76 años es llamado calípico. De esto se deduce que cada 19 años coincidirán entre sí las fechas del calendario hebreo y el gregoriano; aún puede existir un desfase de uno o dos días, debido a movimientos efectuados en el calendario hebreo por motivos religiosos (ver más adelante, "la semana en el calendario hebreo").
En el año 359, el sabio Hilel II perfeccionó los cálculos y métodos conocidos y estableció los mecanismos de embolismo del año utilizados hasta el día de hoy, que han sido corroborados por las últimas y más modernas observaciones astronómicas. Dichos cálculos ya eran conocidos desde cientos de años atrás, pero hasta aquellos tiempos se preferían los métodos empíricos para establecer el comienzo del mes —dos testigos que habían de atestiguar ante el gran Sanedrín que habían visto el naciente de la Luna— y el comienzo de la primavera, basándose en la maduración de las mieses y la llegada del equinoccio de primavera (el 20 de marzo en el hemisferio norte), que es la fecha en que el día y la noche tienen la misma duración; mientras que el almanaque era utilizado en caso de impedimentos, como días nublados.
Se cree que la razón por la cual Hilel II publicó el calendario hebreo, tal como se utiliza desde sus tiempos hasta nuestros días, proviene de una de las decisiones tomadas por el Cristianismo en el primer Concilio de Nicea, celebrado el año 325, a instancias del emperador Constantino I el Grande. Según la tradición cristiana, Jesús de Nazaret fue crucificado el Viernes Santo, coincidente con el viernes de la Pascua judía. El Concilio decidió desvincularse del judaísmo también en este aspecto, y prescindir de la necesidad de averiguar año tras año la fecha exacta de la Pascua judía. A tal efecto, se estipuló que el primer día de la Pascua cristiana, el Domingo de Pascua o de Resurrección, se celebre el primer domingo después de la luna llena, inmediatamente luego del equinoccio de primavera. Cabe destacar que al independizar al calendario litúrgico cristiano del hebreo, perdió el primero la flexibilidad y el equilibrio que caracterizan a este último, lo que terminó causando, con el correr de los siglos, el corrimiento de la Pascua cristiana hacia el invierno, desfase que hubo de ser corregido al cabo de un milenio por el papa Gregorio XIII, por medio de su calendario gregoriano. De todos modos, la decisión de Nicea despertó el temor entre los judíos de la época de que los cristianos les prohibiesen anunciar los comienzos de mes y los embolismos de cada año, indispensables para el normal discurrimiento de la vida judía; y de ahí la necesidad de un calendario preestablecido de antemano y aceptado por todas las diásporas del pueblo judío. Mientras en la Biblia Mateo 28:1 encontramos que el primer día de la semana revisaron donde estaba, siendo domingo, él fue crucificado el viernes.
Un año trópico, o circunvolución de la Tierra en torno al Sol, conlleva en sí 12,368 ciclos lunares, o vueltas que efectúa Selene alrededor de nuestro planeta. Esto implica que 19 años trópicos equivalen a 234,992 ciclos de la Luna, un número prácticamente entero. Desde esta base se establece que cada 19 años habrá de haber 235 meses, o 12 años comunes (de doce meses), y 7 años embolismales o "preñados", con trece meses cada uno: los años número 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 de cada ciclo decemnovenario. Para saber si un determinado año hebreo es o no bisiesto, hay que dividirlo por el número 19: si el cociente obtenido después de la división nos deja un resto luego del entero con uno de los siguientes guarismos: 0, 3, 6, 8, 11, 14 ó 17, estamos ante un año de 13 meses. Así, el año hebreo de 5765, equivalente al gregoriano de 2005, al dividirlo por 19 nos da 303 enteros, y un resto de 8 (5765/19 = 303 8/19). Por ende, el año de 5765 fue bisiesto y se le agregó como tal el mes de Adar "A" antes del último mes del año, el mes de Adar "Bis".

La semana en el calendario hebraico

Judíos rezando en la sinagoga en Yom Kipur (1878), pintura del pintor judío polaco Maurycy Gottlieb (1856-1879).
El calendario hebreo no solamente combina entre el año solar y el mes lunar; sino que ambos ciclos complementados, han de convivir exitosamente también con otro de los legados del calendario de los judíos al resto del mundo: el ciclo semanal de siete días.
Los días de la semana hebrea se basan en los seis días de la Creación, según relata el primer capítulo del libro del Génesis, siendo su nombre el mismo que les adjudica la Biblia, que son simplemente los nombres de los números ordinales en hebreo, del primero al sexto —denominación que se conserva en el idioma portugués, salvo el domingo; pero que se ha perdido en la mayoría de las lenguas occidentales, que adoptaron nombres de deidades paganas para los días de la semana— y en el séptimo día, en el que Dios descansó de su labor (Génesis 2:1-3): el Shabat, del hebreo שבת, shabat, descanso; nombre que fue adoptado por una buena parte de las lenguas (castellano sábado, francés samedi, italiano sábato, portugués sábado, catalán dissabte, alemán Samstag, polaco sobota, griego sávvato, árabe asSabt, indonesio sabtu, rumano sâmbătă). Así pues, y basándose en el relato bíblico, comienza la semana hebrea el día domingo (יום ראשון, "yom rishón", "el día primero"), y no el lunes como en la sociedad occidental, y culmina el sábado, el día consagrado al descanso. Actualmente en algunos países como el Reino Unido y también en los calendarios cristianos se suele tener el domingo como el primer día de la semana, siguiendo ésta tradición hebrea, aún dando importancia a este primer día, en especial en los calendarios litúrgicos al conmemorar la Resurreción de Jesús de Nazaret.
El ciclo hebdomadario, y muy especialmente la santidad de la festividad del Sábado —que es considerada la más sagrada de las celebraciones judías, superada tan sólo por el Yom Kipur o Día del Perdón, precisamente denominado también "Sábado de Sábados"— impone otra serie de ajustes al calendario hebreo, que debe de adaptarse a las necesidades derivadas del Sábado en primer lugar, y luego de otras fiestas y ritos judíos.
De esta manera, se propone el calendario hebreo impedir que ciertas celebraciones, se superpongan o hasta se contradigan entre sí. El primer caso sería la gran inconveniencia que acarrearía el coincidir el Sábado, en el que se prohíbe cocinar, e inmediatamente luego o antes de él, el Yom Kipur, en el que los feligreses observan un rígido ayuno. Ya en el terreno de las contradicciones, no sería aceptable que el último día de la Fiesta de las Cabañas (סוכות, Sucot), uno de cuyos preceptos es agitar vigorosamente las ramas de aravá o sauce, cayese en Sábado, en que esta actividad está expresamente prohibida, por ser una de las 39 actividades prohibidas el séptimo y último día de cada semana (Mishná, Tratado del Shabat, 7:2).
Cumpliendo con el precepto de sacudir las ramas de aravá en la festividad de Sucot
Este difícil pero fundamental equilibrio, se obtiene mediante cálculos que prescriben en cuál de los días de la semana podrá caer el primer día del año judío (según la usanza de nuestros días), que es también el primer día de la festividad de Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío. Así, las reglas del calendario hebreo estipulan que en ningún caso, podrá el primer día de Rosh Hashaná y del año —el primer día del mes de Tishrei— coincidir un domingo, o un miércoles, o un viernes.
Para compensar el desfase que la imposición de esta regla puede conllevar en el delicado equilibrio del calendario; y una vez culminado el mes de Tishrei, durante el cual se suceden las principales fiestas judías, y especialmente aquellas que acarrean los problemas que el almanaque debe resolver (Rosh Hashaná, Yom Kipur, Sucot), se vuelve a equilibrar el calendario, agregando uno, dos o tres días en los dos meses posteriores a Tishrei: los meses de Jeshván y Kislev.
De esta regla surge, que existen tres tipos de año en el calendario hebreo:
Año faltante (שנה חסרה, "shaná jaserá")
en cuyo caso tanto el mes de Jeshván como el de Kislev tienen 29 días cada uno, de lo cual resulta que dicho año contará con 353 días.
Año normal (שנה כסדרה, "shaná kesidrá")
en cuyo caso Jeshván traerá 29 días en tanto Kislev vendrá con 30, de lo cual resulta un total anual de 354 días.
Año completo (שנה שלמה, "shaná shelemá")
en cuyo caso tanto Jeshván como Kislev cuentan cada uno con 30 días, y por lo tanto se trata de un año con 355 días en su total.
Los años bisiestos respectivos a cada uno de los tipos de años detallados, tendrán a su vez, sumado el mes agregado de Adar "A" que siempre cuenta con 30 días, 383, 384 ó 385 días.
El calendario hebreo vuelve a repetir su ciclo, tomando en cuenta las variaciones en días, meses y años, una vez cada 247 años, con una pequeña diferencia de 50 minutos entre ambos. Para que la repetición entre dos años hebreos sea perfecta, tienen que transcurrir entre uno y otro nada menos que 689.472 años.

Principios para el cálculo de fechas

La complejidad del calendario hebreo ha hecho que el cálculo de sus fechas se convierta en objeto de estudio matemático. Veamos algunos aspectos de los algoritmos que abordan este cálculo.
Tres cualidades distinguen un año de otro:
  • si es un año bisiesto o un año común
  • en cuál de los cuatro días permisibles de la semana comienza el año
  • si es un año deficiente, regular o completo.
Matemáticamente hay 24 (2x4x3) posibles combinaciones, pero sólo 14 de ellas son válidas. Cada uno de estos patrones se llama keviyah.

Cómo determinar si un año es bisiesto

Para determinar si un año judío es bisiesto, debe buscarse su posición en el ciclo metónico. El calendario judío se basa en el ciclo metónicode 19 años, de los cuales 12 son años comunes de 12 meses y 7 son años bisiestos de 13 meses. La posición se calcula como el resto de la división del número del año judío entre 19. Por ejemplo, el año 5771 judío dividido por 19 da como resultado un resto de 14, lo que indica que se trata del año 14 año del ciclo metónico. Dado que no existe el año 0, un resto de 0 indica que el año es el 19 del ciclo.
Los años 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 del ciclo son bisiestos y el resto, comunes. Un método matemático para determinar los años bisiestos es calcular
(7 x el número del año judío + 1) / 19
si el resto es menor que 7, el año es un año bisiesto. Además, redondeando el resultado de (7 x el número del año judío + 1) / 13 al número entero más cercano, se obtiene un 0 para los años bisiestos y 1 para los años comunes.

Cálculo del Molad Tishrei

Se calcula el Molad Tishrei, día de la primera luna nueva del año, para a continuación poder determinar cuándo empieza el año. Una manera sencilla para realizar este cálculo es la siguiente:5
  • Molad = longitud del mes lunar X parte entera [(235*año hebreo+13)/19]+3 días, 7h, 695 partes
Longitud del mes lunar = 29 días, 12, 793 partes (1 parte ó halakhim = 1 hora/1080)
El Molad se expresa en días, horas y partes.
  • Día de la semana de Molad = día de Molad mod 7
La relación en el calendario hebreo entre número y nombre de día de la semana es ésta:
1234567
domingolunesmartesmiércolesjuevesviernessábado

Día de inicio del año (Rosh Hashanah)

Se define el día de inicio del año en función de cuatro posibles ajustes de aplazamiento llamados dehiyyot:
  • Si el molad se produce durante o después de las 18 horas, Rosh Hashanah se pospone 1 día.
  • Si el molad cae en domingo, miércoles o viernes, Rosh Hashanah se pospone un día.
Las dos últimas reglas se aplican con mucha menos frecuencia y nunca se utilizan si se hace otro aplazamiento:
  • Si el molad en un año común cae en un martes después de 9 horas y 204 partes, Rosh Hashanah se pospone al jueves
  • Si el molad después de un año bisiesto es un lunes después de las 15 horas 589 partes, Rosh Hashanah se pospone hasta el martes.

Año deficiente, regular y completo

El aplazamiento del año se compensa con la adición de un día al segundo mes, o la substracción de un día del tercer mes. Un año común judío sólo puede tener 353, 354, ó 355 días. Un año bisiesto es siempre de 30 días más largo, y por lo tanto puede tener 383, 384, o 385 días.
Longitud del añoBisiestoNo bisiesto
Deficiente383353
Regular384354
Completo385355

Los Meses

[IMAGE: Piso de mosaicos en Beit Alfa, Israel]
    Piso de mosaicos en una sinagoga del siglo 6° en Beit Alfa, Israel. Los signos del Zodíaco rodean a la carroza del Sol en el centro (un motivo Griego) mientras que las esquinas muestran los "4 puntos de retorno" ("tekufot") del año, los solsticios y equinoccios, cada uno nombrado por el mes en el que ocurren -- tekufah de Tishrey, (tekufah de Tevet), tekufah de Ni(san), y tekufah de Tamuz.
Versión mas grande (172kb) aquí.

En el calendario judío, hoy es el 6º día del mes de Adary este año, es el "primer Adar" o "Adar Aleph", debido a que es un año bisiesto. El mes es seguido por el  "Adar Beth" o "Ve-Adar" ("y-Adar"), el segundo Adar, un mes extra añadido de vez en cuando. Por eso es el año 5760 y más tarde conocerá como se sabe por ese número si es un año bisiesto o no. Por supuesto, tenga en cuenta que el calendario judío sigue a la Luna: "Rosh Chodesh," ("principio del mes"), el primer día del mes siempre cae en la Luna Nueva,el momento en que la posición de la Luna en el cielo transcurre por la del Sol. Después de esto podemos ver una Luna creciente, justo después del ocaso.
 La Luna necesita algo más de 27 días para trasladarse alrededor nuestro, pero entretanto el Sol también cambia su posición en el cielo; cada año circunvala completamente el cielo. Luego la Luna necesita unos 2 días más en alcanzar al Sol y eso ocurre en 29 días, 12 horas, y 44 minutos y una fracción, para ir desde una Luna nueva a la siguiente.
 Así la mayoría de los mese judíos alternan entre 29 y 30 días, el primer Adar, 30 días, el segundo Adar, 29, Nissan, 30, Iyar, 29, Sivan, 30 y así sucesivamente, excepto Cheshvan y Kislev, en el otoño, que se ajustan teniendo en cuenta los 44 minutos y también otros ajustes.
 Un ajuste importante de este tipo se aplica sobre el día de año nuevo, que se conoce como Rosh Hashanah ('principio del año'), nunca debe caer en domingo, miércoles ni viernes. Este se hace para prevenir que se adelante el Yom Kippur ("día de la expiación"), que es 10 días más tarde, para que no caiga junto al sabbath, porque dos días de descanso consecutivos podrían dificultar la correcta celebración de ambos, y también para evitar que el sabbath caiga en otro festivo que existe posteriormente en ese mes. De tal forma que, aunque parezca extraño debido a estos ajustes, el Rosh Hashanah con frecuencia NO cae en luna nueva. ¡Este es precio que hay que pagar por los festivos!
 Existe una música extraña en los nombres de los meses judíos--Adar, Nissan, Iyar, Sivan, Tamuz, Av, Elul, Tishrey, Cheshvan, Kislev, Tevet, Shvat, las palabras tienen un sonido antiguo, claramente no hebreo. Y de hecho no son hebreas sino babilonias, de la tierra natal de Abraham. (Asimismo, las que llamamos "letras hebreas" son también babilonias, tomadas durante el exilio babilonio; los judíos, en los tiempos del Primer Templo, usaban un alfabeto completamente diferente.)
 Si tiene en cuenta que los babilonios tenían una predilección especial por el sonido "U", encontrará que los nombres babilonios son muy similares :
     
        Nisanu    Tashritu
        Ayaru    Arach-Samna
        Simanu     Kislimu
        Du'uzu    Shabatu
        Abu    Tebetu
        Ululu    Adaru
Advertirá algunas diferencias: "Shabatu" va antes que "Tebetu", mientras que en el calendario judío actual, Tevet va primero y Shvat después. En los tres nombres que contienen la letra "m", en el calendario judío se reemplaza por la "v" (o "w"), "Du'uzu" es ahora Tamuz, el nombre del dios de la primavera (posteriormente conocido como Adonis) y "Arach-samna" se convierte en "Marcheshvan" o abreviado "Cheshvan" .
 
 

El Comienzo del Año

¿Cuando comienza el año judío? La tradición, en esto, ha sido algo ambiguaRosh Hashanah, el día del Año Nuevo judío, se celebra el primer día de Tishrey, pero la Biblia nunca lo llama "Rosh Hashanah," siempre es "Yom Hazikaron," el día del recuerdo. Y en la cronología bíblica, no es (como se podría pensar) el primer día del primer mes, sino que es el primer día del séptimo mes, contando Nissan como el primero. De hecho, ninguno de estos nombres antiguos está en la Biblia, todos se han heredado por tradición oral. La Biblia solo usa números, primer mes, segundo mes y así sucesivamente, tal vez asegurando que el mes de la Pascua fuera siempre el primero.
 Según la escrituras, esta renumeración fue hecha en memoria del éxodo de Egipto. Al comienzo del capítulo 12 del Libro del Éxodo, se puede encontrar:
    "Este mes será para vosotros el comienzo de los meses; será el primero de los meses del año ."
Bien, quizá. Pero es interesante saber que el calendario babilonio tenía la misma ambigüedad. Allí también dos meses servían como pivotes, Nissan y Tishrey. Quizás uno era el comienzo del año religioso y el otro el del año impositivo, dado que en el mes de Nissan comenzaba la recogida y en el de Tishrey la cosecha estaba toda hecha, quizás databan a períodos o localidades diferentes o quizás el año estaba dividido en dos partes de 6 meses. Solo se puede especular.
 
 

Siguiendo con el Sol y la Luna

Si el calendario siguiese solo a la Luna, pronto estaría fuera del ritmo de la estaciones, ya que estas siguen el ciclo del Sol, las festividades se desplazarían y podría celebrarse la Pascua en el otoño, el Rosh Hashanah (Año Nuevo) en la primavera o el Chanukkah en el verano. Esto es lo que ocurre en el Calendario Musulmán, que solo sigue a la Luna. Consideremos el mes de Ramadan, cuando los fieles musulmanes ayunan desde el amanecer al ocaso. Este año el Ramadan cae al comienzo del invierno, la mejor época, debido a que los días son más cortos y las noches son largas, sus ayunos son también menores y no se encuentran sedientos por el calor. Pero vayamos a dentro de 15 años. En ese momento el Ramadan se habrá trasladado al verano, cuando los días son más largos, el calor te hace estar muy sediento (especialmente en países como Arabia y Egipto), y ayunar todo el día es una experiencia mucho más dura.
 Pero los antiguos babilonios encontraron la forma de seguir al Sol y la Luna. Sus sacerdotes fueron excelentes astrónomos, ayudados, sin duda, por los cielos claros de un país situado en el borde del desierto.
    (Por cierto, el sabio talmúdico judío Mar Shmuel, que vivió en Babilonia en el siglo III, fue también un experto astrónomo. Solía decir " Estoy tan familiarizado con las sendas de los cielos como lo estoy con las sendas de [mi ciudad natal] Nehard'a, menos con la estrella-cometa, que no se lo que es.")
 En el siglo IX a.C., después de siglos de observaciones los astrónomos babilonios sacaron la conclusión de que en un ciclo de 19 años de 12 mese lunares cada uno, si se añadían 7 mese más, se volvía casi exactamente a la misma estación.  A este sistema se le conoce hoy en día como el ciclo Metónico, debido a que fue el astrónomo griego Meton el que lo introdujo en Atenas en el año 432 a.C. Sin embargo, los babilonios ya lo conocían al menos 400 años antes. Los chinos también han usado este sistema y el calendario judío hace lo mismo.
 Luego, ¿como saber que año tiene un segundo mes de Adar? Simple: en cada ciclo de 19 años, los años 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 son años bisiestos. Esta secuencia de 19 años es conocida como el "machzor," que significa "ciclo" en hebreo. En el calendario universal estamos ahora en el Y2K (Año 2000), un año especial de milenio, pero aún recuerdo que en 1940 ó 1941, cuando tenía 9 años de edad, el maestro nos decía que el año 5700 era especial, debido a que marcaba con exactitud 300 ciclos desde la creación del mundo, de acuerdo con el calendario judío.
 Así, 3 veces 19 es 57, 300 veces 19 es 5700 y el año 5757 completará 303 ciclos. Ahora estamos en el año 5760, 3 años dentro del ciclo número 304, por lo que, con la regla que asigna meses extra a los años 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19, es un año bisiesto. Y el mes adicional es Adar, debido a que es el mes 12º y último. Los antiguos babilonios también añadían un 2º Adaru, aunque a veces añadirán en su lugar un 2º "Ululu" justo antes del día que comenzaba el Rosh Hashanah (Año Nuevo).
 Podríamos seguir sin parar. Los babilonios no tenían un sabbath (día de descanso), pero preferían no trabajar los días 7º, 14º, 21º y 28º del mes, debido a que pensaban que eran días desafortunados. ¿Existe relación? ¡Quién sabe!
 

Exactitud

 No he tocado, para nada, nuestro calendario civil, por el que este mes de febrero del año 2000 es un mes bisiesto muy especial, establecido para conseguir un ajuste fino del calendario. En el día de ayer, 11 de febrero, nació George Washington en 1732, el 11 de febrero en el estilo antiguo. Pero en 1751 se adelantó 11 días el calendario, para ajustar los 17 siglos de desconocimiento de un ajuste fino, por lo que ahora América celebra el día nacimiento de Washington el 22 de febrero. El calendario judío es mucho más exacto que el calendario antiguo usado cuando nació Washington. Aún así, durante los 3500 años, más o menos, que han pasado desde el éxodo desde Egipto, se ha desplazado unas dos semanas. De acuerdo con la Biblia, el éxodo tuvo lugar en el equinoccio de primavera, alrededor del 21 de marzo, y ahora la Pascua es unas dos semanas más tarde. Sin embargo, mientras se use un calendario que intenta mantenerse con el Sol y la Luna, no podremos hacer nada, excepto quizá esperar unos cuantos miles de años más y saltarse un mes bisiesto completo. 

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