domingo, 22 de enero de 2017

Estilos arquitectónicos del siglo XIX

Arquitectura ecléctica

El edificio de la Caixa d'Estalvis de Vila-real está situado en los números 52 y 54 de la calle Mayor San Jaime de Villarreal (Castellón), España. Corresponde al proyecto del arquitecto catalán Eugenio Pedro Cendoya de 1930 para la sede de la entonces floreciente Caja de Ahorros de Villarreal. Creada unos años antes, dado el crecimiento que experimenta esta Caja, y su consolidación como apoyo a las actividades agrarias, decide construir en 1930 una sede digna que responda a las expectativas que prevé.
Constituye un interesante ejemplo de arquitectura rica en motivos artísticos, en donde es cuidado con todo lujo de detalles cada uno de los elementos que la integran. Una obra de corte clásico que presenta, a su vez, cierto manierismo en los tratamientos y los detalles. Una imprescindible pieza de arquitectura en el ámbito de la arquitectura valenciana del siglo XX en tierras de Castellón.

Descripción

El edificio se presenta como un sólido bloque de tres alturas siguiendo claramente unas trazas clásicas en su definición formal, sobre una parcela de peculiar geometría.
El proyecto contempla un edificio sede de una entidad bancaria pujante, con todas las necesidades de programa y representación que ello supone. Es por eso por lo que se opta por un edificio de robustas proporciones y derroche de decoración. Se organiza en tres plantas en las que se sitúan las distintas dependencias, desde las más públicas en planta baja a las propias de la entidad en planta primera, como el salón de actos. En planta segunda sitúa un uso privado, la vivienda del conserje, y durante un tiempo la del mismo director de la entidad.
Esa estratificación de usos se refleja en la composición de fachada. Ésta se ordena de forma clásica con una superposición de cuerpos. Una base de marcado almohadillado ocupa la planta baja. Sobre este cuerpo se sitúa el cuerpo central, el más importante del edificio, que agrupa las dos plantas siguientes. El edificio se remata por un cuerpo a modo de templete sobre el retranqueo que presenta la fachada.

Fachada

Lo más destacable del proyecto lo representa la preocupación demostrada hacia la decoración del edificio. No pasa desapercibida la clara intención expresionista que se posee la entidad. Así, junto a una composición arquitectónica clásica del edificio nos encontramos con un amplio programa iconográfico que reúne diversas corrientes.
La formalización clásica de la fachada se presenta a través de diversos elementos. Un almohadillado casi gigante que descansa sobre un amplio zócalo y la modulación del cuerpo central mediante columnas de toda su altura. Entre éstas se sitúan las ventanas de los dos pisos que abarca, con profusión de elementos de enmarcado y decoración intermedia de paramentos. En planta baja destaca el despiece exagerado de las dovelas de las ventanas que custodian la entrada, muy acordes al almohadillado de grandes dimensiones. Una cenefa antecede a la cornisa que separa los dos cuerpos. Por su parte, el remate de la coronación presenta un templete con arcos de medio punto que son, a su vez, coronados por un gran grupo escultórico, obra de José Ortells, con alegorías referentes al ahorro.

Interior

Pero si la fachada presenta una especial riqueza decorativa, en el interior esta tendencia se eleva al enésimo grado. La grandiosidad se adueña del espacio, con un tratamiento escrupuloso de todo tipo de elementos, desde el enmarcado de puertas hasta los cielos de los techos. Destaca, en este sentido, la presencia de una escalera de desarrollo imperial, con trabajada rejería.





El edificio que actualmente alberga la Diputación Provincial de Almería es un ejemplo de residencia burguesa del siglo XIX situado en la ciudad de Almería (provincia de AlmeríaAndalucíaEspaña).

Diseñado en 1884 por el arquitecto municipal Trinidad Cuartara sobre un proyecto de 1880, fue residencia de Juan Lirola, alcalde de la capital almeriense y político liberal. Desde los años 1960 es sede de la Diputación Provincial de Almería.
El edificio, gran ejemplo del eclecticismo reinante en la época, posee dos plantas, la inferior de cantería y rica decoración en piedra. Sus dos fachadas dan a las calles Reyes Católicos y Navarro Rodrigo y se unen en un cuerpo curvado presidido por un gran mirador, bajo el que antiguamente se encontraba la entrada principal, la cual quedaba encuadrada bajo arco de medio punto y columnas corintias. Se organiza por lo demás en torno a un jardín, hoy patio cubierto utilizado como espacio expositivo.








El edificio de la Sociedad Bilbaina es un edificio situado en la calle Navarra 1 de la ciudad de Bilbao (VizcayaEspaña), en las inmediaciones de la plaza Circular y el Teatro Arriaga. Inaugurado el 25 de enero de 1913, es obra del arquitecto Emiliano Amann Amann y representa la segunda sede de la Sociedad Bilbaina. El edificio fue calificado en el año 2000 como Bien Cultural con categoría de Monumento por el Gobierno vasco (Decreto 208/2000, de 24/10/01). Previamente, en 1988, había sido declarado Bien de Interés Cultural.
Consta de planta baja, tres plantas altas y una planta bajocubierta sobre la que destaca la cúpula circular de remate de la rotonda que ocupa el chaflán entre la calle Bailén y la calle Navarra. El trazado general es de líneas eclécticas.
La Junta directiva de la Sociedad Bilbaina convocó en 1909 un concurso para edificar una nueva sede del que quedó ganador el proyecto del arquitecto Emiliano Amann. El nuevo edificio, dotado de magníficas instalaciones (biblioteca, salas de lectura, salones sociales, restaurante, salas de juego y de baile, así como habitaciones para socios con todos los servicios de un gran hotel) fue inaugurado el 25 de enero de 1913.
La fachada principal se sitúa en la calle Navarra, con una clara tendencia a la horizontalidad. Destaca un eje central organizando la fachada de forma simétrica. En este eje central se ubica el acceso que se abre a un zaguán que distribuye el paso a las diferentes estancias interiores.
El acceso se ha concebido de forma monumental, tanto en lo que se refiere al material, como en su diseño. Está compuesto por un gran vano de medio punto con la vuelta del arco ocupada por vanos acristalados y la imposta definida por un entablamento apoyado en dos columnas monolíticas realizadas con mármol de Ereño. Sobre el vano de acceso, en la segunda planta, balcón con balaustrada de piedra uniendo tres vanos, siendo el central mayor. En el tercer piso, amplio vano adintelado enmarcado por dos columnas jónicas. La verticalidad se acentúa con el remate de perfil troncopiramidal.
El edificio en su conjunto, presenta un cuerpo bajo abierto con una sucesión de vanos rebajados. Sobre éste, visualmente unido a la planta baja por el tratamiento del paramento, se sitúa la planta primera a modo de entreplanta con vanos adintelados sencillos en ritmo de a dos. El piso principal destaca por la balaustrada continua que recorre el edificio en todo su perímetro y sus grandes vanos adintelados. De la base de este piso principal arrancan pilastras de fuste liso que se elevan hasta el remate de la fachada, con el fuste decorado con guirnaldas. En la tercera planta, visualmente unificada con la principal por las pilastras, se abren grandes vanos adintelados, divididos en tres por piezas que descienden por la fachada.
Respecto a las rotondas en chaflán con la calle Bailén y Olabarri, los huecos de fachada están interrumpidos por columnas dando réplica a las pilastras de las fachadas.
Tipológicamente el interior del edificio responde a la línea de la arquitectura inglesa de este tipo de clubes, con la escalera de honor en espiral, rematada por una claraboya superior, que se apoya sobre columnas.
En cuanto a la distribución y organización interna, empezando por la planta baja del edificio, ésta da cabida básicamente a su amplia entrada, el arranque de la escalera monumental y el bar "inglés", dedicándose el resto a locales comerciales accesibles desde la calle.
La planta 1.ª está dedicada en su totalidad a oficinas y a archivos de la biblioteca que se encuentra en la planta superior.
Destinado desde su construcción a la Sociedad Bilbaina, alrededor de la escalera principal y del hall a doble altura, se disponen en la planta noble (planta 2.ª) los distintos salones de estar, los de juegos con las mesas de billar originales, la biblioteca a doble altura dotada de un corredor superior y sus salas de lectura anexas.
Subiendo por la escalera de madera del extremo del hall accedemos a la 3.ª planta en la que se sitúan los diferentes comedores y salones comunicados entre sí, distribuidos en torno al corredor sobre el hueco a doble altura del hall central, siendo este último un elemento central organizador del edificio que permite además establecer una relación visual directa entre las dos plantas principales.
Todas estas salas conservan su decoración y remates originales tanto en techos como en paramentos verticales y suelos, componiendo unidades con carácter propio, indivisibles, mantienen su aspecto y forma original. Es destacable el mobiliario original en algunos casos, la colección de libros de la biblioteca y las obras artísticas que forman parte de la decoración desde sus inicios y que parecen expresamente realizados para los lugares que ocupan.
Siguiendo con la 3.ª planta, ocupando el ala sur que da a la calle José María Olabarri se encuentran las oficinas de la sociedad, que dispone también de elementos de decoración y mobiliario original.
En planta 4.ª se sitúa el gimnasio, con su frontón y vestuarios, las cocinas, almacenes y demás elementos servidores del edificio.
Por último, la planta ático está dedicada a camarotes ó trasteros y lavandería.



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