domingo, 22 de enero de 2017

Estilos arquitectónicos del siglo XIX

Arquitectura ecléctica

El Faro de Maspalomas es un faro situado en la isla de Gran Canaria (CanariasEspaña) que se encarga de balizar para la navegación marítima las costas del sur de la isla, en la franja de litoral que abarca desde la zona cubierta por el faro de Punta de Arinaga, al noreste, y el faro de Punta del Castillete, ubicado al noroeste.

Obras y equipamiento

Este faro es una construcción concebida por el ingeniero Juan León y Castillo como un conjunto luminoso constituido por dos cuerpos principales, la casa del torrero y la torre. La vivienda, de planta rectangular, fue desarrollada a partir de una idea tradicional como es el patio canario, pero las cuatro fachadas del inmueble están socorridas por la moda ecléctica del periodo en que fue construido. La vivienda, adosada a la base de la torre, actúa como zócalo que contrarresta los empujes de la misma.
La decisión de construir un faro en Maspalomas data de 1861 pero no es hasta 1884 cuando se encarga a Juan de León y Castillo la redacción del proyecto. Las obras duraron hasta 1889 y el faro emitió su primer destello luminoso en la noche de su puesta en funcionamiento, el 1 de febrero de 1890.
Alzado del faro (1895).
La torre, presentada al mar, en la parte sur del conjunto, es un cilindro troncocónico que cuenta con un diámetro medio en el cuerpo superior de 6,20 metros, una altura de 54,70 metros y en su culmen se ubica la linterna, con lo que el conjunto alcanza una altura de 60 msnm. Cuenta con diseño de fuste clásico cuya sección va disminuyendo conforme se acerca a su capitel, rematado con anillos y mútulos. En su fachada dispone de una sucesión en altura de alargados huecos verticales, que dan luz a la escalera de subida a la linterna y, en lo alto, bajo el capitel, una pequeña luminaria vidriada cuya finalidad es más bien ornamental. El color de la torre es gris azulado, propio de la sillería con la que está construida en su totalidad.
La linterna es una cúpula de cristal de 3,7 metros de diámetro, cubierta en su parte superior. Dentro de ella se albergan las ópticas, los reflectores y la lámpara halógena de 1000 vatios, que emite una luz de color blanco a razón de un grupo de un destello lento con una frecuencia 1+2 de 13 segundos entre grupos. Los destellos tienen un alcance nominal nocturno de 19 millas náuticas.
El faro se encuentra enclavado en la Punta de Maspalomas, al final de la playa de Maspalomas, junto al campo dunar, charco y oasis del mismo nombre; zona turística por excelencia del sur de la isla de Gran Canaria. Es el faro más popular de cuantos hay en Canarias, considerado como un símbolo emblemático y uno de los monumentos más conocidos de Gran Canaria y del municipio de San Bartolomé de Tirajana. Además de ser reconocido como Bien de Interés General, se trata de uno de los faros más antiguos que se mantienen en funcionamiento en las Islas Canarias.1
Se encuentra totalmente automatizado y funciona mediante energía eléctrica convencional conectado a la red pública. Dispone de dependencias anexas a pie de torre, en un edificio de dos plantas de estilo ecléctico. Este edificio se encuentra adosado a la torre por su lado norte y se trata de una construcción rectangular y simétrica en la disposición de sus puertas y ventanas, cuyos perímetros están perfilados en cantería. Sus esquinas y una cornisa que remata toda su parte superior, también hacen uso de la sillería para armonizar el conjunto. Sobre la entrada al edificio encontramos un pequeño balcón en madera de tea y en el interior un patio sirve como distribuidor para dar acceso a todas las estancias y a la propia torre. En ellas se encuentran las diferentes dependencias, almacenes y cuarto de que disponía el farero; así como un grupo electrógeno y las correspondientes baterías para garantizar el funcionamiento en caso de desconexión o fallo en la red eléctrica.

El faro como símbolo y usos futuros

El perfil del Faro de Maspalomas es muy característico y se integra en la nueva urbanización turística de Meloneras que le es próxima y puede distinguirse desde otros lugares del sur de Gran Canaria como el Campo Internacional o Playa del Inglés. La silueta del faro y de las Dunas de Maspalomas constituyen un icono único que sirve para reconocer en todo el mundo la marca Maspalomas Costa Canaria como destino turístico singularizado.
El Faro de Maspalomas ha sido declarado en 2005 por el Gobierno de CanariasBien de Interés Cultural en la categoría de Monumento Histórico. Su área de protección es de 5225,72 metros cuadrados a lo largo de un perímetro de 318,15 metros lineales.2
Con motivo de las fiestas navideñas de 2005, el faro fue engalanado, por primera vez en su historia, con luces de Navidad. Las microbombillas fueron colocadas por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana a lo largo de toda la torre, consiguiendo realzar su altura y vistosidad tanto en la distancia, como desde el enclave turístico de Meloneras.
Desde el año 2007 parte de las dependencias del faro se destinan a usos culturales puntuales y está previsto ubicar en ellas un pequeño centro cultural de carácter permanente.
En 2011 y tras la renuncia del Ayuntamiento de San Bartolomé a la concesión que tenía, se firmó un acuerdo de nueva concesión entre Puertos del Estado y Cabildo de Gran Canaria, interesado en albergar en él un Centro de Interpretación Etnográfica, una tienda de artesanía y un punto de información turística. La Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC), como organismo autónomo del Cabildo de Gran Canaria, tiene encomendada la licitación de las obras y la puesta en marcha de dicho Centro.






El Frontón Beti Jai (Siempre fiesta, en euskera) es una antigua instalación deportiva de la ciudad española de Madrid, actualmente en ruinas. Fue levantado en la última década del siglo XIX y en 1991 recibió la declaración de Monumento del patrimonio histórico de España.2 En 1977 y 1991 optó a ser catalogado como Bien de Interés Cultural,3 4 categoría que se esperaba que adquiriese antes de que finalizara 20105 y que finalmente obtuvo el 10 de febrero de 2011, al día siguiente de la publicación de la declaración en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM).6 También se encuentra protegido dentro del Conjunto Histórico de la Villa de Madrid.
Pese a este grado de protección, el edificio presenta un delicado estado de conservación, lo que ha motivado su inclusión en la Lista roja de patrimonio en peligro,7 que la asociación Hispania Nostra comenzó a elaborar en 2006.

Historia

Detalle de la fachada interior neomudéjar
El frontón se empezó a construir en 1893, con un presupuesto aproximado de unas 500 000 pesetas. Se debe a un diseño del arquitecto Joaquín Rucoba (1844-1919), autor de la Plaza de toros de la Malagueta, el mercado y el parque de Málaga, así como la Casa Consistorial de Bilbao, entre otras obras. Fue la cuarta infraestructura de estas características abierta en Madrid a finales del siglo XIX, en un momento en el que el deporte de la pelota vasca alcanzó una notable popularidad en la capital española. Le precedieron, por este orden, los frontones Jai Alai (1891), Fiesta Alegre y Euskal Jai.
Fue inaugurado el 29 de abril de 18948 (otras fuentes indican el 29 de mayo del mismo año)9 y estuvo en funcionamiento hasta el año 1919. Con la Guerra Civil durante la defensa de Madrid sus instalaciones fueron reconvertidas en comisaría y, durante los primeros años de la dictadura franquista, sirvió como lugar de ensayo de bandas musicales vinculadas a la Falange Española. A mediados del siglo XX, se vendió a la compañía automovilística Citroën, que lo utilizó como taller de reparaciones.
En 1997 fue comprado por 2,3 millones de euros por la sociedad vasca Frontón Jai Alai, que inicialmente pretendía su recuperación para uso deportivo. Posteriormente, la propiedad pasó a manos de la empresa Aguirene.10
El 27 de enero de 2011 fue declarado como Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid.1
En 2010 el Ayuntamiento de Madrid inicia un proceso de expropiación, finalizado en el año 2015, y pagando por él la cantidad de 7 millones de euros.11

Descripción

Detalle de las gradas y la cubierta del Frontón Beti-Jai.
El Frontón Beti Jai se ubica en el número 7 de la calle del Marqués de Riscal, muy cerca del Paseo de la Castellana, en el distrito madrileño de Chamberí. Ocupa una parcela de 3609 m² y la superficie construida alcanza los 10 800 m². Está realizado en diferentes estilos, entre los que cabe destacar el eclecticismo de la fachada principal, el neomudéjar presente en algunas partes del interior y la arquitectura del hierro característica del siglo XIX.
Su núcleo central lo conforma una cancha al aire libre, de 67 m de largo, 20 m de ancho y 11 m de alto. Alrededor de la misma se extienden las gradas, que rodean la pista por sus lados oriental y meridional, dibujando una planta semi-elíptica.
El graderío tiene una capacidad aproximada para 4000 personas y se articula en cuatro plantas, cerradas al interior mediante balcones con barandillas y comunicadas entre sí a través de escaleras de madera. Se sostiene por medio de un entramado de columnas y vigas de hierro forjado, algunas de ellas curvadas para dar inclinación a las gradas, y presenta cubierta de madera. En los techos se conservan restos de frescos.
En la cara occidental se eleva un muro curvo neomudéjar.





El Gran Hotel de Albacete es una construcción modernista de principios del siglo XX del arquitecto Daniel Rubio situada en la ciudad española de Albacete. Representa una de las muestras más importantes del modernismo de Albacete, con una fachada ecléctica donde también se alternan los estilos renacentista, gótico y plateresco.1 2
El Gran Hotel fue promovido por Gabriel Lodares en 1910, proyectado por el arquitecto Daniel Rubio en 1915 con el nombre de "Gran Hotel para viajeros" y terminado en 1920. Fue el pionero de la industria turística y hotelera de gran lujo en Albacete sustituyendo a las típicas posadas de la época.3 4 Fue punto de encuentro de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española, al ser Albacete la sede del cuartel general de las mismas.5 El edificio fue rehabilitado en el año 2000 por el arquitecto Francisco Candel con un presupuesto de 2.404.048 € recibiendo el Premio de Arquitectura de Castilla-La Mancha.6 7En la actualidad el edificio continua albergando un hotel, el Gran Hotel, de 4 estrellas.8
El edificio, situado en la Calle Marqués de Molins, en la emblemática Plaza del Altozano, tiene una superficie de 4.000 m2. Consta de cinco alturas y tres linternas.


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