miércoles, 18 de enero de 2017

Monumentos por países - España

Mausoleos

El Mausoleo de Miralpeix es un mausoleo romano de tipo sepulcro-templo hallado junto al Ebro en el término municipal de Caspe, en la provincia de Zaragoza (AragónEspaña). Fue trasladado en 1962 a su actual ubicación en el centro urbano de Caspe —en los jardines de la Colegiata de Santa Maria la Mayor— por la construcción del embalse de Mequinenza.
La utilización de su material en posteriores construcciones de tipo rural había alterado profundamente su estructura. Su traslado y posterior restauración permitieron salvar la construcción, ya muy degradada. Construido en sillares de arenisca muy bien cortados, actualmente de distintos colores (blanco, ocre y amarillo), presenta una planta rectangular, estando cubierto por una gran bóveda de medio cañón de 8 metros de altura. En las esquinas aún aparecen restos de columnas y capiteles de tipo corintio.
Su cronología, difícil en monumentos sin otros restos que su propia tipología, puede ser de la segunda mitad del siglo II o inicios del siglo III, coincidiendo con la romanización en profundidad de la región, fundamentada en la explotación agrícola. Constituye uno de los mejores ejemplos del dilatado paso del Imperio romano por las tierras del Ebro. Fue declarado monumento nacional en 1931.










El mausoleo tardorromano de la barriada de Campo de Canela (Isla CanelaAyamonte) es una edificación funeraria romana, que parece tratarse de un panteón o sepulcro familiar. Formaría parte de un vasto complejo en el que se incluiría una factoría de conservación de pescado.

Emplazamiento

37º12'N - 7º2'W.1 Se sitúa dentro del Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina, en Isla Canela (Ayamonte). La mayor parte del yacimiento, situado en la orilla izquierda de la ctra. que enlaza Ayamonte con Punta del Moral, en el Km. 6,200, permanece enterrado bajo la arena, y oculto así su emplazamiento real, sin que todavía se haya hecho un estudio arqueológico en profundidad de la zona.

Datación

La edificación está datada en el siglo IV. En prospecciones efectuadas en el entorno inmediato al mausoleo se han detectado numerosos restos pertenecientes a un importante poblamiento, con dos áreas bien definidas, cronológica y espacialmente, una de ellas altoimperial, y otra datada en los siglos IV y V d.C. A su alrededor aparecieron, entre otros objetos, numerosas monedas de la época de Constantino I el Grande, emperador romano entre los años 306 y 337.
Los restos arqueológicos encontrados en Isla Canela demuestran la existencia de un poblado tardo-romano en la zona, datado en unos trescientos años después de Cristo, dedicado principalmente a la explotación de la pesca y a la fabricación de salazones de la misma.

Catalogación

Está clasificado en la Base de Datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía (BDI) con el código 210100003, descrito como mausoleo de época del bajo imperio romano, bajo la denominación: Mausoleo del Campo de Canela. Otras denominaciones: Cabezo de las Piedras. Sólo existe un proyecto de estudio de la zona por parte de la Delegación Provincial de Cultura.

Descubrimiento del yacimiento

Los restos de este emplazamiento fueron hallados en el año 1981 como consecuencia de la actuación en las inmediaciones de una pala mecánica durante unas obras en las que se realizaban movimientos de arena perteneciente a una duna que ocultaba los restos. Esta pala mecánica dañó el vértice S.E. de la estructura.

Descripción de la edificación y los restos

Pequeño mausoleo de planta rectangular con una sola estancia, muros de mampostería, sillares mal escuadrados, suelo de ladrillo y cubierta a dos vertientes. Posee una sola puerta y dos ventanas. La cubierta estaba revestida con tejas planas y, entre ellas, otras tejas curvas (o tejas árabes como se conocen actualmente) cubriendo las ranuras. La cubierta estuvo en su origen soportada por una estructura de madera, totalmente desaparecida. Según el arqueólogo Mariano del Amo, en el momento de su descubrimiento, era el único yacimiento romano en España en el que se conservan las tejas.
En su interior contenía cuatro fosas de inhumación cubiertas por losas de mármol o ladrillos: dos de adultos y dos infantiles:
  • Un niño (de unos ocho a diez años)
  • Un hombre adulto
  • Una mujer adulta
  • Un joven
Las lápidas carecían de inscripciones. Entre las tumbas se encontraron clavos que eran colocados, según la costumbre de la época, para ahuyentar a los malos espíritus. El material encontrado tras la primera intervención y excavación de este yacimiento realizadas por Mariano del Amo, y que no fue sustraído por las personas que invadieron el lugar en los días posteriores a su descubrimiento, están depositados en el Museo Provincial de Huelva.

Fases de las excavaciones, obras y restauraciones realizadas sobre el yacimiento

  • Primera Excavación (1981 - ?). Mariano del Amo y de la Hera. Cortes en el exterior y en el interior del yacimiento. Excavación de las cuatro tumbas y el pavimento. Los resultados de esta excavación no han sido publicados. Los restos encontrados están depositados en el Museo provincial de Huelva.
  • Fase de abandono. El yacimiento sufre la expoliación de sus restos después de finalizar la excavación arqueológica anterior, y cae en el olvido hasta 1986.
  • Trabajos de limpieza, consolidación y cerramiento (1986). Delegación provincial de Huelva de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Trabajos realizados por José A. Teba. Se realiza una prospección superficial por la zona circundante al yacimiento donde se recogen principalmente fragmentos de cerámica romana y moderna, fragmentos de tegulae y ladrillos.
  • Inspección superficial de las inmediaciones dentro del proyecto "Tierra Llana". 1993. Encontrados y catalogados diversos fragmentos de materiales de construcción, cerámica y vidrio. La mayoría del material anfórico encontrado corresponde a los siglos IV-V. Sólo aparece un fragmento del siglo VI. Se excluye en esta intervención la zona vallada alrededor del mausoleo.
  • Restauración promovida por el ayuntamiento (2004-2005). El Ayuntamiento de Ayamonte llevó a cabo obras de restauración en esta estructura durante el año 2004 y 2005, con financiación de la Junta de Andalucía. Según el responsable técnico de las obras en ese momento, Manuel González, se pretendía devolver al recinto a su estado primitivo, y debido al estado de ruinosidad que sufría, se precisó la incorporación de nuevos elementos estructurales para crear una "reproducción" lo más parecida posible a la original. Durante esta intervención se comprobó que para la construcción original de este mausoleo se había utilizado piedra procedente de CádizPortugal y del propio Ayamonte. El enlosado que rodea a la estructura y el muro que la protege de la carretera cercana no existían tampoco antes de esta intervención.














La Torre Ciega es un monumento sepulcral romano del siglo I a. C. que se encuentra en las afueras del casco histórico de Cartagena (España). El monumento era parte de una gran necrópolis que se encontraba situada junto a la vía principal de entrada en la ciudad. Es una de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de la península ibérica, con la Torre de los Escipiones (Tarragona) y la Torre de Sant Josep (Villajoyosa).
Hasta mediados del siglo XX era el único monumento que quedaba en pie de la antigua ciudad romana de Carthago Nova. Se tienen referencias escritas de este monumento desde el siglo XVI ya que aparece descrito en el Discurso de la Ciudad de Cartagena de Francisco Cascales quien llegó incluso a mencionar la existencia de restos peor conservados de, al menos, otras diez torres sepulcrales similares. Durante los siglos XVII y XVIII fue objeto de la curiosidad de diferentes escritores ilustrados que visitaron la ciudad.
Gracias a los grabados antiguos se sabe por la inscripción que se conservaba en una de sus caras, hoy muy deteriorada e ilegible, que el monumento estaba dedicado a Tito Didio, que fue procónsul de la Hispania Citerior en el año 94 a. C.
Urna cineraria procedente de las excavaciones de la necrópolis de Torreciega.
El recubrimiento exterior del monumento está realizado en opus reticulatum: revestimiento reticulado conseguido a partir de pequeñas roca ígneas de andesita de forma piramidal, procedente del cercano Cabezo Beaza, que se clavaban en el mortero, opus caementicium, aún fresco, aplicado como revoque. Asimismo los ángulos del cuerpo inferior se encuentran reforzados por pequeños bloques de piedra caliza con una moldura idéntica a la que culmina el basamento.
Hasta el siglo XVIII el monumento se encontraba muy bien conservado, sin embargo, las leyendas de tesoros albergados en su interior llevaron a los vecinos a perforar el monumento, por lo que llegó en estado muy ruinoso a mitad del siglo XX, cuando fue restaurado por Pedro San Martín.
En las excavaciones realizadas en el entorno del monumento se ha constatado la presencia de una gran necrópolis romana correspondiente al periodo de mayor esplendor de la ciudad y en la que han aparecido numerosos restos materiales como urnas cinerarias y lápidas que se conservan en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena.

Torreciega.jpg

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