jueves, 19 de enero de 2017

Monumentos por países - España

Fuentes de España del siglo XVIII

La fuente de la Alcachofa es una fuente monumental de Madrid (España) levantada en el último tercio del siglo xviii e instalada frente a la antigua Puerta de Vallecas,1 de donde pasó en 1880 a los Jardines del Buen Retiro.2 3 Existe además en Madrid una réplica en bronce que se colocó en la glorieta de Atocha en 1986.

Historia

Grabado decimonónico de la Puerta de Atocha y la fuente del Tritón y la Nereida, ambas obra de Ventura Rodríguez.
La fuente original fue proyectada en 1776 y esculpida entre 1781 y 1782, para el conjunto del Salón del Prado,5 siguiendo las directrices de Carlos III para embellecer y urbanizar la zona nororiental de Madrid. Su diseño se debe al arquitecto Ventura Rodríguez y su realización a los escultores Alfonso Giraldo Bergaz, Antonio Primo y Josef Rodríguez.b 6
En su origen se instaló frente a la desaparecida puerta de Atocha. Tras su restauración en 1847, siendo alcalde el marqués de Torneros6 y siguiendo al plan dirigido por el arquitecto José Urioste y Velada, entonces director de Fontanería y Alcantarillado del Ayuntamiento de Madrid,c se trasladó a los Jardines del Retiro, donde continúa colocada en la plazoleta de la República de Honduras, junto a la esquina sur del Estanque Grande.

Descripción

Detalle del grupo escultórico situado en el primer cuerpo de la fuente, formado por un tritón (a la izquierda) y una nereida (a la derecha) sosteniendo el escudo de Madrid.
A pesar de su trayectoria neoclásica, el arquitecto Ventura Rodríguez diseñó un conjunto de clara influencia barroca por los motivos empleados (dioses marinos, adornos vegetales y efectos de agua grabados en la piedra). Este estilo también está presente en otras fuentes de su autoría, como la de las Conchas, situada junto al Palacio Real de Madrid, en el Campo del Moro.7
La Fuente de la Alcachofa o de Tritón y Nereida, se levanta sobre un pilón circular de 13,5 pies, con ornamentación vegetal, en cuyo centro se eleva una columna formada por dos cuerpos, profusamente adornados. El primero de ellos aparece flanqueado por un tritón y una nereida (ninfa marina con cuerpo de mujer y cola de pez), que sujetan un escudo de armas de Madrid; en el otro lado hay un mascarón esculpido en el fuste representando el Otoño: el rosto de un viejo cuyo ábaco es una corona de guirnaldas.1
Encima, el segundo cuerpo descansa sobre una taza que sostiene en un pedestal un grupo de cuatro amorcillos o «putti» que rodean la columna y se protegen del agua bajo la pequeña taza superior, con forma de sombrero vegetal compuesto por hojas lanceoladas; sobre una doble cascada corona la fuente una alcachofa, como símbolo de la fertilidad o por sus propiedades medicinales.1 Abajo, en el pilón, levantan pequeños chorros de agua dos pequeñas ánforas enfrentadas y separadas del cuerpo central de la estructura escultórica.3
Los materiales empleados en la construcción fueron piedra caliza, para el conjunto escultórico, y granito para la alcachofa,1 en el remate superior, con piedra procedente de las canteras de Redueña (Madrid).

Réplica de 1986

Copia en bronce de la fuente original en piedra, instalada en 1987 en la Plaza del Emperador Carlos V (más conocida como Glorieta de Atocha).
Una réplica en bronce se encuentra desde 1987 en la plaza del Emperador Carlos V, conocida popularmente como Glorieta de Atocha.1 Fue promovida por el alcalde Enrique Tierno Galván, dentro del plan de recuperación racional de la plaza, tras derribar los aparatosos pasos elevados que surcaban la plaza en distintas direcciones (el popular «Scalextric de Atocha»), volviendo a integrar el conjunto en la estética de Ventura Rodríguez a partir de la urbanización de Juan de Villanueva para el Salón del Prado.d 8
Además de los materiales empleados, el único rasgo diferencial de la réplica con respecto a la estructura original es la base sobre la que se asienta: una plataforma circular en cuyo interior se integra una superficie cuadrada cuarteada y cuatro estanques a cada lado, que permiten completar la circunferencia. Cada uno de ellos se alimenta de las aguas arrojadas por un conjunto escultórico de cuatro surtidores, también con forma de alcachofa, que se disponen cuadrangularmente.







La Fuente de los veinticinco caños (en valencianoFont dels vint-i-cinc "xorros") es una fuente de finales del siglo XVIII, situada en la ciudad de Játiva, en província de Valencia, cerca de la Iglesia de San Pedro. La fuente tiene veincicico caños que le dá nombre, representando el caño central un rostro de persona barbuda del cual le sale agua por la boca, mientras que el resto de caños tienen forma de serpiente.

Fue construida entre 1788 y 1804 y es de estilo neoclásico. Para su construcción se hizo servir el material del antiguo Portal de Cocentaina y su función original era la de substituir el abrevadero, que era una antigua pila islámica que hoy puede verse en el Museo del Almudín.







La Fuente de Pontejos, o fuente de la plaza de Pontejos es una fuente de la ciudad de Madrid situada en la citada plazuela y dedicada a Joaquín Vizcaíno conocido como marqués viudo de Pontejos, alcalde corregidor de la Villa, fundador de la primera caja de ahorros de España, cofundador del Ateneo de Madrid y del asilo de San Bernardino.1 2
La componen un «prisma o templete coronado por una cúpula»3 gallonada, hechos con granito y piedra blanca de Colmenar,4 con un busto en bronce dedicado al prócer en la cara que da al antiguo edificio de correos y hecho en 1849.1 a 5 6 El monumento, fue colocado en ese año en la antigua plazuela de la Paz o de los Pájaros,7 vecina a Sol dedicada al marqués viudo, e instalado dentro del pilón de aguadores del siglo xviii que antes había estado en la Puerta del Sol y que, trasladado de forma provisional en 1838 estuvo en la Plaza del Celenque.3 En 1850 tenía cuatro caños, 91 aguadores y 32 reales del «viage» del Alto Abroñigal.3Sustituido en 1921 el pilón dieciochesco por dos pequeños pilones laterales, con chorros que manan de mascarones leoninos de bronce, la fuente fue rehabilitada en 1994, al hacerse plaza peatonal.8 9

Historia

Fuente de Pontejos hacia 1904, con los largos caños metálicos para facilitar la aguada.
Algunos investigadores proponen que la fuente de Pontejos vino a satisfacer el doble deseo de la vecindad de la zona de contar con una fuente de aguadores tras la desaparición en 1838 de la popular fuente de la Mariblanca, con las reformas de la Puerta del Sol, y la propuesta de Mesonero Romanos al ayuntamiento madrileño de rendir homenaje a Joaquín Vizcaíno, uno de los más queridos corregidores por el pueblo de Madrid y su Ayuntamiento.8 Para ello se encargó el proyecto de una fuente monumental al arquitecto Isidoro Llanos, que realizó Jaime Lois con trabajo escultórico de Francisco Pérez del Valle, autor de algunas de las estatuas del Obelisco de las Víctimas del Dos de Mayo, en la Plaza de la Lealtad.8
La nueva fuente se inauguró el 19 de noviembre de 1849, incorporándosele para el servicio de aguadores el pilón que antes estuvo en la Puerta del Sol con caudal procedente del viaje del Alto Abroñigal9 , que había sido trasladado en 1838 de forma provisional a la plaza del Celenque y que, ya en el siglo xx (1921),8 sería retirado.5 b En 1954 se desmontó la fuente durante una remodelación de la Plaza de Pontejos, proceso que se repetiría en 1994 al ser peatonalizada.c 7

En la literatura

La fuente en 1864, fotografiada por Alfonso Begué, cuando aún tenía el gran pilón de aguadores que estuvo en la Puerta del Sol.
Ilustrando de forma literaria el trabajo de los aguadores de Madrid, el periodista y escritor Emilio Gutiérrez Gamero narraba en sus memorias así el trasiego en la fuente de Pontejos:10
Varias de estas fuentes se hallaban en distintos puntos de la capital, pero no llega a mi memoria más que la situada en la plaza de Pontejos, circundada de multitud de cubas, con cada una de las cuales cargaba el fiel "aguador", quien, echándosela al hombro, iba a repartir el líquido elemento a las casas de sus parroquianos (a la mía dos veces, o sea un par de cubas diarias) mediante la cantidad de treinta reales mensuales. En la cocina había dispuesto mi madre una ventruda tinaja; a ella se llegaba el modesto cuanto necesario "traydor" del agua, abría la espita de su artefacto, y yo me arrimaba al recipiente para ver como caía aquel benéfico chorro...
E. Gutiérrez Gamero Mis primeros ochenta años, 1925 (págs. 83-84)



 

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