lunes, 20 de febrero de 2017

Nuevo testamento - Religión

eventos en la vida de Jesucristo - Crucifixión

Disposición de los clavos

El Evangelio de Juan67 dice que a Jesús le clavaron las manos. Sin embargo, la palabra griega para mano, usada en el evangelio, es "χείρ (kheír)", que se refiere tanto al antebrazo como a la mano. Esta palabra utilizada en los evangelios traducida como “mano” aparece también en Hechos de los Apóstoles,68 donde se narra que las cadenas de Pedro cayeron de “sus manos”, siendo que debieron de estar colocadas en las muñecas. Debido a esto, el doctor Frederick Zugibe, ex jefe médico forense del condado de Rockland, Nueva York, cree que los clavos pudieron haber sido colocados entrando en la palma, en la base del dedo pulgar y saliendo por la muñeca, pasando por el túnel carpiano.69
Única evidencia antropológica encontrada en 1968, sobre una crucifixión.
Respecto a cómo pudieron fijarse los pies de Jesús en la cruz, los restos encontrados en 1968 en la localidad de "Giv'at ha-Mivtar" (Ras el-Masaref), al norte de Jerusalén, ofrecen la única pista antropológica concreta jamás encontrada sobre una crucifixión. El arqueólogo V. Tzaferis revisó los restos, encontrando que en el hueso del calcáneo (talón) del pie derecho del difunto todavía había un clavo oxidado. Se trataba de un joven que había sido crucificado entre el año 7 y 66 d. C.70 El profesor Nicu Haas, antropólogo de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, de Jerusalén, dirigió una investigación que examinó los restos. Haas concluyó que los dos talones habían sido clavados por un solo clavo.71
Un reexamen posterior del hallazgo, hecho en 1985 por el profesor Joe Zias y el doctor Eliezer Seketes, de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, demostró que el clavo que Haas había supuesto de 17 a 18 cm de longitud, en realidad era de solo 11,5 cm, con lo que cada pie fue clavado por separado a cada lado de la cruz. Adicionalmente, se encontró una pieza de madera de acacia entre el hueso y la cabeza del clavo, presumiblemente utilizada para evitar que los talones se deslizaran a través del clavo.72 Bien podría haber sucedido así con Jesús. Pero también The International Standard Bible Encyclopedia comenta: “Se ha especulado considerablemente sobre [...] la cantidad exacta de clavos que se usó. En las representaciones más antiguas de la crucifixión los pies de Jesús aparecen clavados por separado (s. V), pero en las representaciones posteriores están cruzados y fijados al palo vertical con un solo clavo”.73
Por supuesto, lo anterior solo son posibilidades, ya que los romanos podían ser muy ingeniosos en su crueldad. El historiador judío Flavio Josefo escribió que durante el asedio de Jerusalén (70 d. C.) los soldados romanos “fuera de sí de rabia y odio se divertían clavando a los prisioneros en diferentes posturas (allon allói skhémati)”.74

Suppedaneum

Cierta tradición artística cristiana también muestra un posapies o “suppedaneum” para fijar los pies de Cristo. Algunos creen ver este tipo de aditamento en el Grafito de Alexámenos, del s. II d. C. y en ciertos amuletos gnósticos con la imagen de Dionisio crucificado, posiblemente una de las más antiguas representaciones de la muerte de Cristo. Sin embargo, no hay mención en las fuentes de un suppedaneum.
San Agustín escribe a este respecto: «La viga vertical de la cruz, que asciende del suelo, en la cual el cuerpo estaba fijado (infixum)». ¿Estaba fijado el cuerpo entero? Claro está que solamente los pies estaban fijados: pero él entiende o bien 'adjunto' o 'apoyado', y no sé si lo que escribió haya sido 'apoyado' (innixum). No obstante, he oído que en dibujos y esculturas incluso antiguas hay indicios evidentes de este tablón: yo no lo rechazaría precipitadamente, indudablemente no de la cruz de Cristo; pero de otros lo haría con más osadía. ¿Pues qué trazas hay en los antiguos escritos?
Justo Lipsio, estudioso del siglo XVI, en su libro De cruce libri tres75
Otros componentes mencionados en las fuentes antiguas son el cornu y el sedile o "asiento". El poste central es el stipes o palus.

Posibles causas de muerte

Algunos investigadores han creído que la muerte de Jesús pudo producirse como resultado de una “rotura del corazón”, debido a la historia evangélica del agua y la sangre que fluye de la herida de Cristo.76 Según ellos, la ruptura cardiaca habría estado relacionada a un daño miocárdico previo que podría haber sucedido debido a un golpe en el pecho durante la ejecución. El relato sobre la sangre y el agua simplemente podría ser también un simbolismo o relato "milagroso" carente de significado forense.77 78
Una teoría de Pierre Barbet79 establece que la causa típica de la muerte en la cruz era la asfixia.80 Pues, como todo el peso del cuerpo es soportado por los brazos estirados, el condenado tenía severos problemas para inhalar, debido a la híperexpansión de los músculos intercostales y del pecho. Debido a eso los verdugos solían fracturar las piernas con mazos de hierro si querían acelerar la muerte (crurifragium), ya que así la víctima quedaba sin sustento para poder levantarse y seguir respirando. Sin embargo, el doctor F. Zugibe, de la Universidad de Columbia, ha concluido, luego de efectuar varios experimentos en voluntarios desde 1980, que cuando alguien se encuentra suspendido con los brazos de 60° a 70° desde la vertical, aunque se le presentan dificultades en la respiración, esta no le resulta imposible, y nota que los experimentos anteriores, en los que un colapso sucedía en solo seis minutos, se efectuaron en individuos suspendidos por las muñecas a menos de 40 pulgadas (un metro) de distancia una de la otra. Observa también que Jesús quedó suspendido por algunas horas, no diez minutos. Zugibe asegura que el crurifragium,81 era utilizado solo como “golpe de gracia”, causando un shock traumático severo o una embolia grasa, pero de ninguna manera induciendo la muerte por asfixia.82
Hoy se cree que la muerte en una cruz podía suceder por múltiples razones, como shock hipovolémico a consecuencia de la hemorragia causada por los azotes y los clavos;83 o sepsis generalizada por las heridas infectadas.84 También podía suceder por la combinación de una serie de otras causas como deshidratación, insolación, cansancio crónico, que eventualmente podían llevar a un paro cardíaco, etc. Por todo ello sería injusto afirmar que la muerte de Jesús fue por una sola causa.85 86

Fecha

Según los evangelios sinópticos Jesús habría sido ejecutado el mismo día de la Pascua judía, mientras que en el Evangelio de Juan fue en la víspera de esa fiesta. La Enciclopedia Judaica explica:
“Tenemos que suponer que Jesús celebraba el festival la víspera, de acuerdo con la costumbre galilea, en caso de que la festividad tuviera que coincidir con el sábado. Pues según el concepto de [la escuela farisea de Shamay], prevaleciente en Galilea, el sacrificio del cordero pascual era un sacrificio particular y no era admisible en sábado”.87

La cruz de Cristo

El investigador Raymond Edward Brown afirmó: "El término "cruz" condiciona nuestro concepto de ella, porque transmite la idea de dos líneas que se cortan. Pero ni la voz griega stauros ni la latina crux tienen necesariamente ese significado".88 La palabra original usada en la Biblia para referirse a este instrumento de muerte, σταυρός (staurós), primariamente solo significó "poste", "estaca" y luego llegó a emplearse, ya antes de Cristo, para referirse a una amplia gama de cruces que fueron utilizadas por los romanos en la antigüedad clásica.89
Brown afirmó que, a pesar de la imposibilidad de saber a ciencia cierta, sobre la sola base del significado de la palabra σταυρός, cuál fue la forma específica de la cruz en que murió Jesús, esta si se puede concluir por el hecho de que Simón de Cirene o el mismo Jesús llevaron la cruz al lugar de la ejecución, que debe referise al patíbulum que debía servir como travesaño de la cruz de ejecución. Así, por tanto, Jesús murió en una crux compacta.90
Una evidencia de la forma de la cruz se encuentra en la interpretación dada por los primeros cristianos a su postura de oración. Para las Odas de Salomón (desde finales del siglo I hasta principio del siglo II d. C.), la posición orante, con los brazos extendidos, que tomaban los primeros cristianos al rezar, representaba la posición de Jesús en la cruz.91 92
La representación de la figura del orante, que se encuentra frecuentemente en las catacumbas, crípticamente evocaba para los cristianos, entonces bajo persecución, la cruz y la crucifixión de Jesús de una manera que no entendían los no iniciados.93 Así los cristianos oraban con los brazos extendidos en forma de cruz, mientras que los paganos oraban con las manos elevadas por encima de la cabeza.94
Tertuliano declaró que los cristianos no sólo elevan las manos sino también las extenden y confiesan a Cristo imitando la pasión del Señor en la oración.95
Minucio Félix (entre 150 y 270) también compara la forma de la cruz (crux) a la de un hombre que reza con las manos extendidas y a otros objetos similares: "Pues vemos la señal de la cruz, como es natural, en un barco llevado con velas hinchadas o deslizándose con remos expandidos; y cuando se eleva el travesaño es el signo de la cruz; y cuando un hombre con las manos extendidas venera a Dios con mente pura".96 97
El anónimo autor de la Epístola de Bernabé indicó que la cruz de Cristo tuvo la forma de la letra T,98 y por el otro lado consideró que Moisés, al extender sus brazos para rezar hizo una figura de la cruz.99 100 Tertuliano dijo que la letra T "es la misma forma de la cruz"101 y dijo también que las aves al elevarse al cielo extienden "la cruz de sus alas".102
También en las primeras representaciones pictóricas de la crucifixión de Jesús es clara la presencia de un travesaño. La más antigua todavía existente es una gema de jaspe tallada en finales del siglo II o principios del siglo III, probablemente en Siria, y utilizada como amuleto. Ahora está en el Museo Británico. Apresenta a Jesús barbudo y desnudo, atado por lazos al travesaño de una cruz. La inscripción en idioma griego combina palabras mágicas con términos cristianos. La descripción en el catálogo de una exhibición en la que fue incluida observa: "La aparición de la crucifixión en una gema grabada de fecha tan temprana sugiere que imágenes del crucifijo (ahora perdidas) pueden haber sido generalizadas en el segundo y tercer siglo, más probablemente en contextos cristianos convencionales."103
A continuación se exponen teorías sobre la forma de la cruz de Cristo.
La terminología que se usa para referirse a diversas formas de cruz fue inventada por Justo Lipsio en 1594.104 La distinción fundamental se basa en el número de piezas de madera usadas para formar la cruz, una o dos. Se consiste en una única pieza, es una crux simplex: un único poste vertical al que atar al condenado con las manos elevadas sobres la cabeza. Se consiste en dos piezas, es una crux compacta: un conjunto donde el condenado tiene los brazos extendidos a ambos lados.105 Como subdivisión de la crux compacta, Lipsio distinguió entre la crux decussata (a forma de X), la crux commissa (a forma de T) y la crux immissa (a forma de †).105
Brown indica que la única diferencia entre la crux commissa y la crux immissa era el lugar en que se dispusiera de la muesca en el poste vertical, o encima o en el lado, donde insertar el patibulum o travesaño traído al lugar de ejecución por el condenado.90

Crux commissa

Cristo en una crux commissa, de pintor alemán de 1440-1450
Cruz de San Antonio, Tau o Commissa.
La llamada crux commissa, "cruz Tau" o "cruz de San Antonio” es la forma de la cruz de Cristo presente en el más temprano arte paleocristiano, y en algunos de los más antiguos escritos sobre la cruz de Jesús.106 107 Además, según las fuentes griegas y latinas, esta era la forma más común y acostumbrada de crucifixión en el imperio romano.
No sería necesario abajar el travesaño para colocar el letrero del cargo, pues se podría incorporar un aditamento para ello, o simplemente aumentar el ángulo de los brazos para dejar un espacio sobre la cabeza.
El uso de las crux commissa fue tan común en el imperio romano que con el tiempo se consideró popularmente como la forma más natural de la cruz, llegando a asimilarse esta forma con la palabra misma. Por ejemplo, Luciano de Samosata, escritor sirio/griego del s. II d. C., en su obra “El Juicio de las Vocales”, constató la popularidad de este tipo de cruz:
“Así injuria a los hombres (la letra Τ) en cuanto a las palabras; y de hecho, ¡cómo los ultraja! Lamentándose los hombres, deploran su desgracia y maldicen a Cadmo por haber introducido la Tau (Τ) en el Gremio de las letras. Dicen que los tiranos la tomaron por modelo e imitaron su forma para labrar bajo el mismo tipo los maderos y fijar en una cruz en ellos a los hombres; y que de esta máquina infame proviene su nombre infame. Yo creo que no puede imponérsele en justicia otra pena menor que condenarla al suplicio de sí misma, para que en su propia figura expíe su delito, ya que la cruz se formó por ella y por ella también la llamaron así los hombres”.108
Esta relación entre la palabra “stauros” y la letra “Tau” no implica que etimológicamente “stauros” signifique “fijar en Tau”, sino que es un simple juego de palabras que refleja la manera natural y usual en que los hombres evocaban este instrumento de muerte.
Respecto a los escritores cristianos de los primeros siglos que atribuyen esta forma a la cruz de Cristo, esta se basa en la comparación que hacen con la letra Tau. Damos los siguientes ejemplos:
La seudoepigráfica Epístola de Bernabé de autor desconocido aparece en citas de Clemente de Alejandría y Orígenes a mediados del siglo II dC y por eso fue escrita al más tardar en la primera mitad de ese siglo,109 o a fines del siglo I dC.,110 , lo que la constituiría en uno de los textos más antiguos del cristianismo, junto a la Didache. En esta obra se describe la cruz (σταυρὸς) de ejecución como semejante a la letra T: "Abraham, que fue el primero en practicar la circuncisión, circuncidó a los de su casa mirando anticipadamente en espíritu hacia Jesús, tomando los símbolos de tres letras. Dice, en efecto, la Escritura: Y circuncidó Abraham de su casa a trescientos dieciocho hombres. Ahora bien, ¿cuál es el conocimiento que le fue dado? Atended que pone primero los dieciocho y, hecha una pausa, los trescientos. El dieciocho se compone de la I, que vale diez, y la H, que representa ocho. Ahí tienes el nombre de IHSOUS. Mas como la cruz había de tener la gracia en la figura de la T, dice también los trescientos. Consiguientemente, en las dos primeras letras significa a Jesús, y en otra, la cruz."111 Y dice que Moisés hizo "una figura de la cruz y del que había de sufrir en ella" (τύπον σταυροῦ καὶ τοῦ μέλλοντος πάσχειν) al extender sus brazos para salvar al pueblo de la derrota (cf. Éxodo 17:8-13).112 113 Para demostrar que el escritor de la Epístola no podía ser Bernabé apóstol la Cyclopædia de McClintock y Strong del 1867 declaró: "Evidentemente el escritor no estaba familiarizado con las Escrituras Hebreas y ha cometido el disparate de suponer que Abrahán haya conocido el alfabeto griego varios siglos antes de que existiera."114 La Epístola de Bernabé utilizó la interpretación alegórica de las Escrituras,115 como hacían muchos Padres de la Iglesia, método justificado por precedentes en las mismas Escrituras,116 habiendo sido muy utilizado por los escritores del Nuevo Testamento,117 por ejemplo por Pablo en su Epístola a los gálatas.118
Tertuliano (escribió entre el 190 y 220 d. C.) “Pero, para regresar a Moisés ahora, me pregunto, ¿por qué, cuando Josué estaba luchando contra Amalec, él no oró sentado, sino que extendió las manos,...? A no ser que allí, [...] la figura de la cruz también era necesaria...”“Ahora la letra griega TAU en nuestra propia letra es una T y es la misma forma de la cruz”'.'119
Jerónimo (vivió en 347-420 d. C.) “¿Qué es lo que dice indignado? ‘¡Esto podría haber sido vendido por más de trescientos denarios!’, porque a él, que fue ungido con este perfume, se le crucificó. Nosotros leemos en Génesis que el arca que Noé construyó era de trescientos codos de longitud, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura. Noten la importancia mística de los números [...] El trescientos contiene el símbolo de la crucifixión. La letra T (tau) es la señal para trescientos.”120

Crux immissa

Cristo en una crux immissa (Patriarcado latino de Jerusalén)
Crux immissa, forma más común en la iconografía cristiana.
La versión más común en la iconografía cristiana es la crux immissa (con el travesaño abajado). El Evangelio de Mateo dice que el titulus fue puesto “por encima y arriba” de la cabeza de Jesús.121 (Gr.: ἐπάνω, epanō), de la preposición ἐπί ("encima") y ἄνω ("por sobre"),122 ) en tanto que Lc 23:38 dice «sobre él». Según Raymond E. Brown, a esta última descripción se debe la representación de la cruz en forma de crux immissa en vez de crux commissa.123 Si a Jesús se le hubiese fijado en una crux simplex, el titulus se habría puesto sobre sus manos o a una altura que le habría dificultado incorporarse para respirar. El profesor J. H. Bernard indica que esta declaración en Mateo "sugiere que la cruz era de la forma llamada crux immissa, con un travesaño para los brazos, como los pintores generalmente han representado que es."124 La "International Standard Bible Encyclopedia" hace la misma observación: "La forma que normalmente se ve en las pinturas, la crux immissa (Cruz Latina “†”), es aquella donde el poste derecho se proyecta con un travesaño más corto. Por la mención de la inscripción clavada sobre la cabeza de Jesús, puede inferirse seguramente que esa es la forma de la cruz en que él murió.”125
Respecto a los escritores cristianos de los primeros siglos que creían que fue esta la forma de la cruz de Jesús, tenemos además del ya citado anónimo autor de la Epístola de Bernabé otros ejemplos:
Justino Mártir (100165) vio como el autor de la Epístola de Bernabé una imagen de la cruz de Cristo en el episodio de Moisés que tenía los brazos extendidos a ambos lados (τὰς χεῖρας ἑκατέρως ἐκπετάσας): si Moisés relajó "esta figura que imita a la cruz (τοῦ σχήματος τούτου τοῦ τὸν σταυρὸν μιμουμένου), el pueblo perdía la batalla, y si se mantenía en esta posición, el pueblo vencía a causa de la cruz (διὰ τοῦ σταυροῦ). Añadió que la victoria se debía no a la oración de Moisés sino a que quien mandaba en la batalla tenía el nombre de Jesús (en griego, Josué se llama Ἰησοῦς, Jesús) y porque Moisés estaba formando la señal de la cruz (τὸ σημεῖον τοῦ σταυροῦ ἐποίει).126 127 128
En la misma obra Justino describe la cruz (τὸν σταυρόν) como compuesta de un madero en posición vertical encajado por otro horizontal, mientras que otro sobresale en el medio, en el que se sientan los crucificados.129 y dice que el cordero de Pascua es un símbolo del sufrimiento de la cruz (τοῦ πάθους τοῦ σταυροῦ) al que el Mesías tenía que someterse: para ser asado, fue dispuesto en la forma de la cruz (σχηματιζόμενον ὁμοίως τῷ σχήματι τοῦ σταυροῦ): un espetón lo atravesía desde la parte inferior hasta la cabeza y otro en la espalda, al cual se unía las patas.130
Justino Mártir: "cuando nuestros brazos se extienden formamos la figura de la cruz"
En su Primera Apología Justino declaró:
[...] la cruz es ahora el símbolo más grande del poder de Dios y de su soberanía. De hecho, todos podemos observar que la forma de la cruz es esencial a nuestros asuntos rutinarios de la vida. Por ejemplo, tú utilizas la cruz cada vez que navegas a través del mar, el mástil forma una cruz. El arado del granjero es de esta misma forma, como lo son la mayor parte de las herramientas usadas por artesanos y trabajadores. Además, mira la forma del cuerpo humano y cómo difiere de los animales irracionales. Diferimos de los animales en el hecho de que nosotros nos mantenemos erguidos. Y cuando nuestros brazos se extienden formamos la figura de la cruz (τὸ σχῆμα τοῦ σταυροῦ). Finalmente, miren sus propias banderas y los estándares militares. Estos también tienen la forma de la cruz”.131 132 133 134
Ireneo de Lyon (c. 130 - c. 202) repite lo que ya dice Justino, afirmando: "La estructura de la Cruz presenta cinco extremidades: dos a lo largo, dos a lo ancho y en el centro una quinta, sobre la que se apoya el crucificado."135
Minucio Félix: "Pues vemos la señal de la cruz, como es natural, en un barco llevado con velas hinchadas o deslizándose con remos expandidos."
Minucio Félix (entre 150 y 270) compara la forma de la cruz (crux) a varios objetos cruciformes: "Pues vemos la señal de la cruz, como es natural, en un barco llevado con velas hinchadas o deslizándose con remos expandidos; y cuando se eleva el travesaño es el signo de la cruz".136 137
Incluso después de la legalización del cristianismo en el imperio romano (comienzo del siglo IV), y luego de la supresión de este tipo de ejecuciones, los escritores cristianos describían la cruz de Cristo como provista de un travesaño, como ya hacían todos los de época anterior citados.
Fírmico (escribió en 346 d. C.):
“¿Cuáles son esos cuernos que se afirma que él posee? [...] Los cuernos no significan otra cosa sino la venerable señal de la cruz. Por un “cuerno” de esta señal, el que es alargado y vertical, el universo se sostiene [...]; y por la juntura de los dos cuernos que van hacia los lados el Este está conmovido y el Oeste apoyado [...] Cristo, ¡Con tus brazos extendidos apoyas el universo y la tierra y el reino de los cielos! [...] Para conquistar a Amalec, Moisés extendió hacia afuera sus brazos imitando estos cuernos.”138
Rufino (escribió cerca del 404 d. C.):
“Estas palabras, ‘la altura y anchura y profundidad’, son una descripción de la cruz. La porción de ella que está fijada en la tierra él llamó la profundidad. Por altura él quiso decir la parte que se estira sobre la tierra y va hacia arriba, por la anchura las partes que se extienden hacia fuera a la mano derecha y la izquierda [...] Cristo con sus manos extendidas, es más, según el profeta inspirado, él las mantuvo así a lo largo de todo el día hacia el pueblo que estaba sobre la tierra, testificándoles a los incrédulos y dando la bienvenida a los creyentes.”139
San Agustín (escribió entre el 412 y 414 d. C.): “Así que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la profundidad y la altura’, es decir, la cruz del Señor. Su anchura es simbolizada por la viga transversal en donde las manos se extienden; la longitud es la viga vertical de la cruz, que asciende del suelo, en la cual el cuerpo entero, desde las manos hacia abajo, estaba fijado; la altura, desde el poste hacia la cima lo que sobresale a la cabeza; la profundidad es la parte que está oculta, enterrada en la tierra.”
“No fue sin razón que él escogió este tipo de muerte, ni la hubiese escogido, excepto porque en ella Él se destacó como el amo de esta ‘anchura, longitud, altura y profundidad’. Ya que hay anchura en el travesaño, el cual se amarra arriba; esto se refiere a las buenas obras porque las manos se extienden allí. Hay longitud en la parte visible de la viga que se extiende hasta abajo a la tierra [...] La altura está en esa parte de la cruz que se extiende desde el travesaño hacia arriba, y se deja sobresalir para que apunte hacia arriba, es decir, desde la cabeza de los crucificados [...] Y ahora, verdaderamente, la parte de la viga que no se ve, cual es la que se entierra y se esconde, desde donde se levanta todo hacia arriba, significa la profundidad de la gracia que nos es dada gratuitamente.”140
Respecto a la eventual presencia de un suppedaneum en la cruz, Justo Lipsio escribió:
"No sé si a este tema se refieran las palabras de Inocencio: 'En la cruz del Señor había cuatro piezas de madera. La viga perpendicular, el travesaño, el tronco de un árbol puesto por debajo, y el título (inscripción) puesto por encima'. [...] También nos relata Ireneo: 'La propia construcción de la cruz tiene cinco extremos, dos verticales y dos horizontales, y uno en el medio, donde la persona prendida con clavos se sienta. [...] Ellos dividen la cruz en cinco extremos (Tertuliano les llama "puntos"), los cuatro que se conocen y se cruzan entre si; y el quinto, el cual ellos colocan a mitad de la cruz, en donde la viga transversal corta la viga fija. Con esto en consideración, hay cinco extremos".141
La principal objeción histórica que se ha hecho a estas descripciones es la lejanía temporal (ca. 150 d.C. para Justino Mártir, 80-120 142para la Epístola de Bernabé y mediados del siglo II143 para las Odas de Salomón) respecto a lo descrito en los evangelios (a su vez escritos en las últimas décadas del siglo I: finales de los años 60 o comienzos de los 70 para el Evangelio según Marcos, que se considera ser el primero, y los años 80 o 90 para Mateo y Lucas,144 145 y ca. 100146 en el caso del Evangelio según Juan), y que se basarían en tradiciones más bien que en una auténtica memoria histórica. Ejemplos de interpolaciones semejantes se ven en las más antiguas imágenes de Jesucristo, en una de las que se representaba a Cristo como pastor sin barba147 , lo que no corresponde con las costumbres judías que hoy conocemos de la antigüedad.148 149 150 Otro ejemplo de las deficiencias de la tradición como determinante absoluta se puede notar por el hecho, ya mencionado, de que se empezase a representar a Cristo cargando una cruz completa cerca del 430 d. C. Si se toma en cuenta que la crucifixión fue prohibida por Constantino en el 337, tenemos que en menos de 100 años la tradición cristiana del olvidó que los romanos solo hacían cargar el travesaño.
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