sábado, 29 de abril de 2017

Iglesias por países - España


La Iglesia de San Miguel es un antiguo templo católico de la ciudad española de Cuenca. La iglesia se alza sobre una plataforma en la hoz del río Júcar, junto a la antigua muralla, y es una de las parroquias más antiguas de la ciudad. La iglesia fue cedida por el Obispado de Cuenca al consitorio municipal a mediados del siglo XX por mediación del concejal Gregorio de la Llana y Polo, siendo habilitada como sala de conciertos.

Construcción y ampliaciones

Debió de ser construida en el siglo XIII, con una estructura muy simple: una nave de mampostería que se cubría con armadura de madera, un ábside semicircular y la torre a los pies.
En el siglo XV se añadió a la iglesia otra nave en el lado norte, que también se cerró con un artesonado mudéjar. En el siglo XVI se efectuó en la cabecera de la iglesia una fuerte remodelación, en la que intervinieron Esteban Jamete y el Maestro de Cantería Pedro de Yrízar. La cúpula, diseñada por Jamete, es ovalada y está decorada con motivos florales.

Interior

En el siglo XVIII la iglesia sufrió una reforma radical. El primitivo cerramiento de las naves -con madera- fue cambiado: en la nave principal por bóveda de cañón con lunetos, y, en la nave colateral se dispuso una nueva bóveda de arista, la cual se asentó sobre dobles pilastras -de potente comisamiento-, cuyos capiteles, de orden corintio, fueron adornados con cabezas de angelitos. La decoración de rocalla aparece tímidamente en los arcos fajones, en los vértices de los lunetos y en el centro de las bóvedas.

Portada

En la portada, el cuerpo bajo debe de corresponder al siglo XVIII. Está almohadillado y se reduce a un arco de medio punto entre pilastras apenas resaltadas. La parte superior tiene una hornacina central, entre dobles pilastras jónicas, y unas curiosas imágenes de donantes en las hornacinas de los extremos.
Iglesia de San Miguel-Cuenca.JPG





La iglesia de San Nicolás de Bari localizada en Cuenca (España) parece que ya estaba construida en el siglo XV, aunque arquitectónicamente hablando, su estructura no se asemeja a las edificaciones típicamente renacentistas propias de este siglo. Su estructura original consistía en una planta rectangular con ábside de piedra en su cabecera (ábside que en la actualidad ha quedado sepultado bajo las viviendas que se han construido adosadas a la iglesia), estructura que está más cerca de los planteamientos de la arquitectura románica que de la renacentista. Así como la orientación hacia el sur de su fachada principal típico también de las iglesias románicas.

La iglesia está construida a base de muros de mampostería ordinaria, con revestimiento de mortero, y se encuentra reforzada en sus esquinas por sillería.
El inmueble tiene tres fachadas muy sencillas. La principal, en la plaza de San Nicolás, contiene la puerta de acceso a la iglesia, compuesta por un arco apuntado con moldura, sostenido por pilastras adosadas, con un sencillo capitel. Sobre el arco de la portada un óculo recercado con moldura. La torre, adosada a la iglesia, tiene planta rectangular y está formada por dos cuerpos: El inferior, construido a base de mampostería revestida de mortero y reforzado en las esquinas por sillares, y el cuerpo superior, todo de sillería, que remata por una cornisa de piedra y alero. La cubierta de la torre es de teja a cuatro aguas.
La iglesia es de una sola nave, dividida en tres cuerpos. Separando cada uno de los tramos se encuentran pilastras adosadas, rematadas por entablamento, sobre las que descansan arcos de medio punto. La bóveda del templo es de medio cañón con lunetos.
En el primer cuerpo se encuentra el Altar Mayor, en el que hallamos una imagen del santo italiano, y unos nichos de mármol rojo a ambos lados del mismo. En el lado derecho del Altar hay una puerta, por la que se llega a unas escaleras, de bella factura, realizadas en piedra y con forma helicoidal, que dan acceso a la campana de la torre.
Abre los lunes cuando se celebran dos misas en el templo, una por la mañana y otra por la tarde.
Iglesia de San Nicolás. Arco.JPG
Iglesia de San Nicolás. Fachada y plaza.JPG






La iglesia de San Pedro está situada en la parte más alta de Cuenca (España). Debió ser construida con tres naves y torre a los pies poco tiempo después de que la ciudad fuera conquistada por Alfonso VIII. A mediados del siglo XV, cuando se produjeron las luchas entre Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, y el obispo Lope de Barrientos, la iglesia de San Pedro desempeñó un papel importante, pues en ella se hicieron fuertes los partidarios de este último.
En el siglo XVI, la fábrica medieval apenas sufrió alteraciones. Sólo hay noticia documental de que el albañil Alonso de Torres contrató la obra de yesería de una capilla, conforme a la traza que le habían entregado. Tal vez se pueda identificar esta capilla con la de San Marcos, cuya construcción patrocinó don Miguel Enríquez, que era capellán de la catedral de Cuenca. La capilla, que según se puede leer en el friso, fue terminada en 1604, se cubre con un magnífico artesonado ochavado de tradición mudéjar. Más tarde, esta capilla pasó a ser propiedad de los condes de Toreno.
En el siglo XVII, la torre de la iglesia estaba en tan mal estado que amenazaba ruina. A fines de 1660, se decidió proceder lo antes posible a su reedificación, con el fin de detener ese proceso de deterioro e impedir su hundimiento.
Se encargó entonces a los maestros de cantería Pedro SalinasAndrés Martínez y Simón Martínez que hicieran unas trazas de la torre; trazas que fueron revisadas por don Juan del Pontón. Este arquitecto, que era maestro mayor de las obrras del Obispado, se inclinó por el proyecto presentado por Pedro Salinas; aunque no por ello dejó de resaltar la calidad de los diseños realizados por los otros maestros. Asimismo, Pontón redactó unas condiciones, en las que se ocupaba de los materiales, medidas, etc., de la torre, e hizo especial hincapié en que el chapitel se debía recubrir con teja, que era mejor que la pizarra, y en que de ninguna manera se hiciera con hoja de lata, pues se estropeaba y tenía corta vida.
Cuando se conoció este informe, la obra se sacó a subasta; y el 8 de febrero de 1661 se adjudicó al maestro de cantería don Gregorio Pastor por la cantidad de 3.300 reales.
En el siglo XVIII, durante el episcopado de don José Flórez Osorio, la iglesia, como otras muchas de la diócesis de Cuenca, fue totalmente renovada; y el encargado de esta renovación, una vez más, fue el arquitecto don José Martín de Aldehuela.
La remodelación de la antigua iglesia, de la que queda el artesonado de la capilla de los condes de Toreno, que es una labor de finales del siglo XVI, así como el campanario, es un claro ejemplo de las adecuadas soluciones que, en los solares irregulares de ciudad, supo dar don José Martín de Aldehuela.
En este caso, la planta es un octógono en el que se inscribe una circunferencia, a cuyo perímetro se adosan pilastras, entre las que se voltean arcos de medio punto, que configuran un espacio menos movido de lo que es habitual en la obra del artista. La cubrición de la capilla evidencia el diseño octogonal de la planta. No obstante, en este espacio centralizado, el ábside, que también es poligonal, marca un claro eje; al extremo del cual se sitúa la fachada, constituida por la portada y la torre, aquélla queda desplazada del centro del hastial. Sobre la puerta se dispone un pequeño coro.
Este espacio circular, que es recorrido por una cornisa denticulada ampliamente resaltada, se cierra con cúpula sobre tambor, cuyas ventanas, de forma mixtilínea, están muy de acuerdo con la estética de don José Martín. También la rocalla, que adorna capiteles y guarniciones de huecos, es un motivo ornamental empleado con frecuencia por este arquitecto. Asimismo, la portada es muy ilustrativa del arte de don José Martín, con el arco de medio punto de tronco de cono entre pilastras cajeadas y nichos avenerados a ambos lados; lo mismo puede decirse de la superposición de la cornisa, que se incurva ligeramente, y de la curiosa decoración incisa que une el cuerpo inferior con el nicho del cuerpo alto enmarcado por pilastras jónicas.
La torre, que se compone de tres cuerpos decrecientes, fue rematada a fines del siglo XVIII con un cuerpo de campanas.
La iglesia, después de la Guerra Civil Española, fue restaurada de los grandes destrozos que sufrió durante su transcurso.

Cuenca, Convento Carmelitas-PM 65362.jpg
Torre y pórtico de San Pedro.JPG

Cuenca, iglesia de San Pedro 1.jpg


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