miércoles, 9 de agosto de 2017

CUADROS POR ESTILO


Siete acciones de misericordia es un cuadro del pintor italiano Caravaggio, de los primeros de su etapa napolitana.

Historia[editar]

La huida de Caravaggio de Roma se produjo tras el asesinato de un hombre. Con una orden de aprehensión a sus espaldas y fuera de la ley, Caravaggio huyó a Nápoles. Allí, bajo la protección de los Colonna, la autoridad romana veía mermado su poder. Es en esta ciudad que comienza también la madurez pictórica de Caravaggio, convirtiéndose en la estrella de la pintura napolitana.
En esta etapa realizó las Siete obras de misericordia y la Madonna del Rosario. Luego de este suceso, Caravaggio permaneció unos meses más en Nápoles y finalmente marchó a Malta, sede de los Caballeros de Malta.

Iconografía[editar]

La imagen es el retablo del altar mayor de la iglesia que se encuentra en la "Pio Monte della Misericordia" en Nápoles.
La composiciòn vertical muestra una escena callejera, donde varios santos (Martín de ToursSantiago el Mayor y Sansón) socorren a los pobres dando muestras de generosidad cristiana.

Interpretación[editar]

Giulio Carlo Argan, quien no sustentó posturas de carácter confesional, consideró que esta obra es «el cuadro más importante del Seicento».1
En cuanto a los agudos contrastes del claroscuro de la pintura de Caravaggio, el historiador de arte alemàn Ralf van Bühren explica la brillante luz como una metáfora de la misericordia, que «ayuda al público a explorar la misericordia en sus propias vidas».










Sileno ebrio es un cuadro de José de Ribera, «El Españoleto», pintado al óleo sobre lienzo y con unas dimensiones de 185 x 228 cm. Firmado y datado en 1626, actualmente se conserva en el Museo de Capodimonte de Nápoles. Esta composición se hizo famosa desde fecha temprana porque el mismo Ribera la reprodujo en un grabado que alcanzó difusión internacional.

Historia[editar]

Es la pintura firmada y fechada por Ribera más antigua que se conoce.1​ Realizada en Nápoles en 1626, la primera noticia acerca de la propiedad de la tela proviene de un célebre mercader y coleccionista nacido en Flandes llamado Gaspare Roomer (1606-1674), quien se estableció en Nápoles y llegó a reunir unos 1.500 cuadros. Sin embargo no fue él quien encargó la tela pues la habría adquirido varios años después de la muerte del pintor.
La composición alcanzó fama en fecha temprana pues el mismo Ribera la reprodujo en un grabado al aguafuerte, fechado dos años después. En el grabado Ribera simplificó la escena, eliminando varios elementos, y le dio un ambiente más diáfano al sustituir el murete del fondo por un paisaje. Como es habitual en los grabados reproductivos, la imagen impresa es invertida: Ribera la repitió al derecho en la matriz de cobre, y debido al efecto especular las estampaciones salen al revés.
A finales del siglo XVIII, el cuadro de Silenio ebrio forma parte de la colección de la casa Borbón de Nápoles y consecuentemente es expuesta dentro del Museo de Capodimonte.2

Descripción[editar]

La obra, cuyo fondo es un paisaje clásico, está realizada con una pincelada gruesa para las figuras y personajes, mientras que una más sutil, en negro, delimita los contornos ofreciendo un mayor efecto tridimensional.3
Grabado de Sileno ebrio realizado por el propio Ribera en 1628. Ejemplar conservado en el Hermitage de San Petersburgo (Rusia).
La figura central es la de Sileno, leal compañero de Baco y el más borracho, más viejo y más sabio de sus seguidores. Ribera le representa acostado sobre una manta durante un festejo en honor de Baco y en el acto de acercar un recipiente (una concha) a un personaje situado detrás, quien vierte vino de un pellejo que porta sobre su espalda.4​ En la derecha del lienzo se ve a Pan con orejas, cuernos y pezuñas de cabra que corona a su hijo Sileno con unas hojas de parra. En torno a Pan, se representan algunos otros objetos típicos del personaje como el pastor de ovejas, la tortuga (símbolo de la pereza) y la caracola (símbolo que anuncia su muerte).2
Al otro lado de la tela, en el ángulo inferior izquierdo, una serpiente (símbolo de sabiduría) muerde un pergamino donde aparece la fecha y firma. "Josephus de Ribera, Hispanus, Valentín/ et academicus Romanus faciebat/ partenope 1626".
Arriba, en la esquina de la derecha, se asoma el perfil de una Ninfa a quien Apolo (Otros lo identifican con Priapo) mira con deseo. En el lado opuesto, vemos a un joven sátiro sonriente de orejas puntiagudas que alza una copa en su mano y a su espalda un asno (símbolo asociado a las representaciones de Sileno) que rebuzna.
En general se trata de la representación clásica de una escena de la vida cotidiana retratada con una fuerte dosis de ironía y grotesca lucidez, algo que no tiene comparación con ningún otro pintor de aquellos años.








Sir Endymion Porter y Anton van Dyck es un autorretratodel pintor flamenco Anton van Dyck, en el que se representa a sí mismo junto a su protector sir Endymion Porter. Está realizado en óleo sobre tela, en formato oval, y fue pintado hacia el año 1635. Mide 119 cm de alto y 127 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de MadridEspaña.
Este autorretrato es el único de van Dyck en el que el artista se representa con otra persona. Esto demuestra cuán estrecha era la relación con Endymion Porter, al que había conocido en 1620, durante su primer viaje a Londres. Porter era un colaborador del rey y ayudaba al soberano en la adquisición de telas de grandes pintores: había sido comisionado para cerrar la adquisición de la gran colección de arte del duque de Mantua por parte de Carlos I. Y el mismo Porter era un gran apasionado y rico coleccionista de obras de arte. Además de ser amigo de van Dyck, conoció bien a Rubens y Orazio Gentileschi. Cuando van Dyck ejecutó esta tela, tenía cerca de 35 años y Porter 47.
Este retrato doble perteneció a Endymion Porter. Después estuvo en otras colecciones, y llegó al Museo del Prado procedente de la Colección Real, a la que se había incorporado por adquisición de la reina Isabel de Farnesio, en cuyo poder está documentado en el año 1745.
Lo realmente notable de esta pintura, aparte de su rareza al representar a un pintor y su comitente juntos, es que lo hace de manera singular, pues el artista y sir Porter aparecen tratados como iguales. Tan sólo la posición central del noble denota cierta superioridad, ya que van Dyck se muestra con una gran elegancia en sus vestiduras y actitud. Aparte de la amistad y cercanía que unía a los dos personajes, esto es muestra del estatus social ascendente que adquirieron muchos pintores de renombre durante el Barroco.


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