miércoles, 18 de octubre de 2017

Sagradas Escrituras

Génesis

30 Cuando Raquel llegó a ver que no le había dado hijos a Jacob, Raquel se puso celosa de su hermana y empezó a decir a Jacob:+ “Dame hijos, o si no seré mujer muerta”.+ Ante esto, la cólera de Jacob ardió contra Raquel, y él dijo:+ “¿Estoy yo en el lugar de Dios, que ha retenido de ti el fruto del vientre?”.+ De modo que ella dijo: “Aquí está mi esclava Bilhá.+Ten relaciones con ella, para que dé a luz sobre mis rodillas y para que yo, sí, yo, consiga de ella hijos”.+ Con eso le dio a Bilhá su sierva por esposa, y Jacob tuvo relaciones con ella.+ Y Bilhá quedó encinta y con el tiempo le dio a luz un hijo a Jacob.+ Entonces dijo Raquel: “Dios ha obrado como juez+ mío y también ha escuchado mi voz, de modo que me dio un hijo”. Por eso lo llamó por nombre Dan.*+ Y Bilhá, la sierva de Raquel, quedó encinta otra vez, y con el tiempo le dio a luz un segundo hijo a Jacob. Entonces dijo Raquel: “Con enérgicas* luchas he luchado con mi hermana. ¡También he salido vencedora!”. De modo que lo llamó por nombre Neftalí.*+
Cuando Lea llegó a ver que había cesado de dar a luz, procedió a tomar a Zilpá su sierva y darla a Jacob por esposa.+ 10 Con el tiempo Zilpá, la sierva de Lea, le dio a luz un hijo a Jacob. 11 Entonces dijo Lea: “¡Con buena fortuna!”.* De modo que lo llamó por nombre Gad.*+ 12 Después Zilpá, la sierva de Lea, le dio a luz un segundo hijo a Jacob. 13 Entonces dijo Lea: “¡Con mi felicidad! Porque las hijas ciertamente me pronunciarán feliz”.+ De modo que lo llamó por nombre Aser.*+
14 Ahora bien, Rubén+ fue a andar en los días de la siega del trigo+ y llegó a hallar mandrágoras en el campo. Así que las llevó a Lea su madre. Entonces Raquel dijo a Lea: “Dame, por favor, de las mandrágoras de tu hijo”.+ 15 Ante esto, ella le dijo: “¿Es esto cosa pequeña, el que hayas tomado a mi esposo,+ que ahora hayas de tomar también las mandrágoras de mi hijo?”. De modo que Raquel dijo: “Por esa razón él va a acostarse contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo”.
16 Cuando Jacob venía del campo al atardecer,+ Lea salió a su encuentro y entonces dijo: “Es conmigo con quien vas a tener relaciones, porque te he alquilado directamente con las mandrágoras de mi hijo”. Por consiguiente, él se acostó con ella aquella noche.+ 17 Y Dios oyó a Lea y le respondió, y ella quedó encinta y con el tiempo le dio a luz un quinto hijo a Jacob.+18 Entonces dijo Lea: “Dios me ha dado salario de persona alquilada,* por haberle dado mi sierva a mi esposo”. De modo que lo llamó por nombre Isacar.*+ 19 Y otra vez quedó encinta Lea y con el tiempo le dio a luz un sexto hijo a Jacob.+ 20 Entonces dijo Lea: “Dios me ha dotado a mí, sí, a mí, con una buena dote. Por fin me tolerará*+ mi esposo,* porque le he dado a luz seis hijos”.+ De modo que lo llamó por nombre Zabulón.*+ 21 Y después dio a luz una hija y entonces la llamó por nombre Dina.*+
22 Por fin Dios se acordó de Raquel, y Dios la oyó y le respondió, por cuanto le abrió la matriz.+ 23 Y ella quedó encinta y dio a luz un hijo. Entonces dijo: “¡Dios ha quitado mi oprobio!”.+ 24 De modo que lo llamó por nombre José,*+ diciendo: “Jehová me añade otro hijo”.
25 Y resultó que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo inmediatamente a Labán: “Envíame para que me vaya a mi lugar y a mi país.+26 Entrégame mis esposas y mis hijos, por quienes he servido contigo, para que me vaya; porque tú mismo debes saber el servicio que te he prestado”.+27 Entonces le dijo Labán: “Si ahora he hallado favor a tus ojos..., por los agüeros he entendido que Jehová me está bendiciendo debido a ti”.+ 28 Y añadió: “Estipúlame tu salario y lo daré”.+ 29 De modo que él le dijo: “Tú mismo tienes que saber cómo te he servido y cómo le ha ido a tu manada conmigo;+ 30 que era poco lo que realmente tenías antes de mi venida, y se fue ensanchando hasta ser una multitud, puesto que Jehová te bendijo desde que yo entré.+ De modo que, ahora, ¿cuándo he de hacer algo yo también por mi propia casa?”.+
31 Entonces él dijo: “¿Qué te daré?”. Y pasó a decir Jacob: “¡No me darás absolutamente nada!+ Si quieres hacerme esta cosa, volveré a pastorear tu rebaño.+ Continuaré guardándolo.+ 32 Ciertamente pasaré hoy entre todo tu rebaño. Aparta tú de allí toda oveja moteada y con manchas de color, y toda oveja morena oscura entre los carneros jóvenes y cualquiera con manchas de color y moteada entre las cabras. De aquí en adelante las tales tienen que ser mi salario.+ 33 Y mi recto obrar tiene que responder por mí en cualquier día futuro que vengas para examinar mi salario;+ todo lo que no sea moteado y con manchas de color entre las cabras y moreno oscuro entre los carneros jóvenes es algo hurtado si se halla conmigo”.+
34 Ante esto, Labán dijo: “¡Pues, eso es excelente!* Sea conforme a tu palabra”.+ 35 Entonces apartó en aquel día los machos cabríos rayados y con manchas de color y todas las cabras moteadas y con manchas de color, todo aquel en que hubiera algo de blanco y todo el que fuera moreno oscuro entre los carneros jóvenes, pero los entregó en manos de sus hijos. 36 Después de eso fijó una distancia de tres días de camino entre él y Jacob, y Jacob estaba pastoreando los rebaños de Labán que quedaban.
37 Entonces Jacob tomó para su uso varas* todavía húmedas de estoraque+ y de almendro+ y de plátano,+ y descortezó en ellas partecitas blancas descortezadas por medio de dejar al descubierto los lugares blancos que había en las varas.+ 38 Por fin colocó las varas que había descortezado enfrente del rebaño, en los canales, en los abrevaderos de agua,+ adonde venían los rebaños a beber, para que se pusieran en celo* delante de ellos cuando vinieran a beber.
39 Por consiguiente, se ponían en celo los rebaños delante de las varas, y los rebaños producían [carneros] rayados, moteados y manchados de color.+40 Y Jacob separó los carneros jóvenes y entonces volvió las caras de los rebaños hacia los rayados y todos los morenos oscuros entre los rebaños de Labán. Entonces puso sus propios hatos aparte y no los puso cerca de los rebaños de Labán. 41 Y siempre sucedía que, cuando los rebaños robustos+se ponían en celo, Jacob colocaba las varas en los canales+ delante de los ojos de los rebaños, para que se pusieran en celo cerca de las varas. 42 Pero cuando los rebaños se mostraban endebles, no las colocaba allí. Así que los endebles siempre llegaban a ser de Labán, pero los robustos de Jacob.+
43 Y el hombre siguió aumentando más y más, y llegaron a ser suyos grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnos.+



Génesis

31 Andando el tiempo, él llegó a oír las palabras de los hijos de Labán, que decían: “Jacob ha tomado todo lo que pertenecía a nuestro padre; y de lo que pertenecía a nuestro padre ha acumulado todo este caudal”.+ Cuando Jacob miraba el rostro de Labán, pues, no era para con él como antes.+Por fin Jehová dijo a Jacob: “Vuélvete a la tierra de tus padres y a tus parientes,*+ y yo continuaré contigo”.+ Entonces Jacob envió y llamó a Raquel y a Lea al campo donde tenía su rebaño, y les dijo:
“Estoy viendo el rostro de su padre, que él no es lo mismo para conmigo como antes;+ pero el Dios de mi padre ha resultado estar conmigo.+ Y ustedes mismas ciertamente saben que con todo mi poder he servido al padre de ustedes.+ Y su padre se ha burlado de mí* y ha cambiado mi salario diez veces, pero Dios* no le ha permitido hacerme daño.+ Si por una parte él decía: ‘Los moteados llegarán a ser tu salario’, entonces todo el rebaño producía moteados; pero si por otra parte él decía: ‘Los rayados llegarán a ser tu salario’, entonces todo el rebaño producía rayados.+ De modo que Dios siguió quitando la manada de su padre y dándomela a mí.+10 Por fin aconteció, al tiempo en que el rebaño se ponía en celo, que alcé los ojos y vi una escena en un sueño,+ y sucedía que los machos cabríos que se lanzaban sobre el rebaño eran rayados, moteados y manchados.+11 Entonces me dijo el ángel del Dios [verdadero] en el sueño: ‘¡Jacob!’, a lo cual dije: ‘Aquí estoy’.+ 12 Y continuó él: ‘Alza los ojos, por favor, y ve que todos los machos cabríos que se lanzan sobre el rebaño son rayados, moteados y manchados, porque yo he visto todo lo que Labán te está haciendo.+ 13 Yo soy el Dios [verdadero] de Betel,*+ donde ungiste una columna+ y donde me hiciste un voto.+ Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a la tierra de tu nacimiento’”.*+
14 Ante esto, Raquel y Lea contestaron y le dijeron: “¿Acaso hay todavía parte que nos corresponda de la herencia* en la casa de nuestro padre?+15 ¿No se nos considera realmente como extranjeras para con él ya que nos ha vendido, de modo que sigue comiendo de continuo hasta del dinero que se dio por nosotras?+ 16 Porque todas las riquezas que Dios* le ha quitado a nuestro padre son nuestras y de nuestros hijos.+ Ahora pues, haz todo lo que te ha dicho Dios”.+
17 Entonces Jacob se levantó y subió a sus hijos y a sus esposas sobre los camellos;+ 18 y empezó a conducir toda su manada y todos los bienes que había acumulado,+ la manada de su adquisición que había acumulado en Padán-aram, a fin de irse a donde Isaac su padre, a la tierra de Canaán.+
19 Ahora bien, Labán había ido a esquilar sus ovejas. Entretanto, Raquel hurtó los terafim*+ que pertenecían a su padre. 20 De modo que Jacob fue más listo que* Labán el sirio, porque no le había informado que iba a huir. 21 Y procedió a huir y a levantarse y cruzar el Río,+ él y todo cuanto tenía. Después dirigió su rostro hacia la región montañosa de Galaad.+ 22 Más tarde, al tercer día, a Labán le fue referido que Jacob había huido. 23 Ante aquello, él tomó consigo a sus hermanos y se fue corriendo+ tras él la distancia de siete días de camino, y lo alcanzó en la región montañosa de Galaad. 24 Entonces Dios vino a Labán el sirio+ en un sueño de noche,+ y le dijo: “Cuídate de no andar hablando ni lo bueno ni lo malo* con Jacob”.+
25 De modo que Labán se acercó a Jacob, puesto que Jacob había plantado su tienda en la montaña y Labán había acampado a sus hermanos*en la región montañosa de Galaad. 26 Entonces Labán dijo a Jacob: “¿Qué has hecho, que te has puesto a engañarme por tretas* y a conducir a mis hijas como cautivas tomadas a espada?+ 27 ¿Por qué tuviste que huir secretamente y engañarme y no informarme, para que te enviara con regocijo y con canciones,+ con pandereta y con arpa?+ 28 Y no me diste la oportunidad de besar a mis hijos y a mis hijas.+ Ahora bien, has obrado tontamente. 29 Está en el poder de mi mano hacerles daño,+ pero el Dios del padre de ustedes me habló anoche, diciendo: ‘Cuídate contra hablar ni lo bueno ni lo malo con Jacob’.+ 30 Aunque realmente te has ido ya debido a que has estado anhelando intensamente la casa de tu padre, ¿por qué, sin embargo, has hurtado mis dioses?”.*+
31 En respuesta Jacob procedió a decir a Labán: “Fue porque tuve miedo.+ Porque me dije: ‘Quizás arranques a tus hijas de mí’. 32 Quienquiera que sea con quien halles tus dioses,* que no viva.+ Delante de nuestros hermanos, examina por ti mismo lo que tengo conmigo, y llévate[los]”.+ Pero Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.+ 33 De modo que Labán entró en la tienda de Jacob y en la tienda de Lea y en la tienda de las dos esclavas,+ pero no [los] halló. Por fin salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel. 34 Ahora bien, Raquel había tomado los terafim, y recurrió a meterlos en la cesta de la silla de montar las mujeres a camello, y se quedó sentada encima de ellos. De modo que Labán fue palpando por toda la tienda, pero no [los] halló. 35 Entonces dijo ella a su padre: “No chispeen de cólera los ojos de mi señor,*+ porque no puedo levantarme delante de ti, porque estoy con lo que es común entre las mujeres”.+ Así que él siguió escudriñando cuidadosamente, pero no halló los terafim.+
36 Y Jacob se encolerizó+ y se puso a reñir con Labán, y en respuesta Jacob pasó a decir a Labán: “¿Cuál es la sublevación de parte mía,+ cuál el pecado mío, como razón para que me hayas perseguido acaloradamente?+37 Ya que has palpado todos mis efectos, ¿qué has hallado de todos los efectos de tu casa?+ Ponlo aquí enfrente de mis hermanos y tus hermanos,+y decidan ellos entre nosotros dos.+ 38 Estos veinte años he estado contigo. Tus ovejas y tus cabras no sufrieron abortos,+ y los carneros de tu rebaño nunca comí. 39 El animal despedazado no te lo llevaba a ti.+ Yo mismo sufría la pérdida de él. Si uno era hurtado de día o si era hurtado de noche, de mi mano lo demandabas.+ 40 Ha sido mi experiencia que de día el calor me consumía, y de noche el frío, y el sueño huía de mis ojos.+ 41 Van ya para mí veinte años en tu casa. Te he servido* catorce años por tus dos hijas y seis años por tu rebaño, y seguiste cambiando mi salario diez veces.+42 Si el Dios de mi padre,+ el Dios de Abrahán y el Pavor* de Isaac,+ no hubiera resultado estar de parte mía, me habrías enviado ahora con las manos vacías. Mi miseria y el afán de mis manos los ha visto Dios, de modo que te censuró* anoche”.+
43 Entonces, en respuesta Labán dijo a Jacob: “Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y el rebaño mi rebaño, y todo aquello que estás mirando es mío y de mis hijas. ¿Qué puedo hacer hoy contra estas o contra sus hijos que ellas han dado a luz? 44 Y ahora, ven, celebremos un pacto,+ yo y tú, y tiene que* servir de testigo entre yo y tú”.+ 45 Por consiguiente, tomó Jacob una piedra y la erigió como columna.+ 46 Entonces Jacob dijo a sus hermanos: “¡Recojan piedras!”. Y se pusieron a tomar piedras y a hacer un majano.+ Después comieron allí sobre el majano. 47 Y Labán empezó a llamarlo Jegar-sahadutá,* pero Jacob lo llamó Galeed.*
48 Y procedió Labán a decir: “Este majano es testigo entre yo y tú hoy”. Por eso lo llamó por nombre Galeed,+ 49 y La Atalaya,* porque dijo él: “Atalaye Jehová entre yo y tú cuando estemos situados sin vernos* el uno al otro.+ 50 Si te pones a afligir a mis hijas+ y si te pones a tomar esposas además de mis hijas, no hay hombre alguno con nosotros. ¡Mira!* Dios es testigo entre yo y tú”.+ 51 Y pasó Labán a decir a Jacob: “Aquí está este majano y aquí está la columna que he erigido entre yo y tú. 52 Este majano es testigo, y la columna es algo que da testimonio,+ de que yo ciertamente no pasaré este majano contra ti y de que tú no pasarás este majano y esta columna contra mí para daño.+ 53 Juzguen* entre nosotros el dios* de Abrahán+ y el dios de Nacor,+ el dios* del padre de ellos”. Pero Jacob juró por el Pavor de su padre Isaac.+
54 Después de aquello, Jacob sacrificó un sacrificio en la montaña e invitó a sus hermanos a comer pan.+ Por consiguiente, comieron pan y pasaron la noche en la montaña.* 55 Sin embargo, Labán se levantó muy de mañana y besó+ a sus hijos y a sus hijas y los bendijo.+ Entonces Labán se puso en camino para volver a su propio lugar.*+





Génesis

32 Y en cuanto a Jacob, él se puso en camino, y ahora los ángeles* de Dios se encontraron con él.+ Inmediatamente dijo Jacob, cuando los vio: “¡El campamento de Dios es este!”.+ Por lo tanto llamó a aquel lugar por nombre Mahanaim.*+
Entonces envió Jacob mensajeros+ delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seír,+ al campo de Edom,+ y les dio orden, diciendo: “Esto es lo que dirán a mi señor,+ a Esaú: ‘Esto es lo que ha dicho tu siervo Jacob: “Con Labán he residido como forastero y me he quedado por largo tiempo hasta ahora.+ Y he llegado a tener toros y asnos, ovejas, y siervos y siervas,+ y quisiera enviar a notificar a mi señor, para hallar favor a tus ojos”’”.+
Con el tiempo los mensajeros volvieron a Jacob, y dijeron: “Llegamos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro, y cuatrocientos hombres con él”.+ Y a Jacob le dio mucho miedo, y se inquietó.+ De modo que dividió a la gente que venía con él, y los rebaños y el ganado vacuno y los camellos, en dos campamentos,+ y dijo: “Si viniera Esaú al primer campamento y lo asaltara, entonces de seguro habrá un campamento que quede para escapar”.+
Después de eso dijo Jacob: “Oh Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac,+ oh Jehová, tú que me estás diciendo: ‘Vuélvete a tu tierra y a tus parientes y yo ciertamente te trataré bien’,+ 10 indigno soy de todas las bondades amorosas y de toda la fidelidad* que has ejercido para con tu siervo,+ porque con solo mi bastón crucé este Jordán y ahora he llegado a ser dos campamentos.+ 11 Líbrame, te ruego,+ de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque tengo miedo de él, que venga y ciertamente me asalte,+ a madre juntamente con hijos. 12 Y tú, tú has dicho: ‘Indisputablemente te trataré bien y con certeza constituiré tu descendencia* como los granos de arena del mar, que no pueden contarse por su multitud’”.+
13 Y se quedó alojado allí aquella noche. Y de lo que venía a su mano procedió a tomar un regalo para Esaú su hermano:+ 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, 15 treinta camellas que estaban dando de mamar y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez asnos adultos.+
16 Entonces entregó a sus siervos un hato tras otro por separado y dijo repetidas veces a sus siervos: “Crucen delante de mí, y han de fijar un intervalo entre hato y hato”.+ 17 Además dio orden al primero, y dijo: “En caso de que te encuentre Esaú mi hermano y te pregunte, diciendo: ‘¿A quién perteneces, y adónde vas y a quién pertenecen estos delante de ti?’, 18 entonces tienes que decir: ‘A tu siervo, a Jacob. Un regalo es,+ enviado a mi señor,+ a Esaú, y ¡mira!, él mismo también está detrás de nosotros’”. 19 Y pasó a dar orden también al segundo, también al tercero, también a todos los que venían siguiendo a los hatos, diciendo: “Según esta palabra han de hablar a Esaú al encontrarlo.+ 20 Y también tienen que decir: ‘Aquí está tu siervo Jacob detrás de nosotros’”.+ Porque se decía a sí mismo: “Quizás lo aplaque mediante el regalo que va delante de mí,+ y después veré su rostro. Tal vez él dé una acogida afable”.+ 21 Así que el regalo fue cruzando delante de él, pero él mismo se alojó aquella noche en el campamento.+
22 Más tarde durante aquella noche se levantó y tomó a sus dos esposas+y a sus dos siervas+ y a sus once hijos jóvenes+ y cruzó el vado de Jaboq.+23 De modo que los tomó y los hizo pasar al otro lado del valle torrencial,*+e hizo pasar al otro lado lo que tenía.
24 Por fin Jacob quedó solo. Entonces un hombre se puso a forcejear con él hasta ascender el alba.+ 25 Cuando llegó a ver que no había prevalecido contra él,+ entonces tocó el hueco de la coyuntura de su muslo;*y el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob se salió de su lugar mientras forcejeaba con él.+ 26 Después de eso él dijo: “Suéltame,* porque ha ascendido el alba”. A lo cual dijo él: “No te voy a soltar hasta que me bendigas”.+ 27 De modo que le dijo: “¿Cuál es tu nombre?”, a lo cual dijo: “Jacob”. 28 Entonces él dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel,*+ porque has contendido*+ con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste”. 29 A su vez, Jacob preguntó y dijo: “Declárame, por favor, tu nombre”. Sin embargo, él dijo: “¿Por qué preguntas por mi nombre?”.+ Con eso lo bendijo allí. 30 Por eso Jacob llamó al lugar por nombre Peniel,*+porque, dijo él: “He visto a Dios cara a cara y, no obstante, mi alma fue librada”.+
31 Y el sol empezó a fulgurar sobre él tan pronto como pasó por Penuel, pero él iba cojeando sobre su muslo.+ 32 Por eso los hijos de Israel no acostumbran comer el tendón del nervio del muslo,* que está en el hueco de la coyuntura del muslo, hasta el día de hoy, porque él tocó el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob cerca del tendón del nervio del muslo.+

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