miércoles, 18 de octubre de 2017

Sagradas Escrituras

Mateo

12 En aquel tiempo Jesús pasó por los sembrados de grano en día de sábado.+ A sus discípulos les dio hambre, y comenzaron a arrancar las espigas y a comer.+ Al ver esto, los fariseos le dijeron:+ “¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que no es lícito hacer en sábado”.+ Él les dijo: “¿No han leído ustedes lo que hizo David cuando él y los hombres que iban con él tuvieron hambre?+ ¿Que entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presentación,*+ algo que a él no le era lícito+ comer, ni a los que iban con él, sino solamente a los sacerdotes?+ ¿O no han leído en la Ley+ que los sábados los sacerdotes en el templo tratan el sábado como no sagrado y continúan inculpables?+ Pues yo les digo que algo mayor que el templo+ está aquí. Sin embargo, si hubieran entendido qué significa esto:*‘Quiero misericordia,+ y no sacrificio’,+ no habrían condenado a los inculpables. Porque Señor del sábado+ es el Hijo del hombre”.+
Después de partir de aquel lugar, entró en la sinagoga de ellos; 10 y, ¡mire!, ¡un hombre con una mano seca!+ De modo que le preguntaron: “¿Es lícito curar en día de sábado?”, para conseguir algo de qué acusarlo.+ 11 Él les dijo: “¿Quién será el hombre entre ustedes que tenga una sola oveja y, si esta hubiera de caer en un hoyo+ en sábado, no habría de echarle mano y sacarla?+ 12 Todo considerado, ¡de cuánto más valor es un hombre que una oveja!+ De modo que es lícito hacer lo excelente en sábado”. 13 Entonces dijo al hombre: “Extiende la mano”. Y la extendió, y fue restaurada, sana como la otra.+ 14 Pero los fariseos salieron y entraron en consejo contra él para poder destruirlo.+ 15 Como llegó a saber [esto], Jesús se retiró de allí. Muchos también lo siguieron, y los curó a todos,+ 16 mas con firmeza les ordenó que no le pusieran de manifiesto;+ 17 para que se cumpliera lo que se habló mediante Isaías el profeta, que dijo:
18 “¡Mira! ¡Mi siervo+ a quien escogí, mi amado,+ a quien mi alma aprobó! Pondré mi espíritu sobre él,+ y aclarará a las naciones lo que es la justicia. 19 No reñirá,+ ni levantará la voz, ni oirá nadie su voz en los caminos anchos. 20 No quebrantará ninguna caña cascada, y no extinguirá ninguna mecha de lino que humea,+ hasta que envíe la justicia+ con éxito.*21 Realmente, en su nombre esperarán naciones”.+
22 Entonces le trajeron un endemoniado, ciego y mudo; y lo curó, de modo que el mudo hablaba y veía. 23 Pues, simplemente se embelesaron todas las muchedumbres, y se pusieron a decir:+ “¿Acaso no será este el Hijo de David?”.+ 24 Al oír esto, los fariseos dijeron: “Este no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebub,* el gobernante de los demonios”.+25 Conociendo sus pensamientos,+ él les dijo: “Todo reino dividido contra sí mismo viene a parar en desolación,+ y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá en pie. 26 Así mismo, si Satanás expulsa a Satanás, ha llegado a estar dividido contra sí mismo; entonces, ¿cómo podrá estar en pie su reino? 27 Además, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebub,+ ¿por medio de quién los expulsan los hijos de ustedes? Por eso, ellos serán sus jueces. 28 Pero si es por medio del espíritu de Dios como yo expulso a los demonios, el reino de Dios verdaderamente los ha alcanzado.+ 29 ¿O cómo puede alguien invadir la casa de un hombre fuerte y arrebatar sus bienes muebles, a menos que primero ate al fuerte? Y entonces saqueará su casa.+ 30 El que no está de parte mía, contra mí está; y el que no recoge conmigo, desparrama.+
31 ”Por este motivo les digo: Toda suerte de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el espíritu no será perdonada.+ 32 Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado;+ pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo,* no le será perdonado, no, ni en este sistema de cosas* ni en el venidero.+
33 ”O hagan el árbol excelente y su fruto excelente, o hagan el árbol podrido y su fruto podrido; porque por su fruto se conoce el árbol.+34 Prole de víboras,+ ¿cómo pueden hablar cosas buenas cuando son inicuos?+ Porque de la abundancia del corazón habla la boca.+ 35 El hombre bueno, de su buen tesoro envía cosas buenas;+ mientras que el hombre inicuo, de su tesoro inicuo envía cosas inicuas.+ 36 Les digo que de todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta+ en el Día del Juicio; 37 porque por tus palabras serás declarado justo, y por tus palabras serás condenado”.+
38 Entonces, como contestación a él, algunos de los escribas y fariseos dijeron: “Maestro, queremos ver de ti alguna señal”.+ 39 En respuesta, les dijo: “Una generación inicua y adúltera+ sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta.+ 40 Porque así como Jonás+ estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre+ estará en el corazón de la tierra+ tres días y tres noches.+41 Varones de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación,+ y la condenarán;+ porque ellos se arrepintieron por lo que Jonás+ predicó,*pero, ¡miren!, algo más que Jonás está aquí. 42 La reina del Sur+ será levantada en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino desde los fines* de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, pero, ¡miren!, algo más que Salomón está aquí.+
43 ”Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, pasa por lugares resecos en busca de un lugar de descanso, y no lo halla.+ 44 Entonces dice: ‘Me volveré a mi casa de la cual me mudé’; y al llegar la halla desocupada, pero barrida y adornada. 45 Entonces va por su camino y toma consigo siete espíritus diferentes, más inicuos que él mismo,+ y, después de entrar, ellos moran allí; y las circunstancias finales de ese hombre resultan peores que las primeras.+ Así también será con esta generación inicua”.+
46 Mientras él todavía hablaba a las muchedumbres, ¡mire!, su madre y sus hermanos+ se situaron fuera, y procuraban hablarle. 47 De modo que alguien le dijo: “¡Mira! Tu madre y tus hermanos están parados fuera, y procuran hablarte”.* 48 Como contestación, dijo al que se lo decía: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?”.+ 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos!+ 50 Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano y hermana y madre”.

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San Mateo

Capítulo 12

Jesús se proclama Señor del día de reposo y sana en el día de reposo — Se le acusa de echar fuera demonios mediante el poder de Beelzebú — Habla de la blasfemia contra el Espíritu Santo y dice que la generación mala y adúltera demanda señal.
En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en el día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
Y al verlo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.
Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo Davidcuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;
cómo entró en la casa de Dios y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él, sino solamente a los sacerdotes?
O, ¿no habéis leído en la ley que en los días de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y son sin culpa?
Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.
Mas si supieseis lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;
porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Y partiendo de allí, vino a la sinagoga de ellos.
10 Y he aquí, había allí uno que tenía seca una mano; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en el día de reposo?, para acusarle.
11 Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una oveja, y si esta cae en un foso en el día de reposo, no le echa mano y la levanta?
12 Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, es lícito en los días de reposo hacer el bien.
13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restituida como la otra.
14 Y cuando salieron los fariseos, consultaron entre sí contra Jesús para destruirle.
15 Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos.
16 Y él les encargaba rigurosamente que no le descubriesen,
17 para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:
18He aquí mi siervo, a quien he escogido;mi Amado, en quien se agrada mi alma.Pondré mi Espíritu sobre él,y a los gentiles anunciará juicio.
19No contenderá, ni voceará,ni nadie oirá en las calles su voz.
20La caña cascada no quebrará,y el pabilo que humea no apagará,hasta que saque a victoria el juicio.
21Y en su nombre esperarán los gentiles.
22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el que había sido ciego y mudo hablaba y veía.
23 Y toda la gente estaba atónita y decía: ¿No será este el Hijo de David?
24 Mas los fariseos, al oírle, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
25 Y Jesús, sabiendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá.
26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
28 Pero si yo por el espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
29 Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa.
30 El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama.
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
32 Y a cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
33 O haced el árbol bueno y su fruto bueno o haced el árbol malo y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
35 El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el hombre malo del mal tesoro saca malascosas.
36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
39 Y él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás; y he aquí hay uno mayor que Jonás en este lugar.
42 La reina del sur se levantará en el juicio con esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí hay uno mayor que Salomón en este lugar.
43 Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, pero no lo halla.
44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
45 Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entran y moran allí; y son peores las cosas últimas de aquel hombre que las primeras. Así también acontecerá a esta generación mala.
46 Y mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera y le querían hablar.
47 Y le dijo uno: He aquí, tu madre y tus hermanos están fuera, y te quieren hablar.
48 Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana y madre.
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Mateo

13 En aquel día, habiendo salido Jesús de la casa, estaba sentado a la orilla del mar; y grandes muchedumbres se reunieron junto a él, de modo que subió en una barca y se sentó,+ y toda la muchedumbre estaba de pie en la playa. Entonces les dijo muchas cosas por ilustraciones,* diciendo: “¡Miren! Un sembrador salió a sembrar;+ y al ir sembrando, algunas [semillas] cayeron a lo largo del camino, y vinieron las aves y se las comieron.+ Otras cayeron sobre pedregales donde no tenían mucha tierra, y brotaron en seguida por no tener profundidad de tierra.+ Pero cuando salió el sol, se chamuscaron, y, por no tener raíz, se marchitaron.+Otras, también, cayeron entre los espinos, y los espinos crecieron y las ahogaron.+ Otras más cayeron sobre la tierra excelente, y daban fruto,+esta de a ciento por uno, aquella de a sesenta, la otra de a treinta.+ El que tiene oídos, escuche”.+
10 De modo que los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas usando ilustraciones?”.+ 11 En respuesta, él dijo: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados+ del reino de los cielos, mas a aquellos no se les concede.+ 12 Porque al que tiene, más se le dará, y se le hará abundar;+ pero al que no tiene, hasta lo que tiene le será quitado.+13 Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano, y oyendo, oyen en vano, ni captan el sentido de ello;+ 14 y para con ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: ‘Oyendo, oirán, pero de ningún modo captarán el sentido de ello; y, mirando, mirarán, pero de ningún modo verán.+ 15 Porque el corazón de este pueblo se ha hecho indispuesto a recibir,* y con los oídos han oído sin responder,* y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón, y se vuelvan, y yo los sane’.+
16 ”Sin embargo, felices son los ojos+ de ustedes porque contemplan, y sus oídos porque oyen. 17 Porque en verdad les digo: Muchos profetas+ y hombres justos desearon ver las cosas que ustedes contemplan, y no las vieron,+ y oír las cosas que ustedes oyen, y no las oyeron.+
18 ”Ustedes, pues, escuchen la ilustración del hombre que sembró.+19 Cuando alguien oye la palabra del reino, pero no capta el sentido de ella, el inicuo+ viene y arrebata lo que se sembró en su corazón; este es el que se sembró a lo largo del camino. 20 En cuanto al que se sembró sobre los pedregales, este es el que oye la palabra y en seguida la acepta con gozo.+21 Sin embargo, no tiene raíz en sí mismo, sino que continúa por un tiempo, y después que ha surgido tribulación o persecución a causa de la palabra, en seguida se le hace tropezar.+ 22 En cuanto al que se sembró entre los espinos, este es el que oye la palabra, pero la inquietud de este sistema de cosas*+ y el poder engañoso de las riquezas* ahogan la palabra, y él* se hace infructífero.+ 23 En cuanto al que se sembró sobre la tierra excelente, este es el que oye la palabra y capta el sentido de ella, que verdaderamente lleva fruto y produce, este de a ciento por uno, aquel de a sesenta, el otro de a treinta”.+
24 Otra ilustración les propuso, diciendo: “El reino de los cielos ha llegado a ser semejante a un hombre que sembró semilla excelente en su campo.+ 25 Mientras los hombres dormían, vino el enemigo de él y sobresembró mala hierba* entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el tallo brotó y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba. 27 De modo que los esclavos del amo de casa vinieron y le dijeron: ‘Amo, ¿no sembraste semilla excelente en tu campo?+ Entonces, ¿cómo sucede que tiene mala hierba?’.+ 28 Él les dijo: ‘Un enemigo, un hombre, hizo esto’.+ Ellos le dijeron: ‘¿Quieres, pues, que vayamos y la juntemos?’. 29 Él dijo: ‘No; no sea que por casualidad, al juntar la mala hierba, desarraiguen el trigo junto con ella. 30 Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en la época de la siega diré a los segadores: Junten primero la mala hierba y átenla en haces para quemarla;+ entonces pónganse a recoger el trigo en mi granero’”.+
31 Otra ilustración les propuso,+ diciendo: “El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza,+ que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 la cual es, de hecho, la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la más grande de todas las legumbres, y se hace un árbol, de modo que vienen las aves del cielo+ y hallan albergue entre sus ramas”.+
33 Otra ilustración les habló: “El reino de los cielos es semejante a la levadura,+ que una mujer tomó y escondió en tres grandes medidas* de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada”.
34 Todas estas cosas habló Jesús a las muchedumbres por ilustraciones. En verdad, sin ilustración no les hablaba;+ 35 para que se cumpliera lo que se habló por medio del profeta que dijo: “Abriré mi boca con ilustraciones, publicaré cosas escondidas desde la fundación”.+
36 Luego, después de despedir a las muchedumbres, entró en la casa. Y sus discípulos vinieron a él y dijeron: “Explícanos la ilustración de la mala hierba* en el campo”. 37 En respuesta dijo: “El sembrador de la semilla excelente es el Hijo del hombre; 38 el campo es el mundo;+ en cuanto a la semilla excelente, estos son los hijos del reino; pero la mala hierba son los hijos del inicuo,+ 39 y el enemigo que la sembró es el Diablo.+ La siega+ es una conclusión* de un sistema de cosas,*+ y los segadores son los ángeles. 40 De manera que, así como se junta la mala hierba y se quema con fuego, así será en la conclusión del sistema de cosas.+ 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y ellos juntarán de su reino todas las cosas que hacen tropezar,+ y a los que cometen desafuero, 42 y los arrojarán en el horno de fuego.+ Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.+ 43 En aquel tiempo los justos resplandecerán+ tan brillantemente como el sol+ en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche.+
44 ”El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre halló y escondió; y por el gozo que tiene, va y vende+cuantas cosas tiene, y compra aquel campo.+
45 ”Otra vez: el reino de los cielos es semejante a un comerciante viajero que buscaba perlas excelentes. 46 Al hallar una perla de gran valor,+ se fue y prontamente vendió todas las cosas que tenía, y la compró.+
47 ”Otra vez: el reino de los cielos es semejante a una red barredera bajada al mar, y que recoge [peces] de todo género.+ 48 Cuando se llenó, la sacaron sobre la playa y, sentándose, juntaron los excelentes+ en receptáculos, pero tiraron los que no eran apropiados.+ 49 Así es como será en la conclusión del sistema de cosas:* saldrán los ángeles y separarán a los inicuos+ de entre los justos,+ 50 y los echarán en el horno de fuego. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.+
51 ”¿Captaron ustedes el sentido de todas estas cosas?”. Ellos le dijeron: “Sí”. 52 Entonces les dijo: “Siendo así, todo instructor público,* cuando ha sido enseñado respecto al reino de los cielos,+ es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas”.+
53 Ahora bien, cuando Jesús hubo terminado estas ilustraciones, partió por tierra de allí. 54 Y venido a su propio territorio,*+ se puso a enseñarles en las sinagogas de ellos,+ de modo que quedaron atónitos y dijeron: “¿Dónde consiguió este hombre esta sabiduría y estas obras poderosas? 55 ¿No es este el hijo del carpintero?+ ¿No se llama su madre María, y los hermanos de él Santiago y José y Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no están todas con nosotros?+ ¿Dónde, entonces, consiguió este hombre todas estas cosas?”.+ 57 De modo que empezaron a tropezar por motivo de él.+Pero Jesús les dijo: “El profeta no carece de honra sino en su propio territorio y en su propia casa”.+ 58 Y no hizo allí muchas obras poderosas a causa de la falta de fe de ellos.+
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San Mateo

Capítulo 13

Jesús explica por qué enseña con parábolas — Enseña las parábolas del sembrador, del trigo y la cizaña, del grano de mostaza, de la levadura, del tesoro escondido en el campo, de la perla de gran precio y de la red echada en el mar — Nadie es profeta en su propia tierra.
Y aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.
Y se congregó junto a él mucha gente; y entrando él en una barca, se sentó, y toda la gente estaba en la ribera.
Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y se la comieron.
Y parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó enseguida, porque no tenía profundidad de tierra;
mas cuando salió el sol, se quemó; y se secó, porque no tenía raíz.
Y parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron.
Y parte cayó en buena tierra y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por uno.
El que tiene oídos para oír, oiga.
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Y él, respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es concedido saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es concedido.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:De oído oiréis, y no entenderéis;y viendo veréis, y no percibiréis.
15Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,y con los oídos oyen pesadamente,y han cerrado sus ojos,no sea que vean con los ojos,y oigan con los oídos,y entiendan con el corazón,y se conviertan,y yo los sane.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; este es el que fue sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra y de inmediato la recibe con gozo.
21 Pero no tiene raíz en sí, sino que es temporal, y cuando viene la aflicción o la persecución por la palabra, enseguida se ofende.
22 Y el que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra; pero el afán de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y el que da fruto; y da uno a ciento, y otro a sesenta y otro a treinta por uno.
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que sembró buena semilla en su campo.
25 Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Y cuando la hierba brotó y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Y viniendo los siervos del padre de familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28 Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 Y él dijo: No; no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega, yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi alfolí.
31 Otra parábola les relató, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo.
32 A la verdad es la más pequeña de todas las semillas, mas cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, y vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado.
34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba,
35 para que se cumpliese lo que fue dicho por medio del profeta, cuando dijo:Abriré en parábolas mi boca;declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.
36 Entonces, una vez despedida la gente, Jesús entró en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37 Y, respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre;
38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo;
39 y el enemigo que la sembró es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 De manera que, como se arranca la cizaña y se quema en el fuego, así será en el fin de este mundo.
41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que causan tropiezo y a los que hacen iniquidad,
42 y los echarán al horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y lleno de gozo por ello, va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
45 También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas perlas,
46 y que, habiendo hallado una perla de gran precio, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.
47 Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red que, echada al mar, recoge toda clase de peces,
48 la cual, una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas y lo malo echan fuera.
49 Así será el fin del mundo: saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos,
50 y los echarán al horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.
51 Les dijo Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52 Y él les dijo: Por eso, todo escriba que llega a ser discípulo en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
53 Y aconteció que, cuando Jesús terminó estas parábolas, partió de allí.
54 Y al llegar a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban atónitos y decían: ¿De dónde saca este esta sabiduría y estas obras maravillosas?
55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, y José, y Simón y Judas?
56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, saca este todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra y en su casa.
58 Y no hizo allí muchas obras maravillosas a causa de la incredulidad de ellos.
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