Esculturas de Gian Lorenzo Bernini
El Busto del Cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII de Francia, fue realizado por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), se conserva en París, en el Museo del Louvre.
Historia
Richelieu en el año 1640 encargó a Bernini, la estatua de cuerpo entero de su retrato. Las negociaciones fueron encomendadas a Julio Mazarino, cardenal de confianza y su sucesor, y a Marshal d’Estrée, embajador de Francia en Roma. No sólo tenía que obtener el consentimiento del artista, sino también a su "protector": el papa Urbano VIII. Habida cuenta de la disidencia del papa a un proyecto de un retrato de cuerpo entero, la escultura se convirtió en un busto. Bernini empezó en noviembre de 1640 la famosa obra y la terminó en enero del siguiente año. En agosto, el busto fue llevado a París, donde obtuvo un gran éxito. Sin embargo Mazarino repuso al papa, ya que de hecho el busto no complacía a los clientes, que a pesar de su buen cuidado detalle, no reflejaba las verdaderas características del cardenal Richelieu. Esto se puede deducir por la posterior solicitud del cardenal de que se realizase otro busto por el escultor Jean Warin.
Comentario
El trabajo en mármol blanco está tallado en 1641 y forma parte de una larga tradición de bustos que representan a personajes famosos como los de Francisco I de Este, Alejandro VII, Luis XIV, Paulo V, Urbano VIII, Carlos I de Inglaterra. La escultura está bien tallada con mucho detalle en el vestido y la expresión de la cara, que se caracteriza por un aire noble.
La Cabra Amaltea es una escultura barroca de Gian Lorenzo Bernini. Bajo el patrocinio del cardenal Borghese, sobrino del papa Pablo V, sus primeras obras eran piezas para decorar los jardines del cardenal. Esta obra destaca por ser la primera de Bernini, realizándola con tan solo 18 años.
El mito de la cabra Amaltea es una leyenda heredada de la mitología griega y, posteriormente adaptada por los romanos, que dicen que Amaltea es la cabra que alimentó con su leche a Júpiter, el dios Zeus en la mitología griega como un niño y que jugando con ella, el pequeño dios había roto uno de sus cuernos. En agradecimiento al cuidado desinteresado que tuvo con él, Júpiter transformó este cuerno en cornucopia, que es el cuerno de la abundancia, como un símbolo asignado a la mayoría de personificaciones romanas, el cual es visible en los reversos de las monedas.
El signo zodiacal de Capricornio también se asocia con el mito griego de la cabra Amaltea. Zeus la subió al cielo para honrarla. Capricornio también se asocia a Saturno y al dios Aristeo.
Capilla Cornaro (Capella Cornaro en italiano) es la denominación de una obra de arte total de Gian Lorenzo Bernini, muy característica del Barroco, que pretende conseguir la integración de todas las artes en un bel composto ("síntesis bella").1
Fue realizada entre 16442 o 16471 3 y 16521 2 3 (o inaugurada en 1651),4 en una época en que el artista había perdido el favor papal (por la llegada al pontificado de Inocencio X), lo que facilitó su contratación por el cardenal Federico Cornaro,5 que había elegido la iglesia de los carmelitas descalzos en Roma (Santa María de la Victoria) para emplazar su capilla familiar (pertenecía a una poderosa familia veneciana)6 en un lugar destacado, a la izquierda del altar mayor, en lo que correspondería al transepto en una planta de cruz latina. El grupo escultórico principal, el Éxtasis de Santa Teresa, está situado en la hornacina central (un edículo o templete con un dinámico frontón sostenido por columnas pareadas, cubierto en el interior por una pequeña cúpula elíptica con una claraboya cenital). La elección del tema se debió a la reciente canonización de Teresa de Jesús, la santa reformadora de esa orden (1622). En los laterales se abren unos palcos con arquitecturas simuladas donde se representa a la familia Cornaro: el donante, su padre (el dux de Venecia Juan I Cornaro,7 muerto en 1625) y seis cardenales Cornaro del pasado;1 lo que da al conjunto una apariencia de teatralidad,3 siendo su interpretación teológica una intermediación entre el plano terrenal y el celestial.4
Como elementos arquitectónicos, destacan las columnas, entablamentos y frontones que forman el espacio de la capilla. Son fundamentales la combinación de distintos materiales y texturas (distintos tipos de mármoles, alabastro, estuco y bronce dorado), la luz(procedente de la parte superior a través de un gran ventanal abierto entre la bóveda y la hornacina y de una claraboya amarilla oculta al espectador y que se abre en un voladizo visible sólo desde la parte exterior del muro)2 y el colorido.
La bóveda se pintó por Guidobaldo Abbatini siguiendo un esbozo del propio Bernini;1 con un "rompimiento de gloria" al trampantojo, donde la luz desciende desde una paloma que representa al Espíritu Santo.3 Los ángeles sostienen una cartela con la inscripción Nisi coelum creassem ob te solam crearem ("si no hubiese creado el cielo, lo crearía ahora solo por ti"), una declaración de amor hacia la santa de su esposo celestial.4
El conjunto fue restaurado 2015, coincidiendo con el quinto centenario del nacimento de Santa Teresa. La anterior restauración había tenido lugar en 1996.
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