Antiguas prisiones de España
Convento de San Marcos (León)
Usos del edificio
- Prisión: Uno de sus “residentes” más ilustres fue Francisco de Quevedo, el cual fue recluido aquí por orden del Conde-Duque de Olivares durante casi cuatro años, entre 1639 y 1643. De su reclusión escribió: “de rigurosísima prisión, enfermo de tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo por cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad, me han visto cauterizar con mis manos; tan pobre que de limosnas me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos”. En su reclusión trabajó en sus obras: “Vida de San Pablo”, “Constancia y paciencia del Santo Job” y la “Providencia de Dios”.
- Instituto de Segunda Enseñanza.
- Casa de misioneros y corrección de eclesiásticos.
- Escuela de veterinaria.
- Casa de misiones de la compañía de Jesús.
- Hospital penitenciario.
- “Parada de sementales”.
- Casa central de estudios de los Padres Escolapios.
- Oficinas del Estado Mayor del Séptimo Cuerpo del Ejército.
- Prisión militar.
- Campo de concentración de prisioneros republicanos durante la Guerra Civil (desde el 25 de julio de 1936) y la posguerra. Fue entre1936 y 1940 uno de los establecimientos represivos más severos y saturados de la España franquista, alcanzando una población reclusa de 6.700 hombres. Fue el símbolo de la represión en León y parte de España y costó 791 fusilados, 1563 paseados y 598 sin asignar (ejecutados, paseados, muertos en los campos, etc.) además de 15 860 prisioneros políticos distribuidos por campos y prisiones leonesas y nacionales.[1]
- Cuartel de caballería.
- Diputación.
- Diócesis.
- Ministerio de Guerra, Hacienda o Educación.
Incluso en 1875 el Ayuntamiento trató de derribarlo, destino del que por suerte se libró, no así otras edificaciones singulares de la ciudad que fueron derruidas.
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