Habiendo sido ya más combatida mi ninfa, que en el mar la dura roca, amor la fuerza, hiere y la provoca a darse entre mis brazos por vencida.Yallí del mismo amor mío encendida con su hermosos labios bebe y toca el aire más caliente de mi boca, haciendo de dos almas una vida.Yun alma de dos cuerpos moradora y dos cuerpos en uno más trabados que jamás hiedra estuvo a olmo alguno.Suspende este milagro amor ahora, que no estemos jamás menos ligados que Salmacia y Troco hechos uno.
Si mi vida pudiese defenderse tanto de sus tormentos y sus daños que, por virtud de sus postreros años, vea vuestra hermosura oscurecerse,ylos cabellos de oro plata hacerse, y dejar la guirnalda y ricos paños, las galas y los trajes –tan extraños que hacen mi afición más extenderse–:allí me dará amor atrevimiento para poder decirrle mi cuidado, los años, días, meses y el momento.El tiempo contrario es a tal estado; mas tanto no será, que mi contento no llegue algún suspiro, aunque cansado.
Decid los que tratáis de agricultura en este valle umbroso y desabrido, ¿qué fruto de deleite habéis tenido que no se os torne luego en amargura?Del gusto y del regalo y la dulzura, ¿qué espigas y qué grano habéis cogido que no salga nublado y revenido del silo de la triste sepultura?Del mal terreno y mala sementera, ¿qué se puede segar sino sospecha, disgusto, confusión, remordimiento?;el alma siente ya desde la era cómo ha de baratar de la cosecha Agosto seco de eternal tormento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario