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domingo, 1 de febrero de 2015

AVES DE LA A A LA Z


Águila perdicera

Descripción

Clasificación

Orden Falconiformes; familia Accipitridae

Longitud

60-70 cm

Envergadura

150-170 cm

Identificación

Gran águila de porte esbelto. El adulto tiene las partes inferiores pálidas, con pintas alargadas distribuidas longitudinalmente (dibujo 1). Las partes superiores son de color pardo oscuro con una marca blanca en la espalda (dibujo 2). En vuelo se aprecia un contraste entre el cuerpo blanquecino y las partes inferiores del ala oscuras. La cola es pálida y con una ancha banda terminal oscura (dibujo 3). El joven del año tiene las partes inferiores, desde la garganta, de color canela (las pintas aparecen en su segundo año), mientras que las superiores son más pardas. En vuelo, las plumas de vuelo y la cola son pálidas (las primarias muestran extremos oscuros), con un fino barreado, y las cobertoras corporales anaranjadas. En la base de las primarias se ven
plumas oscuras. En el plumaje de transición de jóvenes a adultos se van desarrollando los bordes oscuros en ala y cola.

Canto

Es un ave silenciosa, aunque se han registrado algunos ladridos y gritos estridentes en zonas de cría.


Dónde vive

En el mundo

Se distribuye por el sur de Asia hasta la cuenca del Mediterráneo, donde destacan las poblaciones ibéricas y del Magreb. No presenta subespecies.

En España

Está presente fundamentalmente en las sierras costeras mediterráneas, las sierras béticas, Sierra Morena y Extremadura. También se encuentra en el centro y el norte, aunque de forma más irregular. Está ausente de ambos archipiélagos y de Ceuta y Melilla. Al margen de las zonas de cría, existen otras áreas de gran importancia para la conservación de la especie, por ser zonas de asentamiento de los jóvenes en dispersión; entre ellas pueden destacarse la depresión de Lérida, la sierra de Escalona (Alicante-Murcia), la campiña de Albacete, el suroeste de Madrid, Toledo, los encinares de Trujillo (Cáceres), La Serena (Badajoz) y La Janda (Cádiz).

Desplazamientos

Es residente en la Península; los ejemplares territoriales suelen estar ligados todo el año a su área de cría, aunque en zonas con menor disponibilidad de alimento pueden desplazarse algunas decenas de kilómetros fuera de la época reproductora. Los jóvenes
del norte realizan movimientos hacia el sur y sureste, permaneciendo en áreas de dispersión caracterizadas por la ausencia de adultos y la gran abundancia de presas, principalmente conejo y perdiz.

Poblaciónón

La población europea se estima en unas 860-1.100 parejas (datos del año 2000), de las que más del 75% se encuentran en España, con 733-800 parejas (1999-2002). A tenor de la evolución experimentada en algunas áreas prospectadas con gran detalle, se observa una tendencia negativa. El declive no ha sido homogéneo en todas las regiones, sino que varía del 80% en el norte peninsular al 28% en el litoral catalán. En algunos
puntos del suroeste se observa cierta estabilidad.

Cómo vive

Hábitat

Los territorios de reproducción se localizan en sierras, relieves alomados o llanuras, siempre y cuando existan cortados rocosos de dimensiones variables para criar, aunque algunas parejas sitúan sus nidos sobre árboles (alcornoques, pinos y eucaliptos) o torretas eléctricas, especialmente en el sur y el oeste peninsular.

Alimentación

Se basa en mamíferos y aves de tamaño medio, y también, aunque en menor medida, en reptiles. En la Península Ibérica, la perdiz roja y la grajilla son piezas básicas entre agosto y abril, mientras que en la época reproductora el conejo desempeña un papel fundamental. El lagarto ocelado puede ser una presa sustitutiva importante si las capturas principales escasean.

Desplazamientos

Es residente en la Península; los ejemplares territoriales suelen estar ligados todo el año a su área de cría, aunque en zonas con menor disponibilidad de alimento pueden desplazarse algunas decenas de kilómetros fuera de la época reproductora. Los jóvenes
del norte realizan movimientos hacia el sur y sureste, permaneciendo en áreas de dispersión caracterizadas por la ausencia de adultos y la gran abundancia de presas, principalmente conejo y perdiz.

Reproducción

Las áreas de cría se localizan en la periferia de macizos montañosos o sierras. El nido se sitúa desde a más de 100 metros de altura en acantilados de grandes macizos, hasta a pocos metros del suelo en pequeñas sierras. Se trata de una pila de ramas que puede alcanzar 180 centímetros de diámetro y otros tantos de altura, tapizada por una fina capa de hierbas; de su construcción se encarga la hembra con los aportes del macho, y su elaboración se extiende durante tres o cuatro meses. La puesta consta normalmente de dos huevos, pero varía entre uno y tres (raro), los cuales son de color blanquecino, con algunas pintas o finas estrías oscuras. La incubación —de la que se ocupan los dos miembros de la pareja, aunque con mayor dedicación por parte de la hembra— (dibujo 4) se prolonga durante 37-40 días.
Los pollos son cuidados por ambos padres y se alimentan por sí solos a partir de los 45-50 días. A los 60-65 días, su plumaje se ha desarrollado completamente, y vuelan en pocos días más, aunque aún permanecen otros tres meses con los padres, tras lo cual se dispersan a entre 100 y 1.000 km del área de nacimiento. Durante el periodo de inmadurez, los ejemplares realizan continuos desplazamientos por zonas de dispersión.






Águila pescadora

Descripción

Clasificación

Orden Falconiformes; familia Pandionidae

Longitud

53-66 cm

Envergadura

147-174 cm

Identificación

Rapaz de mediano tamaño. Los adultos poseen partes inferiores blancas, con un moteado variable en el pecho; los individuos que tienen un collar de estrías más marcado en el pecho suelen ser hembras. Como contraste presentan partes superiores muy oscuras. El píleo es blanco, y tras el ojo aparece una lista ocular, a modo de antifaz, que recorre parte del cuello (dibujo 1). En vuelo exhiben una silueta bastante característica, con cola corta y alas relativamente estrechas y “anguladas”.
Vistos desde abajo, el cuerpo y las partes anteriores del ala, blancas, contrastan con las franjas oscuras que recorren las plumas de vuelo. La cola muestra una sucesión de barras oscuras (dibujo 2). El joven es muy similar, pero sus partes superiores parecen como escamadas —debido al borde pálido en las plumas— y, en vuelo, las
secundarias resultan algo más pálidas que en los adultos, con un barreado más patente. Cuando el águila pescadora vuela en busca de alimento, es capaz de
cernirse con profundos aleteos antes de lanzarse al agua (dibujo 3) para capturar los peces con sus garras (dibujo 4).

Canto

Emite silbidos lastimeros durante la parada nupcial. La alarma es un kiu, kiu, kiu, que entona en vuelo.

Dónde vive

En el mundo

Se distribuye ampliamente por el hemisferio norte y por Australasia. En el Paleártico ocupa mayoritariamente el norte de Europa y Rusia. Presenta varias subespecies.

En España

En la actualidad (datos del año 2007) únicamente se reproduce en Baleares (Mallorca, Menorca y Cabrera), en Canarias (Tenerife, La Gomera, El Hierro, Lanzarote, Alegranza, Montaña Clara y Lobos) y en las islas Chafarinas. Como invernante resulta más frecuente en Andalucía, Comunidad Valenciana y Extremadura. En España se encuentra la subespecie haliaetus, típica del Paleártico.

Desplazamientos

La población reproductora española es fundamentalmente sedentaria, sin descartar algunos movimientos de los adultos. Los jóvenes que viven en la región mediterránea son dispersivos (en algunos casos recorren hasta 3.000 kilómetros) y realizan movimientos un tanto anárquicos, accediendo desde el Mediterráneo occidental hasta
islas atlánticas e incluso áreas tropicales. Muchos de estos jóvenes vuelven a las áreas donde nacieron para reproducirse. No se tiene mucha información sobre la población de Canarias, pero se ha observado un relativo abandono de las zonas de cría tras la reproducción. Las poblaciones nórdicas son migratorias, y su flujo por la Península Ibérica puede observarse en sus rutas hacia el África tropical, quedándose algunas aves a invernar en nuestro territorio.

Poblaciónón

En Europa se estima la existencia de 10.000-13.000 parejas. En 2003 criaban en España 30-38 parejas. A mediados del siglo XX, esta cifra se elevaba a casi un centenar, que, además de reproducirse en los lugares actuales, lo hacían en otros enclaves de nuestro litoral cantábrico (últimos casos de nidificación en la ría asturiana de Ribadesella) y mediterráneo (Gerona, Alicante y Málaga-Granada). Tras un acusado declive por el que deja de criar en la Península, a partir de los años ochenta-noventa comienza a recuperarse la población en Baleares y Canarias, hasta alcanzar la situación actual.

Cómo vive

Hábitat

Las poblaciones reproductoras españolas están muy ligadas al medio marino; crían en acantilados y pescan en zonas cercanas, mayoritariamente bahías, estuarios e incluso lagunas interiores próximas. Los individuos migratorios o invernantes aparecen en diversos complejos acuáticos: bahías, lagunas interiores, embalses y estuarios.

Alimentación

Exclusivamente piscícola.

Desplazamientos

La población reproductora española es fundamentalmente sedentaria, sin descartar algunos movimientos de los adultos. Los jóvenes que viven en la región mediterránea son dispersivos (en algunos casos recorren hasta 3.000 kilómetros) y realizan movimientos un tanto anárquicos, accediendo desde el Mediterráneo occidental hasta
islas atlánticas e incluso áreas tropicales. Muchos de estos jóvenes vuelven a las áreas donde nacieron para reproducirse. No se tiene mucha información sobre la población de Canarias, pero se ha observado un relativo abandono de las zonas de cría tras la reproducción. Las poblaciones nórdicas son migratorias, y su flujo por la Península Ibérica puede observarse en sus rutas hacia el África tropical, quedándose algunas aves a invernar en nuestro territorio.

Reproducción

La marginal población reproductora española sitúa su nido en acantilados rocosos marinos (los individuos nórdicos lo hacen en árboles e incluso en torretas eléctricas que se hallen cerca de aguas continentales). La plataforma del nido, realizada por ambos sexos, consiste en un conjunto de ramas, tapizada con ramillas, musgo, hierbas y corteza, que puede alcanzar, tras sucesivas reutilizaciones, una altura de hasta 2 metros (dibujo 5). El ciclo reproductor de las aves mediterráneas comienza a
mediados de marzo. La puesta consta habitualmente de dos o tres huevos, de color blanco o crema brillante y con manchas, que la pareja, con mayor esfuerzo de la hembra, incuba durante 37 días. Los jóvenes son cuidados por la hembra, mientras que el macho caza y aporta alimento. En unos 49-57 días se han desarrollado completamente, y se independizan en dos meses más.



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