domingo, 1 de febrero de 2015

EL CUERPO HUMANO

APARATO RESPIRATORIO : 
OIDO  NARIZ  GARGANTA            OTITIS
Las afecciones inflamatorias de la garganta, la nariz y el oído, pueden deberse a diferentes causas y presentarse en diferentes épocas de la vida del individuo, siendo su
frecuencia prácticamente igual en ambos sexos.
 La otitis (inflamación del oído), puede afectar tanto estructuras del oído externo como aquellas del oído medio, siendo el límite entre unas y otras la membrana del tímpano. La inflamación puede surgir a partir de una afección del pabellón auricular, o más frecuentemente de una patología de la garganta y/o nariz.
 Imagen otoscópica que ilustra una otitis media aguda con inflamación moderada de la membrana timpánica, característico de un estadio inicial de esta afección.




Esta imagen exhibe una membrana timpánica hiperémica. Se aprecia además, la inyección de la vasculatura a lo largo del mango del martillo. El aspecto blanquecino se debe a la secreción supurativa que ocupa la cavidad correspondiente al oído medio.














INFECCIONES RESPIRATORIAS
Las enfermedades infecciosas han sido siempre la principal causa de muerte en todo el mundo. Pese a que el desarrollo permanente de nuevos agentes terapéuticos parecía haberlas controlado, la aparición de nuevas infecciones y de cepas con resistencia antibiótica múltiple reaviva el interés sobre los mecanismos subyacentes. Las defensas inmunológicas, que son muy sofisticadas en el ser humano, se adaptaron durante años de evolución a la lucha contra los distintos microorganismos invasores, muchos de los cuales mutan en forma constante. Los linfocitos pueden reconocer a los patógenos infectantes porque están equipados con moléculas proteicas receptoras en su superficie. Las diferentes células que conforman el sistema inmune tienen distintas funciones, que les permiten reconocer y eliminar a los invasores. Las proteínas inmunológicas, llamadas anticuerpos, son especialmente efectivas para destruir las bacterias que se encuentran fuera de las células. Los linfocitos T CD4 (helper), son imprescindibles para eliminar a las bacterias intracelulares, mientras que los linfocitos T CD8 lo son para eliminar a los virus. La respuesta inmune se debe a la interacción de todos los componentes del sistema imunológico actuando en conjunto.
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE
STREPTOCOCCUS BETA HEMOLITICO
HAEMOPHYLUS INFLUENZAE
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