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domingo, 1 de febrero de 2015

EL CUERPO HUMANO


El aparato locomotor está constituido por tres componentes: el sistema óseo, el sistema articular y el sistema muscular. Estos tres sistemas se agrupan en torno de una finalidad común: el movimiento. Podemos describir entonces un complejo de palancas, formado por los huesos y las articulaciones; y un complejo motor, formado por los músculos que funcionan armónicamente.
En el organismo el conjunto de los huesos se pueden organizar esquemáticamente en dos esqueletos. El primero de ellos, el esqueleto axil sigue el eje del cuerpo y está formado por la cabeza, columna vertebral, las costillas y el esternón; y el segundo, el esqueleto apendicular se inserta en el axil y se forma por los huesos de las extremidades superiores e inferiores, con sus respectivas cinturas escapular y pélvica  El hueso es un órgano con múltiples tejidos, destacando un tipo particular de células llamadas osteocitos insertas en una matriz conectiva fibrosa calcificada. Estructuralmente se conocen dos tipos de tejido óseo: el hueso compacto o cortical , en el cual las laminillas óseas están densamente apretadas dando un aspecto macizo al hueso; y el tejido óseo esponjoso , en el que las laminillas dejan cavidades rellenas por médula ósea. Las laminillas se disponen siguiendo líneas de fuerza orientadas de tal manera que son capaces de resistir los esfuerzos a qué está sometido un hueso durante su función de soporte. Al examen macroscópico este tipo de hueso aparece como esponja. De acuerdo a su forma los huesos se han clasificado: en largos, cortos, planos e irregulares. 
Los huesos largos se ubican en el esqueleto apendicular formando palancas. En éstos se reconocen tres regiones:  los extremos o el epífisis, la zona media o diáfisis y en el punto de unión entre ambos existe, en el niño, el cartílago epifisiario responsable del crecimiento del hueso en longitud. En las epífisis, el tejido óseo esponjoso ocupa la zona central estando cubierto por una lámina de tejido óseo compacto. 
La diáfisis presenta sólo hueso compacto, dejando en su interior una cavidad medular (conducto) ocupada por médula ósea . 
En los huesos cortos la disposición del tejido óseo es muy similar a las epífisis de los huesos largos.  Estos  se ubican en manos y pies formando el carpo y tarso respectivamente. 
Los huesos planos se disponen formando cavidades que brindan protección a estructuras nobles como en el cráneo, tórax y pelvis. En estos huesos el tejido óseo esponjoso queda incluído entre dos capas de tejido óseo compacto que son llamadas, según su ubicación, tablas internas o externas. 
Los huesos irregulares, de forma caprichosa, se ubican en la base del cráneo, cara y columna vertebral. Algunos de ellos presentan casi exclusivamente hueso compacto y en otros el tejido óseo esponjoso forma un núcleo central cubierto por tejido óseo compacto . Otro elemento que debemos considerar en relación con el hueso es el periosteo, membrana conectiva ricamente inervada, que cubre la superficie del hueso  a través de la cual llega parte de la irrigación a él. Además, desde las células que forman esta estructura se diferencian osteocitos que son particularmente importantes en el crecimiento y en la cicatrización ósea. Otra fuente de irrigación de los huesos está dada por las inserciones musculares y los vasos nutricios. 
Respecto de la médula ósea podemos reconocer dos tipos: la médula ósea roja, hematopoyética formada por tejido celular a partir del cual se desarrollan los eritrocitos y leucocitos granulares, ubicada en las cavidades medulares de todos los huesos en el recién nacido reduciéndose, en el adulto, a los huesos del esqueleto axil; la médula ósea amarilla, formada por tejido celular graso que va reemplazando, en forma paulatina, a la médula ósea roja de las cavidades medulares de los huesos del esqueleto apendicular. 
De acuerdo a lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el tejido óseo es un elemento plástico que presenta constante movilización de sales minerales y material orgánico, modelable durante su crecimiento y de gran respuesta cicatrizal. 
¿Podría Ud. señalar cinco funciones del tejido óseo? 
¿Podría Ud. señalar algunos ejemplos que muestren la plasticidad del tejido óseo? 
La superficie de los huesos presenta una serie de accidentes o alteraciones en su relieve. Las elevaciones o prominencias óseas reciben el nombre genérico de apófisis. Las depresiones o defectos óseos reciben el nombre de cavidades, surcos, conductos o fosas, según su forma. 
Algunas apófisis y cavidades participan en la articulación de dos o más huesos, teniendo como característica una textura regular y lisa. En cambio, otras apófisis y cavidades prestan inserción a músculos y ligamentos, siendo su superficie irregular y áspera. 


 

 
La extremidad superior ha perdido la función de soporte corporal permanente debido a la estación bípeda adoptada por el hombre.  Como compensación ha adquirido gran movilidad, especialmente de la mano y de los dedos, hecho trascendental de la evolución de la especie humana.La extremidad superior está unida en un sólo punto al esqueleto axil, mediante una diartrosisdenominada articulación esterno-clavicular.
Se reconocen cuatro segmentos en el miembro superior: hombro, brazo, antebrazo y mano.
Hombro:
Está compuesto por dos huesos, la clavícula por ventral y la escápula u omóplato por dorsal (cintura escapular).
La clavícula, corresponde a un hueso largo,cuyo extremo medial se articula con el mango esternal y el extremo lateraldirigido hacia afuera y hacia atrás se articula con el acromion del omóplato, formándose la articulación acromio-clavicular, de tipo artrodia
La cara superior está en relación con la piel y la cara inferior con el tórax, la clavícula presta inserción por medial a los músculos esternocleidomastoideo, pectoral mayor y por lateral el músculo deltoides y trapecio. 
 
Omóplato o escápula:
hueso plano ubicado en la zona posterior del tórax, de forma triangular con un borde superior, uno interno o vertebral y otro externo o axilar.
La cara anterior es ligeramente cóncava; en la cara posterior se encuentra una gran apófisis  llamada espina del omóplato que se dirige hacia afuera terminando en el acromion, el cual se articula con la clavícula. En el borde superior del omóplato se reconoce una apófisis curvada, la apófisis coracoides donde se inserta el músculo bíceps; en la unión del borde superior y el borde externo se encuentra la cavidad glenoidea para articularse con el húmero.
Brazo:
Está formado por un solo hueso, el húmero.
El húmero es un hueso largo, en su epífisis superior o proximal se reconoce la cabeza humeral, se articula con la cavidad glenoidea del omóplato, constituyendo la articulación escápulo-humeral que corresponde a una diartrosis de tipo enartrosis; en la cara posterior de la diáfisis del húmero se encuentra un surco por donde pasa la arteria humeral y se inserta en esta zona el músculo tríceps.
En la epífisis distal o inferior se encuentran dos superficies articulares, una medial, la troclea humeral con forma de polea para articular con el cúbito y otra lateral, el cóndilo humeral, que se articula con el radio.
Antebrazo:
Se encuentra formado por dos huesos, el cúbito por medial y el radio por lateral.
Cúbito o ulna, corresponde a un hueso largo, presenta en su epífisis superior una cavidad articular que mira hacia arriba y se articula con el húmero, constituyendo la articulación húmero-cubital que es una diartrosis de tipo bisagra; hacia atrás de esta cavidad se ubica una gran apófisis llamada olecranon y hacia adelante otra apófisis más pequeña, la apófisis coronoides; hacia lateral en la epífisis proximal se encuentra otra cavidad articular más pequeña donde se ubica la cabeza del radio para formar la articulación radio-cubital superior que corresponde a una diartrosis de tipo trocoides. La epífisis inferior más o menos redondeada, llamada cabeza cubital se articula con el radio y presenta una apófisis delgada, la apófisis estiloides para inserciones de ligamentos.
Radio, corresponde a un hueso largo, en su epífisis proximal presenta la cabeza radial más o menos cilíndrica con una cara superior que se articula en el cóndilo humeral, formando la articulación húmero-radial que es una diartrosis del tipo condilea; el borde de esta cabeza se articula con el cúbito. Distal a la cabeza radial, en la cara ventral del hueso se aprecia una zona rugosa la tuberosidad bicipital donde se inserta el músculo bíceps. La epífisis distal es más ensanchada presentando una cavidad articular que mira hacia abajo y que se articula con los huesos del carpo, y una pequeña cavidad que mira hacia medial para articularse con el cúbito, constituyendo la articulación radio-cubital inferior que corresponde a una diartrosis de tipo trocoides.
Mano:
La mano está compuesta por tres segmentos: Carpo, metacarpo y dedos.
Carpo, formado por ocho huesos en dos filas de cuatro, están unidos entre sí por medio de artrodias; la primera fila del carpo se articula con el radio, formando la articulación radio-carpiana que corresponde a una articulación condilea.
Metacarpo, está formado por cinco huesos unidos al carpo por medio de artrodias con excepción de la articulación carpo-metacarpiana del pulgar, que corresponde a una diartrosis de tipo de silla de montar, lo que explica una gran movilidad del pulgar, importante en el movimiento de oposición (pinza pulgar).
Dedos, están formados por tres falanges excepto el pulgar que presenta sólo dos; la primera falange se articula con los metacarpianos, formando la articulación metacarpo-falángica, de tipo condilea; las falanges entre sí se unen por medio de diartrosis en bisagra.



Esqueleto Miembro Superior
Vista Anterior
Esqueleto Miembro Superior
Vista Posterior

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