Coordenadas: 37°36′15″N 0°58′43″O (mapa)
Muralla púnica de Cartagena | ||
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Muralla púnica de Cartagena. | ||
Ubicación | ||
País | España | |
División | Región de Murcia | |
Municipio | Cartagena | |
Localidad | Calle de San Diego | |
Coordenadas | 37°36′15″N 0°58′43″O | |
Historia | ||
Tipo | Yacimiento arqueológico | |
Uso original | Muralla defensiva | |
Estilo | Arquitectura militar púnica | |
Cultura | Cartaginesa | |
Construcción | Siglo III a. C. | |
La muralla púnica de Cartagena es un yacimiento arqueológico del siglo III a. C. situado en la ciudad de Cartagena, en la Región de Murcia. En él, se pueden contemplar el primer encintado murario de la ciudad y uno de los pocos restos de construcciones defensivas púnicas que han llegado hasta la actualidad en España. La obra de ingeniería cartaginesa fue testigo de uno de los episodios más importantes de la Antigüedad en el mar Mediterráneo: la segunda guerra púnica. Actualmente se encuentran en buen estado de conservación, gracias a la musealización del conjunto.
Historia
[editar]En el año 227 a. C. el general cartaginés Asdrúbal el Bello fundó la ciudad de Qart Hadasht, probablemente sobre un primitivo asentamiento ibérico denominado Mastia. La ciudad se ubicaba sobre una península en medio de una bahía y contaba con cinco colinas, dos de las cuales se situaban a la entrada del istmo, por lo que presentaba una situación inmejorable para la defensa militar.
Fue en este contexto, en la breve época de dominio púnico de Cartagena (227-209 a. C.), cuando se decidió reforzar la capital de los Bárcidas en Iberia con una muralla que rodease el asentamiento. La presencia de esta fortificación fue decisiva para impedir un asalto romano dirigido por los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión en 216 a. C., empezada ya la segunda guerra púnica.
Sin embargo, con la llegada del general Escipión el Africano, los muros consiguieron contener solo durante un corto tiempo al enemigo. El romano asedió la plaza por tierra y mar, y aprovechando su superioridad numérica sorteó a los defensores apostados en las murallas y conquistó Qart Hadasht tras una dura batalla, significando el principio del fin del poder cartaginés en el sur de la península ibérica
Arquitectura
[editar]La muralla sigue modelos helenísticos: está compuesta de un doble paramento paralelo de tabaire (piedra arenisca extraída de las canteras locales) que conserva una altura de más de tres metros.
Los restos de la muralla púnica que se puede contemplar hoy pertenecen justamente a los del lienzo del tramo que se extendía a la entrada del istmo, entre las cerros de San José y monte Sacro (en la Antigüedad llamados de Aletes y Baal, respectivamente). Durante las excavaciones se hallaron indicios de un incendio provocado, posiblemente durante la batalla o el saqueo que la siguió.
Actualmente los restos pueden visitarse gracias al Centro de Interpretación de la Muralla Púnica, perteneciente al consorcio turístico Cartagena Puerto de Culturas; edificio que protege sus restos y que recrea mediante la arquitectura más contemporánea el alzado original de esta construcción defensiva.
Saitabi Saiti | ||
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Ciudad | ||
Localización de Saitabi en España | ||
Coordenadas | 38°59′20″N 0°30′56″O | |
Entidad | Ciudad | |
• País | Imperio romano | |
• Provincia | Tarraconense | |
Habitantes | Íberos, romanos | |
Correspondencia actual | Xátiva ( España) | |
Saiti (en escritura íbera ) es la denominación en íbero de una ciudad de la Contestania posteriormente llamada Saitabi; en la actualidad se llama Xátiva y está situada en la comarca valenciana de La Costera.
La importancia de Saiti en la región la convirtió, junto con Ilici (el actual Elche), en el asentamiento más destacado. Prueba de ello fue el hecho de que acuñó moneda, según confirman los hallazgos encontrados en la zona.12 Se le atribuye también una próspera industria textil. Asimismo, fue el punto de partida del Camino de Aníbal, antigua ruta íbera que recorrió el general cartaginés para llegar a las costas levantinas. El recorrido unía Saiti y Kastilo (Linares, Jaén). Con la llegada de los romanos en el siglo II a. C., la ciudad pasó a llamarse Saitabi.3
Localización
[editar]Atendiendo a las excavaciones, se cree que el poblado íbero estuvo enclavado en el lugar en el que hoy se levanta el Castillo Menor de Játiva.
El Tratado del Ebro fue un acuerdo alcanzado en 226 a. C. entre la República romana y el general Asdrúbal el Bello, en representación del Estado púnico, por el que se fijaba el río Ebro (latín: Iber) como el límite entre ambas potencias en la península ibérica. Bajo los términos del tratado, Cartago no se expandiría al norte del Ebro, siempre y cuando Roma no hiciera lo propio hacia el sur.
Se desconoce la fecha exacta, pero algún tiempo después del año en que se firmó el tratado, Roma se asoció con los edetanos de Sagunto, al sur del río.1 Polibio cuenta que el general púnico Aníbal estaba buscando un pretexto para la guerra,2 de manera que tras consultar brevemente al Senado cartaginés, puso la ciudad bajo asedio durante ocho meses. El Senado romano, al enterarse del cerco, envió inmediatamente embajadas a Aníbal, y más tarde al Senado de Cartago. Inicialmente los romanos exigieron que detuviera su ataque contra uno de sus aliados, a lo que rehusaron los púnicos. El Senado cartaginés afirmó que fueron los saguntinos quienes empezaron el conflicto, y que los romanos no tenían motivo alguno para acusarles.
Los romanos fueron incapaces de acudir en socorro de Sagunto, que sucumbió en 219 a. C. Después de la caída de la ciudad, los romanos hicieron preparativos para la guerra, enviando una segunda embajada a Cartago. Sus emisarios exigieron a Cartago la entrega de Aníbal y el resto de responsables del ataque a Sagunto.3 Tito Livio relata que esta segunda embajada fue enviada simplemente como una formalidad antes de declarar oficialmente la guerra, lo que quiere decir que los romanos esperaban completamente una nueva guerra contra los cartagineses.4 Tanto Livio como Polibio hablan de la riña entre la embajada romana y el Senado púnico antes de que se hiciera la declaración de guerra.
Fue en este punto cuando el Senado cartaginés se negó a reconocer el Tratado del Ebro y a entregar a Aníbal a los romanos. Se dice que los cartagineses compararon este tratado con el realizado entre Cayo Lutacio Cátulo y Amílcar Barca en 241 a. C., argumentando que los romanos se negaron a aceptar el convenio entre los dos generales porque no había sido ratificado por su pueblo.5 Los enviados romanos descalificaron este razonamiento, y ante la incapacidad de llegar a un pacto la guerra estalló en 218 a. C. El conflicto resultante fue la conocida como segunda guerra púnica, que duró hasta 201 a. C.
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