ARUQEOLOGÍA FENICIO - PÚNICA
Necrópolis de la Punta de la Vaca | ||
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Bien de interés cultural Bien de interés cultural | ||
Ubicación | ||
País | España | |
Comunidad | Andalucía | |
Localidad | Cádiz | |
Historia | ||
Tipo | Sepultura, Sepultura, Necrópolis y Yacimiento arqueológico | |
Uso original | Necrópolis | |
Cultura | Fenicia | |
Descubrimiento y hallazgos | ||
Descubrimiento | 1887 | |
Gestión | ||
Acceso público | Destruido | |
Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-55-0000005 | |
Declaración | 31 de diciembre de 1924 | |
La necrópolis de la Punta de la Vaca es un yacimiento arqueológico ubicado en Cádiz en el que se encuentran enterramientos en cistas fenicio-púnicos. La excavación se realizó en 1887, coincidiendo con el desmonte que se realizó para la celebración de la Exposición Marítima Internacional.
Se documentó un conjunto de tres tumbas, en cuyo interior se encontraba un sarcófago antropoide masculino. La documentación que queda es escasa. Al parecer, las sepulturas que fueron saliendo a luz perdieron sus ajuares en manos de los obreros que intentaron venderlos a particulares. Fue declarado Bien de Interés Cultural, el 31 de diciembre de 1924, con la categoría de Monumento.
Tras la Explosión de Cádiz de 1947 los pocos restos que quedaban desaparecieron por completo.
Descubrimiento
[editar]En el mes de marzo de 1887 apareció el primer hipogeo de una serie de doce; las sepulturas, a cinco metros de profundidad, colocadas en dirección de levante a poniente, dos de ellas pareadas y la tercera con los pies sobre la cabeza de una de las otras.
El día 10 de marzo se descubrieron las dos primeras, encontrándose en una restos de armas de hierro, huesos labrados de animales y un esqueleto de hombre, y en la otra, un esqueleto de mujer, collar con cuentas de oro y ágatas y anillo con piedra giratoria, labrada en forma de escarabeo. El escarabeo fue un amuleto de vida y poder, con forma de escarabajo pelotero (Scarabaeus sacer egipcio), que representaba al Sol naciente, y era símbolo de la resurrección en la mitología egipcia. En vida proporcionaba protección contra el mal, visible o invisible, dando diariamente fuerza y poder. En la muerte, quien lo portaba adquiría la posibilidad de resucitar y alcanzar la vida eterna. Y por el lado plano grabada una figura de mujer de marcado carácter chipriota. También se halló un colgante de oro en forma de roseta, como si hubiera tenido un esmalte.
Sarcófago antropomorfo
[editar]Algún tiempo después de explorados estas dos tumbas, concretamente el 30 de mayo, se procedió a descubrir la tercera, que ha sido la de más importancia de cuantas han aparecido. Se guardaba en ella un sarcófago antropoide de mármol, que hoy se encuentra en el Museo de Cádiz. Apareció el sarcófago en una profundidad socavada en la roca, revestido el hueco con sillares labrados y terraplenado todo con arcilla.
El sarcófago está formado por dos grandes trozos de mármol blanco. El interior es una caja para depósito del cadáver, labrada siguiendo las ondulaciones de la cabeza y cuerpo humanos. En la tapa está labrada una figura masculina, yacente, con un tocado en forma egipcia, la barba rizada de manera simétrica, el brazo izquierdo recogido sobre el pecho y en la mano un objeto que parece un corazón. El brazo derecho tendido sobre el muslo parecía coger una corona de laurel, que estaba pintada y que desapareció totalmente. Los pies, descalzos, apoyados sobre una peana y con el dedo grueso muy separado de los demás, acusando el uso de sandalias. Aparece la estatua con los ojos abiertos y en la parte alta de la cabeza, a los pies y en los costados, tiene unos salientes para poder manejar con facilidad la pesada tapa. La figura se presenta vestida, con túnica ceñida, sin mangas, dejando al descubierto cuello, pies y brazos.
Otros enterramientos
[editar]Hasta el 31 de diciembre de 1890 no se volvieron a encontrar más enterramientos. En esta fecha, al efectuar unos desmontes para las obras del Astillero de Vea Murguía, apareció otro hipogeo con cuatro tumbas, cada una construida con doce piedras de tosca labor y sin argamasa que las uniera. Las tumbas estaban alineadas, mirando a levante y contenían restos humanos. Muy próximo se encontraron dos pozos, uno de cinco metros de profundidad por dos de diámetro y, junto a él, otro más estrecho y en comunicación a un metro del fondo, ambos cegados y con trozos de cerámica romana, parte de un ánfora, restos de una columna y un pedazo de mármol con la inscripción LYCE (ANNX) K. S. H. S..
En los días 4 y 23 de enero de 1891 se descubrieron cuatro tumbas, primero y otra después, de igual construcción que las anteriores. En abril del mismo año aparecieron nuevos sepulcros con idéntica forma y orientación, notándose en los descubiertos el día 4 que las piedras del fondo estaban colocadas en forma de cruz y los sillares revestidos de estuco blanco.
El 11 de julio apareció otro hipogeo semejante, con cuatro tumbas como las anteriores, huesos de mujer, un arete circular de cobre, una cuenta de vidrio con dibujos blancos y amarillos y un ungüentario de vidrio. El 21 de julio se dio con otros grupo de tumbas y, en ellas, huesos en mal estado de conservación y varias alhajas. En noviembre se encontraron varias tumbas iguales al del antropoide, a unos seis metros de profundidad, sobre una capa de arcilla, colocados los cadáveres con los pies hacia el oriente.
El 28 de marzo de 1892 se encontró otro hipogeo de cuatro tumbas, a 5 metros de profundidad. Las paredes interiores estucadas en blanco y un cadáver en cada tumba. Finalmente, en agosto del mismo año, a unos 100 metros de donde apareció el antropoide, se hallaron otras tres tumbas con huesos y revestimiento interior de estuco.
Los hipogeos más arcaicos de los 12 grupos son los aparecidos a 5 o 6 metros de profundidad, construidos con gruesos sillares, sin argamasa de unión y descansando sobre un lecho arcilloso. Los más modernos están a tres o cuatro metros, los sillares son más delgados, su labor menos cuidada y recubiertos de estuco blanco.
De los hipogeos, solamente quedaron restos de dos que posteriormente, en 1947, también fueron destruidos. Las piedras de los otros y los huesos y muchos de los objetos que se encontraron pasaron al Museo de Cádiz.
Tiro | ||
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco | ||
Vista del sitio arqueológico de Al-Bass. | ||
Localización | ||
País | Líbano | |
Coordenadas | 33°16′20″N 35°12′35″E | |
Datos generales | ||
Tipo | Cultural | |
Criterios | iii, vi | |
Identificación | 299 | |
Región | Estados árabes | |
Inscripción | 1984 (VIII sesión) | |
La necrópolis de Tiro está ubicada en un área denominada Al-Bass, un barrio situado al este de la antigua ciudad de Tiro, actualmente Sour, en Líbano. El sitio arqueológico está constituido por la antigua necrópolis fenicia, la necrópolis romano-bizantina, un monumental arco de triunfo, una avenida romano-bizantina, un acueducto y un circo romano. Este último, situado al sur de la necrópolis y descubierto en 1967, está considerado como uno de los más grandes de la antigüedad y fue parcialmente reconstruido posteriormente.1
Descripción
[editar]El área de la necrópolis está emplazada en la zona de Al-Bass, a dos kilómetros de la antigua isla de Tiro.2 Sus dimensiones eran considerables y ya en la época fenicia constituía uno de los principales cementerios de la ciudad.2 El área de enterramiento está constituida por dos cementerios distintos: el fenicio, situado al norte y datado de la Edad del Hierro y el de época romano-bizantina, ubicado al sur del anterior, al otro lado de la calzada bizantina. Esta disposición próxima de las necrópolis indica que la zona tuvo un uso funerario de forma continua desde el siglo X a. C.3
Necrópolis fenicia
[editar]El cementerio fenicio constituía una necrópolis de incineración, formada por fosas excavadas en la arena a una profundidad que variaba desde los 30 centímetros a un metro. En la fosa se introducía una urna cineraria con las cenizas del difunto, junto con jarros para perfume o incienso, escarabeos y diversas joyas. En ocasiones se colocaban también estelas con inscripciones conmemorativas. Los enterramientos se disponían formando parejas y el ritual fúnebre consistía en romper vasos y platos sobre la tumba. Las diferencias de riqueza de los ajuares funerarios encontrados indican los distintos niveles económicos y sociales de los fallecidos. En algunas tumbas se han encontrado vasos chipriotas o copas griegas de importación utilizados como urnas. Esta necrópolis fue utilizada durante más de 1500 años, hasta los siglos V y IV a. C.3
Necrópolis romano-bizantina
[editar]La necrópolis romano-bizantina, descubierta en 1962, está formada por unos 300 sarcófagos de piedra y mármol dispuestos a ambos lados de la avenida central. Pertenecen a las épocas de los imperios romano y bizantino45 y están datados entre los siglos II y V. Se pueden distinguir sarcófagos romanos de mármol adornados con delicados bajorrelieves, otros en forma de capilla con nichos donde se alojaban las cenizas o el cuerpo del difunto, tumbas tan grandes como pequeñas villas u otras más modestas.6 Un primer sarcófago fue exhumado en 1940 por soldados franceses destinados en Tiro, pero el conjunto de la necrópolis no fue descubierto hasta la década de 1960.7
Algunas de sus tumbas tienen inscripciones griegas con el nombre de su dueño o su profesión, como una que indica «Rico fabricante de tinte púrpura».8 La ciudad de Tiro era conocida por la producción de un pigmento especial de color púrpura conocido como púrpura de Tiro, que en muchas culturas antiguas era usado exclusivamente por la monarquía.9 Otros sarcófagos están ornamentados con bajorrelieves escultóricos que representan escenas de la vida de Aquiles extraídas de la Ilíada de Homero,7 en especial el pasaje en el que el rey Príamo de Troya ofrece a Aquiles valiosos presentes para recuperar el cuerpo de su hijo Héctor. El rescate de Héctor era uno de los temas favoritos del arte funerario de la época, lo cual muestra que la noción de supervivencia del alma estaba arraigada en la mente de los griegos y romanos.10 La mayoría de las tumbas fueron saqueadas en la antigüedad, bien fuese para robar el mobiliario funerario que contenían o simplemente para ser reutilizadas.611 Algunos de los sarcófagos se exponen actualmente en el Museo Nacional de Beirut.7
En la zona se ubica una capilla funeraria que pertenece al siglo VI y está constituida por un pequeño patio con una fuente y una cámara semicircular con pavimento de mármol. La fuente sepulcral está precedida por un pequeño patio pavimentado con mosaico. Este complejo funerario está formado por diversos nichos y estanques. El difunto fue enterrado detrás de la fuente, al sur de la cual se ubican unas termas con mosaicos. Al otro lado de la calzada bizantina se aprecia una tumba en forma de torre datada del siglo II.7 En el área se hallaron además numerosos objetos como vasijas funerarias, estelas con inscripciones y joyas.4
Conservación
[editar]A raíz del estallido de la guerra civil en 1974 el sito permaneció desprotegido durante años, siendo usado como puesto militar o campo de refugiados. En 1988, la Unesco inició una Campaña Internacional para la protección de Tiro, que no fue efectiva hasta 1991, año en que finalizó la guerra.1 En ese mismo año se encontró el cementerio fenicio durante unas excavaciones clandestinas, que fue datado en el I milenio a. C.4 La importancia de esta ciudad histórica y sus monumentos fue destacada en 1979 cuando la Unesco declaró Tiro como Patrimonio de la Humanidad.4
El 26 de septiembre de 2003, el embajador estadounidense Vincent M. Battle y el ministro de Cultura libanés Ghazi Aridi firmaron un acuerdo mediante el cual el gobierno de los Estados Unidos se comprometía a aportar 30 640 dólares destinados a la conservación del sitio.1213
La integridad del yacimiento quedó amenazada durante la guerra del Líbano de 2006 tras el bombardeo de un edificio cercano. En septiembre de ese mismo año, un equipo de expertos realizó un análisis en el cual se determinó que parte de los frescos de una cueva funeraria romana habían sufrido un daño prolongado. Este hecho, unido a la notable falta de mantenimiento del sitio, es la principal amenaza del yacimiento.
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