ALEJANDRO MAGNO .-
EL NACIMIENTO DE ALEJANDRO II. Acababa Filipo de tomar a Potidea cuando a un tiempo recibió tres noticias: que había vencido a los ilirios en una gran batalla por medio de Parmenión; que en los juegos olímpicos había vencido con caballo de montar, y que había nacido Alejandro. Estaba regocijado con ellas como era natural y los adivinos acrecentaron todavía más su alegría, manifestándole que niño nacido entre tres victorias sería invencible. | |
IV. LA REPRESENTACIÓN DE ALEJANDRO Las estatuas que con más exactitud representan la imagen de su cuerpo son las de Lisipo, que era el único por quien quería ser retratado; porque este artista figuró con la mayor viveza aquella ligera inclinación del cuello al lado izquierdo y aquella flexibilidad de ojos que con tanto cuidado procuraron imitar después muchos de sus sucesores y de sus amigos. Apeles, al pintarle con el rayo, no imitó bien el color, porque lo hizo más moreno y encendido, siendo blanco, según dicen, con una blancura sonrosada, principalmente en el pecho y en el rostro. Su cutis expiraba fragancia y su boca y su carne toda despedían el mejor olor: el que penetraba su ropa, si hemos de creer lo que leemos en los Comentarios de Aristoxeno. La causa podía ser la complexión de su cuerpo, que era ardiente y fogosa, porque el buen olor nace de la cocción de los humores por medio del calor, según opinión de Teofrasto; por lo cual los lugares secos y ardientes de la tierra son los que producen en mayor cantidad los más suaves aromas; y es que el sol disipa la humedad de la superficie de los cuerpos, que es la materia de toda corrupción; y a Alejandro lo ardiente de su complexión lo hizo, según parece, bebedor y de grandes alientos. Siendo todavía muy joven se manifestó ya su continencia, pues con ser para todo lo demás arrojado y vehemente, en cuanto a los placeres corporales era poco sensible y los usaba con gran sobriedad; cuando su ambición mostró desde luego una osadía y una magnanimidad superiores a sus años. Porque no toda gloria le agradaba, ni todos los principios de ella como a Filipo, que cual si fuera un sofista, hacia gala de saber hablar elegantemente, y que grababa en sus monedas las victorias que en Olimpia había alcanzado en carro; sino que a los deudos de su familia, que le hicieron proposición de si quería aspirar al premio en el estadio (porque era sumamente ligero para la carrera), les respondió que sólo en el caso de tener reyes por contendedores. En general parece que era muy indiferente a toda especie de combates atléticos, pues que costeando muchos certámenes de trágicos, de flautistas, de citaristas y aun de los rapsodistas o recitadores de las poesías de Homero, y dando simulacros de cacerías de todo género y juegos de esgrima, jamás de su voluntad propuso premio del pugilato o del pancracio. |
Sus educadores Tuvo que recibir y obsequiar, hallándose ausente Filipo, a unos embajadores que vinieron de parte del rey de Persia, y se les hizo tan amigo con su buen trato y con no hacerles ninguna pregunta de muchacho, o que pudiera parecer frívola, sino sobre la distancia de unos lugares a otros, sobre el modo de viajar, sobre el rey mismo, y cuál era su disposición para con los enemigos, y cuál la fuerza y poder de los persas, que se quedaron admirados y no tuvieron en nada la célebre sagacidad de Filipo, comparada con los conatos y pensamientos elevados del hijo. Cuantas veces venía noticia de que Filipo había tomado alguna ciudad ilustre o había vencido en alguna memorable batalla, no se mostraba alegre al oírla, sino que solía decir a los de su edad: "¿Será posible, amigos, que mi padre se anticipe a tomarlo todo y no nos deje a nosotros nada brillante y glorioso en que podamos acreditarnos?", pues que no codiciando placeres ni riquezas, sino sólo virtud y gloria, le parecía que cuanto más le dejara ganado su padre, menos le quedaría a él que vencer; y creyendo por lo mismo que en cuanto se aumentaba el Estado, en otro tanto decrecían sus hazañas, lo que deseaba era no riquezas, ni regalos ni placeres, |
El llamado "Sarcofago de Alejandro". |
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