viernes, 4 de julio de 2014

MORFOLOGÍA DE LOS HONGOS


Micorrizas Vesículo-Arbusculares (MVA) o Arbusculares (MA)

Las micorrizas vesiculo-arbusculares, MVA: son asociaciones, donde hongos del grupo Zigomicotina, orden Glomales, se caracterizan por la producción de arbúsculos, hifas y vesículas dentro de la raíz. Las esporas se forman en el suelo o en la raíz. Estas asociaciones se definen por la presencia de arbúsculos.
Aproximadamente el 95% de las especies de plantas vasculares pertenecen a familias con estas micorrizas. Las raíces muy jóvenes y las lignificadas no son infectadas, pues el parénquima cortical debe estar diferenciado pero no senescente.
En esta situación la hifa del hongo penetra en las células radicales, no forma estructuras externas, y la presencia de la micorriza no se observa a simple vista. Solamente al microscopio, seccionando las raíces, ya que en el interior de las células radicales se observan las estructuras características: los arbúsculos , las vesículas y el micelio cenocítico inter e intracelular.
Es interesante destacar las relaciones simbióticas de hongos con especies de los géneros Cistus o Helianthemum, en sus estadios juveniles son endomicorrícicas, y al estado adulto forman ectomicorrícicas.
Las MVA participan activamente en la rizosfera, en las fases dinámicas de los pastizales, matorrales y bosques, donde contribuyen al equilibrio de los ecosistemas. 

Forma, distribución, función
Estas asociaciones son mas numerosas que las ECM pues infectan a la mayoría de las fanerógamas, al menos que la asociación este inhibida.
Están ampliamente difundidas en todo el mundo y se han adaptado a diversos habitats. Por ejemplo se observó que cambian las poblaciones de hongos cuando un ecosistema se transforma en monocultivo o sufre otras modificaciones.
Las micorrizas forman parte del manejo integrado del suelo y las plagas, así tambien en los materiales micropropagados utilizados en el área de la biotecnología vegetal (Azcon y Barea, 1997).
Las MVA son consideradas en la actualidad a nivel mundial como biofertilizantes, bioprotectores y bioreguladores para la mayoría de cultivos. 
Imagen 1: Representación esquemática de la estructura de las MVA


Observación microscópica de MVA
Se observan las vesículas, círculos negros, en el interior de la raíz, colonizada por Cigaspora sp



La mayor parte de las MVA se observan en los primeros 20 cm del perfil del suelo aunque se podrían encontrar a profundidades de hasta 100 cm.
Existe una relación negativa entre la presencia de pelos radicales y formación de micorrizas. Las especies con muchos pelos radicales como las gramíneas, no son tan dependientes de las micorrizas para la nutrición, como lo son las leguminosas de raíces pivotantes.
Se calcula que el 80% de las 225.000 especies de plantas actuales forman asociaciones simbióticas. En contraste con la diversidad de plantas solo participan de la colonización unas 150 especies de hongos del orden Glomales. Esto permite concluir que los MVA tienen poca o ninguna especificidad y los factores que permiten el establecimiento de la simbiosis no dependen del genotipo de la planta hospedante.
Es decir por ej. que una especie de hongo puede infectar plantas de distintas especies. Sin embargo una vez que la planta es colonizada, la especie del hongo que produjo la infección, tiende a predominar en la planta. Se ha comprobado que muchas plantas, desarrolladas en el suelo, pueden ser colonizadas por distintas hongos a pesar que sea la misma planta. Por esta razón la mayoría de los inoculantes contienen casi una decena de distintas especies de hongos.
La diversidad de hongos MVA no ha sido investigada intensivamente, aunque se ha encontrado que la presencia de micorrizas esta directamente relacionada con la diversidad florística y los ciclos del carbono y fósforo en comunidades naturales.
Los hospedantes de las MVA, son las principales familias de plantas cultivas principalmente las gramíneas y leguminosas. Se observaron en cultivos muy variados como maíz, maní, trigo, manzanos, papas, porotos, café, caña de azúcar, roble, fresno.
La vegetación natural, donde la mayor parte de las plantas de las comunidades forman micorrizas, permite incorporar elementos nutritivos al suelo. Las interacciones entre los hongos micorrícicos y las plantas son muy abundantes en la naturaleza.
La morfología externa de las raíces casi no se modifica, por ello durante mucho tiempo su estudio fue limitado.

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