martes, 8 de julio de 2014

CONQUISTAS DE ALEJANDRO MAGNO


ALEJANDRO MAGNO .-

De Partia a la India
En la región sudoriental del mar Caspio y en el área irania fueron sometidos diversos pueblos, así como los territorios de Partia. Marchó entonces Alejandro hacia Oriente, conquistando sucesivamente Aria, Drangiana y Aracosia, donde se detuvo en la primavera del año 329 a.C. antes de atravesar el Paropámiso y la cordillera del Hindu Kush. Sin que las imponentes alturas supusieran un obstáculo, llegó a Bactriana, el refugio del usurpador, que, sin embargo, se había dado a la fuga. Siguiéndole con tenaz empeño por el territorio de Sogdiana, Beso fue finalmente capturado y ejecutado.
Infatigable en su afán de conquista, Alejandro continuó con su ejército en Sogdiana, tomando la capital, Maracanda (Samarcanda). Una revuelta surgida en esta ciudad, encabezada por Espitámenes, fue sofocada con prontitud, con la consiguiente muerte del insurrecto. Se alcanzaba así el límite del Imperio persa en el río Yaxartes. Sin embargo, la búsqueda de un confín natural explica su posterior campaña en la India, en la región del río Indo, concretamente en la conocida como de los "cinco ríos" (Punjab).

Relieve del sarcófago de Alejandro Magno
En la primavera del año 326 a.C., llegó a las riberas del Indo, granjeándose pronto el apoyo del rey Taxiles y de otros príncipes de la región del río Hidaspes, incluso en su enfrentamiento con el rey Poros, que dominaba la región que quedaba comprendida entre el Hidaspes y el río Acesines. Finalmente alcanzó el río Hifasis, el más oriental de todos, obteniendo de esta forma la sumisión de la región. Disuadido, ante la negativa del ejército, de seguir avanzando hacia el este, y tras convertir este curso fluvial en el límite oriental del imperio, emprendió el regreso.
En la región del Hidaspes, donde se detuvo el ejército en el invierno de 325 a.C. para construir una flota, se produjo el enfrentamiento con los malios, en el que Alejandro resultó gravemente herido por una flecha. En el verano del mismo año se emprendió el retorno, dividiendo el ejército con el fin de seguir un doble itinerario, uno por tierra, a lo largo de la costa y bajo el mando de Alejandro, y otro por mar, con la flota construida para la expedición a través del océano Índico y del golfo Pérsico, dirigido por Nearco.
En el itinerario seguido por Alejandro, destaca su enconado empeño de atravesar el desierto de Gedrosia (Beluchistán), emulando al propio Ciro, pero con un elevado coste en vidas entre las filas de su ejército. En la primavera del año 324 a.C. llegaba a Susa, dirigiéndose durante el verano a la ciudad de Opis y llegando en el invierno del mismo año, por fin, a Babilonia, convertida en capital de su efímero imperio. Desde allí se afanaba en sus planes para preparar una amplia expedición de conquista a Arabia, que quedó truncada por su prematura muerte el 13 de junio del año 323 a.C., provocada por la fiebre, acaso originada por anteriores y crónicas afecciones nunca curadas.

En dos años (334-332 a.C.) conquistó Asia Menor, Siria y Egipto. Allí los sacerdotes del dios Amón le revelaron que era hijo de ese dios, lo hicieron sucesor de los faraones y Alejandro fundó la ciudad de Alejandría. A continuación conquistó Mesopotamia, el Irán y el territorio oriental del Imperio Persa y llegó hasta la India después de una larga campaña militar (331-324  a.C.).



Alejandro respetó las leyes, las costumbres y la religión de los pueblos que conquistaba. Mantuvo la división en satrapías del imperio persa y colocó a funcionarios de su confianza en lugar de los sátrapas persas. Alejandro, además de ser uno de los mayores genios militares de la historia, fue un gran organizador; se proponía unir en un solo pueblo a los griegos y a los bárbaros. Para dar el ejemplo, él mismo se casó con una princesa persa e hizo que sus oficiales también se casen con mujeres persas.
Alejandro no llegó a completar todos sus proyectos, pues lo sorprendió la muerte cuando apenas con 33 años de edad (323 a.C.). Sin embargo, con sus conquistas permitió el encuentro de dos mundos totalmente distintos como lo eran los griegos y los pueblos bárbaros asiáticos y eso tuvo enormes consecuencias en la Historia, que veremos más adelante.
 
 
 
 
 
 

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