La Luz
- En la pintura la luz es también un elemento fingido, hay que representarla, frente a la escultura o la Arquitectura, donde es real. La luz en la pintura puede ser de varios tipos: natural diurna (fig. 15: Las hilanderas de Velázquez) o nocturna (fig. 16: Noche estrellada de Van Gogh), o artificial (fig. 17: Comedores de patatas de Van Gogh).
- La luz está íntimamente relacionada con el modo de representar el espacio y el volumen a través de la evolución de los diferentes estilos pictóricos: durante el Románico encontramos una luminosidad uniforme, sin sombras, ante la ausencia de modelado y perspectiva en la pintura plana de este estilo (fig. 18: Pantócrator del ábside de San Clemente de Tahull); a partir del Gótico se emplea para resaltar los volúmenes, envolviendo las formas mediante el modelado (fig. 19: La Anunciación de Simone Martini); en las composiciones con perspectiva lineal del Renacimiento la luz es clara y los contrastes lumínicos entre luces y sombras no son muy acentuados (fig. 20: Virgen con el Niño, santos y Federico de Montefeltro de Piero Della Francesca); con el tenebrismo del Barroco aparecen las dramáticas composiciones de fondos oscuros contrastados, con la luminosidad procedente de un foco situado fuera del lienzo que se centra en las figuras (fig. 21: Muerte de la Virgen de Caravaggio); con la perspectiva aérea los matices entre la luz y la sombra se consiguen mediante la aplicación de distintas tonalidades del color (fig. 22: La Rendición de Breda de Velázquez); los impresionistas desarrollarán de una forma magistral una técnica adecuada para la captación de la luz, llegando a realizar largas series de un mismo motivo con la finalidad de captar sus diferentes matices bajo condiciones lumínicas distintas o cambiantes (fig. 23: Le Moulin de la Galette de Renoir); y, por último, en las Vanguardias Artísticas, se experimentará con ella más libremente, desde distintos puntos de vista, desde su descomposición racional en el Cubismo (fig. 24: Hombre con guitarra de Braque), hasta caminar de nuevo hacia una pintura plana en la que la luz vuelve a no jugar un papel decisivo (fig. 25: Composición VIII de Kandinsky).
2.5. El Color
- Es el elemento fundamental de la pintura y para conseguirlo la mayoría de los procedimientos consisten en añadir un elemento denominado aglutinante al pigmento o color en polvo.
- En pintura hablamos de colores primarios, que son los tres colores fundamentales, el amarillo, el rojo y el azul, y de colores secundarios, que se consiguen mezclando dos primarios, son el anaranjado (amarillo y rojo), el violeta (azul y rojo) y el verde (azul y amarillo). Por otra parte comentar que son colores complementarios cada secundario con el primario que no entra en su composición: del anaranjado el azul, del violeta el amarillo y del verde el rojo (fig. 26: Teoría de los colores).
- También debemos distinguir entre la gama cálida de colores, que son el amarillo, el naranja, el rojo, etc., y que tienen la propiedad de expandir la luz, dando la sensación de avanzar hacia el espectador, por lo que se suelen utilizar en los primeros planos para acentuar la perspectiva, y la gama fría, el violeta, el azul, el verde, etc., que absorben la luz, dando la sensación de alejarse de quien los observa, por lo que se utilizan, generalmente, en los últimos planos en perspectiva (fig. 27: Habitación del pintor en Arlés de Van Gogh; y fig. 28: San Andrés y San Francisco de El Greco).
- Además de estas características hay que tener en cuenta y comentar, cuando analizamos un cuadro, cómo se aplica el color, la pincelada (fig. 29: Juramento de los Horacios de David; y fig. 30: Impresión. Sol naciente de Monet), si ésta es uniforme, espesa, nerviosa, etc.
2.6. La Composición
- Entendemos por composición la forma de ordenar las figuras en el plano, pudiéndose fundamentar en la forma, la luz y el color:
- Cuando la composición está basada en las formas se crean esquemas expresados por medio de figuras geométricas, como el de simetría (fig. 31: Bodegón de cacharros de Zurbarán), donde todo se ordena en dos mitades con arreglo a un eje central, el piramidal (fig. 32: La Madonna del cuello largo de Parmigianino), el diagonal (fig. 33: El lavatorio de los pies de Tintoretto), el circular (fig. 34: La Danza de Matisse), etc.
- La composición basada en la luz consiste en que mediante la luz, iluminando por igual todas las partes del cuadro o destacando fuertemente algunas figuras, se organiza la distribución de las figuras en la pintura (fig. 35: La Virgen de las rocas por Leonardo da Vinci).
- La composición basada en el color (fig. 36: La Bacanal de Tiziano), con sus diferentes tonos o manchas cromáticas se pueden lograr composiciones planas o conseguir otros efectos, como estabilidad, dinamismo, lejanía, proximidad, etc.
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