miércoles, 25 de diciembre de 2013

GEOGRAFÍA E HISTORIA - 1º ESO






LA HISPANIA ROMANA .-




TEMA 13. HISPANIA.




Hispania fue el nombre dado por los fenicios a la península Ibérica y posteriormente utilizado por los romanos.



1. HISPANIA ANTES DE LOS ROMANOS.



La llegada de pueblos indoeuropeos y el contacto posterior con los pueblos colonizadores (fenicios, griegos y cartagineses) dio lugar a la aparición en la península Ibérica de dos grandes áreas étnicas y culturales diferentes: celtas e iberos.



 Los celtas eran un conjunto de pueblos (astures, cántabros, vascones, carpetanos…) de procedencia indoeuropea que llegan a la Península probablemente en oleadas desde el año 1000 a.C. y ocupaban las regiones del Centro, Oeste y Norte de la Península. Se dedicaban a la ganadería, agricultura y conocían la metalurgia del hierro. Trabajaban la cerámica, el tejido de la lana y fabricaban instrumentos y armas de hierro y bronce. Pese a todo, su economía era muy elemental. No parece que conocieran la moneda y tampoco los intercambios comerciales, es decir; eran pueblos autosuficientes. Desconocían la escritura y su arte era muy rudimentario. Vivían en pequeños poblados (castros) y se agrupaban en clanes, formando tribus, que ocupaban un territorio.



 Los iberos, también un conjunto de pueblos, para algunos de procedencia mediterránea/africana y para otros indoeuropeos, llegan a la Península en tiempo similar a los celtas. Ocupan las tierras del Este y Sur peninsular. Estos pueblos mantuvieron contactos e influencias de los colonizadores. Su economía se basaba en la agricultura (especialmente mediterránea: cereales, vid, olivo y legumbres), ganadería, conocían la metalurgia y elaboraban tejidos, mantenían relaciones comerciales con otros pueblos, acuñaban moneda y tenían escritura propia. Se organizaban en pequeños reinos gobernados por reyezuelos. Su arte, al estar en contacto con los pueblos colonizadores (especialmente fenicios y griegos) llega a tener una gran perfección técnica y un gran parecido al de ellos. Las damas de Elche y Baza son un claro ejemplo. La cerámica era también de gran calidad.





 Los colonizadores de la península Ibérica fueron los fenicios, griegos y cartagineses, y todos ellos estaban interesados por nuestra riqueza minera. Los fenicios, fueron los primeros en llegar- antes del siglo VIII a. C.-, procedían del actual Líbano y crearon numerosas colonias, entre las que sobresalen Cádiz (Gadir) y Málaga (Malaca). Los griegos, llegaron después, entre el siglo VIII y VII a.C., fundaron numerosas colonias y establecieron un próspero comercio. Sin embargo, a partir del siglo VI a. C., Cartago, una colonia fenicia que se había convertido en la gran potencia comercial del Mediterráneo Occidental, sustituyó a los fenicios en su expansión y dificultó desde su base militar en Ibiza (Ebussus) el comercio griego. Más adelante, en el siglo III a. C., los cartagineses decidieron conquistar militarmente el Sur peninsular. Lo que provocará con el tiempo un enfrentamiento con Roma (Guerras Púnicas) dispuesta a dominar el Mediterráneo.



Mapa de la página 209. Los pueblos iberos y celtas.









































2. HISPANIA ROMANA: LA CONQUISTA.



 Las Guerras entre Roma y Cartago por el dominio del Mediterráneo Occidental (Guerras Púnicas) fueron el origen de la ocupación romana de la península Ibérica. Los cartagineses ya poseían colonias en la costa peninsular, de donde obtenían metales, tributos y buenos soldados. Así que decidieron conquistar el Sudeste peninsular (Amílcar Barca en 238 a. C. desembarca en Gadir) fundando Cartago Nova (Cartagena), que se convirtió en su capital. Posteriormente, en el año 220, Aníbal (hijo de Amílcar Barca) aprovechando la mala relación con Roma decide su conquista atravesando los Pirineos y los Alpes. En este avance ataca la ciudad de Sagundo que era aliada y protegida de los romanos. Dos buenas razones para que los romanos en el año 218 a.C. inicien una guerra que sólo durará doce años ( 218- 202 a.C.) y que terminará con la victoria sobre los cartagineses y el dominio de la costa mediterránea.



 La conquista romana de la península Ibérica, la podemos dividir en cuatro fases. 1ª fase (218-202 a.C). Dominan la costa mediterránea y vencen a los cartagineses. 2ª fase (202- 154 a.C). Los romanos inician la conquista de la zona Oriental de la Península donde no encuentran resistencia por parte de los iberos. 3ª fase (154- 133 a. C). Se caracterizó por las guerras contra los pueblos de la Meseta, que ofrecieron mayor resistencia. En esta fase sobresalen Viriato y la toma de Numancia. 4ª fase (29- 19 a.C). Ya en época del emperador Augusto se sometió a los pueblos del Norte: galaicos, astures, cántabros y vascones, dándose por finalizada la conquista de la península Ibérica.



Mapa de la página 211. La conquista de Hispania.































3. HISPANIA: PROVINCIA ROMANA.



En tiempos de Augusto se establecieron tres provincias en Hispania: Tarraconensis, Baetica y Lusitania. Después en el siglo III d. C. en época del emperador Diocleciano se volvió a dividir en más provincias.



Mapa de la página 212. Las provincias de Hispania.



Los romanos integraron la economía de Hispania en la del Imperio Romano y la organizaron según sus propios intereses. La producción agrícola (trigo, aceite y vino fundamentalmente) aumentó considerablemente, debido a que los romanos introdujeron avances como el arado, el uso de abonos y el barbecho. La actividad artesanal y la minería, en la que trabajaban esclavos, también tuvieron un gran desarrollo.



Las ciudades de Hispania estaban unidas entre sí y con el resto del Imperio por una extensa red de calzadas, entre las que sobresalían: la Vía Augusta (que partiendo de Andalucía atravesaba los Pirineos y llegaba a Roma) y la Vía de la Plata (que unía Mérida- Emerita Augusta- con Astorga –Asturica Augusta).



Los romanos fueron buenos constructores y en España conservamos todavía gran número de ejemplos: acueductos, teatros, anfiteatros, murallas, calzadas, puentes, etc. También se conservan restos de mosaicos que adornaban casas, abundantes esculturas. Pero sobre todo, la integración de Hispania en la cultura romana supuso la adopción de elementos culturales (lengua, leyes, religión, arte, etc.) que conocemos como romanización. El proceso fue largo y significó la asimilación por parte de los pueblos indígenas de todo lo que era y se hacia en el Imperio Romano. Hasta el punto qué, de aquí salieron escritores como Séneca, Marcial o Quintiliano; también emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio.



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