jueves, 10 de julio de 2014

BATALLAS DE LA ANTIGUEDAD


Batalla de Campos Cataláunicos

LOS HUNOS Y ATILA
 
Jordanes cuenta que los hunos desciendían de espíritus malignos de los pantanos. Aparecían, mataban, destruían, saqueaban y desaparecían. No se les podía parar y tampoco se podía predecir su siguiente paso, de forma que era imposible evitarles. Además de con el factor sorpresa, por tanto, contaban también con el terror psicológico. Leyendas sobre su comportamiento bárbaro. Quizá eso alimentara el rumor de su origen.
Sin embargo, el pensamiento general hoy día (aunque no por eso definitivo) sobre la ascendencia de los hunos es que forman parte de un grupo antecesor de los mongoles, descendiente de los hsiung-nu (noten el parecido semántico y fonético con huno). Si ese fuera el caso, serían grupos de tribus nómadas expulsados de China por la dinastía Han.
 
Lo que es seguro es que provenían de las estepas asiáticas y fueron capaces de vencer a los pueblos bárbaros que rodeaban al imperio romano, hasta el punto en que Roma nota la presión de los hunos. Se sabe que hasta en algún momento antes de convertirse definitivamente en una fuerza hostil a Roma habían actuado como foederati, es decir, federados, aliados que controlaban las fronteras del imperio.
 
Hay una razón principal que explica su éxito bélico: su velocidad. Y no es de extrañar si conocemos sus dos puntos fuertes, sus dos armas. El arco reflejo, un trozo de madera doblado al revés que los arcos normales, tratado de manera casi secreta y sujetado con huesos. Permitía una gran movilidad, ya que generaba una grandísima potencia con un estiramiento corto, lo que les permitía tirar desde su caballo, su segunda arma.
 
La historia de emigración de los hunos los había convertido en excelentes jinetes. Se dice incluso que dormían a caballo. Ese animal era además la base de su economía, ya que les proporcionaba carne y leche, pero era especialmente adecuado para la guerra, ya que los guerreros contaban con la ventaja militar que proporciona ser jinete. Podían atacar y huir rápidamente.
 
Es en el 376 cuando aparecen las primeras leyendas y rumores sobre esta tribu. Las guarniciones de las fronteras cercanas al Danubio oían sobre migraciones exteriores que empujaban a tribus hacia el Oeste, y en su marcha, chocaban con otras. Así de desesperada era la situación para estos pueblos. De todos lados llegaban rumores sobre un pueblo inmune a las necesidades humanas, que se bebía la sangre de sus caballos, que guardaba la carne cruda bajo sus monturas para que se ablandara, que vestía con pieles de animales, rechazaba vivir bajo techo, con un lenguaje tosco y gutural. Se piensa que es debido a su migración el que los germanos luchen contra Roma en 378.
 
Sus lluvias de flechas detenían las líneas enemigas, que huyendo en desbandada eran atrapadas y aplastadas por la caballería huna. La verdad es que resulta difícil explicar la historia de este pueblo, pues su condición de nómadas no les permite dejar huellas culturales, además de que sus costumbres sociales no dejaban lugar para semejantes cosas, típico factor de tribus poco o nada civilizadas, en principio.
 
Atila nace en 406. Tras la muerte de su padre, Mundzuk, él y su hermano, Bleda, se unen a su tío, Rugila. En 422 sellan la paz con el emperador Teodosio II, que accede a devolver tribus renegadas de los hunos (tribus que han ayudado a recuperar Roma de las manos de los Vándalos), y a pagar un tributo anual a los hunos de 160 Kg. de oro. Tres años después, gracias a Aecio, se unen al imperio como foederati para luchar en la guerra civil. Además, Aecio les cede el territorio que hoy es Hungría (de hecho, la ciudad de los hunos era Hunu-guri; pese a todo, en Hungría se niega la ascendencia huna). La paz sin embargo no es duradera.
 
En 432 Rugila unifica las tribus hunas. Éste sin embargo muere dos años después, en 434, por causas desconocidas, dejando como heredero a Bleda, hermano de Atila. Aquí comienza una campaña de los dos hermanos, que acaba agrandando el imperio.  Su territorio llegaba desde el centro de Europa hasta las estepas asiáticas, y desde el Danubio hasta el mar Báltico.
 
 
Mapa con la extensión geográfica del imperio huno
 
 
En un momento no muy preciso, a mediados de la década de 440, muere Bleda (hecho con trasfondo bastante debatido por los historiadores) dejando a Atila como único rey.
 
Antes mencionábamos la negativa de Hungría a considerarse una nación descendiente de los hunos. No es de extrañar, ya que durante siglos la historia Europea ha considerado a Atila como modelo de la crueldad total. El historiador Prisco, contemporáneo de Atila, la fuente de la que bebe Jordanes,  nos dice que “Atila es un hombre nacido para hacer temblar a las razas de la humanidad”. Marcelino dice que “Atila redujo al polvo a casi toda Europa”. Y aún hoy es conocida la frase sobre su caballo, pues “por donde pisaba no crecía la hierba” (recuerdo como para recordar la frase con un amigo decíamos que el caballo se pisaba los huevos, xD; perdón, si no lo decía explotaba).

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