martes, 8 de julio de 2014

CONQUISTAS DE ALEJANDRO MAGNO


ALEJANDRO MAGNO .-

COMPOSICIÓN DEL EJÉRCITO DE ALEJANDRO Componíase su ejército, según los que dicen menos, de treinta mil hombres de infantería y cinco mil de caballería; y los que más le dan hasta treinta y cuatro mil infantes y cuatro mil caballos; y para todo esto dice Aristóbulo que no tenía más fondos que setenta talentos, y Duris que sólo contaba con víveres para treinta días; mas Onesícrito refiere que había tomado a crédito doscientos talentos.
Alejandro y Bucéfalo
 


Pues con todo de haber empezado con tan pequeños y escasos medios, antes de embarcarse se informó del estado que tenían las cosas de sus amigos, distribuyendo entre ellos a uno un campo, a otro un terreno y a otro la renta de un caserío o de un puerto.
Cuando ya había gastado y aplicado se puede decir todos los bienes y rentas de la corona, le preguntó Pérdicas: "Y para ti, oh Rey, ¿qué es lo que dejas?"
Como le contestase que las esperanzas, "¿pues y nosotros —repuso— no participaremos también de ellas los que hemos de acompañarte a la guerra?".
Y renunciando Pérdicas la parte que le había asignado, algunos de los demás amigos hicieron otro tanto; pero a los que tomaron las suyas o las reclamaron, se las entregó con largueza; y con este repartimiento concluyó con casi todo lo que tenía en Macedonia.

ALEJANDRO EN TROYA BUSCA A AQUILES
Dispuesto y prevenido de esta manera, pasó el Helesponto, y bajando a tierra en Ilión, hizo sacrificio a Minerva y libaciones a los héroes.
Ungió largamente la columna erigida a Aquiles, y corriendo desnudo con sus amigos alrededor de ella según es costumbre, la coronó, llamando a éste bienaventurado porque en vida tuvo un amigo fiel y después de su muerte un gran poeta. Cuando andaba recorriendo la ciudad y viendo lo que había de notable en ella, le preguntó uno si quería ver la lira de Paris, y él respondió que ésta nada le importaba y la que buscaba era la de Aquiles, con la que cantaba este héroe los grandes y gloriosos hechos de los varones esforzados.

-ALEJANDRO ATRAVIESA EL GRANICO FRENTE A SU CABALLERÍA

BATALLA DEL RIO GRÁNICO
En esto, los generales de Darío habían reunido muchas fuerzas, y como las tuviesen ordenadas para impedir el paso del Gránico, debía tenerse por indispensable el dar una batalla para abrirse la puerta del Asia, si se había de entrar y dominar en ella; pero más temían la profundidad del río y la desigualdad y aspereza de la orilla opuesta, a la que se había de subir peleando; y a algunos los detenía también cierta superstición relativa al mes, por cuanto en el Daisio era costumbre de los reyes de Macedonia no obrar con el ejército; pero a esto ocurrió Alejandro mandando que se contara otra vez el mes Artemisio.
Oponíase de otro lado Parmenión a que se trabara combate, por estar ya adelantada la tarde; pero diciendo Alejandro que se avergonzaría el Helesponto si habiéndole pasado temieran al Gránico, se arrojó al agua con trece hileras de caballería, y marchando contra los dardos enemigos y contra sitios escarpados defendidos con gente armada y con caballería, arrebatado y cubierto en cierta manera de la corriente, parecía que más era aquello arrojo de furor y locura que resolución de un buen caudillo. Mas él seguía empeñado en el paso, y llegando a hacer pie con trabajo y dificultad en lugares húmedos y resbaladizos por el barro, le fue preciso pelear al punto en desorden y cada uno separado contra los que les cargaban, antes que pudieran tomar formación los que iban pasando; porque les acometían con grande algazara, oponiendo caballos a caballos y empleando las lanzas, y cuando éstas se rompían, las espadas. Hiriéndose muchos contra él mismo, porque se hacía notar en la adarga y en el penacho del morrión que caía por uno y otro lado, formando como dos alas maravillosas en su blancura y en su magnitud; y habiéndole arrojado un dardo que le acertó en el remate de la coraza, no quedó herido.

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