viernes, 8 de agosto de 2014

ARTE DE LA ANTÍGUA CHINA


ARTE CHINO .-

Todo lo esencial del arte chino se halla ya contenido en las manifestaciones artísticas del período Han que va desde el siglo II a.C. al año 220 de nuestra era. Apunta la pintura de retrato; la escultura produce figuritas -sobre todo, en bronce- que revelan una inteligente captación del dinamismo de las actitudes; en las paredes de algunas cámaras funerarias se recortan, grabadas en relieve plano sobre fondo punteado al cincel, siluetas humanas (a veces personajes que forman parte de movidas escenas multitudinarias) o símbolos, como los de los puntos cardinales: el Tigre blanco del Oeste, el Dragón verde del Este, el Pájaro rojo del Sur, el Guerrero negro del Norte, que también simbolizan, respectivamente, el Otoño, la Primavera, el Verano, el Invierno. Un gran adelanto denotan también la cerámica, recubierta de barniz plumbífero, y la ornamentación lacada. Algunas piezas de jade, como, por ejemplo, el célebre caballo verde del Victoria and Albert Museum, de Londres, son obras maestras que muestran simultáneamente un asombroso dominio técnico y la conquista total de una voluntad de estilo. Nada se conserva de la arquitectura del período Han, fuera de la disposición propia de la tumba monumental, destinada a perpetuarse a través de los siglos; la precedía ya el “camino de los muertos”, bordeado por grandes esculturas de animales. En China se da la paradoja de que quedan muy pocos edificios antiguos. No se conserva nada de la época del Panteón de Roma ni de la de Santa Sofía de Constantinopla, y quedan poquísimas construcciones contemporáneas de la catedral de Burgos. Sin embargo, de los pequeños modelos hallados en los sepulcros se puede colegir cómo eran las casas: con muros ligeramente ensanchados por su base, amplias aberturas (a modo de ventanales) sostenidas por pilastras o columnas de leño provistas de zapatas, techumbres en saledizo recubiertas de tejas con remates en forma de pájaros u otros animales decorativos. Es ya la típica casa china.
arte en china
Tings de bronce de la dinastía Chang (Royal Ontario Museum, Toronto). Con una antigüedad que va aproximadamente de 1400 a 1100a.C, estas piezas con dos asas presentan una decoración incisa de estilo geométrico.

Arte en China


China es un vasto país que vivió durante largo tiempo sin contactos con el mundo occidental, ni con el sur asiático, y algunos de los valores que exaltó en su humanismo difieren bastante de los occidentales. Esto contribuye a acrecentar el interés que esta civilización ofrece, no sólo desde el punto de vista de la historia del pensamiento, sino también desde el de la historia de las actividades artísticas.
Este aislamiento se prolongó hasta que en primer lugar las conquistas del emperador Han Wuti, entre los años 121 y 102 a.C, y después, entre los años 74 y 102, las del general Pan Tchao, contribuyendo a prolongar a través del Pamir la Ruta de la Seda, permitieron un enlace permanente con Persia y la India. Esta comunicación había de significar, en su día, un aflujo de influencias artísticas persas, y desde luego facilitó la penetración de la estatuaria del budismo.
El arte chino cuenta también con una prolongada prehistoria. Los hallazgos de mayor antigüedad, realizados en Yang-chao, en el norte del Honan, datan de una época que cabe situar entre los siglos XIX y XVII a.C. y han proporcionado una cerámica con decoración pintada geométrica, además de cuchillos de hueso o sílex y hachas de jade. Contemporánea a ello, o poco posterior, es la cerámica encontrada en la región de Panchan, en Kansu, con espléndida ornamentación policroma de espirales, volutas y losanges.
Ninguna relación ofrecen estas vasijas de Panchan con las blancas, de muy refinada forma y con adorno hecho a molde (zonas de grecas), que han proporcionado las excavaciones de la región de Anyang, correspondientes a la segunda de las dinastías semimíticas, la de los Shang (unos 1.500 años a.C).

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