ARTE AFRICANO .-
LOS LUBA: HISTORIA Y ARTE
Los Luba son un pueblo de la familia lingüística bantú, que habita en el sudeste de la República del Zaire. Los Luba están divididos en diversas tribus, que sobrepasan en conjunto el medio millón de individuos.
A mediados del s.XVI constituyeron un reino de tipo feudal en cuya corte se desarrolló un arte singularmente refinado, que ha llegado hasta nuestros días: figuras para el culto a los antepasados, máscaras, taburetes sostenidos por cariátides (mujeres arrodilladas), copas, etc.
Por lo que respecta a la economía, en la actualidad la región es casi autosuficiente gracias a sus ricas minas de diamantes. Destacar que su economía no ha padecido la hiperinflación desenfrenada del resto del país cosa que ha hecho que esto sea la ventaja principal para esta región.
El imperio Luba se caracterizaba por la existencia de una autoridad central, al que se denominaba mulopwe (rey), que copiando de los colonizadores europeos, se revistió de un carácter sagrado .
Su religión, tradicionalmente se ha basado en el culto a los antepasados, pero con la llegada de los belgas y la dominación política de éstos, gran parte de la gente Luba se pasó al cristianismo.
LOS ZULU
Los Zulu son una etnia africana de aproximadamente 11 millones de personas que viven principalmente en la provincia natal de KwaZulu, en SudAfrica.
Su lengua, isiZulu, es un derivado de la lengua Bantu; concretamente, parte del subgrupo de Nguni.
El reino de Zulu jugó un papel muy importante en la historia de Sud-Africa durante el siglo XIX. Durante el proceso de segmentación o separación (APARTHEID) de Sud-Africa (se llevo a cabo sobre los años 1941 y 1991), los miembros de la etnia Zulu fueron clasificados como ciudadanos de segunda clase y por ello fueron gravemente discriminados. Hoy en día, ellos son una de las etnias más numerosas del país, y tienen los mismos derechos que cualquier otro habitante de Sud-Africa.
Los Zulus fueron originariamente un clar minoritario proviniente de donde actualmente están las tierras de la provincia natal de KwaZulu, fundada en el año 1709 por Zulu Kantombhela. En el lenguaje de los Zulu, Zulu significa cielo. En este punto, el área fué ocupada por muchas tribus pequeñas y clanes Nguni (también llamadas imzi). Las tribus Nguni habían migrado de la costa este de Africa hacía miles de años, probablemente llegando a la actual Sud-Africa sobre el año 800 a.C.
LOS BWA: HISTORIA Y ARTE
En su último libro sobre los pueblos del Alto Volta (1987), Cristopher Roy subraya la distinción entre los bwa y los bobo, que pese a mantener ciertos rasgos comunes, como la ausencia de un sistema centralizado y el culto a Do, no descienden del mismo antepasado. Con ciento veinticinco mil miembros en Mali y ciento setenta y cinco mil individuos en Burkina Fasso, los Bwa están rodeados por los Bambara al norte, los bobo al oeste, los marka dafing al este y los gurunsi y los lobi al sur. Están divididos en castas endogámicas: agricultores, hereros y griots. La agricultura está asegurada por el trabajo masculino, ya que las mujeres sólo realizan labores complementarias de forma episódica. Los griots trabajan el algodón, realizando el tejido y el tintado. Al igual que los herreros, cultivan algunos campos propios, pero esta actividad resulta marginal. El herrero es también el enterrador local y se encarga de excavar los pozos. También es el hombre de contacto con la tierra: es decir, posee un papel relevante como mediador en caso de conflicto, es un intermediario con el mundo sobrenatural. El griot tiene una función social primordial en las celebraciones públicas.
Los bwa carecían de una organización política centralizada y cada pueblo estaba dirigido por un consejo que agrupaba a los hombres de más edad de cada linaje.
Los bwa carecían de una organización política centralizada y cada pueblo estaba dirigido por un consejo que agrupaba a los hombres de más edad de cada linaje.
A partir del Siglo XVIII, los bwa sufrieron las agresiones del cercano imperio bamana y tras el derrumbamiento de éste, las del imperio peul de obeciencia musulmana. Estas incursiones suponían la ruina de las poblaciones, el pillaje de las cosechas y la esclavitud. La llegada de los franceses en 1897 puso fin a los conflictos entre los diferentes imperios. Como los franceses basaban su control en el paíse en el apoyo de los reyes en ejercicio, no cesó la dominación de los bwa. Una vez consolidada su autoridad, los franceses derrocaron a los reyes e impusieron su propia organización. Los impuestos, la imposición del cultivo del algodón y el final de los campos comunales condujeron a una revuelta entre 1914 y 1916 que aniquiló casi por completo al pueblo bwa.
La vida espiritual de los bwa se basa en el culto a Do y a los antepasados fundadores de los clanes. Do interviene en los rituales agrícolas y en los funerales. Los bwa poseen la noción de un Dios llamado Difini, creador del mundo y de los hombres, a quienes abandonó dejándoles su hijo Do. Según la leyenda bwa, Difini había sido herido por una mujer que machacaba el mijo con su mazo. Do representa el bosque y las fuerzas nutricias, fuente de vida de las plantas y los campos. Aparece simbolizado por medio de un rombo de hierro denominado alive o linyisa. El hombre que lo sostiene produce un sonido vibrante al hacerlo girar sobre su cabeza. Se conserva en una vasija en tierra puesta en las lindes del bosque y los campos de cultivo. Una leyenda mitológica bwa narra los encuentros de sus antepasados con seres como la hiena, la serpiente y el enano que han tenido un papel decisiva en sus vidas.
El jefe religiosos labie, primogénitco del fundador del pueblo, es el señor de la tierra. Los lugareños confeccionan máscaras con hojas que encarnan a Do. Sólo se encuentran máscaras de madera entre los bwa del sur, los nieguegue (\"los escarificados\"), que llevan marcas muy elaboradas sobre el cuerpo. Dichas máscaras representan animales: antílopes, jabalíes, el búfalo salvaje, el mono, el cocodrilo, la serpiente, el pez, el pájaro, el insecto y algunos seres humanos y espíritus del bosque que toman formas sobrenaturales. La máscara se lleva sobre el rostro, sujeta por una cuerda gruesa que el danzante sostiene en la boca. Coronada con una tabla con dibujos geométricos pintados de vivos colores, la máscara lleva el nombre del animal personificado y sólo se distingue por la forma de los cuernos, el hocico y los ojos saltones, siendo el resto igual en todas las máscaras. Una de éstas, el hombo sólo la llevan los herreros y representa al gallo con \"su pico en rombo\" y la cresta redondeada que corona su cabeza. Hombo es el espíritu que protege a los herreros. Se cuenta que tras sacrificar a dos niños, los herreros de un pueblo sólo pudieron escapar de sus perseguidores gracias al espíritu de Hombo, que les ayudó a cruzar un pantano. Cada año se conmemora este acontecimiento con la exhibición pública de muchos gallos.
Algunas máscaras abstractas se presentan en forma de tabla, apareciendo en la base una cara lisa, redonda u ovalada, adormanda en la parte superior con motivos geométricos y especialmente en forma de damero pintado de blanco y negro. El danzante mira a través de la boca hueca; los ojos son dos grandes círculos concéntricos.
Al suroeste y al noroeste, los bwa viven en las proximidades de los bobo y poseen máscaras casi idénticas. Como sucede con los bobo, los ritos de purificación tienen lugar al final de la estación seca: se preparan las máscaras en el bosque por la mañana temprano. El danzante vestido como la encarnación Do ya no puede hablar, por ser la palabra atributo de los hombres. \"La comunidad humana se reintroduce en el ciclo de la naturaleza y de este modo renueva sus fuerzas, a semejanza de la vegetación que renace cada año\" (Capro, 1957, citado por Roy).
Las máscaras de madera están reservadas para la familia y el clan y su utilización en el culto de Do es bastante reciente. A veces sucede que los partidarios de las máscaras de hojas y los adeptos a las máscaras de madera se enfrenten entre sí porque los primeros reprochan a los segundos el traicionar la tradicion. Las máscaras participan en los entierros, en los finales del luto y en la fase de iniciación, pero las actuales rivalidades entre clanes ya no favorecen la cohesión social que garantizaban las máscaras. Estas máscaras de tablas están habitadas por fuerzas sobrenaturales que actúan en beneficio de los clanes que las poseen. Los motivos representan símbolos relacionados con Do y con la historia del clan. Los bwa utilizan el mismo tipo de objetos de adivinación que los nunuma y los winiama: esculpen estatuillas, cañas de adivinación con el extremo curvado. Los adivinos utilizan brazaletes de cobre o de latón adornados con figurillas erguidas que representan a los espíritus. También se encuentran estos elementos en la mayoría de las etnias de Burkina Fasso.
Las máscaras de madera están reservadas para la familia y el clan y su utilización en el culto de Do es bastante reciente. A veces sucede que los partidarios de las máscaras de hojas y los adeptos a las máscaras de madera se enfrenten entre sí porque los primeros reprochan a los segundos el traicionar la tradicion. Las máscaras participan en los entierros, en los finales del luto y en la fase de iniciación, pero las actuales rivalidades entre clanes ya no favorecen la cohesión social que garantizaban las máscaras. Estas máscaras de tablas están habitadas por fuerzas sobrenaturales que actúan en beneficio de los clanes que las poseen. Los motivos representan símbolos relacionados con Do y con la historia del clan. Los bwa utilizan el mismo tipo de objetos de adivinación que los nunuma y los winiama: esculpen estatuillas, cañas de adivinación con el extremo curvado. Los adivinos utilizan brazaletes de cobre o de latón adornados con figurillas erguidas que representan a los espíritus. También se encuentran estos elementos en la mayoría de las etnias de Burkina Fasso.
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