domingo, 10 de agosto de 2014

ARTE DE LA ANTÍGUA INDIA


ARTE DE LA INDIA .-

  1. Historia y Arte de los Mauryas


  1. Los Antecedentes
    La India emerge muy lentamente en la historia por la casi total ausencia de fuentes tanto internas como externas. Sólo con la captura por parte de los persas aqueménidas de las regiones del extremo noroeste del subcontinente y su incorporación como satrapías de su imperio se filtran al occidente algunas noticias del país las cuales recoge Heródoto en su “Historia” (430-426 aC). Más tarde, Alejandro, siguiendo la huella de los persas, aborda los confines de la India y sus lugartenientes agregan un testimonio directo aunque no siempre fidedigno que perdura de manera fragmentaria en las obras de los autores clásicos. Información más substancial proporcionan las fuentes budistas que afirman la existencia de 16 estados mayores (maha-janapadas) y multitud de otros menores en la mitad norte del país a mediados del primer milenio aC. La mayoría se repartía el valle del Ganges, otros ocupaban el área centro-occidental y dos el noroeste, en los confines del Indo. La monarquía era la forma de gobierno usual, pero muchos de los estados más pequeños, conservando resabios de una organización tribal, estaban regidos por asambleas de notables, encabezadas por un jefe, pudiendo categorizarse como repúblicas oligárquicas. El estado de Magadha ocupando el sur del actual Bihar en una posición ideal para dominar el transporte de mercaderías sobre el Ganges oriental y con acceso a los yacimientos de Chota Nagpur, proveedores de hierro para herramientas y armas más efectivas, terminó por absorber a sus rivales. La historia de Magadha es oscura, pero sabemos que su política expansionista continuó con la dinastía Nanda cuyo fundador Mahapadma, coronado en 343 aC, era inusualmente un śudra, es decir un miembro de la última de las cuatro grandes divisiones socio-religiosas. Los Nandas lograron en su corta existencia llenar los cofres del erario, gracias al eficiente cobro de impuestos, lo que les permitió financiar un formidable ejército, instrumento de su hegemonía sobre territorios cada vez mas dilatados y sustento de una ambición imperial que sólo el golpe de estado dirigido por Candragupta Maurya en 321 aC pudo frustrar.
    En este tiempo, la aldea es todavía la unidad básica de una sociedad eminentemente agrícola sustentada, sobre todo, por el alto rendimiento del cultivo del arroz. Se afianza, sin embargo, una nueva etapa de urbanización, dos mil años después que una primera, la del valle del Indo, se había eclipsado y caído en el olvido. Todavía conocemos poco de estas ciudades incipientes, aparte de su hábito de rodearse de grandes murallas construidas con ladrillos de barro o ladrillos cocidos y, ocasionalmente, con bloques de piedra. El tráfico de mercancías por el Ganges (ver mapa a continuación) era de una importancia crucial para el comercio, conectándose la vía fluvial con la marítima en Tamralipti (Tamluk), puerto de la costa de Bengala adonde llegaban barcos de cabotaje provenientes del sur del país y de Sri Lanka. En el oeste, el puerto de Bharuch (Bhrigukaccha) en el golfo de Cambay proporcionaba una salida hacia el Mar Arábigo, mientras que Taxila, capital de Gandhara, controlaba la ruta terrestre hacia Irán y el Asia Central. Los crecientes intercambios impulsaron la acuñación de las primeras monedas, “grabadas con punzón” en una sola cara, a partir del siglo V aC, con diseños que permitían distinguir la proveniencia. En este período se forman, asimismo, las primeras corporaciones de artesanos y muchos oficios se hacen hereditarios sentando las bases del sistema de castas.


  1. El Imperio Maurya
    Una nueva era se inició cuando los Nandas de Magadha fueron derrocados por un tal Candragupta Maurya (c. 321-297 aC) inaugurando así una de las más famosas dinastías de la India antigua. Puede afirmarse que con los Mauryas comienza, de verdad, la historia de la India pues por primera vez contamos con documentos escritos autóctonos. Al mismo tiempo, aparecen los primeros monumentos y obras de arte. El nuevo soberano consolidó la toma nominal del poder mediante campañas militares en el norte y centro del país incorporando a sus dominios el Panjab, todo el valle del Ganges y Orissa para fundar, de hecho, el primer “imperio” del subcontinente. Su mayor empresa de política exterior fue enfrentarse al heredero de Alejandro en Asia, uno de sus generales que con el nombre de Seleuco Nicator I gobernaba el ex imperio persa. La potencia seléucida carecía, sin embargo, de los recursos humanos y militares necesarios para controlar un área tan extensa y ante unos Mauryas en ascenso debió ceder las tierras situadas al sur y al este del Hindu Kush a Candragupta mediante un tratado firmado en el 305 aC. El nuevo status quo fue cimentado por un regalo de 500 elefantes de guerra por parte de Candragupta, por una alianza matrimonial y por intercambio de embajadores. 
  La capital de los Mauryas era Pataliputra (moderna Patna) situada a orillas del Ganges, en la región de Magadha, centro político (aunque no geográfico) del imperio. Se trataba de una ciudad relativamente nueva fundada hacía poco más de un siglo por Ajatasatru, un rey local, como un mero fuerte. En ella se instaló el griego Megástenes, embajador seléucida ante los Mauryas, quien escribió una descripción de la India en la que incluyó no pocos datos sobre su organización social y política. Su obra, intitulada “Índica”, no sobrevivió íntegra el paso del tiempo, pero perdura como epítome en la obra de Arriano y de otros autores clásicos constituyendo una de las principales fuentes para el conocimiento de este período. El griego comenta que la ciudad: 

  1. “Tiene la forma de un paralelogramo y está cercada por un muro de madera con troneras para descargar flechas. Posee, además, un foso para defensa y para recibir las aguas servidas”. 

  1. “Se extiende con sus barrios habitados hasta una longitud máxima de 80 estadios (c. 14,5 km) y su anchura es de 15 estadios (c. 2,7 km) estando rodeada por un foso de 600 pies (183 m) de ancho y 30 cúbitos (13,7 m) de profundidad. Su muralla está coronada con 570 torres y se abre por 64 puertas”.

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