sábado, 9 de agosto de 2014
ARTE DE LA ANTÍGUA INDIA
ARTE DE LA INDIA .-
Período mongol Tomb of Akbar India , Agra, India print from allposters.com, click here El Islam llegó al norte de la India en el siglo XII y una dinastía Persa, la de los mongoles, accedió al poder cuatro siglos después. Se inicia así el período mongol en el que recibe un gran impulso la pintura y la arquitectura del norte de la India. En efecto, los tres emperadores mongoles, Akbar (1556-1605), Jahanangir (1605-27) y Shah Jahan (1627-58) fueron grandes mecenas de las artes. Akbar aceptaba en su corte tanto a los musulmanes como a los hindúes y le gustaba rodearse de arquitectos, poetas, filósofos y pintores. Los artistas, en su mayoría eran hindúes, y trabajaban bajo las órdenes de maestros persas. Akbar toleraba también el cristianismo y recibió en 1579 a misioneros jesuitas, ejerciendo también el arte cristiano alguna influencia marginal en la producción artística de la época.
Durante el reinado Jahangir, el sucesor de Akbar, las miniaturas tuvieron su época dorada y alcanzaron un alto grado de realismo. Y su hijo Saha Jahan le asignó un notable impulso a la arquitectura cuya obra cumbre es uno de los más bellos y famosos edificios de la India, el Taj Mahal, un mausoleo de mármol blanco construído en honor a su esposa favorita Mumtaz Mahal que muriera al dar a luz a su cuarto hijo. Aurangzeb, hijo de Sahah Jahan, era intolerante con los cultos diferentes al Islam así como también con las prácticas artísticas en general. Encarceló a su padre en la fortaleza de Agra, se enemistó con los aliados locales y deterioró las relaciones con Persia. De esta forma, inició la decadencia del imperio Mongol hasta que en el año 1739 el tirano persa Nadir Shah saqueó Delhi. Por esa época el estilo mongol se había vuelto algo sentimental. En efecto, predominaban como temáticas las escenas de claros de luna, príncipes y damas reclinados en los lechos escuchando música. Simultáneamente, en el sur, escuelas musulmanas florecían en la pintura.
Aparecieron otros centros artísticos en el Rajasthán así como en las colinas del Punjab, impulsados por mecenas y gobernantes locales. Los temas favoritos eran los dioses Krishna y Visnú. A Krishna se le representaba a menudo en compañía de su favorita, Radha, la mujer-vaca, con la piel del cuerpo en tonos azulados, y coronado con plumas de pavo real y guirnaldas de flores. En el Rajasthán floreció también la arquitectura con la construcción de fuertes, palacios y ciudades. De estas últimas, la de Jaipur fue completamente remodelada a principios del siglo XVIII por el soberano Jai Singh, famoso por los observatorios de piedra que hizo construir en Jaipur y Delhi. La última muestra floreciente del arte pictórico puramente hindú fue la escuela pahari que se desarrolló en los estados montañosos del Punjab, cerca del Himalaya, desde el siglo XVI y hasta el siglo XIX. A partir de los últimos años del siglo XVIII, la influencia de Europa en la India se hizo tan creciente que el mecenazgo artístico de los gobernantes empezó a declinar. Los funcionarios de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, encargaron a los artistas indios pinturas sobre nuevos temas, desde la historia natural y el comercio hasta la ejecución de retratos. Es la llamada pintura de la compañía.
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