miércoles, 13 de agosto de 2014

ARTE DE AFRICA ANTÍGUA


ARTE AFRICANO .-

LOS PENDE: HISTORIA Y ARTE

Los pende llegaron a la región del Kwango, en el norte de Angola, a finales del siglo XVIII y mantuvieron estrechos vínculos con los lunda. Los trescientos mil pende se dividen en numerosos grupos territoriales; los dos más importantes se encuentran en Kwilu y el Kasai. No tenían gobierno centralizado, formaban una sesentena de pequeños reinos de distinta dimensión, que incluían varios clanes, a la cabeza de los cuales se encontraba un jefe cuya función principal, de carácter religioso, era mediar entre los antepasados mvumbi, fuente de la fecundidad y la fertilidad. Aunque se trata de una sociedad matrilineal, el estado de escultor se transmite de padre a hijo.
Máscara etnia pende
A los antepasados se les honra sobre todo durante la fiesta con máscaras delminganji en los santuarios situados en las chozas de los jefes o en el linde del bosque: son pequeños edificios cuadrados rodeados de empalizadas y con techos inclinados. Algunas veces encima del techo hay una estatua de la esposa del jefe como símbolo de la fertilidad y subraya la importancia de la mujer. Las puertas, pilares y postes de estas chozas suelen llevar tallas en altorrelieve, con máscaras y figuras de antepasados. Los pende también fabrican objetos rituales o útiles como sillas, taburetes, bastones de mando, máscaras en miniatura, flautas, cuernos, silbatos, tambores, armas, copas, morteros, e instrumentos de adivinación. 
La estatutaria concede especial importancia a la expresión de la cara, aunque las máscaras siguen siendo los objetos más interesantes. Encontramos dos estilos principales: el del oeste, del Kwilu, es más conocido por su máscara mbuya con la frente abombada, la boca vuelta hacia abajo, los párpados pesados, la línea de las cejas continua sobre la frente y la expresión sombría y taciturna. El estilo del estado Kasai es más geométrico y coloreado: las máscaras están adornadas con triángulos rojo y negro sobre un fondo de tierra de Siena, y los ojos a menudo son estrechos y saltones.


Las mijanji, o máscaras de poder, representan a los antepasados; las mbuya o máscaras de poblado tienen más que ver con los tipos humanos como el jefe, el adivina, el epiléptico de boca retorcida, el loco o el hombre en trance, la viuda, el enamorado y el verdugo. En total una veintena de caracteres y siete máscaras de poder aparecen sucesivamente en las ceremonias como la fiesta de la plantación del mijo, la mukanda o ritual de circuncisión y de iniciación, y en la entronización de un jefe. En otro tiempo, con ocasión de esta ceremonia, el phumbu o asesino salía a matar al primer extranjero que encontrara para colocar su cráneo en lo alto de la choza de la jefatura. La máscara mbuya tenía que divertir al público, por lo que es más realista y expresiva que la miganji, más abstracta y que consiste en una plancha triangular que forma la cara coronada por cuernos o unas protuberancias parecidas a espadas. La mbuya expresa los valores de la sociedad pende; funciona como agente satirizando las desviaciones de este ideal. El traje era de rafia, de tejido europeo o de hojas. La máscara miganji, por el contrario, suscita miedo y respeto, está enteramente hecha de rafia, cubre todo el cuerpo y luce ojos saltones en la frente. Sale del bosque en compañía de músicos, tamborileros y cantantes: Lambuya aparece al final de los ritos de circuncisión y la miganji se manifiesta al final del día, bailando en la pradera alrededor del poblado para que sólo se vea visible de lejos. Al final de la fiesta, los jóvenes circuncisos se reúnen en el bosque para desvelar la máscara. Tiene entonces derecho a tocar dichas máscaras y los distintos objetos rituales.

La giphogo, a la que sólo se conoce en el Kasai, es una máscara-yelmo que representa al jefe. Cubre los hombros de su portador, luce una ancha barba horizontal adornada con dibujos geométricos; la nariz prominente forma un ángulo recto en relación a la cara, sostiene un abanico en cada mano y lleva una piel de mono atada en lo alto del peinado. Forma parte del tesoro del jefe (kifumu) y su ausencia puede traer la desgracia.


Los pende tiene fama también por sus colgantes de marfil llamados ikhoko. Son amuletos protectores, versiones en miniatura de las máscaras mbuya: de ojos y bocas triangulares, aletas de la nariz muy visibles, la frente marcada por una linea en relieve, el peinado en punta, a veces llegan largas barbas. Suelen estar fabricados con marfil, diente de hipopótamo, madera o en un material muy duro, el grano de muhafu. Los colgantes de metal, estaño o plomo reducen ejemplares de marfil o madera. El ikhoko lo llevan los hombres y es el símbolo de status y prestigio. El joven circunciso que lo recibe lo conservará hasta su muerte para trasmitirlo a continuación a otro miembro de la familia. 
Los pende gozan de buena reputación entre sus vecinos: los kuba afirman haber aprendido de ellos el arte de la cerámica; los tshokwe, por su parte, les atribuyen la invención de la fundición de minerales y los primeros hornos.

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