jueves, 14 de enero de 2021

GUERRAS EN LA EDAD MEDIA

 SIGLO XV

Las guerras italianas, también conocidas como las Grandes Guerras Italianas y las Guerras de Italia, fueron una serie de conflictos sucedidos entre 1494 y 1559 que implicaron, en distintas ocasiones, a los principales Estados de la Europa OccidentalFranciaCorona de CastillaCorona de AragónSacro Imperio Romano GermánicoInglaterra, la República de Venecia, los Estados Pontificios y la mayoría de las ciudades-estado italianas, así como también el Imperio otomano.

Inicialmente se trató de una disputa dinástica acerca de los derechos hereditarios de Francia sobre el Ducado de Milán y el Reino de Sicilia Citerior, pero las guerras se convirtieron rápidamente en luchas territoriales y de poder entre los distintos participantes, que estuvieron marcadas por juegos de alianzas, contra-alianzas y frecuentes traiciones.


Guerras italianas
Allegorie du regne de Charles Quint 16th century.jpg
Carlos I de España entroniza sobre sus enemigos derrotados (de izquierda a derecha): Solimán I, el papa Clemente VIIFrancisco I de FranciaGuillermo V de CléverisJuan Federico I de Sajonia y Felipe I de Hesse
Fecha1494-1559
LugarPrincipalmente en la península itálica
ResultadoVictoria de los Habsburgo
ConsecuenciasPaz de Cateau-Cambrésis
Beligerantes
Banner of the Holy Roman Emperor (after 1400).svg Sacro Imperio Romano Germánico
Flag of Cross of Burgundy.svg Monarquía Hispánica
Flag of England.svg Inglaterra (1496-1526; 1542-1559)
Ciudades-estado italianas
Pavillon royal de la France.svg Reino de Francia
Flag of England.svg Inglaterra (1526-1528)
Fictitious Ottoman flag 2.svg Imperio otomano (desde 1536)
Ciudades-estado italianas
Figuras políticas
boder Maximiliano
Flag of Cross of Burgundy.svg boder Carlos I
boder Fernando I
Flag of Cross of Burgundy.svg Felipe II
Flag of England.svg Enrique VIII
Flag of England.svg María I
Bandera de Francia Carlos VIII
Bandera de Francia Luis XII
Bandera de Francia Francisco I
Bandera de Francia Enrique II
Fictitious Ottoman flag 2.svg Solimán I
Fuerzas en combate
Flag of Cross of Burgundy.svg 52 000 (1503)1
boder 40 000 (1525)1
Bandera de Francia 54 000 (1494)1
Bajas
300 000-400 000 muertos y desaparecidos

Preludio[editar]

Italia a la muerte de Fernando I de Nápoles (1494).

La península itálica había sufrido durante la Edad Media numerosos y constantes conflictos entre las diversas entidades políticas que ocupaban su territorio.

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIV, aunque frágil, se alcanzó cierta estabilidad. En el norte, el Tratado de Lodi (4 de abril de 1454) puso fin a las Guerras de Lombardía y trajo la paz para el desarrollo de los posteriores y florecientes gobiernos de Cosme y Lorenzo de Médicis en Florencia. En el sur, la Casa de Aragón, que reinaba en Sicilia Ulterior (desde 1282), Cerdeña (1323) y Sicilia Citerior(1442), mantenía su hegemonía e integridad apoyada en la fuerza disuasoria que le confería su potente armada.

Sicilia Citerior, por cuya disputa se iniciaron las Guerras de Italia, pertenecía a Aragón desde 1442 que Alfonso V el Magnánimo se la arrebató a Renato de Anjou. Desde entonces estaba regido por monarcas de la dinastía aragonesa, lo que en la práctica lo convertía en un protectorado del rey de Aragón. Además era feudatario del Papa.

Conflictos[editar]

Primera Guerra italiana (1494-1498)[editar]

Creyendo haber neutralizado a Fernando el Católico mediante el tratado de Barcelona (1493), tras la muerte de Fernando I de Sicilia Citerior (1494Carlos VIII de Francia intenta obtener para sí, esgrimiendo su parentesco con Renato de Anjou, la soberanía de ese reino. Al no acceder el papa Alejandro VI a coronarle, decide satisfacer sus pretensiones manu militari: En una rápida campaña, en la que sólo Venecia y el Papado se le oponen, sus ejércitos recorren toda la península italiana y ocupan Nápoles.

En abril de 1495 se forma la llamada Liga de Venecia (MilánVenecia, el Sacro Imperio Romano GermánicoEspaña y los Estados Pontificios) para combatir contra el invasor.

La batalla de Fornovo (6 de julio de 1495) concluyó sin un vencedor militar claro, pero tras ella Carlos VIII tuvo que evacuar sus tropas del norte de Italia. En el sur, con inferioridad numérica y procurando por ello evitar un gran enfrentamiento a campo abierto con ellos, el Gran Capitán consiguió no ser expulsado de la península por los franceses. Sin embargo, en contra de su criterio, su superior Fernando II de Nápoles le obligó a presentar batalla junto a él en Seminara (28 de junio de 1495), donde fueron vencidos por Bérault Stuart d'Aubigny.

Los españoles siguieron resistiendo y tras recibir refuerzos pasaron a la ofensiva y tomaron varias plazas fuertes al norte de la posición que ocupaba Stuart con el grueso de su ejército. Mientras tanto Ferrandino, valiéndose de una insurrección popular, consiguió acorralar a Gilberto de Montpensier en dos castillos de Nápoles, y después expulsarlo de la ciudad. Fernando el Católico abrió otro frente en los Pirineos con Francia, para que esta desviara soldados y recursos hacia allá. La victoria del Gran Capitán en Cosenza estrechó aún más el cerco sobre Montpensier, que acantonó sus hombres en Atella. Los aliados tomaron la fortaleza en julio de 1496, y Francia quedó a partir de entonces en clara desventaja.

Los últimos episodios militares notables de la guerra fueron las conquistas españolas de Roccaguglielma y Diano, en 1497. El 4 de agosto de 1498 Fernando el Católico firmó con Luis XII, el sucesor de Carlos VIII, el Tratado de Marcoussis, concluyendo así definitivamente el conflicto.

Guerra italiana de 1499-1501[editar]

Señoríos italianos en 1499

El nuevo rey francés, Luis XII, siguiendo la política de su antecesor, siguió reclamando para sí el ducado de Milán y el reino de Nápoles. Con la intención de ocupar el norte de Italia por la vía militar pactó alianzas con la república de Venecia, a la que ofreció a cambio de su ayuda Cremona, y con Alejandro VI y su hijo César Borgia, a quienes ofreció territorios en la Romaña. En agosto de 1499 un ejército francés cruzó los Alpes y marchó sobre el Milanesado, bajo el gobierno del duque Ludovico Sforza. Ante la superioridad militar francesa, este abandonó Milán, que fue ocupado por Gian Giacomo Trivulzio al mando de las tropas de Luis XII.

Sforza buscó la ayuda de los turcos del sultán Bayaceto (enfrentado ya desde antes con Venecia), y reclutó un ejército de mercenarios suizos con los que en enero consiguió recuperar las principales ciudades del ducado, pero en abril fue traicionado por los soldados suizos en Novara, siendo apresado al igual que su hermano Ascanio.

César Borgia, mientras tanto, tomó ImolaForliRíminiPésaro y Faenza, en la Romaña, ante la pasividad o la prudencia de los pequeños estados vecinos, temerosos del enfrentamiento contra la coalición franco-veneciana-papal.

Guerra de Nápoles (1501-1504)[editar]

Conquistado el norte de la península y antes de atacar Sicilia Citerior, Luis XII buscó la alianza con la única potencia militar capaz de frenar su avance hacia el sur: en noviembre de 1500 firmó con Fernando II de Aragón el tratado de Granada, por el que ambos acordaban dividirse el reino de Sicilia Citerior: el sur quedaría para la corona de Aragón, anexándose a Sicilia Ulterior, y el norte para Francia, formándose el Reino de Nápoles. En marzo de 1501 las tropas de Gonzalo Fernández de Córdoba ocuparon Calabria y Apulia, y en el verano siguiente los franceses avanzaron desde el norte y tras tomar Génova conquistaron el Abruzzo y Campania. El rey Federico de Sicilia Citerior, sin dinero ni ejército tras la guerra anterior, fue incapaz de contener el avance de ambos contendientes; en octubre fue depuesto y su reino dividido.

Pronto surgieron entre Francia y España los desacuerdos sobre los términos de la partición: la posesión de las provincias centrales de Sicilia Citerior no había sido especificada en el tratado de Granada. En los enfrentamientos armados que se siguieron, las tropas del Gran Capitán derrotaron contundentemente a las francesas a lo largo de 1503 en las batallas de RuvoSeminaraCeriñola y Garellano.

En 1504 Luis XII cedió el Reino de Nápoles a Fernando de Aragón mediante el tratado de Lyon. Nápoles absorbió todo el territorio que había sido de Sicilia Citerior antes de su partición, y permaneció bajo soberanía española hasta 1707.

Guerra de la Liga de Cambrai (1508-1516)[editar]

Cambios territoriales entre 1495 y 1535

El papa Julio II formó la Liga de Cambrai en 1508, cuyo objetivo era frenar la expansión territorial de la República de Venecia. Estaba formada por Francia, el Papado, España y el Sacro Imperio Romano. Aunque la Liga destruyó gran parte del ejército veneciano en la batalla de Agnadello en 1509, no logró la captura de Padua. En 1510 la Liga se derrumbó y Julio declaró la guerra a Francia, aliándose con Venecia. Después de un año de combates, se formó una Liga Santa contra los franceses, que logró expulsar a estos de Italia. En 1512 Venecia forjó una alianza con los franceses, con lo cual dio un nuevo rumbo a la guerra y alcanzó la victoria en la Batalla de Marignano (1515). La paz se firmó en 1516, y el resultado fue el retorno al statu quo de 1508.

Guerra italiana de 1521-1526[editar]

La Batalla de Pavía, pintura de un artista flamenco desconocido (siglo XVI).

Tras la muerte en 1519 de Maximiliano I de Habsburgoemperador del Sacro Imperio Romano GermánicoCarlos I de España fue designado como su sucesor, formando un estado que ocupaba casi la mitad del territorio europeo. Francisco I de Francia, que había optado a la sucesión del imperio de Maximiliano, aprovechó la invasión española de Navarra para comenzar una guerra contra España: las tropas francesas marcharon hacia Italia con el intento de desalojar a Carlos I de Nápoles. Los franceses serían superados por los ejércitos españoles de Fernando de Ávalos, sufriendo serias derrotas en las batallas de Bicoca y Sesia. El propio Francisco I dirigió a sus tropas internándose en Lombardía en 1525, siendo derrotado en la batalla de Pavía, donde fue hecho prisionero. Desde su encierro se vio obligado a hacer grandes concesiones a España sobre sus territorios en Italia.

Guerra de la liga de Cognac[editar]

En 1526 el papa Clemente VII, alarmado por el creciente poder del Imperio español, se alió con Francia, VeneciaFlorencia y otros pequeños estados en Italia formando la liga de Cognac para combatir a Carlos I.

Venecia rehusó contribuir a la alianza con tropas, y tras la retirada de las tropas francesas de Lombardía, las fuerzas españolas tomaron Florencia, y en 1527 saquearon Roma. El papa fue apresado por las tropas del imperio. La guerra terminó con la firma de la paz de Cambrai en 1529, mediante el cual Francia se retiraba de la guerra. Venecia firmó la paz con España, mientras Florencia fue colocada bajo el gobierno de los Médici.

Guerra italiana de 1536-1538[editar]

La tercera guerra entre Carlos I de España y Francisco I de Francia comenzó con la muerte de Francesco Maria Sforzaduque de Milán. Cuando Felipe (el hijo de Carlos) heredó el ducado, Francisco invadió Saboya, conquistando Turín, pero fracasando en su intento de tomar Milán. En respuesta a la invasión francesa Carlos invadió Provenza, la campaña de Francia de 1536, avanzando hacia Aix-en-Provence, pero prefirió retirarse hacia España antes que atacar la fortaleza de Aviñón. La guerra terminó con la tregua de Niza, dejando Turín en manos francesas pero sin más cambios significativos en el mapa italiano.

Guerra italiana de 1542-1546[editar]

Francisco I, aliado con Solimán I del Imperio otomano lanzó una invasión final de la península italiana. Una flota conjunta franco-otomana capturó la ciudad de Niza en agosto de 1543 y puso asedio a la ciudadela. Los defensores fueron socorridos un mes más tarde por las tropas imperiales, que consiguieron levantar el asedio. Los franceses, bajo el mando de François, conde de Enghien, derrotaron a las fuerzas del Sacro Imperio en la batalla de Cerisoles en 1544, pero fracasaron en su intento de penetrar en Lombardía. Carlos I de España y Enrique VIII de Inglaterra se unieron en la invasión del norte de Francia, sitiando Boulogne-sur-Mer y Soissons. La falta de colaboración entre ingleses y españoles y los agresivos ataques otomanos llevaron a Carlos a abandonar estas conquistas, restaurando el statu quo una vez más.

Guerra italiana de 1551-1559[editar]

Asedio de San Quintín

En 1547Enrique II de Francia, que había sucedido a Francisco en el trono, declaró la guerra en contra de Carlos I con la intención de retomar Italia y asegurar Francia, intentando romper la hegemonía de la Casa de Austria en Europa. En principio Francia tuvo éxito en su ofensiva contra Lorena, pero el intento de invasión francesa de Toscana en 1553 fracasó con su derrota en la batalla de Marciano. Carlos I abdicó en 1556, dividiendo el imperio de los Habsburgo entre Felipe II de España y Fernando I, y el teatro de operaciones militares cambió de Italia a Flandes cuando Felipe II, en alianza con Manuel Filiberto de Saboya, derrotó a los franceses en San Quintín en 1557.

La entrada de Inglaterra ese mismo año en la guerra, permitió a los franceses tomar Calais y atacar las posesiones españolas en los Países Bajos. Aun así, Francia se vio forzada a firmar la paz de Cateau-Cambrésis, en la que renunciaba a la reclamación de sus derechos sobre los territorios italianos.

Consecuencias[editar]

Al término de las guerras italianas en 1559, la Casa de Austria había conseguido asentarse como la primera potencia mundial, en detrimento de Francia. Los estados de Italia, que durante la Edad Media y el Renacimiento habían acumulado un poder desproporcionado a su pequeño tamaño, vieron reducido su peso político y militar al de potencias secundarias, desapareciendo algunos de ellos.

A esta serie de guerras le siguen las guerras de religión de Francia, donde España toma parte de manera activa.

Las guerras italianas en la historiografía[editar]

La división entre los distintos conflictos que forman el conjunto de las guerras italianas nunca fue normalizada, variando según se los clasifique en función de las fechas en que tuvieron lugar, de los monarcas que participaron en ellas o de las causas que las motivaron. La complejidad del conjunto, dados los numerosos participantes, teatros, alianzas y traiciones, hace posible que algunos de los conflictos aquí mencionados puedan ser considerados como la suma de varios conflictos menores (o viceversa), provocando que distintos historiadores organicen el conjunto de distintas maneras.







La segunda guerra italiana, enmarcadas en el conjunto de las guerras italianas, tuvo lugar entre 1499 y 15011​ en la mitad norte de la península itálica, originada por las pretensiones de Luis XII de Francia al ducado de Milán y por las ambiciones de los Borgia sobre las ciudades de la Romaña.

Ascendido al trono de Francia en 1498, Luis XII firmó alianzas con la república de Venecia y con los Borgia Alejandro VI y su hijo César Borgia de los Estados Pontificios, e invadió el ducado de Milán derrocando a Ludovico Sforza. Este contraatacó en enero de 1500 al frente de un ejército de mercenarios suizos, pero en abril fue traicionado por estos y apresado junto con su hermano Ascanio. En virtud de los acuerdos firmados, Milán y Génova quedaron en poder de Francia, Venecia obtuvo Cremona y César Borgia avanzó por la Romaña tomando ImolaForliRíminiPésaro y Faenza.

Pendientes de la reacción de Maximiliano I de Habsburgo, protector de los Sforza, las tropas franco-veneciano-papales gastaron el verano de 1500 en el asedio infructuoso de Pisa, en apoyo de la república de Florencia que pretendía la conquista de esta ciudad. Una vez firmada la tregua con Maximiliano, las fuerzas de la coalición se dirigirían hacia Sicilia Citerior con la intención de conquistarla.

Segunda guerra de Italia
Guerras italianas
Parte de Guerras italianas
Grandi Casate Italiane nel 1499.png
Señoríos italianos en 1499
Fecha1499-1501
LugarPenínsula itálica
Casus belliPretensiones de Luis XII sobre Milán
ResultadoVictoria francesa
Cambios territorialesFrancia conquista Milán
Los Borgia toman la Romaña
Beligerantes
Flag of France (XIV-XVI).svg Reino de Francia
Flag of Most Serene Republic of Venice.svg República de Venecia
Flag of the Papal States (pre 1808).svg Estados Pontificios
Florencia

César Borgia
Flag of the Duchy of Milan (1450).svg Ducado de Milán
Flag of the Republic of Pisa.svg República de Pisa

Señoríos de Romaña
Pendón heráldico de los Reyes Catolicos de 1492-1504.svg Castilla y Aragón
Fuerzas en combate
21 000 hombres[cita requerida]15 000 hombres[cita requerida]
Bajas
3100 muertos, heridos y desaparecidos[cita requerida]5700 muertos, heridos y desaparecidos[

Contexto.[editar]

Casus belli: la pretensión de Luis XII sobre Milán y Sicilia Citerior.[editar]

Poco después de su ascenso al trono, Luis XII hizo valer los derechos que por su ascendencia genealógica le correspondían al ducado de Milán y al reino de Sicilia Citerior. Ambas pretensiones eran, cuando menos, bastante discutibles:

Sobre sus derechos al ducado de Milán.[editar]

Luis XII era hijo de Carlos I de Orleans; la madre de este, Valentina Visconti, había sido hija del primer duque de Milán Gian Galeazzo Visconti. El contrato matrimonial por el que Valentina se había casado con Luis de Valois en 1385 especificaba que en caso de faltar la sucesión masculina de los Visconti, el señorío de Milán pasaría a la descendencia masculina del matrimonio2​ (en esta fecha Milán no era todavía un ducado: lo sería diez años después). La bula imperial por la que Milán se había constituido en ducado había excluido expresamente a las mujeres de cualquier derecho a la sucesión.3

Cuando murió Filippo Maria Visconti en 1447, y tras el período de la República Ambrosiana, Carlos de Orleans había intentado ejercer su derecho a la sucesión del ducado, pero este le había sido arrebatado por Francisco I Sforza, casado con Bianca Maria Visconti, hija ilegítima de Filippo Maria Visconti.

Sobre sus derechos al reino de Sicilia Citerior.[editar]

El padre de Luis XII había muerto cuando este tenía tres años, y el rey Luis XI le había adoptado. Luis XI era hijo de Carlos VII y María de Anjou, hija de Luis II de Anjou, hijo a su vez de Luis I de Anjou, quien en 1380 había sido adoptado por la reina de Sicilia Citerior Juana I. A la muerte de ésta, la sucesión al trono napolitano se resolvió con un enfrentamiento entre su sobrino Carlos III de Sicilia Citerior y su hijo adoptivo Luis I de Anjou, de la que salió vencedor el primero; así, Luis I de Anjou y su descendencia, de la que procedía Luis XII, se convirtieron en pretendientes al trono, aunque nunca llegaron a detentarlo efectivamente.

Antecedentes. La primera guerra italiana.[editar]

Ya en la guerra italiana de 1494-1498 Carlos VIII de Francia había alegado sus derechos sobre el ducado de Milán para invadir la península itálica. En aquella ocasión, casi con los mismos actores, pero en distintas alianzas, las fuerzas francesas habían cercado a Alejandro VI en Roma y llegado hasta Nápoles, pero la liga formada por Milán, Venecia, el Sacro Imperio Romano Germánico, España y los Estados Pontificios había conseguido rechazar a los franceses, obligándolos a retirarse de Italia.

Alianzas de preguerra.[editar]

Francia, Venecia y los Borgia se alían contra Milán.[editar]

A fin de allanar el camino para su campaña militar, Luis XII comenzó a buscar alianzas entre los estados vecinos. La superioridad militar de Francia sobre todos los demás estados de Italia sería determinante para la consecución de las mismas.

El enfrentamiento habido en la anterior guerra entre Francia y la Santa Sede se vio superado por los intereses comunes. El hijo del papa Alejandro VICésar Borgia, fue nombrado duque de Valentinois por Luis XII en compensación por la bula papal que permitió el divorcio de este de Juana de Valois y su boda con Ana de Bretaña. Los Borgia planeaban apoderarse de las ciudades de la Romaña, por lo que se aliaron militarmente con Francia.

Venecia, con el dogo Agostino Barbarigo en el gobierno, resentida con Ludovico Sforza por el abandono de que les había hecho objeto en la primera guerra italiana y en la defensa de Pisa, acordó prestar su ayuda militar atacando Milán desde el este, en tanto Francia lo hacía desde el oeste; los términos del acuerdo especificaban que en compensación por su ayuda Venecia recibiría los territorios de Cremona y Gera d'Adda.

Los ducados de Saboya y Montferrato, pequeños estados en la órbita de Francia, permitirían el paso y el establecimiento del ejército francés en sus territorios.

Luis XII había renovado los tratados que sus antecesores mantenían con Suiza para levar mercenarios para su ejército.4​ Sin embargo los mercenarios suizos estaban habituados a alquilar sus servicios militares a quien quisiera contratarles,5​ y en el desarrollo posterior de la guerra combatirían también a sueldo de Milán, de los Borgia o de quien les pagase.

Igualmente firmó tratados de paz con Fernando II de Aragón y con su yerno Felipe I de Castilla.6

Ludovico Sforza no encuentra apoyos.[editar]

A su vez, el duque de Milán Ludovico Sforza intentó sin éxito pactar alianzas con terceros que acudiesen en su ayuda. Maximiliano de Austria, casado con la sobrina de Ludovico, estaba embarcado en su propia guerra contra los suizos, por lo que no estaba en condiciones de asistirle militarmente; Federico de Sicilia Citerior se mostró dispuesto pero incapaz, dado el lamentable estado en que habían quedado sus tropas tras la primera guerra italiana; el duque de Ferrara Hércules I de Este, suegro de Sforza, denegó su ayuda aduciendo el peligro de enfrentarse a Venecia y a los Estados Pontificios, estando su ducado geográficamente enclavado entre ambos.7​ Sólo los turcos del sultán Bajazet, siempre dispuestos a colaborar con cualquier enemigo de Venecia, aceptaron ayudarle atacando por Dalmacia, distrayendo así al ejército veneciano.

Florencia se mantiene neutral.[editar]

La república de Florencia, amenazada por las intrigas de los Médici que intentaban retomar el gobierno, y embarcada en su guerra particular contra Pisa, que era socorrida por SienaLucca y Génova, fue requerida tanto por Francia como por Milán. Los florentinos decidieron mantenerse neutrales en previsión de que su hipotética ayuda a uno de los dos bandos pudiera atraer contra ellos los ataques del otro; en un ejercicio de equilibrio diplomático prometieron a Ludovico Sforza enviar en su ayuda a Paolo Vitelli con su ejército cuando hubieran tomado Pisa, pero en un tratado firmado poco después con Francia se comprometían a no secundar a Sforza.78

Rompe la guerra contra Milán.[editar]

El ejército francés ocupa el Milanesado.[editar]

En agosto de 1499 partió desde Lyon el ejército francés, 2.600 lanceros, 8.000 soldados franceses y 5.000 mercenarios suizos910​ bajo el mando de los franceses Louis De Ligny y Bérault Stuart d'Aubigny y el milanés Gian Giacomo Trivulzio; en un rápido avance cruzaron los Alpes, se adentraron en el ducado de Milán y tomaron por la fuerza los fuertes de Arazzo y Annone; Valenza fue entregada por su gobernador. Ante el rápido avance de los franceses, el jefe del ejército milanés Galeazzo Sanseverino, que había salido a su encuentro con 1.600 lanceros, 1.500 hombres de caballería y 10.000 soldados italianos, se retiró a Alessandria della Paglia, donde fue sitiado. Sanseverino abandonó la ciudad dejando tras de sí a sus tropas, y volvió hacia Milán. Alessandria fue saqueada y semidestruida,11​ y los franceses siguieron avanzando: rindieron Tortona y cruzando el río Po tomaron Mortara y Pavía.

Entretanto los venecianos, llegando desde el este, habían tomado Caravaggio, cruzado el río Adda y llegado hasta Lodi, gracias a la traición de Francesco Sanseverino, quien estando al mando de las fuerzas milanesas en la frontera oriental del ducado, llegó a un acuerdo con los franceses y abandonó a Sforza.

Por su parte, el florentino Paolo Vitelli tomaba Cascina y asediaba Pisa, bajo la defensa de Gurlino di Ravenna. El 23 de agosto, a punto de tomar la ciudad, una epidemia de peste cayó sobre las tropas de Vitelli, que levantó el asedio contrariando las órdenes de Florencia. Fue decapitado.12
En septiembre los turcos atacaban Zara, cruzaban el río Isonzo y llegaban hasta Friuli, arreciando en su propia guerra contra Venecia.13

El 2 de septiembre Ludovico Sforza salió de Milán hacia Innsbruck, refugiándose con Maximiliano, dejando la defensa del castillo a Bernardino da Corte14​ con suministros y municiones suficientes para resistir varios meses. Sin embargo, cuatro días después da Corte entregó el castillo y las tropas francesas ocuparon Milán. El resto de Lombardía sería rendido con facilidad; Génova se entregó a los franceses, Cremona se declaró por los venecianos. Trivulzio fue nombrado gobernador del ducado.14​ Luis XII visitaría la ciudad entre el 2 de octubre y el 5 de noviembre.

Además de Milán, Luis XII tomó bajo su protección al marqués de Mantua y al duque de Ferrara; Giovanni Bentivoglio, señor de Bolonia, también se acogió a él. Florencia firmó un tratado de alianza con Francia.15

Contraataque de los Sforza, su derrota y prisión.[editar]

Las imposiciones fiscales a las que Trivulzio sometía a la población y la crueldad con la que castigaba su incumplimiento16​ le hicieron aborrecido de los milaneses, que reclamaron el regreso de Ludovico. En enero, al frente de un ejército de 500 borgoñones y 800 suizos1718​ en su mayoría mercenarios suizos, Sforza penetró en Lombardía desde el Tirol, y fue reconquistando ChiavennaBellinzonaBellagioNessoComo y finalmente Milán,19​ mientras las fuerzas francesas quedaban en el castillo. Sforza pagó un ducado por cada cabeza francesa.11​ Reforzando su ejército con nuevos efectivos a medida que avanzaba, Ludovico salió hacia Pavía, dejando la defensa de Milán a su hermano Ascanio.

En abril de 1500 Louis de la Tremouille llegó desde Francia con otro ejército de 10.000 mercenarios suizos y 6.000 franceses,19​ y sitió a Ludovico en Novara. Los mercenarios suizos en el bando de Sforza se negaron a luchar contra sus compatriotas en el bando francés, y presentaron su rendición a cambio del pago de sus soldadas atrasadas, que los franceses satisficieron.20​ Abandonado por sus soldados, Sforza fue hecho prisionero y conducido a Francia, donde moriría ocho años después.

Los soldados gascones, alemanes y borgoñones se dedicaron al pillaje, aprovechando la situación de desgobierno, al tiempo que soldados del cantón de Uri ocupaban Bellinzona, perteneciente al ducado de Milán, acción que permitiría a la confederación suiza sentar el germen de un nuevo cantón en la región del Tesino.21

Su hermano el cardenal Ascanio Sforza acudió en su ayuda desde Milán con 600 caballeros y un número considerable de estradiotes. En el camino, un ejército de venecianos bajo el mando de Soucin Bienson y Charles des Ursins les obligó a retirarse al castillo de Rivoli, donde fueron sitiados. Sin provisiones con las que resistir, Ascanio rindió su ejército, siendo apresado y enviado a Francia.11

Poco después la ciudad de Milán presentó su rendición al arzobispo de Rohan, el cardenal Georges d'Amboise, evitando el saqueo y destrucción de la capital a cambio de un rescate de 300.000 coronas.11​ Trivulzio fue destituido del gobierno de la ciudad, que fue encargado al sobrino del cardenal, Charles II de Amboise de Chaumont.

Avance de César Borgia por la Romaña.[editar]

César Borgia, separándose del ejército francés con 1.800 caballeros franceses bajo el mando de Yves d'Alègre y 4.000 piqueros suizos pagados por el papa, atacó las ciudades-estado de la Romaña, ante la pasividad de los estados vecinos, temerosos de la represalia francesa.22

Atacó y redujo Imola a últimos de diciembre. Forli, que presentó una fuerte resistencia bajo el mando de Catalina Sforza fue rendido en enero de 1501, y Catalina hecha prisionera, aunque sería liberada poco después.23​ A lo largo de este año cayeron en poder de César Borgia Rímini, gobernado por Rodolfo Malatesta, y Pésaro, por Giovanni Sforza. En noviembre Faenza gobernada por Astorre III Manfredi fue sitiada, pero los rigores del invierno y la tenaz resistencia que ofrecieron sus pobladores obligaron a aplazar el asedio.24

Socorrido con los fondos que el papa había levantado para la iglesia, César Borgia retomó el asalto a Faenza en la primavera del año siguiente, y tras su toma marchó también sobre Bolonia, a pesar estar bajo la protección de Francia. Después marchó hacia Florencia, y de allí se unió al ejército francés que iba a Nápoles.25

Consecuencias[editar]

Con el norte de Italia bajo su control y con la intención de seguir su avance hacia Nápoles, Luis XII se vio retrasado por la actitud austriaca: finalizada la guerra contra los suizos, Maximiliano incitó a los demás príncipes electores del Sacro Imperio Romano a unirse contra Francia en respuesta a la usurpación de Milán, al destino dado a los Sforza y a las hipotéticas aspiraciones de Francia y Venecia contra Austria.

A la espera de que se ajustase una tregua con Austria, las tropas francesas se unieron a las florentinas en su asedio a Pisa en junio de 1500. Pisa ofreció su vasallaje a Francia a cambio de no ser entregados a Florencia, pero Luis XII rechazó la propuesta; este rechazo sería el motivo de la retirada inesperada de las fuerzas francesas del asedio que mantenían contra Pisa juntamente con las tropas florentinas.26

Finalmente, con la intermediación del hijo de Maximiliano, Felipe el Hermoso, Francia y Austria ajustaron una tregua; según las condiciones acordadas, Maximiliano investiría a Luis como duque de Milán a cambio de que este ducado fuese entregado como dote a la hija de Luis XII Claudia en su futuro matrimonio con el nieto de Maximiliano, Carlos.26​ El acuerdo definitivo sería plasmado en el tratado de Trento de octubre de 1501 en el que Maximiliano reconocía las conquistas francesas en el norte de Italia.27​ El ejército francés, con el norte de Italia asegurado, marcharía hacia el sur a fin de ocupar también Sicilia Citerior.

El ducado de Milán quedaría en manos francesas hasta 1512, cuando los suizos rehabilitaron a Maximiliano Sforza en el gobierno.

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