ARQUITECTURA BARROCA .-
Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela - Casas Novoa
Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela. 1738- 1750
Fernando Casas Novoa
Material: Granito
Entre las propuestas barajadas existía la de derribar el pórtico de la gloria y construir una nueva fachada. Esta idea fue desechada por los arquitectos encargados: Fernando Casas y Novoa y su sucesor, Domingo Andrade. La decisión definitiva fue superponer una fachada, marcadamente barroca, a modo de telón o pantalla, a la que en origen tenía la catedral románica.
El material constructivo es el buen granito gallego de color gris y que será empleado en la mayoría de los edificios barrocos de la región.
Este estilo barroco es el típico recargado y movido que se pone de moda en España en el s XVIII, aunque los arquitectos intentarán armonizarlo con la estética románica, estilo al que pertenece todo el templo excepto esta fachada.
La fachada está dividida en dos cuerpos y flanqueada por dos torres campanarios que rememoran las medievales que debió tener la catedral y que se nombran en el Codex Calistinus. Los elementos estructurales de la fachada tratan de no discordar con el templo románico, como la puerta de ingreso con arco de medio punto que delimita un espacio acristalado a modo de tímpano y un mainel o parteluz.
Toda la fachada está recubierta de elementos decorativos que la aproximan al estilo de los hermanos Churriguera. Las columnas y siete pilastras que sobresalen de la superficie de la fachada crean claroscuros y un gran dinamismo. Aparecen motivos heráldicos, grandes volutas, ménsulas, balaustres. El cuerpo central, donde se van superponiendo ventanas con arcos de medio punto culmina con dos movidos frontones curvos partidos que enmarcan un nicho que aloja la imagen del apóstol. La silueta se recorta sobre el cielo, dándole una nota de color y contraste, típicamente barroca.
Otro de los elementos singulares es la escalera de acceso de dos ramales imitando la escalera dorada de Siloé del XVI en Burgos.
Toda la obra es de dimensiones colosales, sobrecogedora para el peregrino, tal como deseaba la iglesia de la Contrarreforma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario