jueves, 15 de mayo de 2014

MAPAS CONCEPTUALES - HISTORIA DE LOS CARTAGINESES


LOS CARTAGINESES .-

Entre el 135 y el 132 a. C., el cónsul Decimo Junio Bruto realizó una expedición hasta la Gallaecia (Norte de Portugal y Galicia). Casi simultáneamente(133 a. C.) fue destruida la ciudad celtíbera de Numancia, último bastión de los celtíberos. Éste sería el punto culminante de la guerra entre celtíberos y romanos, entre el 143 y el 133 a. C.; la ciudad celtíbera acabó siendo tomada por Publio Cornelio Escipión Emiliano, cuando ya el hambre hacía imposible la resistencia. Los jefes celtíberos se suicidaron con sus familias y el resto de la población fue vendida como esclavos. La ciudad fue arrasada.
Durante más de un siglo los vascones y celtíberos se disputaron las ricas tierras del Valle del Ebro. Probablemente la celtíbera Calagurris, hoy Calahorra, llevó el peso de la lucha, auxiliada por alianzas tribales; por parte vascona debía existir algún asentamiento medianamente importante situado al otro lado del Ebro, más o menos frente a Calagurris, que obtenía también el apoyo de los vascones de otros puntos. Seguramente los celtíberos llevaron la mejor parte en la lucha, y destruyeron la ciudad vascona, ocupando tierras al otro lado del Ebro.
Pero los llamados «celtíberos» eran enemigos de Roma, y los vascones eran (estratégicamente es lo más razonable) sus aliados. Cuando fue destruida Calagurris por los romanos, fue repoblada con vascones, probablemente procedentes de la ciudad vascona del otro lado del río, destruida tiempo antes por los celtíberos (que habrían ocupado sus tierras al Norte del Ebro), y por vascones de otros lugares.
Cuando el 123 a. C. los romanos ocuparon las islas Baleares, se establecieron en ellas tres mil hispanos que hablaban latín, lo que da idea de la penetración cultural romana en la Península en apenas un siglo.
 
Hispania no fue ajena a las disputas políticas y militares de los últimos años de la República Romana, cuando Quinto Sertorio se enfrentó al partido de los aristócratas encabezado por Sila en 83 a. C. Al perder en Italia, Quinto se refugió en Hispania, continuando la guerra contra el gobierno de Roma y estableciendo todo un sistema de gobierno con capital en Huesca (Osca). Finalmente, fue Pompeyo quien, tras varios intentos de incursión en Hispania, terminó con Quinto Sertorio utilizando más la intriga política que la fuerza militar. Posteriormente sería el apoyo peninsular a Pompeyo el causante de una nueva guerra en Hispania entre seguidores de éste y los de Julio César. Esta guerra finalizó en 49 a. C. con la victoria de Julio César.


Julio César y la guerra contra Pompeyo

Julio César invade Hispania como parte de su guerra contra Pompeyo por el poder en Roma. Para entonces, Pompeyo se había refugiado en Grecia, y lo que César pretendía era eliminar el apoyo a Pompeyo en occidente y aislarle del resto del imperio. Sus fuerzas se enfrentan a las pompeyanas en la batalla de Ilerda (Lérida), obteniendo una victoria que le abriría las puertas a la Península. Finalmente, las fuerzas de Pompeyo serían derrotadas en Munda en 45 a. C. Un año más tarde, Julio César sería asesinado a las puertas del Senado de Roma, y su sobrino-nieto Cayo Julio César Octaviano, tras una breve lucha por el poder contra Marco Antonio, fue nombrado cónsul para, posteriormente, ir acumulando poderes que finalmente conducirían a la agonizante república romana hasta el imperio.
 


Operaciones militares romanas llevadas a cabo durante las Guerras Cántabras contra cántabros y astures.     Campaña del año 25 a. C.     Campaña del año 26 a. C.     Campaña de Julio César del año 61 a. C.     Campaña de Décimo Junio Bruto del año 137 a. C.
Durante el gobierno de César Augusto, Roma se vio obligada a mantener una cruenta lucha contra las tribus astures y cántabras, unos pueblos de guerreros que presentaron una feroz resistencia a la ocupación romana. El propio emperador hubo de trasladarse a Segisama, actual Sasamón, (Burgos), para dirigir en persona la campaña. Roma adoptó con estos pueblos una cruel política de exterminio que supuso la práctica extinción de esta cultura prerromana. Con el final de esta guerra terminarán los largos años de luchas civiles y guerras de conquista en los territorios de la Península Ibérica, inaugurando una larga época de estabilidad política y económica en Hispania.

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