Antiguos palacios
Palacio Savoy
El palacio Savoy fue considerado una de las más importantes townhouse de la nobleza en el Londres medieval. Juan de Gante residió allí hasta su destrucción en un incendio provocado durante la rebelión de 1381. Su fachada norte daba a la calle The Strand, en el sitio ocupado por el teatro Savoy y el hotel Savoy. Estaba dentro de los límites de una jurisdicción especial conocida como Libertades del Savoy, donde se aplicaba una legislación diferente a la del resto de Londres.
Durante la edad Media, si bien existían otros palacios nobles dentro de las murallas de la ciudad, la ubicación más deseada por la nobleza para sus residencias era The Strand, que abarcaba la mayor parte de la principal ruta ceremonial entre la city de Londres y el palacio de Westminster, donde tenían lugar los contactos entre el parlamento y la corte real. En esa zona un noble podía tener fácil acceso al Támesis, antigua vía de intercambio comercial y de pasajeros, además de no verse afectado por el mal olor, humo, peligro de incendios y tumulto social del centro de Londres, ubicado corriente abajo del río.
En 1246 Enrique III adjudicó en propiedad las tierras entre desde The Strand hasta el Támesis aPedro II de Saboya, tío de su esposa, la reina consorte Leonor de Provenza, y lo designó conde de Richmond. La mansión que construyó allí fue más tarde la residencia de Edmundo de Lancaster. Sus descendientes, los duques de Lancaster, también vivieron allí hasta el siglo XIV, cuando The Strand fue pavimentada hasta el Savoy. Pasó a ser la vasta residencia a orillas del río de Juan de Gante, hijo younger de Eduardo III, quien por vía matrimonial había heredado los títulos y las tierras de los duques de Lancaster. En su momento fue el verdadero poder detrás del trono y la persona más rica del reino. El palacio Savoy fue la más importante y lujosa mansión noble de Inglaterra y era famosa por las magníficas colecciones de tapices, joyas y ornamentos que albergaba. Geoffrey Chaucer comenzó a escribir los Cuentos de Canterbury, mientras trabajaba en el Savoy como clerk.
Durante la rebelión de 1381 liderada por Wat Tyler, los rebeldes culparon a Juan de Gante por la imposición del impuesto de capitación que precipitó la revuelta y destruyeron sistemáticamente el Savoy con todo lo que estaba en su interior. Lo que no pudo ser destruido o quemado fue arrojado al río. Las joyas fueron pulverizadas con martillos y se dijo que un agitador fue asesinado al pretender quedarse con un goblet de plata. A pesar de este episodio, el sitio retuvo su nombre.
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