martes, 4 de noviembre de 2014

RELIGIÓN - PRINCIPALES GRUPOS RELIGIOSOS


DE LAS ABRAHÁMICAS : BAHAÍSMO .-

La Fe Bahá'í despierta un interés especial en los estudiosos de la historia de las religiones y esto se debe a que su misma cercanía en el tiempo nos brinda datos tan fidedignos y comprobables que inmediatamente contrastan con los que nos han llegado acerca del nacimiento y desarrollo de cualquiera de las anteriores grandes religiones. Edward Granville Browne, un destacado orientalista de Cambridge, fue uno de los primeros occidentales en interesarse por la historia de la Fe Bahá'í. El creía que representaba una oportunidad única de examinar con todo detalle el surgimiento de una religión nueva e independiente y lo expresó de esta manera; “...ya que aquí (el estudioso de la religión) puede contemplar unas personalidades que, no oscurecidas aún por el mito y la fábula, el paso del tiempo convertirá en héroes y semidioses; (y) puede examinar, a la luz de testimonios concurrentes e independientes entre sí, uno de esos extraños estallidos de entusiasmo, fe, devoción ferviente e indomable heroísmo -o fanatismo, si así se prefiere- que solemos asociar a la historia antigua de la raza humana; en una palabra, podemos presenciar el nacimiento de una fe que quizá se ganará un sitio entre las grandes religiones del mundo”. Muchos observadores modernos, no vinculados a la comunidad bahá'í, han opinado sistemáticamente de la misma manera y aportan, como mínimo, dos razones para ello. La Fe Bahá'í es la religión más reciente que existe (se originó en el siglo XIX, en 1844 d.C., y sólo desde 1963 ha alcanzado la última fase de su desarrollo formativo) mientras que otras surgieron hace centenares o miles de años (sólo el Islam (siglo VII d.C.) y el Sikhismo (siglo XVI d.C.) tienen unos siglos de existencia). La Fe Bahá'í es una religión moderna y es más accesible al estudio y comprensión que las religiones más antiguas.
El siglo XIX era una época de grandes cambios en Occidente mientras que el Oriente quedaba sumido en la decadencia con Irán como centro de la misma. La secta dominante allí era la Shi'í, quienes se destacaban por su intolerancia y fanatismo, ya que consideraban a los judíos, cristianos, zoroástrianos, y aun a musulmanes de otras sectas, como infieles. Por otro lado los judíos maldecían y execraban a los musulmanes y a los cristianos mientras que estos últimos consideraban a Muhammad como un falso profeta y a todos los seguidores de otras religiones apartados de la verdadera fe. Los zoroástrianos vivían apartados y consideraban a los persas de otras creencias contaminados e indignos de relacionarse con ellos. Las mujeres musulmanas vivían en harenes y si visitaban lugares públicos debían cubrirse el rostro con un velo. Los adelantos de la ciencia y el arte occidentales estaban prohibidos por impuros y la administración de la justicia era corrupta e incapaz, siendo el soborno y la deshonestidad quienes regían en todos los ámbitos. El robo era algo común y los caminos pésimos e inseguros para viajar. La educación y la salud pública estaban enormemente abandonadas. No obstante la vida espiritual no estaba extinta en Irán. 

Por entre la mundanalidad y la superstición reinantes aún podían encontrarse almas santas que anhelaban el establecimiento del Reino de Dios y que aguardaban la llegada de Mensajero de Dios (Profeta). Dos de ellos eran los grandes maestros, Shaykh Ahmad y su sucesor, Siyyid Kázim. Ellos enseñaban que Él habría de ser un joven ricamente dotado con los dones del espíritu, pero humilde y sencillo, que Su Reino no sería de este mundo y que al igual que a los sagrados Profetas de antaño, Él sería oprimido y perseguido por los poderosos mientras sus seguidores serian atormentados y asesinados.

Otra parte de los musulmanes (los sunnís) también esperaban al Qá'im o Mihdí, cuya llegada Muhammad había profetizado. Al igual que los judíos anteriormente a la llegada de Jesús, ellos esperaban a un arrogante conquistador, con un ejército irresistible, quien los llevaría al triunfo y la dominación universales, levantando a los muertos de sus tumbas para fundar un imperio sin precedentes por su poder y esplendor.

Principales figuras

El Báb: El Heraldo

Es dentro de este contexto histórico social que durante la tarde del 23 de mayo de 1844 Siyyid 'Alí Muhammad (El Báb, La Puerta, quien era descendiente directo del Profeta Muhammad), con tan solo veinticuatro años de edad, anunció su misión al proclamar el nacimiento de una nueva era en la historia humana. El fue la Puerta que conduciría a un nuevo Reino (el Reino de Dios sobre la tierra). Este anuncio se refería al ya cercano advenimiento de un Gran Profeta cuyo poder y enseñanzas harían surgir esta nueva era. Con aquella declaración modesta, pero temeraria, El Báb estaba diciendo que El era el Mihdí y la mayor parte de los discípulos de Shaykh Ahmad y Siyyid Kázim, aceptó ansiosamente Su llamado, reconociendo en Él los signos que debían buscar: juventud y belleza, inmaculada pureza en la vida, piedad, sinceridad y nobleza de propósitos, inspiración de palabra y de escrito, profundo conocimiento y comprensión de las Escrituras, audacia para denunciar la falsedad y elocuencia en mantener la verdad, constancia para afrontar la oposición y serenidad en medio de los sufrimientos, total desprendimiento y completa devoción a Dios y al servicio de "Él a Quien Dios hará manifiesto". Todas estas virtudes las poseía aquel joven y lo señalaban como Aquel a Quien buscaban. Después se dispersaron por todo el Irán y algunos de los países cercanos proclamando la buena noticia del advenimiento.
Habitación en la cual el Báb revelo por vez primera su misión a Mulla Husayn
Habitación en la cual el Báb revelo por vez primera su misión a Mulla Husayn
Una bella ciudad en el sur de Irán, llamada Shiráz, fue la ciudad natal del Báb. Este,cuando era niño, fue enviado a un maestro quien enseñaba el Kurán (Corán) y otras asignaturas elementales. Desde una temprana edad, El Báb fue distinto a los otros niños. Siempre hacía preguntas muy difíciles y luego El mismo daba las contestaciones de tal manera que asombraba a los mayores. A menudo cuando los otros niños estaban jugando El estaba absorto en Sus oraciones bajo la sombra de un árbol o en algún otro sitio sereno. Más tarde cuando reveló Su identidad como una "Manifestación de Dios" tanto Su tío como Su maestro creyeron en El porque le habían conocido desde su niñez y vieron la diferencia entre El y los demás niños. Su tío murió como mártir por la Causa de Dios revelada por medio de su Sobrino. Mulla Husayn fue el primer discípulo del Báb. El Báb le dio el titulo de Bábu'l-Báb que quiere decir la puerta de la Puerta. 

El Báb realizo la peregrinación que todo musulmán debe hacer a la Meca y a Medina y allí entrego constancia de su misión a las autoridades locales quienes le ignoraron por completo. Cuando regreso a su tierra nativa, se encontró con un grupo de soldados que habían venido para arrestarle porque los fanáticos mullas Shi'íes no querían que se esparciera una nueva Fe. Estos líderes Shi'íes enconadamente se le opusieron y fue encarcelado, castigado, arrastrado hasta los tribunales y llevado de un lugar de encierro a otro. Su corta, pero brillante vida, la pasó, en su mayor parte, en prisión. En dos ocasiones fue enviado a cárceles construidas en montañas muy frías e inhóspitas. Pero ni las cadenas ni los barrotes podían obstaculizar la difusión del Llamado de Dios. 

Mientras El Báb estuvo en prisión, Sus fieles seguidores esparcieron Su Mensaje a través del país, y durante ese breve lapso de tiempo, miles de personas dieron sus vidas por Su Causa hasta que finalmente El, Quien era aun joven, (tenía unos treinta y un años), les acompaño en el camino del martirio el día 9 de Julio de 1850 cuando fue fusilado públicamente en una plaza de Tabriz. Sus enseñanzas y la labor de Sus seguidores causaron una gran conmoción por todo Irán y el resto del mundo islámico. Los creyentes en El aumentaron pese a la deshumana persecución de sus enemigos y ni aun el martirio de su amado Maestro consiguió apagar la llama de su entusiasmo. Sus casas fueron saqueadas y destruidas y sus esposas e hijos les fueron quitados. Miles fueron decapitados, ahorcados, disparados desde las bocas de los cañones, quemados vivos o cortados en pedazos y sin embargo, por cada uno que sufría el martirio, muchos más se sumaban a la Causa.
Santuario donde descansan los restos mortales del Báb
Santuario donde descansan los restos mortales del Báb
En todos Sus Escritos El decía que el propósito principal de Su venida era el de dar las buenas nuevas de que pronto aparecería el Prometido de todas las edades. El advirtió a sus seguidores que estuvieran alertas para que no dejaran de reconocer a “Aquel Quien Dios hará manifiesto”. Dijo que debían poner todo a un lado para seguirle tan pronto hubieran escuchado hablar de Su Mensaje. El Bábescribió muchas oraciones suplicando a Dios que aceptara Su propia vida como un sacrificio para el Bienamado de Su corazón, “Aquel Quien Dios hará manifiesto”. El aún se refirió en Sus Escritos al Orden de Bahá'u'lláh y dijo: “Bienaventurado aquel que sigue a Bahá'u'lláh”.

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