BATALLA O SÍTIO DE LÉRIDA - SIGLO X .-
El asedio de Lérida (en húngaro: Lerida ostroma) tuvo lugar en 942, cuando un grupo de guerreros húngaros llegaron en una incursión a través de Europahasta el noreste de Al-Ándalus e intentaron tomar la ciudad de Lérida bajo control musulmán.
El asedio y otras incursiones
Un importante grupo de húngaros arribaron inesperadamente a los límites de la marca superior de Al-Ándalus en julio de 942. Instalaron su campamento junto al extremo superior de la ciudad de Lérida, desde el cual planificaron sus ataques y saqueos a las otras ciudades y aldeas de la marca superior. Apresaron al caíd musulmán de Barbastro y se aventuraron hasta territorio oscense.1
El asedio a Lérida duró ocho días, pero por falta de alimentos y forraje, así como por considerar difícil la victoria, los húngaros abandonaron el sitio de la ciudad y continuaron saqueando e incendiando aldeas. Entre los guerreros, hubo algunos que se convirtieron al islam, y el califa de Córdoba los empleó como su guardia personal. Alrededor de 943, las tropas musulmanas finalmente derrotaron en varias ocasiones a los merodeadores húngaros y muchos regresaron a su hogar, en las llanuras de Panonia.
El historiador hispanomusulmán Ibn Hayyan narró la razia de los magiares2 y atribuyó a esta incursión y a las dificultades que causó en Al-Ándalus la decisión de Ramiro II de León de romper la tregua que había firmado un año antes con Abd-al-Rahman III, algo que niegan modernos historiadores.
BATALLA DE ROVIRANS - SIGLO X .-
Batalla de Rovirans fue una batalla llevada a cabo en el año 992 (otras fuentes dicen que 985) en la que lucharon lon ejércitos invasores de Almanzor y el ejército condal de Borrell II. Según las crónicas de la época, Barcelona cayó bajo el yugo musulmán en los últimos años del siglo X aunque los Condados Catalanes no se rindieron sin luchar. Una de las acciones bélicas de esta invasión fue la batalla de Rovirans (algunas crónicas la sitúan cerca de de la actual Tarrasa). En la batalla de Rovirans el conde Borrell II se lanzó junto a su guardia personal (formada por 500 jinetes) hacia el grueso de las tropas árabes. Borrell II pereció en la batalla y las fuerzas cristianas fueron derrotadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario