Cantar del Mío Cid/La afrenta de Corpes112
n Valençia seíe Mío Çid con todos sus vassallos,
con él amos sus yernos los ifantes de Carrión.
Yazíes’ en un escanno, durmíe el Campeador;
mala sobrevienta sabed que les cuntió:
salios’ de la rred & desatos’ el león.
En grant miedo se vieron por medio de la cort;
enbraçan los mantos los del Campeador
e çercan el escanno & fincan sobre so sennor.
Ferrán Gonçález non vio alli do s’ alçasse, nin cámara abierta nin torre,
metios so ‘l escanno tanto ovo el pavor;
Diego Gonçález por la puerta salió
diziendo de la boca: «¡Non veré Carrión!»
Tras una viga lagar metios’ con grant pavor,
el manto & el brial todo suzió lo sacó.
En esto despertó el que en buen ora naçió,
vió çercado el escanno de sus buenos varones:
«¿Que ‘s esto, mesnadas, o qué queredes vos?»
«¡Hya sennor ondrado rrebata nos dio el león!»
Mío Çid fincó el cobdo, en pie se levantó,
el manto trae al cuello & adelinnó pora león;
el león quando lo vio assí se vergonçó
ante Mío Çid la cabeça premío & el rrostro fincó;
Mío Çid don Rodrigo al cuello lo tomó
e liévalo adestrando, en la rred le metió.
A maravilla lo han quantos que i son
e tornáronse al apalaçio pora la cort.
Mío Çid por sos yernos demandó & no los falló,
mager los están lamando ninguno non rresponde.
Quando los fallaron & ellos vinieron assí vinieron sin color;
¡non viestes tal guego commo iva por la cort!
Mandólo vedar Mío Çid el Campeador.
Muchos tovieron por enbaídos los ifantes de Carrión;
fiera cosa les pesa desto que les cuntió.
113.
llos en esto estando don avíen grant pesar,
fuerças de Marruecos Valençia vienen çercar;
çinquaenta mill tiendas fincadas ha de las cabdales,
aqueste era el rrey Búcar, si l’ oviestes contar.
114.
legrávas’ el Çid & todos sus varones
que les creçe la ganançia ¡grado al Criador!
Mas, sabed, de cuer les pesa a los ifantes de Carrión
ca veíen tantas tiendas de moros de que non avíen sabor.
Amos hermanos apart salidos son:
«Catamos la ganançia & la pérdida no;
ya en esta batalla a entrar abremos nos,
¡esto es aguisado por non ver Carrión,
bibdas rremandrán fijas del Campeador!»
Oyó la poridad aquel Munno Gustioz,
vinó con estas nuevas a Mío Çid Ruy Díaz el Campeador:
«¡Evades qué pavor han vuestros yernos: tan osados,
por entrar en batalla desean Carrión!
Hidlos conortar, ¡si vos vala el Criador!
Que sean en paz & non ayan i rraçión,
¡nos convusco la vençremos & valernos ha el Criador!»
Mío Çid don Rodrigo sonrrisando salió:
«¡Dios vos salve, yernos, ifantes de Carrión!
¡En braços tenedes mis fijas tan blancas commo el sol!
Hyo desseo lides & vos a Carrión;
en Valençia folgad a todo vuestro sabor
ca d’aquelos moros yo so sabidor:
arrancármelos trevo con la merçed del Criador.»
115.
«¡ún vea el ora que vos meresca dos tanto!»
En una conpanna tornados son amos;
assí lo otorga don Pero cuemo se alaba Ferrando.
Plogo a Mío Çid & a todos sos vassallos:
«¡Aún si Dios quisiere & el Padre que está en alto
amos los míos yernos buenos serán en campo!»
Esto van diziendo & las yentes se alegando,
en la ueste de los moros los atamores sonando;
a maravilla lo avíen muchos dessos christianos
ca nunqua lo vieran, ca nuevos son legados.
Más se maravillan entre Diego & Ferrando,
por la su voluntad non seríen allí legados.
Oid lo que fabló el que en buen ora nascó:
«¡Ala, Pero Vermúez, el mío sobrino caro!
Cúriesme a Diego & cúriesme a don Fernando
míos yernos amos a dos, las cosas que mucho amo,
ca los moros,con Dios, non fincarán en canpo.»
116.
«yo vos digo, Çid, por toda caridad,
que oy los ifantes a mí por amo non abrán;
¡cúrielos qui quier, ca d’ellos poco m’incal!
Hyo con los míos ferir quiero delant,
vos con los vuestros firmemientre a la çaga tengades;
si cueta fuere bien me podredes huviar.»
Aquí legó Minaya Álbar Fánnez:
«¡Oid, ya Çid Canpeador leal!
Esta batalla el Criador la ferá,
e vos tan dinno que con él avedes part.
Mandádno’los ferir de qual part vos semejar;
el debdo que a cada uno a conplir será.
¡Verlo hemos con Dios & con la vuestra auze!»
Dixo Mío Çid: «Ayamos más de vagar.»
Afevos el obispo don Jherónimo muy bien armado,
parávas’ delant al Campeador siempre con la buen auze:
«Oy vos dix’ la missa de Sancta Trinidade,
por esso salí de mi tierra & vin vos buscar
por sabor que avía de algún moro matar.
Mi orden & mis manos querríalas ondrar
e a estas feridas yo quiero ir delant;
pendón trayo a corças & armas de sennal,
si plogiesse a Dios querríalas ensayar,
Mío coraçón que pudiesse folgar
e vos, Mío Çid, de mi más vos pagar.
Si este amor non feches yo de vos me quiero quitar.»
Essora dixo Mío Çid: «Lo que vos queredes plazme.
Afé los moros a ojo, idlos ensayar;
¡nos d’aquent veremos commo lidia el abbat!»
117.
l obispo don Jherónimo prisó a espolonada
e ívalos ferir a cabo del albergada:
por la su ventura & Dios qu’ el amava
a los primeros colpes dos moros matava de la lança;
el astil a quebrado & metió mano al espada,
ensayávas’ el obispo, ¡Dios, que bien lidiava!
Dos mató con lança & V con el espada;
los moros son muchos, derredor le çercavan,
dávanle grandes colpes mas no l’ falssan las armas.
El que en buen ora nascó los ojos le fincava,
enbraçó el escudo & abaxó el asta,
aguijó a Bavieca el cavallo que bien anda,
hívalos ferir de coraçón & de alma;
en las azes primeras el Campeador entrava,
abatió a VII & a IIII matava.
Plogo a Dios aquesta fue el arrancada.
Mío Çid con los suyos cae en alcança:
veríedes quebrar tantas cuerdas & arrancarse las estacas
e acostarse los tendales, con huebras eran tantas.
Los de Mío Çid a los de Búcar de las tiendas los sacan.
118.
ácanlos de las tiendas, cáenlos en alcaz;
tanto braço con loriga veríedes caer apart,
tantas cabeças con yelmos que por el campo caen,
cavallos sin duennos salir a todas partes;
VII migeros conplidos duró el segudar.
Mío Çid al rrey Búcar cayol’ en alcaz:
«¡Acá torna, Búcar! Venist d’alent mar,
verte as con el Çid el de la barba grant,
¡saludarnos hemos amos & tajaremos amistad!»
Respusó Búcar al Çid: «¡Cofonda Dios tal amistad!
El espada tienes desnuda en la mano & véot’ aguijar,
así commo semeja en mí la quieres ensayar;
mas si el cavallo non estropieça o comigo non caye
¡non te juntarás comigo fata dentro en la mar!»
Aquí rrespuso Mío Çid: «¡Esto non será verdad!»
Buen cavallo tiene Búcar & grandes saltos faz
mas Bavieca el de Mío Çid alcançándolo va.
Alcançólo el Çid a Búcar a tres bravas del mar,
arriba alcó Colada, un grant golpe dádol’ ha,
las carbonclas del yelmo tollidas ge la ha,
cortol’ el yelmo e’, librado todo lo hal,
fata la çintura el espada legado ha.
Mató a Búcar al rrey de alén mar
e ganó a Tizón que mill marcos d’oro val.
Vençió la batalla maravillosa & grant.
Aquí s’ondró Mío Çid & quantos con él son.
119.
on estas ganançias ya s’ ivan tornando;
sabet, todos de firme rrobavan el campo.
A las tiendas eran legados
do estava el que en buen ora nascó.
Mío Çid Ruy Díaz el Campeador contado
con dos espadas que el preçiava algo
por la matança vinía tan privado,
la cara fronzida & almófar soltado,
cofia sobre los pelos fronzida d’ella ya quanto.
Algo víe Mío Çid de lo que era pagado:
alçó sos ojos, esteva adelant catando
e vio venir a Diego & a Fernando
amos son fijos del conde don Gonçalo.
Alegros’ Mío Çid, fermoso sonrrisando:
«¿Venides, míos yernos? ¡Míos fijos sodes amos!
Sé que de lidiar bien sodes pagados;
a Carrión de vos irán buenos mandados
commo al rrey Búcar avemos arrancado.
¡Commo yo fío por Dios & en todos los sos sanctos
d’esta arrancada nos iremos pagados!»
Minaya Álbar Fánnez essora es legado,
el escudo trae al cuello & todo espadado;
de los colpes de las lanças non avíe rrecabdo,
aquelos que ge los dieran non ge lo avíen logrado.
Por el cobdo ayuso la sangre destellando,
de XX arriba ha moros matado.
De todas partes sos vassalos van legando:
«¡Grado a Dios & al Padre que está en alto
e a vos, Çid, que en buen ora fuestes nado!
Matastes a Búcar & arrancamos el canpo;
todos estos bienes de vos son & de vuestros vassallos.
E vuestros yernos aquí son ensayados,
fartos de lidiar con moros en el campo.»
Dixo Mío Çid: «Yo d’esto so pagado;
quando agora son buenos adelant serán preçiados.»
Por bien lo dixo el Çid mas ellos lo tovieron a mal.
Todas las ganançias a Valençia son legadas;
alegre es Mío Çid con todas sus conpannas
que a la rraçión caíe seisçientos marcos de plata.
Los yernos de Mío Çid quando este aver tomaron
d’esta arrancada, que lo teníen en so salvo,
cuidaron que en sus días nunqua seríen minguados.
Fueron en Valençia muy bien arreados,
conduchos a sazones, buenas pieles & buenos mantos.
Muchos son alegres Mío Çid & sus vassallos.
120.
rant fue el día la cort del Campeador
después que esta batalla vençieron & al rrey Búcar mató.
Alçó la mano, a la barba se tomó:
«Grado a Christus que del mundo es sennor
quando veo lo que avía sabor,
que lidiaron comigo en campo míos yernos amos a dos!
Mandados buenos irán d’ellos a Carrión
cómmo son ondrados & aver vos grant pro.
121.
obejanas son las ganançias que todos an ganadas.
Lo uno es nuestro, lo otro han en salvo.»
Mandó Mío Çid el que en buen ora nascó
d’esta batalla que han arrancado
que todos prisiessen so derecho contado
e la su quinta non fuesse olbidado;
assí lo fazen todos ca eran acordados.
Cayéronle en quinta al Çid seixçientos cavallos
e otras azémillas & camelos largos;
tantos son de muchos que non seríen contados.
con él amos sus yernos los ifantes de Carrión.
Yazíes’ en un escanno, durmíe el Campeador;
mala sobrevienta sabed que les cuntió:
salios’ de la rred & desatos’ el león.
En grant miedo se vieron por medio de la cort;
enbraçan los mantos los del Campeador
e çercan el escanno & fincan sobre so sennor.
Ferrán Gonçález non vio alli do s’ alçasse, nin cámara abierta nin torre,
metios so ‘l escanno tanto ovo el pavor;
Diego Gonçález por la puerta salió
diziendo de la boca: «¡Non veré Carrión!»
Tras una viga lagar metios’ con grant pavor,
el manto & el brial todo suzió lo sacó.
En esto despertó el que en buen ora naçió,
vió çercado el escanno de sus buenos varones:
«¿Que ‘s esto, mesnadas, o qué queredes vos?»
«¡Hya sennor ondrado rrebata nos dio el león!»
Mío Çid fincó el cobdo, en pie se levantó,
el manto trae al cuello & adelinnó pora león;
el león quando lo vio assí se vergonçó
ante Mío Çid la cabeça premío & el rrostro fincó;
Mío Çid don Rodrigo al cuello lo tomó
e liévalo adestrando, en la rred le metió.
A maravilla lo han quantos que i son
e tornáronse al apalaçio pora la cort.
Mío Çid por sos yernos demandó & no los falló,
mager los están lamando ninguno non rresponde.
Quando los fallaron & ellos vinieron assí vinieron sin color;
¡non viestes tal guego commo iva por la cort!
Mandólo vedar Mío Çid el Campeador.
Muchos tovieron por enbaídos los ifantes de Carrión;
fiera cosa les pesa desto que les cuntió.
113.
llos en esto estando don avíen grant pesar,
fuerças de Marruecos Valençia vienen çercar;
çinquaenta mill tiendas fincadas ha de las cabdales,
aqueste era el rrey Búcar, si l’ oviestes contar.
114.
legrávas’ el Çid & todos sus varones
que les creçe la ganançia ¡grado al Criador!
Mas, sabed, de cuer les pesa a los ifantes de Carrión
ca veíen tantas tiendas de moros de que non avíen sabor.
Amos hermanos apart salidos son:
«Catamos la ganançia & la pérdida no;
ya en esta batalla a entrar abremos nos,
¡esto es aguisado por non ver Carrión,
bibdas rremandrán fijas del Campeador!»
Oyó la poridad aquel Munno Gustioz,
vinó con estas nuevas a Mío Çid Ruy Díaz el Campeador:
«¡Evades qué pavor han vuestros yernos: tan osados,
por entrar en batalla desean Carrión!
Hidlos conortar, ¡si vos vala el Criador!
Que sean en paz & non ayan i rraçión,
¡nos convusco la vençremos & valernos ha el Criador!»
Mío Çid don Rodrigo sonrrisando salió:
«¡Dios vos salve, yernos, ifantes de Carrión!
¡En braços tenedes mis fijas tan blancas commo el sol!
Hyo desseo lides & vos a Carrión;
en Valençia folgad a todo vuestro sabor
ca d’aquelos moros yo so sabidor:
arrancármelos trevo con la merçed del Criador.»
115.
«¡ún vea el ora que vos meresca dos tanto!»
En una conpanna tornados son amos;
assí lo otorga don Pero cuemo se alaba Ferrando.
Plogo a Mío Çid & a todos sos vassallos:
«¡Aún si Dios quisiere & el Padre que está en alto
amos los míos yernos buenos serán en campo!»
Esto van diziendo & las yentes se alegando,
en la ueste de los moros los atamores sonando;
a maravilla lo avíen muchos dessos christianos
ca nunqua lo vieran, ca nuevos son legados.
Más se maravillan entre Diego & Ferrando,
por la su voluntad non seríen allí legados.
Oid lo que fabló el que en buen ora nascó:
«¡Ala, Pero Vermúez, el mío sobrino caro!
Cúriesme a Diego & cúriesme a don Fernando
míos yernos amos a dos, las cosas que mucho amo,
ca los moros,con Dios, non fincarán en canpo.»
116.
«yo vos digo, Çid, por toda caridad,
que oy los ifantes a mí por amo non abrán;
¡cúrielos qui quier, ca d’ellos poco m’incal!
Hyo con los míos ferir quiero delant,
vos con los vuestros firmemientre a la çaga tengades;
si cueta fuere bien me podredes huviar.»
Aquí legó Minaya Álbar Fánnez:
«¡Oid, ya Çid Canpeador leal!
Esta batalla el Criador la ferá,
e vos tan dinno que con él avedes part.
Mandádno’los ferir de qual part vos semejar;
el debdo que a cada uno a conplir será.
¡Verlo hemos con Dios & con la vuestra auze!»
Dixo Mío Çid: «Ayamos más de vagar.»
Afevos el obispo don Jherónimo muy bien armado,
parávas’ delant al Campeador siempre con la buen auze:
«Oy vos dix’ la missa de Sancta Trinidade,
por esso salí de mi tierra & vin vos buscar
por sabor que avía de algún moro matar.
Mi orden & mis manos querríalas ondrar
e a estas feridas yo quiero ir delant;
pendón trayo a corças & armas de sennal,
si plogiesse a Dios querríalas ensayar,
Mío coraçón que pudiesse folgar
e vos, Mío Çid, de mi más vos pagar.
Si este amor non feches yo de vos me quiero quitar.»
Essora dixo Mío Çid: «Lo que vos queredes plazme.
Afé los moros a ojo, idlos ensayar;
¡nos d’aquent veremos commo lidia el abbat!»
117.
l obispo don Jherónimo prisó a espolonada
e ívalos ferir a cabo del albergada:
por la su ventura & Dios qu’ el amava
a los primeros colpes dos moros matava de la lança;
el astil a quebrado & metió mano al espada,
ensayávas’ el obispo, ¡Dios, que bien lidiava!
Dos mató con lança & V con el espada;
los moros son muchos, derredor le çercavan,
dávanle grandes colpes mas no l’ falssan las armas.
El que en buen ora nascó los ojos le fincava,
enbraçó el escudo & abaxó el asta,
aguijó a Bavieca el cavallo que bien anda,
hívalos ferir de coraçón & de alma;
en las azes primeras el Campeador entrava,
abatió a VII & a IIII matava.
Plogo a Dios aquesta fue el arrancada.
Mío Çid con los suyos cae en alcança:
veríedes quebrar tantas cuerdas & arrancarse las estacas
e acostarse los tendales, con huebras eran tantas.
Los de Mío Çid a los de Búcar de las tiendas los sacan.
118.
ácanlos de las tiendas, cáenlos en alcaz;
tanto braço con loriga veríedes caer apart,
tantas cabeças con yelmos que por el campo caen,
cavallos sin duennos salir a todas partes;
VII migeros conplidos duró el segudar.
Mío Çid al rrey Búcar cayol’ en alcaz:
«¡Acá torna, Búcar! Venist d’alent mar,
verte as con el Çid el de la barba grant,
¡saludarnos hemos amos & tajaremos amistad!»
Respusó Búcar al Çid: «¡Cofonda Dios tal amistad!
El espada tienes desnuda en la mano & véot’ aguijar,
así commo semeja en mí la quieres ensayar;
mas si el cavallo non estropieça o comigo non caye
¡non te juntarás comigo fata dentro en la mar!»
Aquí rrespuso Mío Çid: «¡Esto non será verdad!»
Buen cavallo tiene Búcar & grandes saltos faz
mas Bavieca el de Mío Çid alcançándolo va.
Alcançólo el Çid a Búcar a tres bravas del mar,
arriba alcó Colada, un grant golpe dádol’ ha,
las carbonclas del yelmo tollidas ge la ha,
cortol’ el yelmo e’, librado todo lo hal,
fata la çintura el espada legado ha.
Mató a Búcar al rrey de alén mar
e ganó a Tizón que mill marcos d’oro val.
Vençió la batalla maravillosa & grant.
Aquí s’ondró Mío Çid & quantos con él son.
119.
on estas ganançias ya s’ ivan tornando;
sabet, todos de firme rrobavan el campo.
A las tiendas eran legados
do estava el que en buen ora nascó.
Mío Çid Ruy Díaz el Campeador contado
con dos espadas que el preçiava algo
por la matança vinía tan privado,
la cara fronzida & almófar soltado,
cofia sobre los pelos fronzida d’ella ya quanto.
Algo víe Mío Çid de lo que era pagado:
alçó sos ojos, esteva adelant catando
e vio venir a Diego & a Fernando
amos son fijos del conde don Gonçalo.
Alegros’ Mío Çid, fermoso sonrrisando:
«¿Venides, míos yernos? ¡Míos fijos sodes amos!
Sé que de lidiar bien sodes pagados;
a Carrión de vos irán buenos mandados
commo al rrey Búcar avemos arrancado.
¡Commo yo fío por Dios & en todos los sos sanctos
d’esta arrancada nos iremos pagados!»
Minaya Álbar Fánnez essora es legado,
el escudo trae al cuello & todo espadado;
de los colpes de las lanças non avíe rrecabdo,
aquelos que ge los dieran non ge lo avíen logrado.
Por el cobdo ayuso la sangre destellando,
de XX arriba ha moros matado.
De todas partes sos vassalos van legando:
«¡Grado a Dios & al Padre que está en alto
e a vos, Çid, que en buen ora fuestes nado!
Matastes a Búcar & arrancamos el canpo;
todos estos bienes de vos son & de vuestros vassallos.
E vuestros yernos aquí son ensayados,
fartos de lidiar con moros en el campo.»
Dixo Mío Çid: «Yo d’esto so pagado;
quando agora son buenos adelant serán preçiados.»
Por bien lo dixo el Çid mas ellos lo tovieron a mal.
Todas las ganançias a Valençia son legadas;
alegre es Mío Çid con todas sus conpannas
que a la rraçión caíe seisçientos marcos de plata.
Los yernos de Mío Çid quando este aver tomaron
d’esta arrancada, que lo teníen en so salvo,
cuidaron que en sus días nunqua seríen minguados.
Fueron en Valençia muy bien arreados,
conduchos a sazones, buenas pieles & buenos mantos.
Muchos son alegres Mío Çid & sus vassallos.
120.
rant fue el día la cort del Campeador
después que esta batalla vençieron & al rrey Búcar mató.
Alçó la mano, a la barba se tomó:
«Grado a Christus que del mundo es sennor
quando veo lo que avía sabor,
que lidiaron comigo en campo míos yernos amos a dos!
Mandados buenos irán d’ellos a Carrión
cómmo son ondrados & aver vos grant pro.
121.
obejanas son las ganançias que todos an ganadas.
Lo uno es nuestro, lo otro han en salvo.»
Mandó Mío Çid el que en buen ora nascó
d’esta batalla que han arrancado
que todos prisiessen so derecho contado
e la su quinta non fuesse olbidado;
assí lo fazen todos ca eran acordados.
Cayéronle en quinta al Çid seixçientos cavallos
e otras azémillas & camelos largos;
tantos son de muchos que non seríen contados.
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