miércoles, 4 de febrero de 2015

PROVINCIAS Y MUNICIPIOS DE ESPAÑA

MUNICIPIOS DE JAÉN : Huesa es un municipio español de la provincia de JaénAndalucía, perteneciente a la Comarca de Cazorla, forma parte de su partido judicial. Tiene una población de 2.648 habitantes (2012). Su término municipal limita con Quesada al norte y al oeste,Hinojares y Pozo Alcón al este, y la provincia de Granada al sur. El gentilicio de sus habitantes es: Huesense, hueseño/a, osense.- .......................................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=fbf7eed0dcf2b119a5424a708aa40590a4a01c91&writer=rdf2latex&return_to=Huesa










Ibros es un municipio español de la provincia de JaénAndalucía, forma parte de la comarca de La Loma.
El nombre actual deriva de la antigua Ibes o Ibris oretana, que a su vez recibió el nombre de un rey ibero que habitó en ella.
Celebra Ibros su fiesta grande el 3 de mayo, coincidiendo con el tradicional “Día de La Cruz”, fecha en la que se festeja y venera por todo lo alto a la patrona Nuestra Señora de los Remedios, la que popular y cariñosamente es conocida como “La Remediadora”. El día anterior a la fiesta la imagen de la Virgen es traída hasta el templo parroquial desde su ermita, mandada construir en 1522 por el entonces obispo Sarmiento de Mendoza, celebrándose el día tres la solemne misa y la procesión en su honor. Estos festejos encontrarán su réplica estival en el primer fin de semana de agosto, donde prácticamente se vuelve a reproducir todo el ritual para los emigrantes que por el verano retornan al pueblo con vacaciones. Como toda advocación mariana que va estrechamente unida a las señas de identidad de un pueblo, la Virgen de los Remedios de Ibros no está exenta de una historia entroncada en una piadosa leyenda que se remonta a los tiempos de la dominación árabe, cuando los ibreños, temiendo que la imagen fuera profanada por las tropas musulmanas, decidieron esconderla, para lo cual la enterraron. No será hasta los primeros años del siglo XVIII cuando un ibreño que sacaba barro para el tejar que un baezano tenía en lo que hoy se conoce como la Huerta de la Virgen, se encontró con una campana que al levantarla dejó ver en su interior la imagen mariana. Evidencia este hecho del hallazgo de una figura sacra oculta dentro de una campana, la pervivencia de antiguos ritos precristianos dedicados a la Diosa Madre, lo que puede ser otro indicio, esta vez de carácter etnológico, de la antigüedad del establecimiento de una comunidad humana en lbros. Nos sigue diciendo el relato de Ibros que el dueño baezano del tejar quiso llevarse la imagen a Baeza, a lo que se opusieron los ibreños, pero en tres intentos que hizo de transportarla a la vecina ciudad, aquélla retornaba a Ibros de forma milagrosa, lo que fue tenido por todos como el deseo irrevocable de la Virgen de quedarse entre quienes la hallaron.
Pero el ciclo festivo de lbros, dado su carácter agrícola, comenzaba con San Antón, donde ese mismo día se encendían hogueras y se bendecía a los animales, fiesta y costumbre que se han recuperado en los últimos tiempos. Muy arraigada, sin embargo, es la fiesta denominada de “Santobastián”, dedicada a San Sebastián –el 20 de enero–, cuando los ibreños tienen por costumbre ir al campo a almorzar con sus parientes y amigos, quedando en el recuerdo aquel único menú de otros tiempos de una rosca de pan con un chorizo y una naranja.
Muy curiosa y antigua es la denominada costumbre del “Viernes de Lázaro”, que tenía lugar, hasta que en 1983 perdió su esplendor primitivo al no ser permitida por maestros y educadores, el viernes anterior al “de Dolores” y siguiente al cuarto domingo de Cuaresma, cuando es leído en la misa el pasaje evangélico de la resurrección de Lázaro. La antigua costumbre consistía en que los niños iban a la escuela con la cara manchada de tizne y con gorros hechos con papeles de colores, y las niñas con generosos lazos del mismo material, y ofrecían regalos a sus maestros, consistentes en hortalizas, dulces caseros, aceite, huevos y otras viandas, y llegado el caso hasta sobres con dinero, invirtiéndose a cambio los roles en el estatus escolar durante toda esa jornada en la que mandaba la chiquillería, quien estaba dispuesta a hacer todas aquellas diabluras que otros días no les eran consentidas, como subirse a los pupitres y vaciar los tinteros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario