A finales del siglo XVIII se relacionan, además de las mencionadas Parroquial y Ermita de Piedraescrita, la de la Virgen de la Guía, de la Soledad, y del Carmen; y todavía se cita activo el Hospital de San Bernardo.
Al Convento de las Clarisas también se hace relación con motivo de la visita de la Real Audiencia de Extremadura, siendo unas de las primeras referencias a este edificio tan peculiar por su campanil, aunque no se dice nada del templo de culto. El geógrafo Tomás López, en su Diccionario, apunta que antiguamente era un hospicio.
En 1849 ya son sólo dos ermitas las que se mencionan, la de La Soledad y del Carmen, citándose el edificio de los Mártires como iglesia. Más tarde, desaparecería la Ermita de la Soledad, que estuvo ubicada en el barrio de “la Ermita”, quedando sólo los templos que aún perviven.
La Iglesia y el Convento de las RR. MM. Concepcionistas se sitúa en el entorno del Arco de Trajano, en la calle Concepción. Se trata de un edificio del s.XVI regentado por una comunidad femenina de clausura perteneneciente a la Orden de la Inmaculada Concepción. Cada 8 de diciembre tiene lugar, en este templo, la Renovación del Voto municipal de la ciudad de Mérida a la Inmaculada Concepción de María, una tradición secular que se ha mantenido viva en la capital desde 1620.
El convento fue fundado en 1588 por el mecenas emeritense Francisco Moreno de Almaraz, quien participó junto a Francisco Pizarro en la Conquista de Perú y que también propició la reforma de la Puerta de Santa María de la Concatedral de Mérida y la construcción de la Capilla de la Virgen de la Guía.
Por su parte, la Iglesia del convento fue terminada en el año 1630 bajo la dirección del maestro Hernando de Contreras.
La iglesia, de una sola nave, es de planta basilical y fue construida entre los siglos XV y XVI. La actual cubierta del templo conventual, con bóveda de lunetos y cúpula semiesférica en la capilla mayor, se construyó en la primera mitd del XVIII. Del interior cabe destacar el retablo mayor presidido por la imagen de la Inmaculada Concepción.
En el año 1620 el Cabildo municipal de Mérida decidió rendir pleitesía a la Virgen realizando el solemne acto del Voto y Juramento de la defensa de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Desde entonces, y de manera ininterrumpida, las distinta corporaciones que han gobernado la ciudad han venido realizando este histórico acto que sirve de antesala a las fiestas patronales en honor a Santa Eulalia.
Cada 8 de diciembre, por la mañana, la corporación municipal sale en solemne procesión civil desde el Palacio Municipal. El cortejo, que es presidido por los maceros y por el pendón de la ciudad, se dirige por la plaza de España, Félix Valverde Lillo, Trajano y Concepción hasta la Iglesia de las Madres Concepcionistas. Una vez dentro, el alcalde otorga el bastón de mando a la Madre Superiora y da comienzo la Solemne Eucaristía que suele ser presidida por el Arzobispo de la ciudad. Concluida la celebración, el Alcalde, en nombre de la Corporación y de toda la ciudad de Mérida, renueva el Voto de la defensa del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
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