Este obelisco, denominado más correctamente como "estela" o con el nombre nativo de "hawilt/hawilti" (dado que no terminan con una pirámide en su cumbre) fue tallado y erigido en el siglo IV d. C. por súbditos del reino de Aksum, una antigua civilización etíope. Se supone que la función de estas estelas era la de ser "indicadores" para cámaras funerarias subterráneas. Los mayores de estos indicadores de tumbas se usaban para las cámaras funerarias reales y estaban decoradas con ventanas falsas de varios pisos y puertas también falsas, mientras que la nobleza disponía de estelas más pequeñas y menos decoradas. La estela del rey Ezana es, probablemente, el último ejemplo de esta práctica, obsoleta tras la conversión de los Axumitas al cristianismo. Debe su nombre al rey Ezana (aprox. 300-350 d.C.), el primer monarca de Aksum que adoptó el cristianismo siguiendo el ejemplo y las enseñanzas de Frumencio de Aksum, su tutor de la infancia. La estela es un bloque de granito sólido grabado, con una puerta y nueve ventanas falsas (se cree que simbolizan la puerta y las nueve cámaras de la tumba del rey), que fue trasladado desde una cantera a cuatro kilómetros, probablemente arrastrada por elefantes. 1
La estela de Ezana es, además, el único de los tres obeliscos reales mayores (los otros son la Gran Estela y el Obelisco de Aksum) que nunca llegó a partirse. Los italianos dañaron severamente uno de ellos al dividirlo en tres partes y embarcarlo hacia Roma en uno de los más extraños casos de expolio durante el saqueo colonial. La estela de Ezana fue afianzada en 2007-2008 por un equipo dirigido por el ingeniero Giorgio Croci, durante el reensamblaje del obelisco de Aksum. Tras décadas de peticiones para que les fuera devuelto su monumento, los etíopes finalmente recuperaron su tesoro histórico nacional.
La ciudadela de Fasil Ghebi en la ciudad etíope de Gondar, es un recinto real amurallado del siglo XVII desde el que los emperadores de Etiopía reinaron sobre todo el imperio. En 1979, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto con otros monumentos de la ciudad y sus alrededores. Fasil Ghebi es un ejemplo único de un estilo particular de arquitectura, llamado estilo de Gondar, en el que sobre una base local árabe se han integrado las influencias del estilo barroco europeo, introducido por los misioneros portugueses, y las técnicas arquitectónicas indias de la cocción de la cal, aportadas por los maestros constructores llegados de Goa.
El recinto real de Fasil Ghebi está rodeado por una muralla de novecientos metros de longitud con doce puertas y dos puentes. En su interior se agrupan varios edificios históricos:
- el castillo de Fasilides, edificio de base rectangular flanqueado en las esquinas por cuatro torreones redondos rematados por cupulillas, que constituye la obra cumbre del estilo de Gondar
- el castillo del emperador Iyasu, el edificio más alto de Gondar, construido entre 1682 y 1706
- la cancillería y la biblioteca de Tzadich Yohannes, dos pabellones anexos al castillo de Fasilides
- el salón de banquetes
- la tumba del caballo del rey Fasilides
- tres iglesias, entre las que destaca la capilla de San Antonio, con bellas pinturas murales
- cuadras
Además de Fasil Ghebi, también se han incluido en el Patrimonio de la Humanidad:
- la abadía de Debre Berhan Selassie, con su iglesia circular decorada con pinturas, a 1200 m al nordeste de Fasil Ghebi
- los baños de Fasilides, un palacio de varios pisos en un estanque dentro de un extenso terreno de recreo, donde anualmente se celebra la ceremonia de bendición del baño, a 1500 m al noroeste
- la iglesia de Kuddus Yohannes, a 1500 m al oeste
- el complejo de Qusquam, construido por la Emperatriz Mentuab en el siglo XVIII, a 3000 m al noroeste, que incluye una iglesia redonda y el palacio de Mentuab, construido entre 1730 y 1755, que recuerda al Renacimiento europeo
- el monasterio de Mariam Ghemb, llamado Socinios
- el palacio de Guzara
A pesar del terremoto de 1704, de la guerra civil del siglo XIX, de la decadencia de la ciudad al perder la capitalidad del imperio, y de algunas desafortunadas reconstrucciones realizadas por los italianos durante la Segunda Guerra Mundial, el estado de conservación de los edificios es bastante bueno.
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