La serpiente es, en el mundo Celta, uno de los símbolos de la tierra y de todo lo que significa ese Elemento
Es una aliada para conseguir los bienes materiales y para alejar a los enemigos que intenten dañarnos
Así lo pensaban los druidas y que ungían con un aceite especial hecho con la piel de la serpiente, las armas de guerra y sus escudos.
Este aceite esta elaborado con las esencias, las plantas que según la tradición lo convierte en una de las armas de defensa mas poderosa y por supuesto lleva en su interior la piel de serpiente, tal y como los Druidas.
La manera de utilizarlo mas común es cubriendo por medio de un pequeño pincel fotografías de personas a las que quieras apartar de tu vida, anular las malas intenciones de alguien hacia ti o hacia los tuyos
Ungiendo una vela marrón en la que se haya escrito el nombre del enemigo de arriba a bajo, para luego prenderla.
Recuerda que es un aceite para bloquear y paralizar personas negativas, y sabiéndolo, úsalo con sentido común.
Historia del aceite de serpiente
En la China se le conoce como el aceite de serpiente donde recibe el nombre de shéyóu. Se consideraba muy útil como remedio para la inflamación y el dolor en casos de artritis reumatoide, bursitis, y otras situaciones que provocan dolor articular, y aún hoy día se vende en farmacias chinas.
La grasa de serpiente era muy usada en el Antiguo Egipto, mezclada con grasa de león, hipopótamo, cocodrilo, gato macho e íbice de Nubia, formando una masa homogénea que se creía curaba la calvicie.
Los indígenas de la selva amazónica de América del sur, también suelen usar el sebo de la culebra, para tratar todo tipo de dolores articulares y han encontrado la forma de concentrarlo para comercializarlo.
El aceite de serpiente se prepara friendo la carne del animal, el consumo de la cual, junto con la piel tostada y molida, forma parte del tratamiento.
Se sabe a ciencia cierta que los trabajadores chinos empleados en la construcción primer ferrocarril transcontinental de Estados Unidos, implantaron el uso del aceite de serpiente entre los trabajadores europeos con dolor articular. Sin embargo, le adicionaban ciertas plantas medicinales que mezclaban con el medio grasoso como una pasta.
La aseveración de que friccionar aceite o grasa de serpiente sobre la zona adolorida reducía el dolor. Aunque inicialmente tuvo muchos detractores, porque surgieron los vendedores de medicinas patentadas, estos se dieron por vencidos y lo integraron a su complejo de remedios patentados.
Uso del aceite de serpiente
Las pomadas de aceite de serpiente producidas por la grasa de la serpiente, aparentemente extraídas de ese animal y a las que se le atribuyen propiedades medicinales entre ellas las de curar artrosis, reumatismo y artritis.
En realidad no cuentan con el respaldo científico sobre su verdadera composición, menos existe una base científica que avalen sus propiedades curativas, razón por lo que es un riesgo para la salud consumir dicho producto.
En la China se le conoce como el aceite de serpiente donde recibe el nombre de shéyóu. Se consideraba muy útil como remedio para la inflamación y el dolor en casos de artritis reumatoide, bursitis, y otras situaciones que provocan dolor articular, y aún hoy día se vende en farmacias chinas.
La grasa de serpiente era muy usada en el Antiguo Egipto, mezclada con grasa de león, hipopótamo, cocodrilo, gato macho e íbice de Nubia, formando una masa homogénea que se creía curaba la calvicie.
Los indígenas de la selva amazónica de América del sur, también suelen usar el sebo de la culebra, para tratar todo tipo de dolores articulares y han encontrado la forma de concentrarlo para comercializarlo.
El aceite de serpiente se prepara friendo la carne del animal, el consumo de la cual, junto con la piel tostada y molida, forma parte del tratamiento.
Se sabe a ciencia cierta que los trabajadores chinos empleados en la construcción primer ferrocarril transcontinental de Estados Unidos, implantaron el uso del aceite de serpiente entre los trabajadores europeos con dolor articular. Sin embargo, le adicionaban ciertas plantas medicinales que mezclaban con el medio grasoso como una pasta.
La aseveración de que friccionar aceite o grasa de serpiente sobre la zona adolorida reducía el dolor. Aunque inicialmente tuvo muchos detractores, porque surgieron los vendedores de medicinas patentadas, estos se dieron por vencidos y lo integraron a su complejo de remedios patentados.
Uso del aceite de serpiente
Las pomadas de aceite de serpiente producidas por la grasa de la serpiente, aparentemente extraídas de ese animal y a las que se le atribuyen propiedades medicinales entre ellas las de curar artrosis, reumatismo y artritis.
En realidad no cuentan con el respaldo científico sobre su verdadera composición, menos existe una base científica que avalen sus propiedades curativas, razón por lo que es un riesgo para la salud consumir dicho producto.
En el Perú país de América del Sur se dio pie a la creencia de que el aceite de serpiente es un potente antiinflamatorio y analgésico.
La venta de este producto se hizo y se hace en las calles, se ha vuelto una costumbre apreciar en calles y plazas a los vendedores que ejecutan exhibiciones, untando un poco de dichas de las pomadas de aceite de serpiente sobre la piel y en la zona afectada.
Luego de unos minutos, sale una especie de sudoración, lo que hace creer que hay cambios medicinales curativos en los tejidos y músculos, cuando en realidad ese es sólo el efecto de la cobertura de los poros.
Se hace de conocimiento que su uso puede originar ronchas, infecciones y otros daños a la piel y por ende a la salud, sobre todo si se tiene en cuenta que el aceite de serpiente no es un producto medicinal, debidamente registrado legalmente.
La ignorancia de la población en relación a que los productos naturales deben contar con registro sanitario es aprovechado por charlatanes para engañarla y obtener dinero a cambio de nada, pues se trata de sujetos inescrupulosos que imponen la cultura de la mentira.
Asimismo, se deben adquirir los productos naturales en establecimientos farmacéuticos formales y se debe verificar la fecha de vencimiento y que la presentación no esté dañada o maltratada.
En el caso de que el paciente desee adquirir cualquier producto natural debe consultarlo antes con su médico para que le oriente y aclare si cuenta con el respaldo de investigaciones que demuestren su efectividad y seguridad, los riesgos o beneficios en su caso específico, si puede interferir con el tratamiento prescrito o si existen otras alternativas.
La práctica de vender remedios de dudosa o indemostrada efectividad se emplea aún hoy día, aunque con técnicas de márketing mejoradas. Son especialmente frecuentes las afirmaciones de curas "revolucionarias" para enfermedades crónicas como la diabetes o el alzheimer, para las cuales la ciencia médica actual, basada en pruebas médicas, sólo conoce tratamientos sintomáticos.
La expresión "vender aceite de serpiente" se usa como término peyorativo para describir este tipo de prácticas.
El reumatismo se identifica mediante un interrogatorio, que permite conocer el tipo de dolor y las circunstancias durante las cuales aparece, seguido de la observación y palpación de las zonas afectadas; el signo más relevante para el diagnóstico.
La venta de este producto se hizo y se hace en las calles, se ha vuelto una costumbre apreciar en calles y plazas a los vendedores que ejecutan exhibiciones, untando un poco de dichas de las pomadas de aceite de serpiente sobre la piel y en la zona afectada.
Luego de unos minutos, sale una especie de sudoración, lo que hace creer que hay cambios medicinales curativos en los tejidos y músculos, cuando en realidad ese es sólo el efecto de la cobertura de los poros.
Se hace de conocimiento que su uso puede originar ronchas, infecciones y otros daños a la piel y por ende a la salud, sobre todo si se tiene en cuenta que el aceite de serpiente no es un producto medicinal, debidamente registrado legalmente.
La ignorancia de la población en relación a que los productos naturales deben contar con registro sanitario es aprovechado por charlatanes para engañarla y obtener dinero a cambio de nada, pues se trata de sujetos inescrupulosos que imponen la cultura de la mentira.
Asimismo, se deben adquirir los productos naturales en establecimientos farmacéuticos formales y se debe verificar la fecha de vencimiento y que la presentación no esté dañada o maltratada.
En el caso de que el paciente desee adquirir cualquier producto natural debe consultarlo antes con su médico para que le oriente y aclare si cuenta con el respaldo de investigaciones que demuestren su efectividad y seguridad, los riesgos o beneficios en su caso específico, si puede interferir con el tratamiento prescrito o si existen otras alternativas.
La práctica de vender remedios de dudosa o indemostrada efectividad se emplea aún hoy día, aunque con técnicas de márketing mejoradas. Son especialmente frecuentes las afirmaciones de curas "revolucionarias" para enfermedades crónicas como la diabetes o el alzheimer, para las cuales la ciencia médica actual, basada en pruebas médicas, sólo conoce tratamientos sintomáticos.
La expresión "vender aceite de serpiente" se usa como término peyorativo para describir este tipo de prácticas.
El reumatismo se identifica mediante un interrogatorio, que permite conocer el tipo de dolor y las circunstancias durante las cuales aparece, seguido de la observación y palpación de las zonas afectadas; el signo más relevante para el diagnóstico.
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