IMÁGENES Y ESTUDIOS .-
3. Ley de continuidad original:
«Todo depósito arqueológico o todo elemento interfacial estará limitado por una cuenca de deposición o bien su grosor irá disminuyendo progresivamente hacia los lados hasta acabar en una cuña. Por lo tanto, si cualquier extremo de un depósito o elemento interfacial presenta una cara vertical, significa que se ha perdido parte de su extensión original, ya sea por excavación o por erosión, por lo que tal ausencia de continuidad debe tratar de aclararse». Esta ley eminentemente geológica tiene una aplicación en Arqueología. Se hace en dos direcciones. En primer lugar, se utiliza para elementos interfaciales como las fosas, que se consideran unidades de estratificación. En el caso de que aparezca cortado en vertical, se debe a que ha sido destruida parte de su extensión. Cuando se puede conocer la continuidad de la fosa, las dos zonas es posible correlacionarlas, así como los estratos que hay en ambas partes de la fosa. En segundo lugar, se aplica en los muros, pues es normal que no se conserven en su totalidad en vertical. Por eso, la línea que señala el truncamiento del muro debe considerarse como una unidad interfacial de estratificación.
4. Ley de sucesión estratigráfica:
«Una unidad de estratificación arqueológica ocupa su lugar exacto en la secuencia estratigráfica de un yacimiento, entre la más baja (o más antigua) de las unidades que la cubren y la más alta (o más reciente) de todas las unidades a las que cubre, teniendo contacto físico con ambas, y siendo redundante cualquier otra relación de superposición». Esta ley se apoya claramente en las características propias de los yacimientos arqueológicos. En ellos las secuencias estratigráficas son multilineales por ser limitados los estratos arqueológicos y por la existencia de elementos verticales e interfaciales. Se crean así nuevas secuencias estratigráficas, separadas de las anteriores.
La representación gráfica de estas relaciones estratigráficas se realiza por medio de la denominada matrix Harris, un diagrama que permite la recogida y continua revisión de los datos estratigráficos en el campo, en el momento mismo de la excavación. Más tarde, se puede reinterpretar sin muchos mayores problemas, con el apoyo de otros datos tomados en el trabajo arqueológico (plantas, secciones, etc). La estratigrafía arqueológica está influenciada por los factores naturales y los humanos, de tal manera que ambos deben de tenerse en cuenta en el diseño final del diagrama estratigráfico. Para un mejor conocimiento de esta problemática habrá que estudiar la formación y evolución de los estratos. Hay un principio general enunciado también por E. C. Harris que ha de tenerse igualmente presente:
«Cada uno de los estratos arqueológicos es único en composición, tiempo y espacio: sólo se crean una vez y el hecho de intervenir en ello provoca su destrucción. Tres factores principales determinan la acumulación de restos culturales durante el proceso de estratificación arqueológica: la superficie del terreno ya existente, las fuerzas de la naturaleza y la actividad humana».
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