IMÁGENES .-
Renacimiento.
Con el gran renacer de las ideas clásicas, el arte y la ciencia sacudieron mil años de estancamiento.
Con el gran renacer de las ideas clásicas, el arte y la ciencia sacudieron mil años de estancamiento.
Miniatura medieval del siglo XV, en la que se observa la preocupación por los detalles realistas, relegando el valor estético a un plano secundario.
A medida que las humanidades desafiaron a las divinidades y se rompieron los inmovilizantes grillos de la escolástica medieval, el hombre del Renacimiento procuró aproximarse a la naturaleza, contemplando internamente sus pensamientos y externamente su cuerpo. En la visión del humanista el hombre se convirtió en la medida de todas las cosas.
La nueva y excitante idea de la individualidad humana estimuló el estudio de las formas y funciones del hombre, impulsando a la medicina a aunar una vez más sus fuerzas con las del arte. El artista del Renacimiento luchó por la exactitud anatómica y al dibujar el cuerpo humano no pasó por alto defecto óseo' o muscular alguno.
Unos pocos genios se interesaron por la anatomía, en beneficio propio. Miguel Ángel (1475-1564) creó cuerpos de un poder y dinamismo jamás superados, utilizando modelos vivos y disecando cadáveres comprados a sepultureros. En su estudio, trabajando a la luz de una bujía encajada en el ombligo de un cadáver, estudió la forma humana tanto externa como internamente. Su David, La Virgen y el Niño y las portentosas figuras de la Capilla Sixtina, muestran lo bien que aprendió su lección.
Rafael (1483-1520) pintó figuras turgentes y lozanas con anatómica fidelidad; en La Virgen Desfalleciente el esqueleto parece derrumbarse bajo el peso del cuerpo. SuTransfiguración, inconclusa, ilustra bellamente los relieves musculares, el contorno lumbar y la espalda en flexión de una mujer arrodillada.
La nueva y excitante idea de la individualidad humana estimuló el estudio de las formas y funciones del hombre, impulsando a la medicina a aunar una vez más sus fuerzas con las del arte. El artista del Renacimiento luchó por la exactitud anatómica y al dibujar el cuerpo humano no pasó por alto defecto óseo' o muscular alguno.
Unos pocos genios se interesaron por la anatomía, en beneficio propio. Miguel Ángel (1475-1564) creó cuerpos de un poder y dinamismo jamás superados, utilizando modelos vivos y disecando cadáveres comprados a sepultureros. En su estudio, trabajando a la luz de una bujía encajada en el ombligo de un cadáver, estudió la forma humana tanto externa como internamente. Su David, La Virgen y el Niño y las portentosas figuras de la Capilla Sixtina, muestran lo bien que aprendió su lección.
Rafael (1483-1520) pintó figuras turgentes y lozanas con anatómica fidelidad; en La Virgen Desfalleciente el esqueleto parece derrumbarse bajo el peso del cuerpo. SuTransfiguración, inconclusa, ilustra bellamente los relieves musculares, el contorno lumbar y la espalda en flexión de una mujer arrodillada.
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