sábado, 23 de noviembre de 2019

MÚSICA DE LA EDAD MEDIA


 cantus firmus (en latín, "canto fijo") es una melodía previa que sirve de base de una composición polifónica, y que en ocasiones se escribe aparte para ser tocada en notas de larga duración. El plural de este término latino es cantus firmi, si bien en ocasiones se emplea la forma corrupta canti firmi. En italiano se emplea en ocasiones canto fermo (siendo el plural canti fermi).

Historia[editar]

Las melodías polifónicas más tempranas presentaban un cantus firmus proveniente de un canto llano, como el canto gregoriano, si bien el término no se empleó hasta el siglo XIV.1​ Las composiciones polifónicas más antiguas que se conservan, como la Musica enchiriadis (en el siglo IX), contienen la melodía principal en la voz superior, y la parte arreglada escrita debajo. Alrededor del siglo XI el cantus firmus comienza a aparecer en la parte inferior. Más tarde el cantus firmus aparecerá dispuesto para la voz tenor (del latín 'tenere', sostener), en notas de duración larga, voz en torno a la cual se desarrollan líneas melódicas más floridas, sean vocales o instrumentales.2
La composición usando el cantus firmus continúa siendo la norma a través del siglo XIII: incluso la música de la escuela de San Marcial y de Notre Dame lo emplea, al igual que la mayoría de los motetes del siglo XIII. Muchos de esos motetes fueron escritos en varios idiomas, con el cantus firmus en la voz más baja. Las letras de los poemas de temática amorosa podían ser cantadas en lengua vernácula sobre el texto sacro en latín, en forma de tropo, o bien el texto sacro podía ser cantado sobre una melodía secular.
Durante el siglo XIV la técnica del cantus firmus continúa siendo empleada con frecuencia para la mayor parte de la música sacra vocal, si bien aparecen nuevas elaboraciones: mientras la mayor parte de los compositores continentales utilizan métodos isorrítmicos, en Inglaterra otros compositores experimentan con un cantus firmus "migrante", en el cual la melodía pasa de una voz a otra sin ulteriores modificaciones. Una innovación posterior, conocida como paráfrasis tendrá una especial importancia en la composición de misas hacia finales del siglo XV.
La misa cíclica, que se convirtió en el estándar de la forma musical a mediados del siglo XV usaba la técnica del cantus firmus como principio organizativo. En un principio en cantus firmus se perfilaba como un canto llano, pero el abanico de fuentes fue creciendo gradualmente hasta incluir otras fuentes sacras, e incluso canciones populares. También al principio se restringió a la voz tenor, pero hacia el final de esa centuria muchos compositores experimentaron con otras formas de empleo, introduciendo, por ejemplo, un tema en contrapunto entre cada voz, o usando diferentes ritmos. Durante el siglo XVI la técnica del cantus firmus comenzó a ser abandonada, reemplazándose por la técnica de la parodia, en la cual múltiples voces se incorporan a una melodía sacra previa, como en el caso de la misa. Mientras los compositores de ItaliaFrancia o los Países Bajos utilizaron la parodia y la paráfrasis, los creadores de EspañaPortugal y Alemania continuaron usando el método del cantus firmus según su particular idiosincrasia nacional.3
Inicio de L'homme armé. El cantus firmus aparece señalado en rojo.
El conjunto de obras seculares más extenso en el que se utilizara el cantus firmus fue L'homme armé (en francésEl hombre armado). Se conocen más de cuarenta arreglos, incluidos dos de Josquin Desprez y seis de uno o varios compositores anónimos de Nápoles. Muchos compositores de mediados y de fines del Renacimiento escribieron misas basándose en esa melodía, y la práctica perduró hasta el siglo XVII, como es el caso del arreglo de Carissimi. Hay varias teorías que intentan explicar el título de L'homme armé. Algunas sugieren que el hombre armado podría representar al Arcángel Miguel, mientras otras se inclinan por que podría tratarse de una popular taberna (Maison L'homme armé) de Cambrai, cercana al domicilio de Dufay. Puesto que la Caída de Constantinopla tuvo lugar en 1453 es posible que el texto "L'homme armé doibt on doubter" (en francés, "debe temerse al hombre armado") muestre el temor al Imperio otomano, que se encontraba en fase expansiva por Europa Central.
Existen otros ejemplos de cantus firmi seculares usados para la composición de misas. Algunos de los más famosos son 'Fortuna Desperata' (atribuida a Antoine Busnois), 'Fors seulement' (Johannes Ockeghem), 'Mille regretz' (Josquin), and 'The western wynde' (anonymous).
Los compositores alemanes del periodo Barroco, especialmente Johann Sebastian Bach, emplearon melodías corales como cantus firmi. En la apertura de su Pasión según San Mateo el coral "O Lamm Gottes, unschuldig" (en alemán, "Oh divino cordero inocente") aparece en notas de larga duración, cantadas por un coro de sopranos "in ripieno". Muchos de sus preludios corales incluyen una melodía ejecutada por el pedal.

Como método de enseñanza[editar]

Se empleó el cantus firmus, y continúa empleándose, en la enseñanza del contrapunto, y es la base del Gradus ad Parnassum de Johann Joseph Fux, publicado por primero por Girolamo Diruta en 1710.









La notación neumática gregoriana es el sistema de notación musical usado en la Edad Media europea; los primeros manuscritos encontrados con esa notación están datados en torno al siglo IX y su función era indicar los desarrollos melódicos del repertorio de canto de la liturgia romana. Inicialmente la notación musical servía solo como una ayuda mnemotécnica para cantores y lectores, que aprendían de memoria cada desarrollo melódico. No se pretendía, así, que la notación fuera musicalmente precisa, sino que dibujara un esquema básico de la melodía. La atribución de los tiempos se adjudicaba más al conocimiento mismo de la lengua latina, por lo que los estudios de métrica eran fundamentales para la formación de los cantores.

Orígenes[editar]

Procede de una relativa unificación de otros sistemas neumáticos previos, desarrollados localmente en toda la cristiandad latina y que fueron acercándose entre sí gracias a la labor de los distintos copistas benedictinos, primero de Cluny y luego del Císter:
Cada una de ellas corresponde a un sistema de escritura concreto, que con el tiempo fueron sustituidos por la escritura carolina. Su unificación fue paralela tanto a la normalización del repertorio del canto gregoriano, como a la universalización litúrgica establecida a partir de la política eclesiástica de Carlomagno. Posteriormente generalizada por la Reforma gregoriana en el siglo XI, que lleva a toda la iglesia occidental a usar casi en exclusiva el rito romano.
Se trata de una notación neumática, donde cada signo representa un sonido o grupo de sonidos que han de articularse con un texto. Los ejemplos más antiguos de esta notación aparecen como anotaciones para los textos que se cantaban, en forma adiastemática (es decir, los neumas iban escritos sin línea indicadora de altura). Se trataba de una notación cuya finalidad era más la de indicar el carácter expresivo que la de señalar el tono de las notas.
Posteriormente, se añade una línea para señalar la tónica y una indicación inicial que refería el modo. Finalmente, Guido D'Arezzo elaboró un sistema silábico de representación del tono a partir del himno de las vísperas de la fiesta de San Juan Bautista organizando lo que serían más tarde los nombres de las notas musicales:
La escala musical de Guido d'Arezzo toma el nombre de cada tono de este himno de las vísperas de San Juan Bautista.
A partir de esta escala, desarrolla el tetragrama, cuatro líneas de las cuales una sería amarilla para indicar el ut (la actual nota do) y una línea roja para el fa. Las mejoras introducidas por la escritura gótica, unida a la influencia de la notación aquitana, darían origen a la que actualmente conocemos como notación gregoriana.









El oktoíjos es un sistema de escritura musical compuesto por 8 modos, provenientes de la práctica del canto litúrgico bizantino (ortodoxo griego). Este sistema también estructura los modos del Canto gregoriano.
También se encuentra escrito en Europa la forma Octoechos.

Etimología[editar]

Οκτω (Októ)= Ocho; Ηχος (Ijos)= Tono o tensión. Similarmente al gregoriano, la música bizantina consta de cuatro modos auténticos y cuatro colaterales (plagales).
Protos: primero, défteros: segundo, tritos: tercero, tétartos: cuarto, plagios tu protu: quinto, plagios tu defteru: sexto, barís: séptimo, plagios tu tétartu: octavo.

Organización[editar]

Se organiza en tres familias o géneros :
  • Diatónico: primero, cuarto, quinto y octavo.
  • Cromático: segundo y sexto.
  • Enarmónico: tercero y séptimo.
Las escalas de la música bizantina son el resultado teórico desde la práctica musical. Las melodías bizantinas son grupos de giros típicos desde los cuales se puede extraer una escala: notas bases e interválica.
La teoría reconoce una escala natural que coincide bastante de cerca con la escala natural mayor occidental (o modo jonio).

Nombre de los sonidos[editar]

Los sonidos de la escala natural bizantina tienen su origen en el alfabeto griego: α, β, γ, δ, ε, ζ, η a las cuales se les agregó otra letra para completar una sílaba consonántico-vocálica πα, Βου, Γα, Δι, Κε, Ζω, Νη, πα.
Es decir partiendo de Alfa: pA Bu Ga Di kE Zo nI pA
Esta escala corresponde a la es cala de Re natural
Si se busca una correspondencia a la escala mayor natural jonia, las notas correspondientes a Do, re, mi,... serían respectivamente: Ni, Pa, Bu,... Nótese que, al igual que los romanos, quienes basaron su primera escala en natural en "La", partiendo con la letra A del alfabeto latino -todavía usado en Europa y en la clave estodunidense-, los bizantinos consideraron la escala primigenia partiendo de "RE". Ambas escalas correspondes al modo menor con el sexto grado bemolizado según sea el caso.

Ejemplos[editar]

  • El modo octavo, se puede cantar de dos formas:
    • de Do a Do´, con una alteración de un 1/4 de tono bemol para las notas Mi y Si.
    • transportando la escala anterior a Fa mayor, sin alteraciones de cuarto de tono (solo con Sib). Esta última es igual al modo jonio o escala mayor occidental.
  • El modo primero va de Re a Re' y lleva un 1/4 de tono bemol en el segundo grado, es decir en el Mi. En realidad no equivale al modo dorio, ya que la estructura de los intervalos queda de 3/4 de tono entre Re y Mi y entre Mi y Fa.
Hasta donde el autor de estas líneas ha investigado[cita requerida] no existiría una relación exacta en cuanto a su estructura interválica interna entre los 8 modos gregorianos, con los bizantinos ni con los antiguos modos griegos. Salvo en su organización externa (4 auténticos y 4 plagales).

Signos y notación[editar]

  • El sonido inicial
  • El cambio de sonido
  • El ritmo
  • El embellecimiento

Velocidades de las melodías[editar]

Las melodías bizantinas se agrupan en tres velocidades que se caracterizan por la relación texto-música:
Hirmológicas
Melodías rápidas 120 a 180 pulsos por minuto, a cada nota corresponde un a sílaba del texto, y por esto, equivalen a las melodías silábicas del gregoriano.
Stijiráricas
Melodías de velocidad moderada 60 a 80 pulsos por minuto y las sílabas pueden cubrir un giro melódico de algunas notas. Equivalen a las melodías neumáticas del gregoriano
Papádikas
Melodías lentas 40 a 50 pulsaciones por minuto y cada sílaba puede reposar sobre un grupo extenso de notas, equivale a las melodías melismáticas del gregoriano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario