Lo mejor no es tener un amigo que te resuelva todos los problemas, sino uno que no te deje solo para resolverlos.
Los sentimientos ni se venden ni se compran, se regalan.
El amor verdadero no se busca, se siente.
Hay quien olvida sin despedirse de ti, mientras que otros se despiden, pero nunca olvidan.
Te darás cuenta de que es tu amor verdadero cuando los silencios sean una sinfonía para tus oídos, cuando la vida no te pese a su lado.
Si quieres ser feliz, no solo tendrás que pasar página, sino cerrar bibliotecas.
El primer deber de un hombre es pensar por sí mismo.
Y fue cuando estaba cayendo, que abrí mis alas y aprendí a volar.
El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre.
La libertad nunca es dada; se gana.
El precio de la libertad es la vigilancia eterna.
Si quieres volar tienes que renunciar a las cosas que te pesan.
Quédate con aquel que te mire volar, que te deje volar, que te impulse a volar y te alcance en tu vuelo.
Sentirse libre es olvidarse de todo menos de tu felicidad.
Eres tú quien determina los valores que regirán tu vida, así como la felicidad que emanará de tu interior.
La herida es el lugar por donde la luz entra en ti.
Ser libre no solo es romper tus cadenas, sino vivir respetando y mejorando la libertad de los demás.
La vida te regala todos los días un cheque de 24 horas, tú decides cómo invertirlo.
Si quieres ser libre, suelta tu pasado y tus pecados.
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