martes, 1 de octubre de 2024

FENICIA - FENICIOS

 BATALLAS PÚNICAS

Batalla del Po
Segunda guerra púnica
Parte de segunda guerra púnica
Fecha203 a. C.
LugarInsubria
Coordenadas45°28′00″N 9°10′00″E
ResultadoVictoria romana
Beligerantes
República romanaCartago
Comandantes
Publio Quintilio Varo
Marco Cornelio Cetego
Magón Barca
Fuerzas en combate
25 000-30 000 infantes
4000 jinetes
21 000 infantes,
7 elefantes
25 barcos de guerra
Bajas
23005000

La batalla del Po fue un enfrentamiento que tuvo lugar en 203 a. C. en el marco de la segunda guerra púnica entre Cartago y la República Romana. La victoria romana puso fin a la campaña de Magón, hijo de Amílcar Barca y hermano de Aníbal en el norte de Italia, donde había desembarcado dos años antes con la intención de presionar a los romanos en territorio italiano y frustrar así sus planes de invadir África. Magón tuvo éxito en sublevar a liguresgalos y etruscos contra la dominación romana y estos se vieron obligados a concentrar un gran número de tropas contra él, derrotándolo finalmente en territorio de los ínsubros (Lombardía). La derrota de Magón coincidía con las victorias de Escipión el Africano sobre los ejércitos de Cartago en África (hoy Túnez), obligando a que Aníbal y Magón tuvieran que abandonar Italia para socorrer su ciudad natal.

Preludio

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Tras la derrota sufrida en la batalla de Ilipa, en la península ibérica, Magón se refugió en la última base que los púnicos tenían en IberiaGades. El control de los romanos sobre Hispania era casi total, así que Magón recibió órdenes de embarcar sus tropas y dirigirse hacia el Norte de Italia, para coordinar la guerra en territorio italiano con su hermano Aníbal, que se encontraba en sur de la península.1​ Este era el último intento de los cartagineses para recuperar la iniciativa de la guerra. Con la destrucción del ejército de Asdrúbal Barca en la batalla del Metauro, la reconquista de Sicilia y la total conquista de Hispania, los romanos estaban en clara ventaja y por primera vez, la propia ciudad de Cartago estaba expuesta a un ataque directo, factible gracias a la supremacía naval romana.2

Expedición

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En el verano de 205 a. C., la flota de Magón apareció inesperadamente en la costa de Liguria y tomaba la ciudad de Génova. Con unos 12 000 hombres de infantería y 2000 de caballería, Magón se desplazó por territorio de los ingaunis, aliándose con ellos contra la tribu de los epanteris.3

La región de Liguria y la Galia Cisalpina eran perfectas por los planes de Magón ya que Roma nunca había logrado dominar completamente la región. Los galos, liderados por los ínsubros y los boios, se levantaron contra Roma repetidas veces y no dudaron en aliarse con Aníbal cuando éste invadió Italia. Asimismo, Magón fue bien recibido y muchos se unieron a sus tropas. Ante estas noticias, los romanos concentraron dos ejércitos en Ariminum (Rimini) y Arretium (Arezzo) para bloquear cualquier intento de Magón de avanzar hacia el sur.3​ Parecía que Roma podía pagar caro su error al no dominar la Galia Cisalpina de una vez por todas después de la batalla del Metauro, especialmente cuando Magón recibió de Cartago nuevos refuerzos (25 barcos, 6000 infantes, 800 de caballería y 7 elefantes).4​ Sin embargo, las tropas cartaginesas eran bastante inferiores a los ejércitos romanos y Magón descartó avanzar hacia el Sur. En 204 a. C. con la elección de los dos nuevo cónsules, se decidió que Publio Sempronio Tuditano atacaría a Aníbal en la región del Bruttium mientras que Marco Cornelio Cetego se quedaría en Etruria para castigar la conspiración que apoyaba a Magón.5

Fuerzas

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Romanas

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Tito Livio señala la participación de 3 legiones, las denominadas XI, XII y XIII (quedando en reserva), cada una acompañada de su equivalente aliada. Esto daría entre 25 000 a 30 000 de infantería y 4000 de caballería.6

Cartaginesas

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Magón mantenía consigo una fuerza veterana de su accionar en Hispania (tal vez libiofenicios de infantería pesada, restos de la batalla de Ilipa), además de los mercenarios iberos reclutados por Hannón (aunque muchos de estos se perdieron en un ataque romano), posiblemente los baleares que enviara a Hispania le fueran remitidos en el último envío desde Cartago (y un importante número de infantes que quizá eran libiofenicios o iberos mercenarios), que también incluía 800 jinetes de caballería númida y 7 elefantes africanos. Además había reclutado un importante contingente de ligures (probablemente solo infantería),7​ y un número, pero algo menor, de galos (que incluiría infantería y caballería). Por lo tanto el ejército de Magón debió rondar los treinta o treinta y cinco mil hombres, de los cuales alrededor de treinta y dos mil se supone que eran de infantería y tres mil de caballería (incluidos los ochocientos númidas).

La batalla

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Ambas fuerzas se desplegaron en dos líneas y los romanos cargaron contra los púnicos intentando tomar la iniciativa, pero encontraron más resistencia de la que esperaban. Ante esto, el pretor Quintilio Varo dirigió la caballería contra el enemigo, pero Magón contrarresto rápidamente avanzando con los elefantes, que provocaron el pánico entre los jinetes romanos.7​ Estos se retiraron, perseguidos por los númidas, y los elefantes comenzaron a masacrar la infantería romana. Solo las órdenes de llamar a las legiones de reserva salvaron los romanos, pues los hombres frescos de la legión XIII acribillaron a los elefantes con dardos y jabalinas.8​ Magón ordenó a su vez que los galos entraran en combate, pero estos no fueron rivales para los legionarios.9​ Las cosas aún empeoraron para los cartagineses cuando el propio Magón cayó herido por una lanza y tuvo que ser evacuado del campo de batalla casi ya sin vida.10​ Esto provocó la confusión y el miedo entre las tropas, que huyeron. Unos 5000 cartagineses fueron muertos, si bien los romanos sufrieron también duras bajas, con su primera línea casi aniquilada.11121013

Consecuencias

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Los romanos tomaron control del valle del Po y Magón tuvo que retirarse.13​ Mientras tanto, Escipión derrotaba a todos y cada uno de los ejércitos que Cartago enviaba para destruirlo, obligando a la ciudad a llamar a Magón y Aníbal de regreso a África.13​ Magón solo pudo embarcar parte de su ejército y según algunos autores, moriría poco después de zarpar debido a las heridas sufridas durante la batalla.14​ Otros opinan que sobrevivió y llegó a luchar contra Escipión en África o retornó a la Galia Cisalpina.15​ Ciertamente, los restos de su ejército que no pudieron embarcar hacia África siguieron luchando todavía durante cinco años más contra los romanos.





Primera batalla de Petelia
Segunda guerra púnica
Parte de segunda guerra púnica

Zona geográfica en la que se desarrolló la segunda guerra púnica
Fecha216 a. C.
LugarBrucioItalia
Coordenadas39°15′54″N 17°02′56″E
ResultadoVictoria cartaginesa
Beligerantes
CartagoRepública romana
Comandantes
Aníbal, Hannón, Himilcón
Fuerzas en combate
50001000

La primera batalla de Petelia fue un enfrentamiento armado entre Cartago y la República romana en el año 216 a. C. durante la segunda guerra púnica.

Introducción

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Tras el éxito cartaginés en la batalla de Cannas, se produjo la rebelión de una parte de los aliados romanos en el sur de Italia. Aníbal dividió entonces su ejército dando a su hermano Magón una parte del mismo1​ con la que este se dirigió hacia al Brucio a tomar contacto con los nuevos aliados mientras el propio Aníbal se dirigía a Campania. Los brucios, habitantes en su mayoría de las poblaciones montañesas del suroeste de Italia, ambicionaban tomar el control de las cercanas poblaciones griegas costeras de la Magna Grecia.2​ Magón embarcó entonces hacia Cartago para informar de los éxitos y novedades de la guerra.3​ Al frente del ejército de Magón quedó el general Hannón y su jefe de caballería Himilcón.

Petelia era una ciudad brucia cuya situación se discute por distintos autores entre las actuales Strongoli y Petilia Policastro. Esta ciudad era de las pocas localidades brucias que había permanecido fiel a Roma.4

El asedio a Petelia

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Formalizada la alianza con los brucios en el otoño de 216 a. C., Hannón e Himilcón iniciaron sus acciones atacando la campiña de la ciudad de Petelia.

En Roma, poco antes de que se sustituyese a los senadores caídos en Cannas con nuevos miembros previo a celebrar las elecciones consulares, se produjo la llegada de una embajada de Petelia solicitando ayuda frente a los ataques cartagineses y del resto de pueblos del Brucio.4​ El Senado respondió que no disponían de fuerzas para auxiliarles por lo que dejaban su decisión a lo que considerasen mejor. Retornada a Petelia la embajada, se decidió acopiar víveres y mejorar las defensas de la localidad para afrontar el asedio.5

Las acciones contra Petelia continuaron con el inicio del sitio de la ciudad por parte del mismísimo Aníbal.67​ Este tenía invernadas sus tropas en Campania8​ y aprovechó ese periodo para apoyar las operaciones en el Sur. Ante la oposición ofrecida optó por rodear la ciudad con un muro de cerco dejando al frente del sitio a Hannón.9

Los defensores se deshicieron de la población no combatiente sacándola de la localidad amurallada para poder alargar la resistencia al no tener que compartir los víveres con mujeres, niños y ancianos1011

Tras varios meses de sitio se produce la caída de la localidad por un asalto dirigido por el cartaginés Himilcón, facilitado por la debilidad de sus defensores a causa de la hambruna.12​ Ochocientos habitantes sobrevivieron a la caída y fueron realojados por los romanos acabada la guerra.13​ La duración total del sitio es cifrada en once meses.14711​Livio sin embargo sitúa la caída de Petelia antes de finalizar el consulado de 216 a. C.1516

Acontecimientos posteriores

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Tras la caída de Petelia, Himilcón tomó con una débil resistencia Cosentia, la última ciudad brucia fiel a Roma.17​ Hannón se dirigió entonces a Campania2​ tras lo cual comenzó las operaciones contra las colonias griegas de la Magna Grecia. Su primera acción fue el fallido intento de cambio de bando de Reggio.18​Himilcón consiguió entonces pactar la deserción de Locri.19​ La renuncia a atacar Reggio y el acuerdo con los locrienses provocó malestar en los aliados brucios que formaron un ejército propio20​ e iniciaron por su cuenta el ataque de la ciudad griega de Crotona.21​ Su incapacidad de tomar la ciudadela les hizo recurrir a Hannón, quien gracias a la mediación de los locrienses logró que los crotonitas abandonasen su ciudad y se refugiasen en Locri, quedando Crotona en manos brucias.






Batalla de la Selva Litana
Parte de segunda guerra púnica

Pueblos del valle del Po. Con letras azules las tribus celtas.
Fechaverano u otoño de 216 a. C.
LugarBosque de Litana, al noroeste de la actual RíminiItalia
ResultadoVictoria celta
Beligerantes
BoyosRepública romana y cenómanos
Comandantes
DesconocidoLucio Postumio Albino  
Fuerzas en combate
Desconocidaslegiones romanas y aliados1
Bajas
DesconocidasTotales2

La batalla de la Selva Litana (o Clades Postumia, «desastre de Postumio»)3​ fue un enfrentamiento militar librado en 216 a. C., durante el contexto de la segunda guerra púnica, al noroeste de Ariminum (Rímini) en que los celtas boyos emboscaron y destruyeron a unas legiones romanas lideradas por el cónsul sufecto Lucio Postumio Albino, quien murió en el combate.

Antecedentes

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Una guerra de tres años entre la República romana y los pueblos celtas que vivían en el valle del río Po tuvo su punto de inflexión en la batalla de Telamón.4​ Sin embargo, el sometimiento fue efímero porque la llegada de Aníbal Barca significó una nueva insurrección de los locales.

En 216 a. C. fueron elegidos cónsules Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón quienes marcharon a enfrentar a Aníbal, dejándose como cónsul sufecto al pretor Lucio Postumio Albino,5​ quien había celebrado un triunfo doce años antes por vencer a los ilirios6​ y estaba en la Galia Cisalpina.7​ Sus órdenes eran castigar a los celtas de la Cisalpina por su apoyo al púnico, devolviéndoles al orden con una legión inicialmente.8

Las principales tribus de la región eran los boyosínsubrios y senones.9

Batalla

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Los romanos llegaron a una selva llamada por los celtas Litana, que el cónsul decidió atravesar con sus fuerzas.10​ Sus fuerzas contaban con dos legiones y los aliados reclutados en la costa italiana del mar Adriático, alcanzando los 25.000 efectivos.1​ En esa época, anualmente los romanos solían reclutar cuatro legiones entre sus ciudadanos, cada una formada por cuatro mil infantes y doscientos jinetes. Cada cónsul quedaba al mando de un par.11​ Las legiones involucradas serían las XVIII y XIX, reclutadas de emergencia durante aquel año.12

Los boyos se habían apostado en las afueras del bosque. En cuanto entraron las legiones por el camino que lo atravesaba cortaron los grandes árboles a ambos lados, dejándolos caer sobre todo el ejército, sus carromatos y bestias de carga.13​ Muchos murieron aplastados por los troncos o ensartados por las ramas y los supervivientes fueron masacrados en el subsecuente ataque celta.14​ Apenas una decena logró escapar.13​ Muy pocos fueron tomados prisioneros, cuando los que seguían vivos trataron de cruzar un pequeño puente cercano pero aquel ya estaba en manos enemigas.14

Migración de los boyos (en azul). Se establecieron en el norte italiano hacia el 400 a. C., viviendo ahí hasta su expulsión por los romanos en 194 a. C.. A mediados del siglo I a. C. fueron conquistados por los dacios (rosado).

En ese momento murió el cónsul, tratando de evitar ser capturado, un boyo le quitó las riquezas y la cabeza a su cadáver, que fueron llevadas en señal de triunfo a sus templos.15​ Según sus costumbres, su cráneo fue limpiado y cubierto con oro para servir de copa en celebraciones y ritos religiosos.16​ Las armas y posesiones de los vencidos fueron un enorme botín para los boyos, debiendo recogerlas a lo largo de toda la línea de la columna romana, sin embargo, la mayoría de los animales murieron aplastados.17

Consecuencias

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Finalmente, las noticias del desastre de Postumio llegaron al Senado18​ la gente afligida y temerosa, cerró sus tiendas y Roma adquirió un aire de soledad19​ que llevó al Senado a ordenar a los ediles recorrer sus calles y ordenar la reapertura de las tiendas para aparentar normalidad.20

Las noticias llegaron poco después de la derrota de Cannas,21​ por lo que la República se negó a realizar nuevas campañas contra los celtas por la amenaza de Aníbal.22​ Por su parte, los galos permanecieron pasivos hasta 207 a. C., lo que permitió a las colonias romanas de Placentia y Cremona recibir una cuota anual de suministros desde Roma, incluso en 209 a. C., cuando 18 de las 30 colonias romanas no pudieron enviar la cuota solicitada de soldados o dinero.23

Habría que esperar hasta 197 a. C. para que las legiones volvieran a centrarse en la Cisalpina, cuando el cónsul Cayo Cornelio Cetego derrotó a los ínsubrios.24​ Nuevas campañas siguieron contra estos y los boyos.25​ Finalmente, los romanos someterían a los ínsubrios, colonizarían la región y expulsarían a los boyos a la cuenca del Danubio, a las tierras de los tauriscos. Posteriormente, los dacios de Burebista acabarían conquistando a los celtas.

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