Liturgia católica[editar]
En la Vigilia Pascual, la
Iglesia católica celebra una liturgia muy especial, y lo hace con la máxima solemnidad.
Los sacerdotes y diáconos están revestidos de ornamentos
blancos, señal de alegría por la resurrección del Señor, aunque normalmente, el sacerdote celebrante suele vestir una casulla
dorada debido a la gran solemnidad de la celebración que es al fin y al cabo, el centro del
Año litúrgico.
Empiezan la vigilia con el templo completamente a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo. De ese fuego se enciende el
Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. Acto seguido, se inicia la procesión del sacerdote y los ministros, y los fieles que esperan dentro del Templo encienden sus velas propias de la llama del Cirio, a medida que el diácono avanza con el cirio en alto por la nave central del Templo. El diácono se detiene en tres oportunidades para cantar:
"Luz de Cristo", a lo que los fieles responden:
"Demos gracias a Dios". Cada vez este canto se efectúa un tono más alto.
Llegados al
presbiterio, se coloca en el centro del mismo, junto al
altar o junto al
ambón, y el sacerdote lo inciensa tres veces. Se encienden algunas luces del Templo (quedando a media luz), y acto seguido, el diácono, el sacerdote celebrante o un cantor entona el
Pregón pascual, antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo, que envolverá toda la liturgia de esta noche.
Liturgia de la palabra[editar]
Luego continua con la Liturgia de la Palabra, en la que seminaristas o fieles Laicos, proclaman siete relatos del
Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con
salmos o cánticos del
Antiguo Testamento (interpretados por un cantor) y oraciones que se intercalan entre lectura y salmo (rezadas por el Sacerdote celebrante).
En la 2a. lectura se recuerda el sacrificio de Isaac.
En la 3a. lectura se recuerda la huida de Egipto del pueblo de Israel y el paso por el Mar Rojo.
- 1a. Lectura: Génesis 1,1-2,2
- 1.er. Salmo: Sal 103, 1-2a.5-6.10.12-14ab.24.35 (Ant: Envía tu Espirtu Señor, y renueva la faz de la tierra.)
- 2a. lectura: Génesis 22, 1-18
- 2o. Salmo: Sal 15, 5.8-11 (Ant: Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.)
- 3a. lectura: Éxodo 14, 15-15, 1a
- 3.er. Salmo: (Cántico) Éxodo 15, 1b-6.17-18 (Ant: Cantemos al señor, sublime es su victoria.)
- 4a. lectura: Isaías 54, 5-14
- 4o. Salmo: Sal 29, 2.4-6.11-12a.13b (Ant: te ensalzare Señor, porque me has librado.)
- 5a. lectura: Isaías 55, 1-11
- 5o. Salmo: (Cántico) Isaías 12, 2-6 (Ant: Sacarán aguas con gozo de las fuentes de la salvación.)
- 6a. lectura: Baruc 3, 9-15. 32-4, 4
- 6o. Salmo: Sal 18, 8-11 (Ant: Señor, tú tienes palabras de vida eterna.)
- 7a. lectura: Ezequiel 36, 17a.18-28
- 7o. Salmo: Sal 41, 3.5bcd; 42, 3-4 (Ant: Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti oh Dios mio.)
- 8a. Epístola: Carta a los Romanos 3, 6 - 11
- 8o. Salmo: 117, 1-2. 16ab-17. 22-23 (Ant: Aleluya, Aleluya, Aleluya)
- 9o. Evangelio: Ciclo A: San Mateo 28, 1-10, Ciclo B: San Marcos: 16, 1-7 o Ciclo C: San Lucas 24, 1-12.
Por razones pastorales, puede reducirse el número de lecturas a tres, siendo obligatorias la 1a., la 3a. y la 7a., con sus respectivos salmos. En algunos casos, suele acompañarse de instrumentos musicales como el órgano, el Canto del Salmo Responsorial de cada Lectura del Antiguo Testamento.
Tras estos sigue la Vigilia, el Sacerdote celebrante inicia la entonación del
Gloria que no se había cantado desde que empezó la
Cuaresma, (a excepción de la misa de la cena del Señor del
Jueves Santo) junto con repique de las campanas de la torre de la iglesia y las campanillas de mano. Siguen el canto del Gloria el coro, acompañado de instrumentos musicales, y junto a él los fieles. Se encienden las restantes luces del Templo y los monaguillos encienden los cirios del altar tomando fuego del Cirio Pascual. Además, adornan los altares del Templo con arreglos florales, y si las imágenes del Templo estaban cubiertas con velos en este instante son descubiertas.
Terminado el Gloria, el Sacerdote reza la Oración colecta, y en seguida un seminarista o un seglar procede a la lectura de un fragmento de Epístola del Apóstol San Pablo (Romanos 6, 3-11). Tras esta lectura y previo al
Evangelio se entona de manera solemne el
Aleluya, con su salmo del aleluya (Sal 117, 1-2.16-17.22-23), y el diácono, o el propio sacerdote celebrante a falta de diácono, procede a leer el Evangelio correspondiente (la Resurrección del Señor: según San Mateo en ciclo A, según San Marcos en ciclo B y según San Lucas en ciclo C).
Liturgia bautismal[editar]
Tras la
homilía, pronunciada por el celebrante principal, tiene lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administra el
Bautismo a los nuevos cristianos de ese año. Se bendice el agua de la
pila bautismal con un rito de exorcismo especial y se cantan las
Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renuevan sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se los asperja con agua bendita. Si el celebrante principal es
Obispo, puede administrar también el sacramento de la
Confirmación a los fieles que se hayan preparado debidamente para ello. Aunque actualmente, el RICA (Ritual para la Iniciación Cristiana de Adultos) permite que el sacramento de la Confirmación pueda ser administrado por cualquier sacerdote.
Liturgia eucarística[editar]
Finalmente, se continúa con la
liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Se suele usar la Plegaria Eucarística I o Canon Romano (más tradicional), tratándose de una liturgia muy solemne. En el momento de la comunión, se acostumbra a realizar la Eucaristía bajo las dos especies. La procesión de comunión suele ser con cantos jubilosos y en algunos casos
carismáticos, y al final de la Vigilia Pascual el que está mandado en el Misal es el "Magnificat" (Canto de María).
Finaliza la eucaristía impartiéndose la bendición final, ya que la Vigilia Pascual es el fin del Triduo Pascual, puesto que la celebración comenzó con la misa de la Cena del Señor el Jueves Santo, continuó con la Celebración de la Muerte del Señor el Viernes Santo y finaliza con la Vigilia Pascual en la madrugada del Domingo de Resurrección donde se imparte la bendición solemne. El envío (
Ite Missa est o Pueden ir en paz Aleluya, Aleluya.), en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añade.
Al final, aunque no es obligación, es costumbre cantar el
Regina Coeli (Reina del Cielo), una alabanza a la
Virgen María para que se alegre con la Resurrección de su Hijo.
Liturgia ortodoxa[editar]
En la
Iglesia ortodoxa la vigilia tiene muchos puntos en común con lo anteriormente expuesto. Se comienza también fuera del templo con las luces apagadas entonando la comunidad himnos. Es costumbre la bendición de cestos de alimentos con el agua bendecida en la celebración.
Liturgia en las iglesias reformadas[editar]
El
anabaptismo es una de las corrientes existentes dentro del
protestantismo.
El nombre
anabaptista (del prefijo ana-, ‘de nuevo’, y el
griego ‘el que bautiza’)
1 se refiere a “
rebautizar”
2 o “bautizar de nuevo”. Dicho nombre les fue impuesto a los anabaptistas por sus detractores, pues los primeros consideran inválido el bautismo infantil. Los anabaptistas abogan por el
bautismo de creyentes adultos (de acuerdo con su interpretación de
Marcos 16:16), pues por una parte consideran que los niños son salvos (según
Mateo 18:2-4), y por otra parte consideran el bautismo como símbolo de fe, la cual no manifiesta un bebé.
Anabaptistas reunidos en secreto en la barca de Peter Piersz.
Ilustración de Jan Luyken.
Los cristianos acusados de haber bautizado a otra persona por segunda vez ya eran condenados en el
Código de Justiniano (Título VI) y se estableció la pena de muerte contra ellos, la cual se aplicó en variadas ocasiones durante la
Edad Media y luego en la época de la
Reforma Protestante.
En esa época había distintas expresiones del anabaptismo:
- La "pacifista" "trinitaria", que surgió primero en 1525 en Zúrich, bajo el liderazgo de Conrad Grebel en oposición a Zwinglio, y se extendió luego a Austria, Alemania, Holanda y Polonia, donde otros líderes, como Michael Sattler, Pilgram Marpeck, Baltasar Hubmaier, Hans Denck, Jacob Hutter, Ulrich Stadler, Dirk Philips y Menno Simons, lograron consolidar pequeñas iglesias siempre sometidas a intensa persecución, tanto por católicos como por protestantes y anglicanos.89
Características[editar]
Ejecución en Ámsterdam, 1571. Queman a la anabaptista frisona
Anneken Hendriks.
Grabado de Jan Luyken.
Aparte de compartir las principales doctrinas de la
Reforma, como la definición de la
Biblia como única regla infalible de fe, inspirada indudablemente por el
Espíritu Santo; la aceptación de
Jesucristo como único mediador; el sacerdocio de todos los creyentes y la presencia del Espíritu Santo y sus dones en cada cristiano; y el rechazo de la creencia en la
transubstanciación durante la misa y de ésta como sacrificio, defienden la idea de que los cristianos convencidos, bautizados, deben vivir libres de la esclavitud del mundo,
amar a los enemigos, abstenerse de toda violencia y solidarizarse materialmente con los pobres, sin apelar a las relaciones con el Estado para conseguir prebendas.
El anabaptismo puede definirse en tres puntos principales:
- Un concepto de la esencia del cristianismo como discipulado.
- La Iglesia como fraternidad.
- Una ética y moralidad basada en el Sermón del monte.10
Por eso, insisten en la importancia de la comunidad de fe para la oración, la mutua corrección fraterna, mutua ayuda material, ser una comunidad establecida voluntariamente y el Cuerpo de Cristo que se celebra en la
Eucaristía.
Rechazan enérgicamente las persecuciones y guerras religiosas y consideran un crimen la ejecución de cualquier persona por sus creencias. Su norma fue y sigue siendo “Libertad religiosa para todos los hombres para vivir la fe de su elección o ninguna”.
Reproducciones[editar]
La investigación sobre los orígenes de los anabaptistas se ha viciado, tanto por las calumnias de sus enemigos como por las vindicaciones de sus amigos. Fue muy habitual colocar juntos, tanto a los anabaptistas de Munster como a los anabaptistas radicales relacionados con los profetas
Zwickau,
Jan Matthys,
Juan de Leiden (también llamado Bockelson van Leiden o Jan de Leyden) y
Thomas Müntzer. Aquellos que desean corregir este error tienden a sobrecorregir y negar todas las conexiones entre el principal movimiento anabaptista y su rama más radical.
La era moderna de la
historiografía anabaptista surgió de la labor del estudioso
católico Carl Adolf Cornelius12 con la publicación de
Die Geschichte des Münsterischen Aufruhrs («La historia de los disturbios de Münster») en 1855. El historiador
baptista Albert Henry Newman (1852-1933), de quien Bender dijo que ocupaba “la primera posición en el campo de la
historiografía de la América anabaptista”, hizo una contribución importante con su obra
Historia de la lucha contra el paidobaptismo (esto es, contra el
bautismo de niños). Aunque existe un gran número de teorías referidas a los orígenes del anabaptismo, las tres principales son:
- Los anabaptistas comenzaron con una sola expresión en Zúrich y se propagaron desde allí;
- Los anabaptistas surgieron a partir de varios movimientos independientes en varios lugares a la vez; y
- Los anabaptistas son una continuación del cristianismo del Nuevo Testamento (o sucesión apostólica perpetua de la Iglesia).
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