viernes, 22 de noviembre de 2019

MÚSICA DE LA EDAD MEDIA


El Liber Sancti Iacobi (c. 1140) es una compilación de varios escritos de la primera mitad del siglo XII, que incluyen sermones, misas, oficios, cantos y milagros en honor al apóstol Santiago.

Historia[editar]

Se cree que la idea de realizar la compilación partió del obispo compostelano Diego Gelmírez, alrededor de 1120, como parte de sus iniciativas de ampliación de la Catedral de Santiago de Compostela y para dar a conocer al público la creciente importancia de la figura del apóstol Santiago y de la ciudad de Santiago de Compostela, donde supuestamente se conservaban sus restos.
La compilación fue redactada en diversas épocas y de forma independiente. El análisis del manuscrito más importante gestado del Liber, el Codex Calixtinus, nos sugiere que la compilación podría estar ya configurada hacia el año 1140, lo que vendría determinado por los siguientes hechos:
  • En el Libro II del Calixtinus, el Libro de los Milagros, se narra un milagro sucedido en 1135, por lo que como muy pronto, el Libro II dataría del año 1136.
  • En el Libro V, la Guía del Peregrino, se dan informaciones sobre monumentos que situarían la guía en torno a 1130.
  • El Calixtinus contiene al final un apéndice (Apéndice II) que fue añadido con posterioridad al manuscrito. En él encontramos una Bula de Inocencio II (cuya autoridad es discutida), que podría datarse como mucho de 1143. Además, el mismo apéndice contiene el milagro de Vézélay, fechado en 1139. El que tanto la bula como este milagro (que se encuentra fuera del Libro de los Milagros) figuren en un complemento posterior, significaría que hacia 1140 la compilación estaría ya cerrada.

Los manuscritos[editar]

Se gestaron varios manuscritos del Liber Sancti Iacobi, conservándose hoy en día alrededor de doce de ellos. En general pueden dividirse en dos bloques: los que contienen la versión más reducida o libellus y los que contienen la versión más extensa, cuyo máximo representante es el Codex Calixtinus (c. 1160-80).
Los manuscritos que contienen la versión completa son:
  • Santiago de Compostela, Archivo de la Catedral, s.n. (Codex Calixtinus)
  • Londres, British Library, Additional 12213
  • Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostólica Vaticana, Archivo S. Pietro C 128
  • Salamanca, Biblioteca Universitaria 2631
  • Madrid, Biblioteca Nacional 4305
y los que contienen versiones parciales son:
  • Barcelona, Archivo de la Corona de Aragón, Ripoll 99
  • Lisboa, Biblioteca Nacional, Alcobaça CCCII (334)
  • Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostólica Vaticana, Borghese 202
  • Londres, British Library, Cotton Titus A.XIX
  • Pistoia, Archivo di Stato, Documenti vari 27
  • Madrid, Biblioteca Nacional 7381
  • Madrid, Biblioteca Nacional 13118.
Además existen otros manuscritos que incluyen uno sólo de los libros del Liber, como pueden ser el Pseudo-Turpin o el Libro de los Milagros.

El Codex Calixtinus[editar]

El Codex Calixtinus o Códice Calixtino (Santiago de Compostela, Archivo de la Catedral, s.n.) es el nombre propio de un manuscrito iluminado de mediados del siglo XII que contiene el más antiguo texto del Liber Sancti Iacobi.
El Codex Calixtinus se custodiaba en la catedral de Santiago de Compostela hasta su hurto el 5 de julio de 2011,1​ y es, con diferencia, el más importante y completo de todos los manuscritos. Algunos investigadores consideraron que era la versión original del Liber, a partir de la cual se copiaron posteriormente, de forma más o menos parcial, el resto de los manuscritos. Sin embargo, hoy en día se piensa que existió un manuscrito, hoy perdido, anterior al Calixtinus o al menos, existían manuscritos de los libros que lo componen, ya que el análisis del códice muestra que fue copiado sabiendo de antemano la extensión exacta de cada una de sus partes. Se cree que el Calixtinus fue copiado en Santiago de Compostela, entre 1160 y 1170, como se ve, pocos años después de terminada la compilación del Liber.

El Manuscrito de Ripoll[editar]

El Manuscrito de Ripoll (Barcelona, Biblioteca de la Corona de Aragón, Ripoll 99 - "Collectaneum. Miraculi beati Iacobi") se conserva en Barcelona y procede del Monasterio de Santa María de Ripoll. Fue copiado en 1173 por un monje del monasterio llamado Arnaldo de Monte, quién había peregrinado a Santiago. Se cree que tanto éste códice como el Calixtinus fueron copiados de un manuscrito más primitivo hoy perdido, o bien el de Ripoll fue copiado directamente del Calixtinus.
El manuscrito consta de 86 folios y mide 280 x 138 mm. Tiene 26 líneas por página. La estructura del códice es un poco diferente a la del Calixtinus. Comienza con el Libro III, con los textos referentes a la traslación de Santiago. Después sigue el Libro II, de los milagros, al que se añade el milagro de Vézélay de 1139, que no formaba parte de la redacción original del Calixtinus, sino que se incluía en un apéndice. A continuación viene el Libro IV, el Pseudo-Turpín y buena parte del Libro V, o Guía del Peregrino. Al final, incluye una copia parcial del Libro I con varios sermones y algunas piezas litúrgicas. No contiene ninguno de los dos apéndices del Calixtinus: ni el polifónico ni el que incluye el Dum pater familias.

El Manuscrito de Alcobaça[editar]

El Manuscrito de Alcobaça (Lisboa, Biblioteca Nacional, Alcobaça CCCII (334)) procede del Monasterio de Alcobaça, situado al norte de Lisboa y se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de Portugal. Consta de 215 folios y su tamaño es de 347 x 230 mm. Es una copia casi completa.









Pierre Abélard o Pierre AbailardPetrus Abelardus en latínPedro Abelardo en español o simplemente Abelardo (Le Pallet, cerca de NantesBretaña1079 – Chalon-sur-Saône21 de abril de 1142), fue un filósofo, teólogo, poeta y monje francés.
En la controversia filosófica, característica de la Edad Media, acerca de la naturaleza de los universales, sostenía las ideas del conceptualismo. Al mismo tiempo, polemizaba contra el realismo natural escolástico. En su libro Sic et non sostenía que la fe religiosa debía ser limitada a "principios racionales". Algunas de sus afirmaciones en materia teológica fueron condenadas como heréticas por las autoridades de la Iglesia Católica.
Es reconocido por la crítica moderna como uno de los grandes genios de la historia de la lógica, de la que hacía uso a través de los géneros y técnicas de la diatriba dialéctica y un dominio silogístico profundo. Abelardo es también recordado, siglos después, en pleno Romanticismo, por la relación amorosa mantenida con Eloísa. A la vez autor de numerosos poemas, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y al debate.
Al parecer Abelardo, conocido en el Medioevo como Golia ('demoníaco'), estuvo particularmente orgulloso de este sobrenombre, firmando con él algunas de sus cartas.

Vida[editar]

Abaelard und seine Schülerin Heloisa, cuadro del pintor Edmund Blair Leighton del año 1882.
Gran parte de su vida es conocida gracias a su autobiografía, Historia de mis calamidades un escrito a modo de consolatoria como si lo escribiese a un amigo desafortunado. Aunque en ella se da una visión victimista por parte de su autor, nos sirve para hacernos una idea de la interesante y polémica vida de este peculiar genio.

Primeros estudios e inicio de la docencia[editar]

Nació en la villa fortificada de Le Pallet (Bretaña, cerca de Nantes) en 1079. Su padre Berenger era hombre rico y le dio una educación esmerada. Abelardo se apasionó desde sus primeros años por el estudio; renunció a la carrera militar y estudió lógica y dialéctica. Imbuido por un espíritu combativo se dedicó a viajar por diversas provincias para disputar dialécticamente con aquellos que practicaban ese arte. Aunque no se menciona en la Historia Calamitatum, estudió Artes en Loches (al sur de Tours) entre los años 1095 y 1097, con Roscelino, considerado el padre del nominalismo. Aunque lo acusó de triteísta, este le influyó de forma marcada en su juventud.
A los veinte años Abelardo se trasladó a París, cuya escuela episcopal era, a la sazón, la más famosa y la más concurrida; su jefe o cabeza era el archidiácono Guillermo de Champeaux. Teniendo a Guillermo como profesor estudió en París primeramente retóricagramática y dialéctica, las disciplinas del trivium preparatorio de la formación de la época durante los años 1098 y 1100; posteriormente estudió aritméticageometríaastronomía y música, que componían el quadrivium de estudios más avanzados en el año 1108, también con Guillermo, con lo que obtuvo el título de Magister in artibus.
Hacia 1112 se inició en la docencia en MelunCorbeil, y más tarde en la colina de Sainte-Geneviève, cerca de París, ciudad donde Guillermo enseñaba y donde fundaría la escuela en la ermita de San Víctor. Abelardo consiguió que los alumnos de Guillermo lo dejaran por él ridiculizándolo en público por su realismo ingenuo. Mientras Guillermo de Champeaux abandonaba la enseñanza para refugiarse en San Víctor, entre 1112 y 1113 Abelardo se trasladó a Laon, ciudad situada al noreste de París. Al igual que hizo con Guillermo, ridiculizó y rebatió a su profesor de teología, Anselmo de Laon, ganándose su enemistad. Al igual que en el caso anterior en su autobiografía culparía de sus problemas a la envidia y los celos.
En el 1114 regresó a París y triunfó en la escuela catedralicia de Notre-Dame como maestro laico, pero sus adversarios aprovecharon su relación con Eloísa para echarlo. Su escuela fue tan famosa que, según dice Guizot, se educaron en ella un papa (Celestino II), diecinueve cardenales, más de cincuenta obispos y arzobispos franceses, ingleses y alemanes, y un número mucho mayor de controversistas, entre ellos Arnaldo de Brescia.

Relación con Eloísa[editar]

Además de la práctica de la enseñanza, Abelardo se dedicó a la música, componiendo en lengua romance y lenguaje sencillo canciones que solazaban extraordinariamente a las damas, y divertían sobremanera a los estudiantes.
En 1115 conoció a Eloísa, sobrina de Fulberto, canónigo de la Catedral de París, quien le confió su educación. Eloísa y Abelardo se convirtieron en amantes manteniendo su relación en secreto, hasta que en 1119 Eloísa tuvo un hijo, que sería llamado Astrolabio.
Abelardo secuestró a Eloísa y la llevó a casa de su hermana en Le Pallet (Francia). Abelardo insistió en casarse con Eloísa, quien se oponía por considerar que un hombre de ciencia no podría dedicarse a una familia, y finalmente la boda se celebró en secreto. Sin embargo Fulberto difundió la noticia y Abelardo envió a Eloísa al monasterio de Argenteuil. Fulberto consiguió entonces sobornando a un criado entrar con algunos servidores en el cuarto de Abelardo y lo castraron. El criado y uno de los agresores fueron presos y castigados con igual mutilación y la ceguera, mientras que el canónigo Fulberto fue desterrado de París y se le confiscaron sus bienes. Abelardo por su parte, se escondió humillado como monje en Saint-Denis, y dispuso que Eloísa se hiciera monja en Argenteuil.

Retorno a la enseñanza y concilio de Soissons[editar]

En el año 1120, ya recuperado del trauma, marchó a Provins donde volvió a la enseñanza consiguiendo reunir numerosos discípulos. Allí protagonizó la polémica con Roscelino, plasmada en el De unitate et trinitate divina.
Entre 1121 y 1122 su obra y su persona fueron cuestionadas a raíz de denuncias formuladas por Alberico y Lotulfo, alumnos de los ya fallecidos Guillermo y Anselmo de Laon, por lo que se lo invitó a dar explicaciones ante el Concilio de Soissons. Al llegar Abelardo, comprendió que le habían tendido una trampa y, que sus enemigos ya habían convencido al pueblo y a los jueces de que era un hereje. Al presentarse ante los jueces no se le dejó hablar y sin posibilidad de defenderse debió escuchar su veredicto, se vio obligado a quemar personalmente su obra y tuvo que aceptar la prohibición de enseñar.
Después de una corta estancia en el monasterio de Saint-Médard, en 1123 volvió a Saint-Denis, donde en un principio se lo acogió con simpatía. Pero pronto volvió a ganarse enemigos al negar el origen apostólico de Dionisio Areopagita, argumentando que según los textos durante la época en la que se fundó la abadía Dionisio no podía estar en aquel lugar. Así, provocó un nuevo escándalo y fue obligado a retirarse en soledad cerca de Nogent-sur-Seine, en Troyes, donde fundó la escuela del Paráclito.

El Paráclito[editar]

Durante el periodo comprendido entre los años 1123–1125 y pese a las acusaciones, su fama le permitió reunir un gran número de discípulos. Provocó nuevas polémicas, sobre todo con san Norberto, fundador en 1120 de la orden de canónigos regulares, con la orden de los premonstratenses y con Bernardo de Claraval, abad de Clairvaux, cercana a la escuela del Paráclito. Bernardo, quien había fundado pocos años antes el monasterio de Claraval, era de un rigor y severidad extremos y encabezaba una corriente de fuerte crítica a la influencia helénica y arábiga sobre la teología cristiana. Su vehemente crítica de la metodología y enseñanzas de Abelardo le hicieron temer justificadamente una nueva acusación de herejía.
En el año 1128 pasó por el monasterio de Saint-Gildas de Rhuys (Morbihan) y fue nombrado abad por los monjes; pese a lo cual dejaría en su autobiografía un retrato desfavorable de ellos. Un año más tarde consiguió establecer un monasterio en el Paráclito y el traslado de Eloísa como abadesa.
En 1132 abandonó Saint-Gildas. Durante esta época debió elaborar su autobiografía, Historia calamitatum. Según Juan de Salisbury (1110–1180), discípulo suyo en Sainte-Geneviève, entre los años 1136 y 1139 aproximadamente, Abelardo se vio nuevamente envuelto en polémicas, esta vez con la secta de los cornificienses, y era ya considerado el máximo maestro de lógica de su tiempo. Durante esta época inició la redacción de su Ética (Scito te ipsum), obra que dejará inacabada.
Tumba de Abelardo y Eloísa en Père-Lachaise, París.
Ne iuxta Boetianum. Apologia contra Bernardum.

Nuevas acusaciones: concilio de Sens[editar]

En 1139 el abad cluniacense Guillermo de Saint-Thierry (1085–1148) reunió 19 proposiciones supuestamente heréticas de Abelardo y Bernardo de Claraval las remitió a Roma con tratado acusatorio para su condena, visitando luego a Abelardo para que se retractara.
Abelardo solicitó una discusión pública en un sínodo, pero en 1140 el sínodo de Sens exigió a Abelardo retractarse sin más discusión. Abelardo decidió recurrir al Papa y en 1141 marchó a Roma, pero en el camino tuvo noticias de que el Papa había firmado la propuesta de Sens y se le condenaba por hereje a perpetuo silencio como docente. Durante ese año redactó una Apología o Confesiones de fe, una especie de retractación, elaboró el Diálogo entre un filósofo, un judío y un cristiano (inacabado) y terminó la última versión del Sic et non. Fue trasladado al monasterio de Cluny, aunque poco después volvería a desplazarse por razones de salud a un monasterio ligado al de Cluny, el de Saint-Marcel.
El 21 de abril de 1142 a la edad de 63 años, murió en su retiro en el monasterio de Saint-Marcel, en Chalon-sur-Saône. Su cuerpo fue llevado al Paráclito y Eloísa, fallecida 22 años más tarde, fue enterrada junto a él. Desde 1817 los dos cuerpos descansan juntos en una misma tumba en el cementerio parisino de Père-Lachaise.

Aportes[editar]

Su método es a la vez causa y consecuencia de su epistemología. El conceptualismo, influido por el nominalismo de Roscelino, supone una crítica frontal al realismo ingenuo de la visión agustiniano-neoplatónica. Abelardo considera el lenguaje como un mundo interdependiente del sujeto y de la realidad externa, algo completamente original para su época, es un pequeño giro lingüístico dentro de su época. Frente al problema de los universales, el realismo imperante, fuese ingenuo o crítico, consideraba que los universales existen como entidades, mientras que para el nominalismo sólo existen en la mente. Para Abelardo los universales son categorías lógico-lingüísticas que relacionan el mundo mental con el físico.
Su aportación en ética es también sumamente original, ya que afronta una tarea sin precedentes. Con su peculiar libro, Abelardo pretendía, por un lado, terminar con el moralismo preceptivo de la moral penitencial, y por otro, superar el pesimismo agustiniano. Fiel a su método, parte de un análisis de conceptos tales como pecado o virtud para redefinir así la ética. Es sin duda una obra que rompe con la tradición cristiana, que no hacía más que recopilar y repetir textos. Las ocho sentencias condenadas en Sens a instancia de Bernardo de Claraval estaban totalmente descontextualizadas.

Obra[editar]

Aparte de la peculiar Historia de mis calamidades, la producción de Abelardo se extiende sobre los campos de la lógica y teoría del conocimiento, teología, ética y apologética.
Lógica
  • Comentarios a la logica vetus aristotélica,1​ a Porfirio y a Boecio.
  • Su Dialéctica (1141) es un tratado completo de lógica compuesto para los hijos de su hermano Dagoberto (se ha perdido la introducción).
Teología
  • De unitate et trinitate divina o Theologia summi boni, opúsculo condenado en Soissons (1121).
  • Theologia christianaIntroductio ad theologiam, una «summa», sólo se conserva el primer tercio y algunas sentencias que fueron condenadas en Sens (1141).
  • Sic et non, textos contradictorios sobre ciento cincuenta y ocho cuestiones: Son discusiones sobre afirmaciones y negaciones de la misma cosa, un método dialéctico, anticipación a la quaestio escolástica.
Ética y apologética
  • Scito te ipsum (Ethica). Fueron condenadas diversas sentencias en Sens (1141).
  • Diálogo entre un filósofo,2​ un cristiano y un judío.
En castellano se encuentran traducidas las siguientes obras:
  • Conócete a ti mismo, o Ética, estudio preliminar, traducción y notas de Pedro Santidrián, Colección Clásicos del Pensamiento 77, ed. Tecnos (1991), Madrid; reimpresa en Col. Grandes Obras del Pensamiento 40, ed. Altaya (1994), Madrid.
  • Ética, Col. Biblioteca de Iniciación Filosófica 116, estudio preliminar, traducción y notas de Ángel Cappelletti, ed. Aguilar (1971), Buenos Aires.
  • Cartas de Abelardo y Eloísa – Historia calamitatum, estudio preliminar, traducción y notas de Pedro Santidrián y Manuela Astruga, ed. Olañeta, Palma de Mallorca (1982); más asequible en Libro de Bolsillo, Alianza Editorial (1983).
  • Cartas de Abelardo y Eloísa, estudio preliminar, traducción y notas de Natalia Jakubecki y Marcela Borelli, ed. La parte maldita (2013), Buenos Aires.
  • Diálogo entre un filósofo, un judío y un cristiano, Yalde, Zaragoza (1988); existe una edición bilingüe (latín/castellano), anotada y traducida por Silvia Magnavacca, en ed. Losada, Biblioteca de Obras 30 (2003).

Obra como músico[editar]

Abelardo también fue un importante compositor y poeta. Compuso canciones de amor para Eloísa, las cuales no han sobrevivido. Posteriormente compuso aproximadamente cien himnos para el Monasterio de Argenteuil, lugar donde se había retirado Eloísa. Asimismo, compuso seis plancti (lamentos) bíblicos, muy originales y que influyeron en el posterior nacimiento del lay, un tipo de canción que floreció en el norte de Europa durante los siglos XIII y XIV.

Goliardía moderna[editar]

Al sobrenombre de Pedro Golía Abelardo se debe el término Goliardía. Este término es adoptado por los estudiantes universitarios boloñeses a finales del siglo XIX, cuando se funda el movimiento impulsado por Giosuè Carducci, entonces profesor de la Facultad de Letras local, quien asistió en Alemania a manifestaciones estudiantiles similares a lo que después se convertiría en el modus operandi de los goliardas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario