domingo, 19 de octubre de 2025

IMPERIO BIZANTINO

 ARTE BIZANTINO

Monasterios de Dafni, Osios Loukás y Néa Moní en Quíos
 
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Fachada del monasterio.
Monasterio de Osios Loukás
Localización
País Grecia
Coordenadas38°23′42″N 22°44′47″E
Datos generales
TipoCultural
Criteriosi, iv
Identificación537
RegiónEuropa y América del Norte
Inscripción1990 (XIV sesión)
Sitio web oficial

El monasterio de Osios Loukás u Hosios Loukás es uno de los más bellos monasterios bizantinos de Grecia, situado en el municipio de Distomo en la prefectura de Beocia. Se halla diez kilómetros al noroeste del monte Helicón. Está inscrito en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco junto al monasterio de Daphni y el monasterio de Néa Moní de Chíos desde 1990.[1]​ Es conocido por sus mosaicos sobre fondo dorado del siglo XI, sus pinturas y el refinamiento de su decoración: pisos de mármoljaspe y pórfido.

Dedicado a su fundador, Lucas Taumaturgo, un ermitaño del siglo X (cuyos restos se pueden ver en la cripta), el monasterio de Osios Loukás es uno de los edificios medievales más importantes de Grecia y también uno de los más visitados.

Historia

Fue construido en 1011 sobre los cimientos de una iglesia construida en el 944. El plano octogonal de la iglesia se convirtió en una referencia principal para la arquitectura bizantina tardía.

En el marco del Imperio otomano, Osios Loukás fue el lugar de una gran batalla, como lo demuestran los cañones expuestos en el edificio.

En 1821, el obispo Isaías declaró su apoyo a la causa de la independencia nacional.

El santo fundador profetizó que el monasterio estaría vivo "hasta el fin de los tiempos". Desde su fundación, hace un milenio, hasta el presente, la vida monástica en él no se ha interrumpido nunca, manteniendo el patrimonio religioso vivo: la rica liturgia greco-ortodoxa con los maravillosos cantos bizantinos.

El paisaje que lo rodea es de una gran belleza, dominando extensos olivares, cuidados con esmero. La comunidad monástica produce uno de los mejores aceites de oliva ecológicos del Mediterráneo.








Una parte conservada de la muralla con la base de una torre.
Posición geográfica de la muralla de Hexamilion.

El Hexamilión (en griego: Εξαμίλιον τείχος), cuyo significado es seis millas, es una muralla que se encuentra ubicada en el istmo de Corinto (Grecia). Fue construida por el emperador bizantino Teodosio II para hacer frente a las invasiones bárbaras del siglo V. Los terremotos que acontecieron en la primera mitad del siglo VI causaron su destrucción, por lo que tuvo que ser reconstruida por Justiniano I (548-560), motivo por el que a veces se la conoce como muralla de Justiniano.

Muchos siglos más tarde, el déspota Teodoro I Paleólogo planeó la restauración de la muralla para protegerse de los invasores, pero la ejecución de las obras se retrasó hasta el reinado de Manuel II Paleólogo. Sin embargo, Turahan destruyó por primera vez el Hexamilión en 1431. El déspota Constantino Paleólogo, el futuro Constantino XI, último emperador de Constantinopla, lo reconstruyó en 1443. Los potentes cañones turcos de Murad II, recientemente desarrollados, lo derribaron nuevamente el 10 de diciembre de 1446. Turahan volvió a cruzar el Hexamilión en 1452, doblegando la resistencia de los bizantinos. Posteriormente los venecianos restauraron de nuevo el Hexamilión.[1]

Antecedentes

El istmo de Corinto se trató de fortificar con un muro en otros momentos históricos anteriores. Oscar Broneer ha opinado que la época micénica levantó un primer muro, que pudo servir para marcar el límite de un territorio. Sin embargo, hasta ahora no se ha podido probar que la fortificación date de fecha tan antigua.[2]​ Más tarde, en la época clásica, durante las guerras médicas también se propuso la fortificación del istmo como medio de defensa ante la amenaza de las tropas persas. Aunque Heródoto expresaba la opinión de que ese muro no serviría de nada sin contar también con el dominio naval, también afirma que sí se levantó un muro.[3]​ Pausanias también relata que, durante la invasión de los gálatas del 279 a. C., los peloponesios tenían amurallado el istmo de Corinto, desde Lequeo hasta Céncreas.






Monumentos paleocristianos de Rávena
 
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

El baptisterio arriano de Rávena.
Baptisterio arriano de Rávena
Localización
País Italia
Coordenadas44°25′07″N 12°12′09″E
Datos generales
TipoCultural
Criteriosi, ii, iii, iv
Identificación788
RegiónPatrimonio de la Humanidad en Europa y América del Norte
Inscripción1996 (XX sesión)
Sitio web oficial

El Baptisterio arriano (en italianoBattistero degli Ariani) en Rávena (Italia) es una de las ocho estructuras de Rávena inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996.[1]

Historia

Fue erigido por el rey ostrogodo Teodorico el Grande entre finales del siglo V y principios del siglo VI. Es por lo tanto contemporáneo de la Basílica de San Apolinar Nuevo.

Se le llama arriano para diferenciarlo del Baptisterio ortodoxo. Los dos edificios, aun destinándose a la misma función, eran cada uno propio de una de las dos comunidades cristianas que coexistían entonces en Rávena.

En 565, después de la condena del culto arriano, esta pequeña estructura de ladrillo octogonal fue convertida en un oratorio católico con el nombre de Santa María. Monjes griegos le añadieron un monasterio durante el periodo del Exarcado de Rávena y más tarde dedicaron la estructura a Santa Maria in Cosmedin. Alrededor del año 1700, la estructura pasó a manos privadas, y en 1914 fue adquirida por el gobierno italiano. El bombardeo aliado sobre Rávena en la Segunda Guerra Mundial ayudó a despejar otras estructuras que la habían invadido por todos los lados, permitiendo a los investigadores que viesen los detalles de su exterior por vez primera. Como con otros monumentos de Rávena, el suelo original queda a unos 2,3 metros por debajo del actual.

Mosaico en el techo del baptisterio arriano.

Arquitectura

El baptisterio es de forma octogonal; dentro hay cuatro huecos y una cúpula con mosaicos, representando el bautismo de Jesús por san Juan Bautista. Jesús aparece sin barba y desnudo, semisumergido en el Jordán. Juan el Bautista luce una piel de leopardo. A la izquierda está sentado un personaje barbado que representa al río Jordán, al estilo de las representaciones helenísticas. Por encima, el Espíritu Santo en forma de paloma derrama agua lustral (bendita) con su pico.

Por debajo, una procesión de los doce apóstoles, guiados en diferentes direcciones por san Pedro y san Pablo circundan la cúpula, encontrándose junto a un trono en el que hay un crucifijo enjoyado descansando sobre un cojín púrpura.

Los artistas emplearon varios años para hacer estos mosaicos, como puede verse por los diferentes colores de las piedras usadas para representar la hierba a los pies de los apóstoles.

Toda la composición es muy similar a la del baptisterio Neoniano ortodoxo. Las paredes están desnudas, pero no fueron así siempre. Durante unas investigaciones arqueológicas, se descubrieron unos 170 kilos de teselas en el suelo.

La procesión de los apóstoles (detalle)

El baptisterio arriano está ubicado junto a la Iglesia del Espíritu Santo, también construida por Teodorico y en un principio llamada Hagia Anastasis (Santa Resurrección). Esta era una catedral arriana, y fue vuelta a consagrar como la catedral católica de San Teodoro (soldado y mártir de Amasea in Porto) en 526. Poco queda de la iglesia original después de su reconstrucción en 1543; algunos historiadores especulan con que los mosaicos originales ya estaban destruidos mil años antes durante su reconstrucción católica debido a que representaban temas arrianos.

El baptisterio es una de las ocho estructuras de Rávena registradas por la Unesco como sitio Patrimonio de la Humanidad.[1][1] Según la evaluación del ICOMOS de este patrimonio, «la iconografía de los mosaicos, cuya calidad es sobresaliente, es importante porque ilustra la Trinidad, un elemento algo inesperado en el arte de un edificio arriano, puesto que la Trinidad no era aceptada por esta doctrina».






Monumentos paleocristianos de Rávena
 
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

El baptisterio neoniano de Rávena.
Baptisterio neoniano de Rávena
Localización
País Italia
Coordenadas44°24′56″N 12°11′50″E
Datos generales
TipoCultural
Criteriosi, ii, iii, iv
Identificación788
RegiónEuropa, Italia
Inscripción1996 (XX sesión)
Sitio web oficial

El baptisterio neoniano (en italianoBattistero Neoniano) en Rávena (Italia) es la más antigua de las ocho estructuras de Rávena inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996.[1]​ Según la evaluación ICOMOS de este patrimonio, este es «el mejor y más completo ejemplo superviviente de un baptisterio de los primeros tiempos del Cristianismo» que «retiene la fluidez en la representación de la figura humana derivada del arte greco-romano».

En parte se construyó sobre una terma romana. También se le llama Baptisterio ortodoxo (en italiano, degli Ortodossi) para distinguirlo del Baptisterio arriano construido a instancias del rey ostrogodo Teodorico unos cincuenta años más tarde. Los dos edificios, aun destinándose a la misma función, eran cada uno propio de una de las dos comunidades cristianas que coexistían entonces en Rávena. Se le llamaba «ortodoxo» entendido en el sentido de la época, que se refería a los cristianos de la «recta» doctrina en contraposición a la «herejía» arriana.

Con el paso de la sede episcopal de Classe a Rávena a finales del siglo IV, se inició una nueva catedral, la catedral Ursiana (por el nombre del obispo Urso), de la que sobreviven pocos restos englobados dentro de la actual catedral de Rávena.

La estructura es de planta centralizada octogonal, puesto que estamos ante un baptisterio, es de ladrillo fue construida por el obispo Urso a finales del siglo IV o principios del V, como parte de su gran basílica (destruida en 1734). El baptisterio fue concluido por el obispo Neon a finales del siglo V, tiempo en el que se añadieron las decoraciones en mosaico. El suelo original queda ahora 3 metros bajo tierra, de manera que la estructura propiamente dicha y la extensión del edificio ya no pueden verse más. El baptisterio tenía una función de propaganda a fin de incitar a las gentes a hacerse bautizar.

El diseño octogonal del edificio, empleado prácticamente en todos los baptisterios del primer cristianismo, simboliza los siete días de la semana más el Día de la Resurrección y la Vida Eterna. El ocho se relacionaba así con la resurrección, siendo la suma de siete, el tiempo, más uno, Dios. Esta forma octogonal se encuentra en los monumentos bizantinos o de inspiración bizantina (como el Domo de la Roca en Jerusalén).

El edificio fue retocado en el siglo XI. Externamente, tiene un simple revestimiento de ladrillo, combinado con arquerías ciegas, es de planta octogonal, pero al exterior parece cuadrangular por sus cuatro exedras semicirculares en las esquinas, son del siglo X, mientras que las lesenas y arcadas ciegas se remontan a la construcción originaria y fueron tomadas de modelos septentrionales (como la basílica de Constantino de Tréveris o la basílica de San Simpliciano de Milán). Hay un contraste importante entre el exterior y el interior del edificio, como es típico del arte paleocristiano. Este baptisterio desprende un aire particular debido a su arquitectura monumental. Los tres arcos (símbolo de la Trinidad) que descansan sobre columnas como cierre para las ventanas del interior no se distinguen del exterior, son arcos de descarga. Este baptisterio se articula en dos niveles y mediante arquillos ciegos.

El centro de la cúpula está ocupado por un mosaico que representa a Juan el Bautista bautizando a un Jesús con barba en pie con el agua hasta la cintura en el río Jordán, que está mostrado en los velos. A un lado está Zeus (Júpiter para los romanos occidentales, su nombre proviene del indoeuropeo y significa Dios Padre). Más abajo, y en torno a la escena del bautismo de Cristo está representada una procesión de los doce apóstoles en dos direcciones, acabando con San Pedro encontrándose con San Pablo.

Mosaico en el techo del baptisterio neoniano.

Hay aquí una especia de jerarquía:

  • primer nivel: la pila bautismal donde se bautiza al fiel,
  • segundo nivel: bajorrelieves representado a los profetas con los códices en la mano,
  • tercer nivel: los doce apóstoles,
  • cuarto nivel: Cristo y la paloma del Espíritu Santo.

El baptisterio tiene una pila monumental y octogonal, utilizada para bautizar a los fieles mediante la inmersión total en el agua. Decoración a base de estucos, mármoles y mosaicos.

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